Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Quiero estar contigo por Macarena-chan

[Reviews - 5]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Capítulo 4


Desconcierto.


No sabían cuánto tiempo se habían mantenido en la misma posición, el castaño los tenía fuertemente agarrados como podía, quería sentir el calor que emanaban sus cuerpos lo más posible, se alejaron de inmediato cuando Misaki había soltado un quejido de dolor, pues al estar un poco encorvado la herida que provoco Iason le había punzado de una manera inimaginable.


—Perdón hermanito ¿Estas bien? —Se bajo de la cama para ir hacia la puerta— ¿¡Debería llamar a alguien!? —Misaki negó con una leve sonrisa mientras se acomodaba mejor en la cama, había extrañado todos los tonos de voz de su hermano, en cambio Ruruka había tratado de tocar su herida en caso de haberse abierto, pero al último segundo desistió, no sabia que hacer a parte de que no quería lastimarlo más.


—N-No…mhg. —Se recostó en la almohada para que ya no se lastimara. —S-Solo fue una pequeña punzada, ocurre si me muevo muy fuerte, pero no es nada. —Suspiro mientras los veía y les sonreía levemente, se sentía tan cansado, pero intuía que era normal por su estado.


Takahiro frunció las cejas, señal de que iba a llorar de nuevo, no volvió a abrazar a Misaki pero si se sentó a su lado mientras tomaba su mano en un apretón fuerte, el castaño al ver esto quito su mano pero para poder acariciar mejor su mejilla y limpiarle aquella lagrima que caminaba lentamente por su mejilla izquierda.


Ruruka tomo con delicadeza la mano que se encontraba vendada y la llevo a su boca para darle un beso, Misaki volteo a verlo afligido, como pudo y aguantándose el dolor acaricio aquellos cabellos rosas tan llamativos, les dolía verlos tan vulnerables.


—No sabes la falta que has hecho en estos meses amigo. —Entrelazo sus dedos con los de Misaki. —Dejaste un gran hueco y ahora que te veo vivo…—Sollozo, permitiéndose llorar lo que no había llorado antes. —Es…E-Es tan difícil creerlo que ahora tengo miedo que sea una alucinación mía. —Misaki negó, no tenía palabras de consuelo.


—Vengan. — Abrió mas los brazos para que pudieran acostarse a su lado y poderlos abrazar, los contrarios pensaron bastante en hacerle caso, no querían lastimarlo y no sabían en que lugares estaba lastimado. —Por favor…


Ruruka con un suspiro tembloroso se comenzó a acostar haciendo que el brazo de Misaki quedara debajo de su cuello, en cambio Takahiro se acostó de tal forma que la cabeza de Misaki quedara por su pecho, abrazándolo de una forma protectora, Misaki con cariño y delicadeza los mimo, dándoles consuelo.


—No lloren mas por favor. —Sus dedos habían sido mojados con las lagrimas de Ruruka, sabia cuando Takahiro estaba escondiendo su rostro para llorar. —Estoy aquí…con ustedes. —No sabia como hacerlos sentir bien, pero seguramente habría una notica que los alegraría un poco. —Shhh…—Los arrullo como si fueran niños pequeños —Ya no lloren, demuéstrele a mi bebé que sus tíos son los mas fuertes para sobrellevar adversidades. —Ambos se enderezaron con una expresión de sorpresa en sus caras, les mostro una sonrisa bastante iluminada y hermosa, que opacaba lo maltratado de su cuerpo. —No sé cómo, pero…pudieron salvar a uno de mis bebés, así que ayúdenme por favor, no tengo fuerza en estos momentos, préstenme la suya. —Ahora fue el quien tomo las manos con fuerza sus manos.


Takahiro se limpio las lagrimas mientras que con una sonrisa abrazo a su hermano, Misaki escondió su rostro en el cuello del mayor, podía sentir la protección que le brindaba, todas esas horas despierto había sentido un horrible miedo que ahora sentir a su hermano…bueno se sentía mucho más aliviado, le había devuelto la seguridad, necesitaba tanto ese vínculo familiar y fraternal que había forjado.


