La criatura maligna recupero su aspecto normal y se fue acercando al cuerpo inconsciente del peliverde para robarle su energía vital, cuando de repente sintió un dolor clavarse en su interior que lo hizo aullar de dolor y por tanto alejarse de ese cuerpo moribundo.
Era una flecha de oro lo que le atravesó al mirar su estomago. La criatura furiosa se volvió en busca del culpable cuando se encontró con el santo de Sagitario que lo volvía apuntar con su arco de oro. Este mostraba una expresión furiosa en contra de ese ser maligno al ver que había herido a Shura.
-No te lo perdonare...- Temblaba de la rabia, no había visto todo lo sucedido, pero si lo que llego a decir Shura antes de desplomarse, por lo que intuyo lo sucedido.
El no haber podido evitar que el capricornio fuera herido lo enfureció, estaba enfadado contra si mismo y esa cosa que parecía asustada al reconocerle.
-Pagaras muy caro el haber jugando con su mente e intentar matar a mis compañeros y hermano- Le advierte en un susurro ya que estaba conteniendo la ira que sentía en esos momentos. Ahora estaba seguro, esa criatura de aspecto grotesco fue el culpable de todos los episodios sucedidos en las ultimas semanas.
Hizo arder su cosmos al máximo con una expresión totalmente furica. Lo mataría ahí mismo antes de que pudiera seguir haciendo mas daño. El ser asustado por esa luz tan pura y brillante que podría pulverizarlo en ese instante intento desvanecerse, pero un símbolo dorado se hizo presente en sus manos con formas de garras. Grito de rabia y miedo. Alguien le había atado sus poderes, incluyendo el tele transportarse. ¿Pero quien y porque?
Aioros sonrió al reconocer el símbolo.
-Al parecer ya notaron tu presencia de antes y te tendieron una trampa- Le explico.
-"¿Como es posible? Antes pude usar mis poderes"- Hablo con una voz totalmente inhumana, era grave y profunda, como si de una bestia se tratara.
La verdad es que Aioros tampoco sabia el motivo del porque Shaka no actúo antes si sabia del ser, pero antes de que pudiera seguir reflexionando mas al respecto, los primeros caballeros que acudieron a la llamada del Sagitario fueron apareciendo. Entre ellos estaban los que podían tele trasportarse; Shion y Dhoko fueron los primeros, y paralelamente a ellos dos vinieron el santo de cáncer y los gemelos de géminis.
Shion no pregunto, en seguida comprendió la situación al observarla escena y actuó como el patriarca que era.
Lanzo unos pergaminos al ser maligno que lo paralizo por completo, luego se volteo en dirección a los demás presentes.
-Rápido, llévense de aquí a Shura, no le queda mucho tiempo si no lo tratan- Aioros asiente y guarda el arco para ir rápido donde el español, tomándolo en brazos. Saga y Kanon se apresuraron en ayudar al Sagitario abriendo un portal en dirección al templo de Sagitario, eso fue lo que pidió el arquero, debido a que tenia un botiquín de primeros auxilios para tratarlo.
Mientras tanto con los tres restantes...
-Dohko ve avisar a los demás de que ya no es necesario que vengan, Death Mask y yo nos encargaremos de este asunto- Ordena el Ariano, sin apartar su mirada seria de la criatura. El de libra asintió y se marcho de la habitación.
El italiano sonrió de manera tétrica caminando hasta colocarse enfrente del enemigo. Aunque la verdad es que estaba furioso con el, había herido a uno de sus amigos, quería hacérselo pagar de manera muy dolorosa...
-Por fin cometiste un error... Pagaras muy caro por haber dañado a los que aprecio...- Estaba por usar su onda infernal cuando Shion lo tomo del brazo, deteniéndole.
-Espera, tenemos visitantes que vienen a encargarse de el, ve a recibirles y tráelos hasta aquí- Le ordeno con voz calma. Death chasqueo la boca ante su mala suerte, el quería encargarse de esa cosa por si mismo, mas no tuvo otra opción que obedecer. Abrió un portal y fue a la entrada del santuario que era donde sus visitantes lo estaban esperando.
De vuelta con el patriarca y el ser maligno...
Shion se le quedo mirando en silencio de manera severa por unos instantes antes de decir una frase que horrorizo a la criatura.
