Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Sunflower por rkivexxxv

[Reviews - 32]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Cebada

Era tan idiota. Idiota, idiota y más idiota. ¿En qué rayos estaba pensando cuando decidió beber como si fuera el último día de su vida? Su cabeza dolía a horrores y el cantar de los pájaros no era mágico ni encantador como pintaban en las odiosas películas románticas. Ni siquiera quería pensar en el dolor agudo que tendría al toparse con la luz del sol mañanero.

Abrió los ojos perezosamente y observó con cuidado el techo sobre él.

Claro, ahora mismo no estaba en su habitación.

Los sucesos de la noche anterior lo golpearon como si se tratase de un saco de boxeo. Incluso la razón por la que había decidido beber en un principio le golpeó duramente en la cara, ¡era ridículo!

Suspiró con malestar, giró su cabeza unos cuantos centímetros y su rostro se relajó inmediatamente. Ahí estaba, durmiendo plácidamente con esos cabellos revueltos que eran muy usuales en él, además de abrazar con fuerza una de sus almohadas, podía notar un hilo de saliva que caía de esos labios entreabiertos.

Era una penosa y terrible posición para dormir, y probablemente se burlará de él más tarde cuando se lo recuerde. Aun así, deseaba ser esa almohada que sus brazos y piernas sujetaban con tanto ahínco.

Sasuke se dio la vuelta para quedar cara a cara con la persona que le gustaba. Suspirando más calmado se quedó así, parecía que verlo había disminuido lo terriblemente mal que se sentía respecto a su borrachera.

Arrugó la frente mientras analizaba el rostro de Naruto; piel bronceada, facciones marcadas y ciertamente unas lindas pestañas. Se fijó en sus labios, la curiosidad lo abrumó.

¿Serán suaves, descuidados, inexpertos o...?

Sasuke sacudió la cabeza inquieto, con la esperanza de que sus descuidados pensamientos no siguieran cruzando la línea. Bajó la mirada y se quedó ahí por un tiempo. Parte de sus clavículas eran visibles por lo floja que era la camisa con agujeros que usaba para dormir. Como si se tratara de un hechizo, se quedó hipnotizado mientras veía con atención, ¿su piel se sentirá tan suave y tersa como se ve?

Sasuke suspiró frustrado, estaba vagando profundamente por su imaginación y de no ser por los bruscos movimientos de Naruto, quizás habría terminado por cruzar la línea. Los nervios lo consumieron y no sabía qué posición tomar, la persona a su lado estaba despertando poco a poco mientras abrazaba con más fuerza la almohada, siendo lo único que los separaba en la cama estrecha que compartían.

Pero tan pronto como la escandalosa alarma sonó, Sasuke se sobresaltó por el agobiante dolor de cabeza y cayó de la cama, causando un golpe seco contra el suelo de madera; un alarmado y somnoliento Naruto se levantó con prisa mientras bostezaba.

Estiró sus brazos tanto como pudo y en eso escuchó un susurro lleno de improperios; eran maldiciones no sólo por causa del dolor de espalda, sino también por las consecuencias de beber irresponsablemente la noche anterior. Naruto frunció el ceño tardando en asimilar lo que estaba pasando, y cuando por fin se dio cuenta de que Sasuke no estaba en donde lo había dejado la noche anterior, se acercó rápidamente por encima de su colchón.

—¿Qué haces ahí?—preguntó, mirándolo desde arriba.

Las sábanas habían caído con él, enredadas entre sus piernas. Sasuke lo observó desde donde estaba, preguntándose si siempre que Naruto despertaba, los ojos de este se miraban más azules de lo normal.

—Eres muy torpe cuando duermes, ¿lo sabías?—con dificultad se sentó y sostuvo su cabeza a causa del dolor.

Naruto resopló y frunció los labios cual niño pequeño—. Si alguien no hubiera bebido como idiota, quizás estaría durmiendo cómodamente en su cama. 

A pesar del regaño, el azabache se sorprendió un poco al notar que Naruto se acercaba hasta él con una mirada cálida y preocupada. Él deslizaba la punta de sus dedos cuidadosamente por su cabeza y frente, buscando que no estuviese herido a causa de la caída. Parecía tan concentrado en lo que hacía, que ni siquiera notó lo cerca que estaban

Sasuke colocó su mano por encima de la contraria, la sostuvo con delicadeza y la acarició mientras la apartaba de él—. Estoy bien, sólo tengo una terrible resaca—sonrió cuando se miraron uno al otro.