—Tendremos la gran familia que hemos soñado hermanito. —Ambos pegaron sus frentes mientras sonreían.


Misaki al sentir la mano de Ruruka en su vientre la apretó más contra sí, volteo a verlo la misma sonrisa, asintió pues el pelirosa quería acercarse.


—Hola bebé. —Su voz salió un poco mas fina de lo normal, pues la emoción había echo que saliera así. —Soy tu tío Ruruka. —Agacho un poco mas su cabeza para que el no nato pudiera escuchar su voz. — Te prometo llenar tu closet con ropa de la mas fina calidad y con atuendos bonitos, únicamente diseñados para ti que hagan juego con tu mami. —Volteo a ver a Misaki con una sonrisa, ambos hermanos lo veían con ternura. —Solo no le des muchas patadas a tu mami, tomate tu tiempo que te esperamos con mucho amor. —Se enderezo solo para juntar su sien con la de Misaki, fue el turno de Takahiro para hablar, puso su palma en el vientre del castaño.


—Hola solecito…—Estaban tan sumergidos en su burbuja que no se habían dado cuenta que Raoul los estaba observando por la puerta que se había quedado semi abierta, los dejo solos un rato más.


.


.


Shinnosuke agradecía que su puerperio haya finalizado hace ya semanas, se había acostumbrado a estar activo por eso esas semanas de recuperación se le había hecho bastante pesadas, ahora todas las tardes hacia ejercicio junto con Kaoruko para recuperar su figura, claro que no era una rutina rigurosa pues el doctor le había recomendado que fuera lento.


Se encontraba yendo hacia su habitación cuando paso por el cuarto de su hijo, estaba la puerta abierta pues Haruhiko estaba adentro.


—¿Por qué lo despiertas? Lo había dejado dormidito. —Se sentó en la silla mecedora que se encontraba ahí a descansar un momento, se hecho aire con sus manos. — ¿Por qué no bajaste al gimnasio para avisarme que ya habías llegado?


—No quería interrumpirte. —No lo volteo a ver pues estaba concentrado en cargar adecuadamente a su hijo, poco a poco agarraba mas confianza y lo comenzaba a cargar con un brazo. —Además pase por aquí y Teiki estaba despierto, bastante activo al parecer porque no dejaba de moverse.  


El pequeño al parecer sabia de lo que estaba hablando su padre pues se comenzó a reír mientras agarraba con fuerza el dedo índice de Haruhiko, el doctor les había explicado que en ese tercer mes veía un poco mejor, ya era capaz de ver el rostro de sus padres y seguir movimientos, Haruhiko comenzó a reírse al escuchar los agradables gimoteos risueños de su hijo por lo que con bastante amor dejo un beso en su frente y después en su suave mejilla, después del trabajo le relajaba oler su suave perfume.


Haruhiko se acercó a su esposo para dejarle un beso en los labios, solo que Shinnosuke se giró un poquito que recibió un beso en la comisura de su boca, Haruhiko pretendió ignorarlo, no había hecho alguna insinuación de algún tipo, sabia que cuando se lactaba se perdía un poco la libido por lo tanto no había querido sentir incomodo a Shinnosuke, trataba de comunicarse asertivamente con él, solo que parecía que Shinnosuke se estaba resistiendo un poco al cambio.


—Mi amor ¿Sabes que puedes hablar de cualquier cosa conmigo, ¿verdad? — Estaba hincado en frente de él, apoyándose de una pierna, mientras sujetaba con delicadeza su mentón con su mano libre, Shinnosuke asintió con una sonrisa. — ¿Te he incomodado de alguna manera?


—¿Qué? ...No, claro que no. —¿Cómo iba a decirle que le incomodaba un poco verlo de padre? Le disgustaba ver esa parte tierna y suave de él con Teiki, no iba a decirle nada, seguramente todo era producto del desbalance hormonal con el que estaba lidiando.


—Si te he causado algún disgusto por favor dímelo, trabajare de inmediato para enmendarlo.


—No, todo está bien. —Alejo la mano que estaba en su mejilla para agarrarla con firmeza.


