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La criatura salida del infierno por rynu

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Notas del capitulo:

Aqui vengo con el penultimo capitulo de esta mini historia, espero os guste :D

Mientras tanto... con Myu y Valentyne....

Ambos espectros no habían tenido resultado alguno en la búsqueda de aquel espíritu. Había pasado mas de un mes buscándolo por el planeta, mas no obtuvieron buenos resultados. Ahora ambos se encontraban peleando en un rincón del polo norte intentando que el contrario escuchara sus razonamientos sobre donde podía estar el ser maligno.

-¡Aquí no esta, ¿Quién aguanta este frio espantoso? ¡Se están congelado mis hermosas alas!- Protesto Myu, intentando batir fuerte sus alas para que no se le congelaran y rompieran por el frio.

-¡Deja de quejarte, el espíritu se habrá ocultado en lugares remotos e inhóspitos de difícil acceso, de otro modo ya habría sido localizado, por eso estamos aquí!- Respondió con un bufido, harto de que su compañero se estuviera quejando cada dos por tres.

-¡Y yo te digo que es imposible! ¡Necesita absorber energía para no debilitarse, por lo cual debe estar en una zona habitada con muchos habitantes- Dijo muy seguro de lo que creía. Nadie mejor que el podía entender a ese tipo de seres, ya que el mismo requería de energía para no debilitarse.

Estuvieron discutiendo por diez minutos cuando una de las mariposas de Myu que mando a explorar regreso agitando las alas muy rápidamente, provocando que esos dejaran de pelear para prestar atención al hada.

-¿Lo han encontrado?- Pregunto el de cabello rosado clavando su vista en Myu, el cual se estaba comunicando con la pequeña mariposa, la cual le informaba de lo que encontró.

-No exactamente, pero han podido sentir en un lugar unos instantes su presencia-

-¿Y donde a sido eso?- Exigió saber. Myu sonrió a la vez que aleteo las alas contento, ya que sabia que no le gustaría la respuesta.

-Justo donde dijiste que ni por Radamanthys pisarías ese territorio jiji- Rio divertido al ver como se le descompuso la cara al amante del juez rubio.

De vuelta en elsantuario...

Entre una espesa niebla y oculto entre un frondoso bosque, se encontraba aquella criatura maligna, furioso porque aun no había podido absorber la fuerza vital en su totalidad. Siempre alguien sei nterponía... Tenia que pensar mejor su siguiente plan... Requería de mas fuerza para poder hacer su siguiente movimiento... Y debía darse prisa... Lo estaban buscando...

En un primer momento pensó en atacar a Sagitario, pero era un ser tan lleno de luz, que lo repelía como si tuviera un escudo protector a su alrededor cubriéndolo...

No, su siguiente objetivo debía ser alguien mas fácil de debilitar... Mientras tanto tendría que alimentarse de caballeros y soldados mas débiles... Tenia que ser un éxito su siguiente plan, si fracasaba, no podría contener mas su existencia y harían lo que fuera por exterminarlo.

Justo cuando se encontraba pensando en como podría ser su siguiente ataque, vio con sus ojos rojos como el caballero de Capricornio pasaba por esa zona, hasta detenerse en una explanada, dejándose caer de rodillas, tapándose con las manos la cara. Ocultando la desdicha que traía encima por todo lo que ocurrió hace unas horas atrás.

-No debí regresar a la vida, solo sigo haciendo daño a Aioros...- Se lamento al recordar la mirada del arquero cuando su hermano fue herido. Era una mirada tan idéntica a la de hace trece años.¿Por qué lo habían devuelto a la vida si solo volvía hacer daño a los que quería?

-Seria mejor que continuara muerto- Pronuncio con voz apagada, sin quitarse aun las manos de la cara, ya que las lagrimas no dejaban de caer por su rostro.

El ser maligno que había presenciado aquel momento de vulnerabilidad por parte del santo de capricornio sonrió de manera perversa. Ya sabia quien seria su victima y como haría su ataque...



Dos días mas tarde...

Era una noche oscura, día de luna nueva, donde la luna no se podía ver, luego una espesa niebla cubría todo el santuario, impidiendo también que se pudiera ver las estrellas o mas allá de un metro, en definitiva, era una noche sombría y fría.