-Parece que no somos los únicos que te quieren y por lo que me han dicho no están nada contentos...-
El ser no se lo podía creer, todo por bajar la guardia sus planes habían fracasado, aquellos sujetos en el santuario eran mas inteligentes y perceptivos de lo que había imaginado. Los había subestimado y ahora por culpa de eso estaba a punto de ser enviado aesa tortura de prisión en el inframundo.
En el templo deSagitario...
Una vez llegaron al templo del centauro a través del portal creado por los gemelos, Aioros se apresuro de llevar a Shura hasta su habitación y una vez ahí lo recostó con cuidado para no aumentar el daño que traía.
El castaño elevo su cosmos y tomo la mano del español, para traspasarle parte de su energía a el, con ello ganarían tiempo para tratar su herida.
-Saga, Kanon, en el baño esta mi botiquín, sacar de el vendas, alcohol y un bote de pomada que es cicatrizadora, rápido- Les apresuro con voz angustiada por el estado del capricornio una vez entraron en la habitación. Ambos asintieron y fueron en búsqueda de aquello que les pidió el de la novena casa.
Una vez ambos desaparecieron de la visión del castaño, este volteo para ver a Shura, no dejo en ningún momento de transmitirle sucosmos.
-Ni se te ocurra morirte Shura, me debes explicaciones, eres un tonto, nunca cambiaras- Lagrimas recorrían su rostro al saber que estaba dispuesto a morir sin defenderse por el debido a la culpabilidad que aun traía consigo. En cuanto se despertara lo primero que haría seria dejárselo bien en claro para que una vez lo superara.
Estuvo así unos segundos largos observándole, hasta que finalmente los gemelos llegaron con lo pedido. Aioros rápidamente se limpio losojos de esas cristalinas y húmedas lagrimas que caían de sus ojos ante la desesperación de pensar que lo perdería. Los gemelos lo miraron en silencio sin decir nada, ambos sabian los sentimientos del arquero y comprendían que estaba sufriendo al ver al de la decima casa en ese estado. Fue Kanon el que hablo primero;
-Aioros, ya tenemos lo que has pedido, deberías quitarle la camiseta para poder aplicarle el alcohol y la crema- Le comenta mientras seponía a un lado de la cama para ayudar a curar al santo herido.
El de ojos aguamarina asiente recuperando su compostura y vuelve a prestar atención al rostro pálido del español. En seguida empieza a realizar la acción, como la camiseta estorbaba se la corto, dejando su torso desnudo, de la cual estaba cubierta de sangre, pero que al menos ya no salía tanta sangre debido al cosmos que le estaba proporcionando.
Primero le aplicaron el alcohol, para que no se infectara la herida, Aioros se lo hizo con delicadeza como si de una flor delicada se tratara, a pesar de que Kanon le comento que podía ser mas brusco, estaba inconsciente y no sentiría el dolor. Saga le golpeo lae spinilla de su pie ante el comentario inapropiado que realizo su gemelo.
-Auch, pero si es verdad, idiota- Protesto el de cabellos mas claros, fulminando a Saga con la mirada.
-Mejor cállate de una vez, no ayudas en nada- Susurra, mandándole una mirada severa. Aioros no presto atención a la pelea de ellos dos, siguió tratando la herida con sumo cuidado, hasta que finalmente se lo vendo. La crema era milagrosa, en pocos minutos la herida se iba cerrando y si todo iba bien en dos días como mucho Shura estaría ya despierto.
El sagitario sonrió al notar como el color del incapacitado iba recuperándose, al igual que sus energías. Eso era una gran señal. Se recuperaría. Se permitió relajarse ante ello. Estaba tan preocupado, si no hubiera sido advertido por su armadura, ahora Shura estaría muerto, de solo pensarlo se le erizo la piel. Debía dar gracias a su diosa y las estrellas porque aquello no sucediera.
En la entrada del santuario...
-No, ni hablar, no pienso entrar donde habitan las ratas ¿Que tal me infectan algo?- Protesta el de cabello rosa a su compañero demisión, el cual ni le hacia caso, ya que estaba mas entretenido buscando flores por los alrededores.