—Si pasara algo… ¿Me prometes que me dirás de inmediato? —Shinnosuke asintió. — Se que este nuevo camino de ser nuevos padres puede ser muy difícil para los dos así que por favor recorrámoslo juntos para poder apoyarnos.


—Gracias…


—Eres tan hermoso. —Se levanto para darle un beso en la frente, Shinnosuke le sonrió, solo que Haruhiko pudo notar que había un poco de incomodidad escondida, iba a decirle otra cosa, pero el sonido de su celular lo interrumpió, rodando los ojos vio que era Isaka. —¿Qué paso? Sabes a las 8 de la noche ya no me gusta ser molestado.


—Buenas noches viejo amigo ¿Cómo estás? Yo bien, gracias por preguntar eh.


—Isaka…—Dijo con tono de advertencia, con delicadeza comenzó a arrullar al pequeño.


—Te ocupo aquí en la editorial en estos momentos.


—¿Cómo para qué?


—Por favor ven, prometo no molestarte mas por el resto del mes.


—Eso suena tentador…pero mejor hay que hacerlo por un año ¿Qué te parece?


—Por favoooooorrrrr, ven rápido, te juro que si no capta la mínima de tu atención hare lo que me pidas. —Haruhiko suspiro con resignación, lo único que quería hacer era recostarse y descansar junto con su esposo e hijo, pero sabia lo insistente que podía ser Isaka.


—Esta bien, voy para allá. —Isaka ignoro su tono de resignación.


—¡AAHH! —Tuvo que alejar el celular de su oído pues el grito de alegría le había lastimado. —Gracias, gracias, bueno te espero aquí. —Antes de que dijera alguna más de sus tonterías le colgó.


—Deberías ir antes de que vuelva a llamarte de nuevo. —Se burlo Shinnosuke mientras se levantaba, quedando en frente de él.


—Parece que quieres deshacerte de mí. —Dijo Haruhiko a modo de broma mientras arrullaba al pequeño, Shinnosuke le sonrió incomodo, supo disimularlo mientras acariciaba con lentitud la cabeza de Teiki que empezaba a gimotear, era ya casi su hora de comer. —Bien, es hora de que te alimentes de tu papi. —Con bastante cuidado le paso el bebé a Shinnosuke que hizo un gesto de acomodarse su playera para empezar a amamantarlo. —Veré que quiere Isaka, tratare de no tardarme. —Tomo el mentón del contrario para besarle su frente.


—S-Si…con cuidado. —Shinnosuke se bajó su playera, Teiki empezó a gimotear un poco más fuerte, espero a que Haruhiko bajará al jardín para llamar a una chica de servicio que había llegado echa un rayo, pues sabia como se ponía el pelinegro si no se atendían rápido sus necesidades.


—¿En qué puedo ayudarlo señor? —Tomo con cuidado al bebé que le pasaba Shinnosuke. —Con que usted es la adoración del Señor Haruhiko ¿Verdad? —Se acomodo a Teiki en sus brazos.


—Dale su biberón de las 8. —Hastiado por el ultimo comentario se quitó las arrugas inexistentes de su ropa.


—Disculpe… ¿Pero no debería darle pecho? He oído que el pediatra se lo recomendó en vez de la leche de formula.


—¿Te pregunte…? No, no te lo pregunte, solo te estoy pidiendo que hagas algo ¿Puedes o tengo que mandarte a despedir? —Dijo con tono altivo mientras se dirigía a la salida, la chica de servicio solo atino a agachar la cabeza.


—N-No s-señor, disculpe mi atrevimiento. —Con el niño en brazos fue de inmediato a la mesa que tenia el cunero para preparar el biberón, vio como Shinnosuke se recargo en el marco de la puerta.


—Ni una palabra de esto a nadie, sabre que fuiste tu si alguien lo comenta ¿Entendiste? —La chica solo asintió sintiéndose vulnerable. — ¿¡Que si entendiste!? — Dio un aplauso fuerte para que reaccionara, la chica solo dio un brinco junto con el bebé que empezó a llorar del susto.