En esos dos días que pasaron, Aioria ya despertó y estaba mejor de sus heridas, Aioros en todo momento se quedo con su hermano pequeño. Death para extrañeza de este también solía visitar al león y quedarse un buen rato con el. Pero a pesar de que le extraño no se cuestiono mucho mas sobre aquello, ya que de paso aprovecho que su hermano estaba acompañado para ir hablar con Shura. Pero por mas que intento hablar con el no pudo por una cuestión u otra.

Cuando iba al templo de la cabra no solía estar, eso o ocultaba su cosmos, de otra manera no se lo explicaba, ya que nunca le vio atravesar leo o Sagitario. También lo intento en los entrenamientos, mas cuando se acercaba en su dirección, como que rápidamente iba con otro compañero.

Aioros se empezó a hartar de su comportamiento huidizo, estaba decidido habar con el, así tuviera que secuestrarlo y amarrarlo contra un pilar para que hablaran.

Milo se disculpo con Shura al día siguiente del incidente, ya que al analizar bien las cosas tenían razón, Camus también le regaño cuando se entero de las acusaciones que le dio al santo de Capricornio, quizás fue el quien le influyo a disculparse, pero lo que importaba es que lo hizo.

Shura acepto sus disculpas, pero andaba aun medio taciturno por lo sucedido, diciéndole al de escorpión que era natural culparle, ya que parecía que lo hizo a propósito. Esas palabras terminaron por hacer sentir al de escorpión arrepentimiento. En verdad el español no lo hizo queriendo, además pudo ver en sus ojos que estaba sufriendo por ello.

"¿Como he podido ser tan idiota? Debo redimirme de alguna formac on el" Esos fueron los pensamientos decididos del dueño de la octava casa, mientras apretaba con fuerza sus puños...

Por otro lado, teníamos a Death intentando localizar aquel ser maligno, de manera que este no pudiera detectarlo, estuvo vigilando a sus compañeros pero por mas que estuvo al pendiente no noto nada fuera de lo normal.

"Ese cabrón se esta ocultando bien, seguro que sabe de mis poderes y los de Shaka" Cabreado por no poder mandarlo al mundo de los muertos tras hacer herir a la persona que amaba, golpeo uno de sus pilares que formaban su templo.

-Esto no quedara así, pienso encontrarte y hacértelo pagar- Prometió el de Cáncer antes de retirarse al fondo de su templo, perdiéndose entre las sombras.

Shaka al igual que Death, percibió un cosmos maligno rondando por el santuario, por lo cual estaba alerta también desde su templo. Su cosmos que habitualmente estaba en calma, estaba ahora concentradose por todo su cuerpo, como si un aura lo rodeara, preparado para detectar cualquier movimiento sospechoso.

Tres dias mas tarde...

 Era de noche, todos los santos se encontraban durmiendo en sus propios templos, salvo algunas excepciones que dormían acompañados, como era el caso de los gemelos, Aioria con Death y Mu, que aun seguía quedándose donde el patriarca junto al santo de libra.

El ser maligno una vez se aseguro que todos dormían profundamente aprovecho y se infiltro, pasando por las casas, ocultando su energía espectral. Pero se confió. No supo ver que en la casa de virgo Shaka dejo una trampa, que mas tarde seria su perdición...

Continuo con su camino hasta que llego al templo de Sagitario. Hizo una mueca de desagrado al notar el aura que desprendía ese hombre aun dormido. Era demasiado brillante y cálido. No podía tocarlo por mas que quisiera, seria eliminado en un instante. Pero eso ya lo sabia, no, su objetivo era otra cosa que habitaba en ese templo.

Lo encontró en el salón colgado en la pared. Una flecha dorada que poseía un mínimo cosmos de aquel caballero que dormía plácidamente en ese templo. Gruño cuando lo tomo. Ardía, sentía como le quemaba, y eso que a penas había cosmos de ese sujeto en la flecha, pero había lo suficiente para que le doliera.

Aguanto el dolor ya que era necesario para su plan. Una vez obtuvo ese objecto, se marcho de ese templo hacia su destino. Sonrió, esta vez lograría su objetivo. Lo que de nueva cuenta se confió, ya que ese pequeño cosmos estaba conectado con Aioros y su armadura.