-¿Decías algo Valentyne?- Respondió al cabo de un minuto el que tenia aspecto de hada, tomando entre sus manos varias flores. El de la armadura de Arpía sintió una vena palpitar en su frente, Myu lo ignoro a propósito. Que ganas tenia ya de acabar con la misión para no tener que aguantarle mas.
En ese instante un portal se abrió y de ahí salio Death Mask, el cual se los quedo observando discutir unos instantes, ya que no sehabían percatado aun de su presencia, divirtiéndose de gran manera.
"Incluso hay espectros que no congenian entre ellos, que divertido" Fue lo que pensó el santo de cáncer, cruzándose de brazos. Finalmente decidió intervenir, silbando, como si estuviera llamando a dos perros. Ambos voltearon para mirar al de cabello azulado.
-Vosotros niños, el patriarca me ha pedido que os lleve ante el, portaros bien o tendré que castigaros- Sonrió malicioso y riéndose al cabo de unos segundos mientras les señalaba con un dedo el portal que seguía abierto.
-¿¡Te estas burlando de nosotros estúpida rata!?- Grito furioso Valentyne. Entre su compañero y ese caballero habían acabado con su paciencia.
-No, no... Bueno en realidad si jajaja- De nueva cuenta empezó a reírse en compañía de Myu que también le hizo gracia, todo que pusiera rojo de ira a Valentyne tenia su apoyo. Totalmente furioso ignoro a esos dos y cruzo el portal. Pocos segundos después de que traspasara lo siguieron ambos aun divertidos por su actitud.
10 minutos después Myu y Valentine junto al ser maligno, que estaba atado por la cosmo energia de este ultimo, desaparecieron del santuario y regresaron al inframundo. Desde ahí se tele trasportaron directamente donde se realizaban los juicios a las almas. Y sorpresa, en el centro del lugar los estaba esperando Radamanthys, Minos, Aiacos y Lune.
Este primero estaba de brazos cruzados y con expresión severa. Myu contento de ver a su pareja se dispuso a volar junto a el, pero Minos lo detuvo con sus hilos.
Aiacos en silencio uso sus poderes para enviar a una prisión de castigo a esa alma maligna, por su rebeldía seria castigado de la manera mas cruel por toda su eternidad.
-Radamanhys...- Quiso hablar el de cabello rosa, mas el nombrado lo mando callar con un gesto de mano.
-Os di la tarea de atraparlo en cinco días y a pasado mas de ese tiempo, vuestra incompetencia ha puesto en riesgo la alianza con el santuario y con Athena, ya que varios han resultado heridos por Unifos- Hablo el rubio con voz severa haciendo referencia a la criatura que se les había escapado del inframundo.
Valentine quiso protestar, pero esta vez fue detenido por otro juez del inframundo, en este caso por Minos.
-No queremos excusas, hemos sido informado al respecto, tres de ellos casi mueren, si no fuera porque han tenido grandes reflejos y actuado con rapidez hoy de nuevo esa tregua se habría roto, por lo tanto al haber puesto eso en riesgo, hemos decidido daros un castigo mayor por vuestra irresponsabilidad- Comenta el de cabellos grises, mirando a ambos con enfado.
Myu miro a su querido Lune mas este solo desvió la mirada. El sabia el castigo que les esperaba y se compadeció tanto de su pareja comode Valentine, sobro todo de este ultimo, ya que para el Arpía ese castigo seria peor que para la propia mariposa.
El peli rosa se quedo en silencio resignado ante el castigo que leesperaba, mientras que Myu empezó a lloriquear y arrodillarse ante los jueces de que no le quitaran sus alas.
-Silencio Myu, ten dignidad- Hablo molesto ahora Aiacos ante su actitud suplicante, ante el cual, el mencionado no le quedo de otra que callarse, pero que aun así lloriqueaba sin hacer ruido.
Tras unos momentos de silencio, fue Radamnthys el que tomo la palabra para dictar el castigo para aquellos dos.
-Vuestro castigo a parte de vivir en la superficie sin poderes, por tres meses- Ambos iban a replicar por el tiempo del castigo, pero ante la mirada fría que les dedicaba, no quedo de otra que volver a callarse -Como iba diciendo a parte de ello, no podreis contactaros con el inframundo y por supuesto ninguno de nosotros tener contactocon vosotros en lo que dure ese tiempo, pero eso no es todo, ambos ayudaran en las actividades del santuario a las ordenes del patriarca y por supuesto tendréis que estar juntos todo el tiempo-
En cuanto termino de explicar en como consistía el castigo dos gritos resonaron por todo el inframundo. Uno porque no podría ver en ese tiempo a su Lune hermoso y el otro porque tres meses a lado de Myu iban a ser una autentica pesadilla. Iba a ser el comienzo de su propio infierno.