—S-Si señor. —Comenzó a mecer a Teiki


—Bien. —Fue rumbo a su habitación, camino sin hacer caso de lo que sucedía a su alrededor.


.


.


Haruhiko al poner un pie en la editorial sintió como era embestido por Isaka.


—¡AAAHHH! Si viniste. —Empezó a dar pequeños saltitos, importándole poco quien lo veía.


—Si, ya. —Se lo quito de encima. —¿Para qué me llamaste? —Ambos comenzaron a caminar hacia el elevador.


—Bueno amigo mío. —Lo tomo de los hombros para darle mas protagonismo a lo que iba a decir. —Uno de mis proyectos es darle otro estilo a este lugar. —Volteo a ver las paredes de arriba abajo. —Quiero algo mas con mi estilo, y bueno, ocupo varios profesionales para eso…entre ellos un arquitecto. —Vio con satisfacción como Haruhiko negaba con una sonrisa. —Lo sé, soy brillante.


Subieron al elevador para ir a la oficina de Isaka, como el mencionado estaba tan entretenido que ignoro a Ritsu, que también estaba adentro del elevador, Haruhiko se percato que tenia unos grandes ojos verdes y el cabello de un color castaño bastante claro, Ritsu al sentir aquella mirada penetrante volteo su vista, se sonrojo, pues le había tomado por desprevenido, Haruhiko al ver aquel rubor sonrió de lado haciendo más notorio el nerviosismo del menor que ya no sabia a donde voltear para esconder su bochorno y una risa que quería salir sin su permiso, por lo que la oculto con unos papeles que llevaba. Haruhiko volvió su vista a su reflejo, extrañaba provocar ese tipo de nerviosismo en su esposo.


.


.


Después de una hora y media que lograron calmarse Misaki fue quien pregunto el tema que ambos trataban de desviar.


—Ahora díganme, ¿Cuánto tiempo ha pasado? —Ruruka y Takahiro se voltearon a ver dudativos.


—Se supone que moriste a principios de septiembre y estamos a principios de diciembre, has cuentas por ti mismo. —Raoul entro sin tocar a la habitación, Ruruka y Takahiro lo voltearon a ver con el ceño fruncido.


—Oh Dios mío…tanto...—Toco su vientre, lo sentía bastante pequeño para el tiempo que tenía, se sentía más frustrado que antes.


—Pediré que nos traigan algunos aperitivos, no puedo dejar pasar mas tiempo con la información que tengo. —Raoul con la elegancia que lo caracterizaba le hizo una seña al mayordomo, se sentó en el sofá donde había estado antes, generalmente siempre hablaba de cosas serias en su estudio, pero no era tan inconsciente como para no ver la situación en la que se encontraba Misaki, se mantuvo en silencio, observando a aquellos tres.


Ruruka ignorándolo saco un pequeño cepillo que siempre guardaba en uno de sus bolsillos y se acomodó un poco atrás de Misaki.


—Tienes un desastre aquí. —Acaricio con delicadeza sus cabellos, desenredando los nudos más grandes con sus dedos. —Te cepillare el cabello. —Le mostro el cepillo.


—Claro, adelante. —Se enderezo un poco para alzar su cabeza sin que se cansara, Takahiro se levanto de la cama para ver el paisaje a través del gran ventanal, Misaki lo miraba con atención, se le veía bastante pensativo.


—Tu cabello ya esta un poco mas largo a como lo tenías. —Al acabar de cepillarlo le hizo una coleta baja bastante floja que le quedaba como 6 centímetros por debajo de la nuca. —¿Quieres que te lo corte después? —Misaki se miraba en el espejo de la cómoda que estaba cerca de él.


—No. —Se giraba un poco a los lados para tratar de ver su perfil. —Me gusta como se me ve así. —No iba a decírselos pero al menos un poco más arreglado se veía menos enfermo.


Los cuatro se distrajeron con los mozos que iban entrando a la habitación, llevaron la mesa y sillas que se encontraban en el balcón a un lado de la cama de Misaki, pusieron el juego de tazas y demás bocadillos de una forma bastante decorativa.


