La estación del tren se volvió un caos, nadie noto cuando el peli plata desapareció de la vista de los mortales.
Kakashi camino lento al interior del tren, sentado en un asiento estaba Tenzō.
—Lo lamento senpai, creo que arruine nuestra felicidad
—No Tenzō, esto no es tu culpa —dijo Kakashi sollozando
—Tampoco es la tuya, así que te culpes por favor
—Pero…si no hubiera tardado
Yamato se levantó del asiento para caminar hacia Kakashi hasta quedar frente a él y poner su mano en su mejilla para limpiar las lágrimas que iban bajando.
—No llores senpai, no quiero que la última vez que te vea sea así. Ahora, ¿no deberías seguir con tu trabajo?
Kakashi saco la tarjeta de su bolsillo. Nohara Yamato de 20 años de edad, nacido el 10 de agosto. Murió un 4 de noviembre. Causa de la muerte, arroyado por un tren. Eres tú, ¿cierto?
Tenzō asintió. Kakashi tomo su mano y lo llevo hacia la puerta de salida, al cruzar está el paisaje cambio, estaban en la sala donde Kakashi preparo el té.
Estaban sentados frente al otro, Yamato vio la bebida.
—Beberlo hará que olvides tus recuerdos y puedas seguir tu vida de forma tranquila
—Pero yo no quiero eso senpai, quiero seguir recordando todo, para así poder encontrarte de nuevo en nuestra siguiente vida
Kakashi sonrió—Está bien, entonces no lo bebas
— ¿Eso está bien?
—No, es algo que va contra las reglas, pero a este punto no me importan más —contestó Kakashi
—Entiendo…entonces ahora, ¿debo seguir?
Kakashi asintió. —Pero Tenzō… tú eres todo mi vida, eres todo lo que tengo, sin ti…me sentiré solo
—Senpai, perdón —Yamato se levantó para abrazarlo—Cuando te sientas solo, yo estaré ahí para ti, aquí—dijo poniendo su mano en el pecho del peli plata
Kakashi intento contener el llanto pero no pudo, abrazo fuerte a Yamato, quería que ese abrazo fuera eterno, que nunca tuvieran que separarse.
—La tercera es la vencida, así que debes darte prisa para que nos encontremos de nuevo. Yo, voy a recordar todo de ti senpai. Tus ojos, tu aroma, la forma en la que sonríes, tu voz cada que me llamas, no olvidaré nada nunca —decía el castaño mientras sollozaba
—Yo, tampoco te voy a olvidar Tenzō, lo prometo
—Tú eres malo para cumplir promesas —El castaño se apartó un poco para verlo a la cara— pero yo no, así que te prometo que te encontraré y te voy a reconocer. No importa cuando tiempo pase, lo haré senpai. Ahora…debo irme
Kakashi lo entendió y lo soltó finalmente.
—Pasemos más vidas juntos senpai.
—Nos veremos pronto, Tenzō —dijo Kakashi para sonreírle
El castaño le devolvió la sonrisa y fue hacia la puerta, se giró una última vez para ver a Kakashi y luego entro para avanzar.
Apenas Yamato cruzo la puerta Kakashi se desplomo en el suelo, de nuevo había sucedido. Todo se tiño de negro a su alrededor, una vez más estaba completamente solo.
No entendía porque siempre debía terminar así, Sin su mejor amigo, sin su mejor amiga, sin el amor de su vida, solo, atrapado en una brumadora oscuridad.
Levanto un poco la m irada, y a lo lejos pudo ver una luz, Tenzō, estaba al final, esperándolo, y debía seguir por él.
Se levantó y limpio sus lágrimas, se iba a esforzar, trabajaría muy duro, se daría prisa para poder terminar con ese castigo pronto e ir hacia la luz al final del túnel.
Una vez que Yamato cruzo, todo empezó de nuevo de nuevo.
Su siguiente vida no fue tan mala, fue ordinaria. Cuando entro en consciencia recordó cuál era su meta, encontrar a Kakashi.
Lo busco en la escuela, en todas a las que asistió, pero no lo pudo encontrar. El tiempo siguió pasando, él iba creciendo, pero lo hacía solo.
Viajo al lugar donde habían vivido un año juntos, estaba vacío. Recorrió toda el área, si seguía como shinigami debía estar en algún lado, ¿no?