De regreso en el santuario...
Había pasado un día de todo lo sucedido en la noche anterior, y todos habían retomado sus actividades cotidianas con la adición que ahora tenían dos compañeros nuevos por una temporada. Mu regreso finalmente a su templo al descubrir que no estaba enfermo y que todo fue causado por ese ser que escapo del inframundo, ahora podría retomar su labor de reparar las armaduras y disfrutar la compañíade algunos de sus amigos además de poder visitar a esa persona especial y que este le viniera a visitar...
Con respeto a los demás, Death y Aioria dieron sorpresa a todos cuando en el entrenamiento se besaron delante de todos sin pena alguna, dejando en claro que estaban juntos. En cuanto llegara Milo seguro les haría burla a ellos dos, por suerte aun se encontraba en Siberia, aunque Kanon ya se estaba encargando de eso por parte del bicho, por lo demás nada cambio y siguió el nuevo día con normalidad, bueno o con casi todos...
En el templo de Sagitario...
Shura empezó a abrir los ojos lentamente cuando una brillante luz le pego en los ojos. ¿Seria los campos elíseos? No, en ese caso no se sentiría adolorido y soñoliento. Soltó un quejido al sentir dolor en el pecho. Intento incorporarse, aun con la vista borrosa para intentar averiguar donde se encontraba, cuando una voz que el conocía muy bien hablo provocando que el español se quedara quieto como un clavo sentado en la cama.
-No te levantes, aun no estaba recuperado del todo- Dijo Aioros con voz neutra, sin mirarle, el cual había entrado hace un momento a la habitación para dejar en la mesilla agua y otros útiles para cuando el español despertara, que recién ocurrió.
El castaño estaba acomodando sabanas en el armario intentado controlar todas sus emociones que estaban en ese momento bullendo con gran intensidad en su interior. Pero eso se rompió cuando Shura quiso hablar...
El español no daba crédito ahora que estaba mas despejado, Aioros estaba ahí como si no hubiera pasado nada ¿Acaso todo había sido su imaginación? No, sentía dolor en esa zona donde había sido herido, así que aquello quedaba descartado-
-¿A-Aioros? ¿Por que tu...?- Empezó a preguntar confundido, mas este no pudo acabar la frase cuando el sagitario dejo caer las cosasal suelo y se volteo a verlo con expresión llena de enojo. Shura, malinterpreto su enfado al pensar que había sobrevivido a la herida y le habían obligado a cuidarlo.
-Yo.. Lo siento Aioros, siento haber sobrevivido y te encargaran cuidar de mi, por ello yo...- Mas no pudo acabar la frase, cuando el de ojos verdes azulados se le acerco a pasos raudos y con expresión de rabia le abofeteo en la mejilla, dejando callado al español.
-¡Cállate Shura de Capricornio! ¡Eres un idiota!- Le grito harto de la culpabilidad que aun cargaba encima el de ojos olivas y encima se disculpaba por estar vivo, eso le hirvió la sangre. El de la décima casa simplemente se quedo callado y aun sorprendido. Ese enfado noe ra el odio que vio reflejado en sus ojos anoche, era como siestuviera enfadado por lo que dijo.
-¿Acaso crees que te odio? Pensaba me conocías mejor Shura, lo de ayer fue un enemigo que robo una de mis flechas y se hizo pasar por mi- Le comento relajando su postura un poco, pero mirando decepcionado al de Capricornio. Este se quedo helado por la revelación. Ahora tenia sentido todo, cuando vio aquellos ojos fríos y apagados en Aioros se le hizo extraño. Por mas enfadado que estuviera siempre conservaba esa luz y calidez reflejados en ellos. Se sintió totalmente un idiota, como había cometido un error semejante, había puesto en peligro el santuario por los sentimientos que tenia hacia el arquero.
Estaba afligido, no se merecía ser un caballero dorado y sobre todo enfadado consigo mismo, encima había dañado a la persona que mas quería de su vida. Agacho la mirada al no poder encararlo cara a cara.