Raoul se levanto y fue a la silla que quedaba en frente de Misaki, Ruruka y Takahiro también se les unieron, pero ellos se sentaron bastante pegados a la cama. Esperaron a que las personas de servicio para hablar.


—Bien, Misaki ¿Tienes alguna pregunta? —Raoul empezó a servir el té en las tazas de sus “invitados”.


—¿Cómo fue que…?


—Dije Misaki. —Raoul vio con bastante seriedad a Ruruka, el contrario solo apretó los labios, el castaño se tomo algunos segundos para responder.


—¿Cómo es posible que este aquí? Es decir, Iason me apuñalo, después de eso sentí un sueño tan horrible que…bueno todo es difuso, me dormí y de un momento a otro desperté en esta cama hace un día. —Vio como Raoul dejaba su taza en el pequeño plato para responder, tomo la mano de su hermano.


—¿Cómo sabemos que lo que vas a decir es la verdad? —Raoul estaba sintiendo esas ganas casi asesinas de golpear aquel atractivo, pero fastidioso pelirosa.


—…Sin mentiras, lo prometo. —Le sonrió a Ruruka para volver su vista al castaño. — Misaki ¿te has dado cuenta del doctor que ha venido a revisarte cada tres horas? — El mencionado asintió. —Fue el mismo que te reviso aquel día tan…fatídico, el que te hizo la ecografía.


—Vaya, ahora veo porque se me hacia tan conocido. —Tomo un poco del té que Ruruka le daba. —Gracias. —Sonrió levemente.


—Bueno, la familia de ese doctor prácticamente ha atendido a toda la generación de nuestra familia, fue el quien me aviso de lo que Iason estaba haciendo esos últimos días que lo vimos vivo, esa antigua fábrica abandonada estaba activa por aquello de la segunda guerra mundial por lo que cada habitación estaba conectaba a un tipo de habitación antibombas. —Los tres lo escuchaban con atención. —Como era inevitable que el galeno fuera, me encargué de investigar aquellas instalaciones, por supuesto que se lo dije por si Iason hacia alguna tontería. —Se le salió una sonrisa de burla mientras le daba un trago a su té para poder continuar. —Al matarse aquel loco nuestro buen amigo corrió a salvarte, me dijo que tenias la misma edad de uno de sus nietos que por eso se apresuró…


—Señor, ¿Me permitiría continuar? —El doctor se asomo tímidamente por la puerta. —Es que también es hora de su revisión.


—Por favor, adelante. —Hizo una seña para que se acercara a Misaki.


—Con su permiso. —Se acomodo sus lentes para después sacar sus guantes y comenzar la inspección, todos guardaron silencio mientras trabajaba.


Misaki en lo que se dejaba hacer y guardaba silencio entre las preguntas que le hacia el mayor se dio cuenta que Raoul le hablaba con sumo respeto a las personas de la tercera edad, como eran el mayordomo, una de las mozas y el doctor, cualquiera con el tipo de estatus que el portaba ni siquiera voltearía a mirar a las personas que consideraran inferiores.


—¿A sentido alguna molestia señor Misaki? —Le pregunto el doctor mientras palpaba su vientre.


—No, solo unas horribles náuseas al comer.


—Si, es normal en todos los pacientes que les han quitado la sonda nasogástrica, el mayordomo de esta casa me comento su inquietud para comer un poco más.


—Si, es que…


—Le prometo que la próxima semana le mandare una dieta especial para su estado. —Interrumpió el tono apurado del menor. —Por lo mientras deje a su cuerpo recuperarse. —Misaki se sintió regañado por lo que apretó sus labios. —Añadiré una dosis mas elevada de vitaminas. —Le quito el aire a la jeringa que portaba y la puso en la válvula del suero. —Su cuerpo sentirá la recuperación que poco a poco sentirá mas hambre, por lo tanto, no coma hasta arquear porque le quitará los nutrientes que trata de absorber, no olvide tomarse sus medicamentos tampoco.


—E-Este bien doctor, muchas gracias. —Takahiro sabía que se sentía regañado así que lo abrazo.