El de Sagitario se encontraba durmiendo, cuando pudo percibir en sui nconsciencia que alguien o algo lo llamaba. Despertó aturdido en medio de la oscuridad mas plena, observando a su alrededor.

Un parpadeo dorado empezó a iluminar entre la oscuridad, Aioros, que ya estaba totalmente despierto, se dejo guiar hasta llegar en el salón donde se encontraba su caja de Pandora con su armadura dentro.

-¿Que sucede?- Pregunto serio, tocando con su mano diestra la caja de pandora, y como si esta pudiera hablarle hizo que el castaño mirara en dirección a la pared, donde en seguida noto la ausencia de la flecha. Frunció el ceño ante aquello y se puso en alerta.

-¿Es por este motivo el que me llamabas?- Pregunto en dirección a la caja dorada, volviéndola a tocar. La caja como si tuviera vida propia palpito un par de veces, dándole a entender que así era.

-Pero no note ninguna energía maligna entrar y ademas ¿Para que querrán una de mis flechas?- Sin entender lo que estaba pasando no se percato de que la armadura dorada reacciono por si sola, saliendo de su caja e instalándose alrededor del cuerpo de Aioros.

-¿Estamos en peligro?- Sorprendido por su reacción se preocupo y alzo el cosmos para avisar a los demás de que había una perturbación en el santuario. La armadura palpitaba cada vez mas, como si le estuviera exigiendo que se diera prisa. Pero... ¿Prisa para que?

Y entonces lo supo, sintió como el cosmos de Shura cada vez era mas débil. Horrorizado, no espero un segundo mas y corrió a toda velocidad hacia el templo de su vecino y amado capricornio, sin esperar a que alguno de sus compañeros acudiera a su aviso.

Mientras tanto en los demás templos habían percibido el cosmos de Aioros e iban reaccionando cada uno a su manera;

Aldebaran que se encontraba durmiendo abrazado a Shaina despertó y tras darle un beso en su mejilla, llamo a su armadura y fue en dirección a la llamada.

En cáncer no había nadie ya que su dueño se encontraba en el quinto templo.

En géminis los gemelos estaban en medio de una apasiona entrega en la cama cuando lo percibieron.

-Maldición, porque ahora, ¿Cuándo estamos en lo mejor?- Gruñe el del pelo mas claro, o sea, Kanon, el cual estaba desnudo encima de su gemelo y embistiéndole.

-Ya, quítate Kanon, algo a pasado, debemos ir-Le responde con voz severa y mirándole con el ceño fruncido. El gemelo menor gruño, pero saco su miembro dentro de el y se hizo a un lado para después levantarse de la cama.

-Esto no queda así saga, en cuanto lo solucionemos, pienso cobrar este momento por el doble- Le advierte con una sonrisa socarrona, el cual hizo suspirar al mayor. Tendría que tomarse un día libre cuando la advertencia de Kanon se hiciera realidad...

En virgo Shaka no se movió, estaba sentado y con los ojos cerrados, parecía que no hacia nada, pero la realidad es que estaba concentrando cosmos...

Donde estaban Aioria y DM, este primero se encontraba confundido por la alarma de su hermano, pero no tardo en ponerse a armadura y miro confundido a su pareja la cual ya traía su armadura puesta desde hacia buen rato, cosa que el león noto en seguida.

-Tu sabes lo que pasa ¿Verdad?- Pregunto el menor, mirándolo a los ojos directamente. El caballero de cáncer le dedico una sonrisa ladina y maliciosa.

-Así es, estaba esperando a que ese ser actuara y por fin lo hizo, esta vez lo devolveré al lugar donde pertenece- Comento, haciendo confundir al rubio/castaño, ya que no comprendía mucho de lo que hablaba.

En libra tampoco se encontraba nadie debido a que estaba durmiendo junto al patriarca y en otra habitación se encontraba Mu.

Los tres de inmediato se despertaron y a pesar de que Mu también quería ir, le obligaron a permanecer ahí, tras aquello Shion yDohko se tele transportaron junto donde habían sentido a Aioros.