-Discúlpame Aioros yo...- No pudo acabar la frase, ya que un acto por parte del Sagitario se lo impidió. Este ultimo harto de escuchar las disculpas del menor decidió cortar de raíz aquello tomando el rostro español en sus manos, obligándole a que lo mirara para después besarle de manera algo brusca y desesperada.
Shura abrió los ojos como platos al sentir ese choque entre sus labios. No reacciono en ningún momento ante ese beso repentino por lo cual Aioros se encargaba de llevar el movimiento de ese acto. El griego se alejo, no sin antes darle un pico en esos labios finos y pálidos ahora de forma mas suave y sin brusquedad.
El de ojos oliva se quedo mirando aturdido y con algo de sonrojo ensus mejillas al castaño el cual ahora mostraba una pequeña sonrisa.
-¿Que..?- Intento preguntar el español, el cual aun podía rememorar en su cabeza ese contacto de labios que habían dado, o mejor dicho le robaron, pero de nueva manera fue interrumpido por el dueño de sus pensamientos.
Aioros con una de sus manos acaricio de manera suave la mejilla derecha del capricornio, el cual se estremeció ante el contacto.
-Te amo- Le confiesa sin rodeos, totalmente sincero, clavando sus ojos azulados en los del herido. Este ultimo parpadeo un par de veces incrédulo ¿Había escuchado bien? Eso era imposible... Seguro estaba soñando de nueva cuenta. El castaño al ver la cara de incredulidad por parte de Shura, supo que no le creía... Tendría que ayudarle con esa baja autoestima que traía, así fuera tener que besarle todo el rato para que se convenciera.
-Siente mi corazón Shura, es mi corazón el que late por ti cuando estoy junto a ti- Tomo la mano derecha del capricornio y lo llevo hasta su pecho, en donde se encontraba su órgano palpitante. El español pudo sentir sus palpitaciones, el cual eran rápidas. Finalmente lagrimas cayeron por su rostro al entender que Aioros le decía la verdad y no era ninguna ilusión de su mente.
-¿Como puedes amarme Aioros? Por mi culpa no solo te dañe a ti, también a tu hermano- Finalmente entre lagrimas dejo salir todo el dolor que poseía durante años. El de ojos verdes azulados lo tomo de la barbilla con suavidad para que lo mirara a los ojos.
-Lo se, pero todos hemos cometido errores, incluido yo, esa noche debí pedir tu ayuda, mi hermano también cometió errores, nadie es inocente totalmente Shura, pero ahora tenemos otra oportunidad para hacer las cosas bien, lo que hicimos mal en su momento es una enseñanza para el presente que tenemos, y yo quiero que estés conmigo en el ahora y futuro, así que deja ese pasado que te atormenta y vayamos de la mano a ese futuro que nos espera- Ante aquellas palabras por parte del Sagitario, el alma del español al fin encontró la paz que necesitaba. Las ultimas lagrimas caían por el rostro este ultimo a la vez que se fundía en un cálido y protector abrazo junto al del noveno templo.
Cuando se separaron de aquel abrazo ambos se sonrieron mutuamente y sin poder evitarlo ambos buscaron los labios ajenos. Un suave contacto que nada tenia que ver con ese brusco y repentino de antes, en este estaba lleno de sentimientos mutuos y felicidad. Cuando se quedaron sin aire, ambos se miraron a los ojos, juntaron las frentes el uno contra el otro y sonrieron, sonrieron por ese presente y futuro nuevo juntos.
-Te amo- Confeso Shura, sin apartar la mirada de esos preciosos ojos aguamarinas. Esos mismos, parecieron brillar por unos instantes ante sus palabras. Finalmente pudo expresar lo que durante largos años había callado.
-Lo se, te escuche, yo también te amo mi cabra tozuda- Ante ese apodo ambos rieron, por que el tenia razón. Era un cabezón sin remedio que hasta no le daban un bofetón no entraba en razón.
Y así un nuevo día daba comienzo, uno donde ya nada del pasado les impediría ser feliz. A lo mejor lo único que los podría detener era Aioria y sus complejos de hermano menor, pero por suerte tendrían un cangrejo de su lado que evitaría esos dolores de cabeza...
Fin