Naruto se quedó paralizado ante el rostro del pelinegro, observándolo con mucha más atención de lo que antes pudo haberlo hecho. Pensó en lo ridículamente atractivo que le parecía y su corazón empezó a agitarse como loco entre sus costillas, sumamente avergonzado y con los mofletes sonrojados alejó su mano temblorosa.

—¡E-eso es tu culpa!—exclamó mientras se ponía de pie—. Bebiste tanto que te volviste un borracho insoportable.

Sasuke se levantó del suelo y le dedicó una mirada divertida. Oh, claro que disfrutaba el momento. Ver a Naruto nervioso y hablar a tropezones era algo que le parecía extrañamente lindo.

—Pero cuidaste al borracho insoportable—se acercó peligrosamente a él—. ¿No es así?

Naruto se apartó con rapidez, moviéndose a la puerta de su habitación y sintiéndose seguro de estar cerca de una salida; por alguna razón, presentía que se había convertido en alguna clase de presa deliciosa y Sasuke estaba dándole caza, como un terrible y hambriento depredador.

—Iré a preparar café—dijo aún con el corazón acelerado.

Se vieron por un momento más, atraídos por la mirada de uno y del otro. Entonces Naruto desapareció y Sasuke suspiró tratando de calmar esa creciente emoción. Miró a su alrededor, notando la acogedora habitación de su vecino. La luz entraba gustosamente por la ventana de esta, y a pesar del continúo martilleo en su cabeza, pensó que era incluso mejor que su propia habitación.

Se acercó a la cocina encantado por el aroma a café y se sentó en silencio en la pequeña barra americana, un vaso de agua y una aspirina aparecieron frente a él inmediatamente. Sasuke levantó la mirada, pudiendo notar todavía el sonrojado rostro del rubio, el cual mantenía una adorable arruga en la frente y los labios firmemente abultados.

Si fueran novios, probablemente ya le habría robado un par de besos.

—¿Sigues preocupándote por el insoportable borracho?—le molestó enseguida.

—¿Acaso quieres que te golpee?—le regañó. 

—¿Eso quieres hacer?

Sasuke sonrió de nuevo y se tomó la pastillita para aliviar su dolor de cabeza.

—¡Tú, en serio!—replicó sin poder creerlo—. ¡Incluso sobrio eres muy molesto!

Y a pesar de que estaba burlándose de él, Naruto preparó dos tazas de café y se sentó frente a Sasuke.

—¿Ya recuerdas el código de tu departamento? ¿O tendrás que ir a buscar ayuda con Kabuto?—preguntó más calmado.

Sus palabras hicieron sentir avergonzado a Sasuke por su comportamiento de anoche y al mismo tiempo, aterrorizado por la idea de tener que ir en busca de la ayuda de Kabuto.

—Aunque no lo recordara, preferiría ir por un cerrajero antes que ir a buscarlo a él.

Naruto soltó una pequeña risa por su respuesta y Sasuke curvó los labios hacia arriba al notar que el sufrimiento ajeno le divertía. 

—¿Qué te hizo beber tanto?

Esa pregunta le agarró un tanto desprevenido. Si hubiera tomado un sorbo de su café quizás lo habría escupido. La razón era tan estúpida, que ni siquiera tenía ganas de contestar por qué lo había hecho.

—No es nada importante—fue lo único que dijo.

—¿Entonces sólo decidiste que querías beber hasta olvidarte de todo?

—Sí.

Naruto alzó la ceja e hizo un mohín, entonces supo que no le convencía su escueta respuesta.

—Oh—Sasuke se levantó precipitadamente, confundiendo más a su chico rubio.

—¿Oh?—Naruto lo siguió hasta la puerta y entonces él se giró antes de salir.

—Tengo que ir a trabajar—dijo pausadamente.

—Pero tus cosas—dijo aturdido—. ¿No quieres...?

—Regresaré más tarde a verte.

Las palabras murieron en su boca, y en su lugar, un nudo se formó en su garganta. No se sentía como un hasta luego que cualquiera de sus amigos o incluso sus padres diría como despedida. Sonaba melodioso, galante y hasta un poco misterioso al decirlo con esa voz profunda, él sólo se fue después de eso y lo dejó ahí, pasmado.

Naruto se encontraba mil veces más nervioso de lo que estuvo cuando se despertó esa mañana.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).