Con respecto a Camus, Milo y Afrodita, estos no se encontraban en el santuario por distintas razones. Camus fue a visitar Siberia, ya que era el aniversario de la muerte de la madre de Hyoga y quiso acompañar a su alumno en ese día, Milo se acoplo a ese viaje, sin permiso alguno, pero nadie se quejo su presencia, a ambos le gustaba la presencia del escorpión. Y en cuanto a Afrodita, este viajo a su país natal, debido a que localizaron a varios niños con cosmos y fue el encargado de informar a los niños y pedirles que se unieran a su causa.

Y con respecto a Shura debemos remontar minutos antes de Aioros se pusiera en alerta...

El santo de capricornio se encontraba en medio de un sueño turbulento, se podía saber al ver como su respiración era agitada y lagrimas de sudor surcaban por todo su cuerpo, además de que se removía mas que de costumbre.

En su sueño, el español sostenía entre sus brazos el cuerpo malherido de Sagitario, mientras sus manos estaban cubiertas por la sangre de este.

"¿Por que Shura? ¿Tanto me odias?" Dijo ese Aioros de su sueño con la voz rota, mientras lo miraba con dolor.

El de cabellos verdosos grito cuando al acabar esas preguntas la vida del arquero se desvaneció. Fue ese grito el que lo despertó de golpe. Sudoroso y agitado, se sentó en la cama, en lo que intentaba tranquilizarse.

-Solo ha sido un sueño..- Se dijo a si mismo, en un intento de sentir alivio, mas su conciencia lo traicionaba.

"Eso solo fue en sueño, pero eso no quita que igual lo mataste ensu día" Gimió ante sus pensamientos culpables. Ya no lo soportaba mas, esa carga le dolía cada vez mas..

Tan perdido estaba en sus pensamientos pesimistas que no noto cuando una presencia muy conocida para el se encontraba delante de su puerta.

-Shura- Le llamo esa presencia, que hizo que el español se estremeciera y su piel se helara. Reconocería esa voz en cualquier parte del mundo. Se volteo y se encontró con el sagitario portando su armadura.

-¿Aioros?- Pregunto intentando sonar normal y que no se le notara lo mal que en realidad se sentía al verle. Se levanto de la cama, pero no se movió, ahora estaba preocupado. Si a esas horas estaba ahí, es porque algo malo había sucedido.

-¿Que sucedió Aioros? ¿Nos atacan?- Pregunto con rapidez y al ver que este lo miraba neutro dedujo que si era algo serio. Estaba por llamar a su armadura cuando Aioros realizo una acción que le dejo paralizado.

Le estaba apuntando con una de sus flechas doradas.

-¿Aioros?- Pregunto confundido por la situación, mas en ningún momento se movió, solo se quedo mirando esos orbes aguamarinas, los cuales mostraban hostilidad. Aquello le dolió, jamás había visto esa mirada antes, salvo para los enemigos... Eso significaba que el castaño lo veía como uno.

En el fondo Shura sentía que esa mirada se la merecía, desprecio a su persona era lo normal, por ello no se extraño de el brillo malicioso y vacios que habitaba en esos ojos que normalmente solo transmitían calidez.

-Shura, ahora es tu turno de conocer el dolor que me causaste- Hablo el "Sagitario" tensando cada vez mas el arco. El español cerro los ojos y se quedo quieto, aceptando lo que decía su persona amada.

-Esta bien Aioros, no me defenderé- Susurra, abriendo un poco los ojos y dedicándole una sonrisa triste. El español no lo noto pero el ser maligno sonrió, por fin caería una de sus primeras victimas.

La flecha de Aioros fue lanzada y dando de lleno en el pecho del Capricornio. Sangre de su boca y pecho empezaban a salir de forma abundante, sentía como su fuerza era cada vez menor, estaba al borde de desmayarse.

 -Espero con esto puedas perdonarme Aioros, yo te amo..- Con esa ultima frase cayo al suelo inconsciente, formando un charco de sangre a su alrededor que cada vez se extendía mas...

 

Continuara...

 

Notas finales:

chan, chan ¿Y ahora que pasara con Shura? ¿Vivira? ¿Lllegaran a tiempo para evitar la desgracia?

 

Todo eso se vera en el proximo capitulo del lunes. ;P

 

Un beso y abrazos a mis lectores invisibles, espero os este gustadno, cuidense :)


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