Caminaba por la fría noche, iluminado por la luz de la luna. Al otro lado de la calle pudo visualizar la cafetería donde alguna vez trabajo. Por un momento se pudo ver ahí de nuevo, atendiendo a Kakashi, sirviéndole su café y pastel favorito. Amaba la tierna sonrisa que ponía cuando degustaba el postre; Extrañaba esa sonrisa.
Siguió avanzando, a lo lejos pudo ver fuegos artificiales. Se detuvo un momento para apreciar el paisaje nocturno mientras los recuerdos golpeaban su memoria.
—Date prisa senpai, o nos los vamos a perder —decía jalando la mano de Kakashi
—Ya voy, ya voy, no sé porque tanta emoción
—Por los fuegos artificiales
—Que tienen de especial, los lanzan en cada festival
—Pero es la primera vez que los veré con una pareja
— ¿Qué tiene de especial eso? —preguntó Kakashi mientras iba comiendo algo
—Pues que siempre desee un beso bajo los hermosos fuegos artificiales
—Ah, Tenzō, siempre eres tan romántico, lamento no corresponderte
—Eso no me importa senpai, a mí me gusta mucho estar contigo…aunque seas así
—Eso es muy lindo de tu parte
—Oh, mira, ya van a empezar —señaló al cielo para ver los fuegos artificiales—Son tan hermosos, ¿no crees senpai?
—Estoy viendo algo más hermoso ahora
El castaño se giró a verlo, Kakashi tenía su mirada puesta en él haciendo que se sonrojara.
—Creí que no me correspondías
—Pues quiero hacerlo, devolverte un poco de lo mucho que me das —Kakashi acaricio la cabeza de Yamato para luego bajar su mano a su mejilla
— ¿Qué haces senpai?
—Pensé que querías tu beso bajo los fuegos artificiales
—Si quiero —Yamato tenía la cabeza levantada, viendo fijamente a los profundos ojos de su senpai
Sus rostros se fueron acercando lentamente, Yamato cerró los ojos, sintió sus labios tocar los de Kakashi. El tiempo se detuvo a su alrededor, el cielo brillaba en múltiples colores, se separó un poco y pudo sentir la respiración de Kakashi chocar con la suya.
— ¿Fue como lo esperabas? ¿O te doy otro? —preguntó Kakashi
—Me gusto, pero aun así quiero otro
—Todos los que quieras —dijo Kakashi para pegarse a sus labios de nuevo
El castaño veía los fuegos artificiales mientras una lágrima bajaba por su mejilla.
—Aquí estoy senpai… No importa cuando tiempo pase, te voy a encontrar
.
.
.
Un azabache le abrió la puerta, Yamato entro, estaba ahí de nuevo.
Itachi sirvió el té y lo puso frente a él.
Tenía la cabeza agachada, se sentía tan mal.
— ¿Sucede algo? —preguntó Itachi
—Yo…no pude lograr mi objetivo en esta vida
—Ya tendrás un objetivo nuevo la siguiente vez
—No quiero otro…
— ¿Puedo saber cuál es ese motivo?
—Pues… encontrar a mi alma gemela
Itachi lo vio fijamente un par de segundos. — ¿Tú, no eras ese chico que estaba siempre al lado de Kakashi-san?
— ¡Sí! ¿Conoces a Kakashi-senpai? ¿Dónde está?
—Después de que te fuiste, él fue transferido a otra área ya que fui muy indisciplinado con todas las reglas que rompió
—Oh…lo metí en problemas —Yamato bajo la cabeza de nuevo — ¿Entonces él sigue con su castigo en otro lado?
—No, cruzo
— ¡¿Cruzo?! ¿Hace cuánto?
—Unos cuatro años
— ¿Y él bebió esto? —preguntó señalando el té
—Sí, él Ángel lo obligo prácticamente, era eso u otros cien años más
—Entonces debo irme ahora
—Pero debes beberlo
—No, si senpai lo hizo, no puedo hacerlo yo, no puedo olvidarlo todo —dijo decidido yendo hacia la puerta
—Es tu cuarta vida, te deseo suerte. Salúdame a Kakashi-san —dijo Itachi
Yamato se detuvo sosteniendo la perilla, una vez que cruzara todo empezaría de nuevo, y era su última vida, si no encontraba a Kakashi, todo estaría perdido.
Respiro hondo y la abrió, lo iba a encontrar, se lo había prometido, debía cruzar y disfrutar esa última vida con su senpai.
—Te encontraré, senpai —dijo antes de entrar