—Por favor, continúe. —Con un leve gesto le ofreció los bocadillos que había servidos.


—Gracias. —Carraspeo. —Bien, cuando me percate que el señor Iason lo apuñalo me quede cerca de la puerta junto con uno de mis enfermeros, sabía que teníamos los minutos contados, mas por la bomba que estaba a punto de detonar, así que cuando paso lo inevitable. —Todos sabían que se refería a lo del disparo. —Corrí hacia usted, teníamos solo un minuto para actuar, así que mi enfermero empujo con tanta fuerza la cama que incluso se disloco una de sus muñecas, en el piso había una puerta muy bien camuflajeada, ahora agradezco que el señor Iason no se haya dado cuenta, en lo que mi nieto trataba de abrirla yo aprete su herida del abdomen para que se detuviera la sangre, estaba hincado en el suelo así que solo lo jale para que se cayera de la cama y arrastrarlo hacia la compuerta, mi nieto fue quien lo recibió desde abajo, y trate de bajarlo lo más rápido posible pero con cuidado, claro que no pude evitar que su brazo se llenara de la gasolina que había derramada en el suelo, no había tiempo de ponernos nerviosos así solo salte y con ello cerré la compuerta, recorrimos con bastante rapidez el túnel que estaba conectado a aquel refugio para alejarnos lo mas posible, pero fue en segundos cuando ocurrió la explosión, temimos que todo el metal utilizado del fuerte se nos cayera encima, por fortuna no fue así, claro que no pudimos evitar que se abriera con la intensidad de la explosión, fue tan rápido como se comenzaron a meter los restos de la madera quemada que cuando vimos su brazo se cubrió rápidamente de fuego, lo apagamos con la bata que estaba portando mi nieto, pero no pudimos evitar que sufriera una quemadura de segundo grado. —Misaki volteo a ver el vendaje de su mano y brazo izquierdo, ahora entendía porque por momentos le ardía demasiado. — Claro que estábamos bastante aturdidos, así que tardamos un poco mas en salir, cuando nos alejamos más la seguridad del señor Raoul ya nos estaba esperando del otro lado del túnel…—Le incomodaba el silencio brutal que se había formado, temía que no le creyeran, pero estaba contando las cosas tal como ocurrieron. —Fue así como pudimos salir de ahí, era de urgencia cerrar su herida, desafortunadamente había perdido mucha sangre, al llegar al hospital más cercano se empezó con la cirugía y con ello la transfusión de sangre…el primero en perder sangre fue uno de sus gemelos, no pudimos hacer nada por él, literalmente ya no tenía nada de sangre. —Los ojos de Misaki se llenaron de lágrimas. —Así que nos enfocamos en el otro y en usted…—No sabía cómo interpretar la mirada de Misaki. —Por favor créame cuando le digo que es verdad, no le…


Con bastante sorpresa sintió los brazos de Misaki envolverle, le dio leves palmadas en la espalda.


—¿S-Señor? —Sintió los brazos de Misaki apretarle más.


—No me va a bastar mi vida ni el dinero para agradecerle este gesto tan solidario de su parte. —Lo volteo a ver. —Usted me ha brindado una segunda oportunidad para vivir. —Frunció su gesto, no se evito llorar. —Gracias…muchas gracias. —Se recargo en su pecho sin dejar de abrazarlo, el doctor con un poco mas de seguridad le correspondió el abrazo, fue mas su sorpresa cuando Ruruka y Takahiro se levantaron para reverenciarse.


—No se como expresar mi gratitud ante usted por haber salvado a mi hermano, hoy se ha ganado mucho mas que mi respeto y admiración, si hay algo en que pueda ayudarlo no dude en acercarse a mí. —Aquel doctor se había quedado sin palabras, nunca se había esperado eso.


—Mis palabras se quedarán cortas para expresar la gratitud que le tengo. —Ruruka tuvo que parar para tomar aire y tratar de que su voz no se rompiera por las lagrimas que poco a poco rodaban por sus mejillas. —Nunca olvidaremos este favor doctor, no dude en acudir a mi cuando necesite un amigo.


Raoul junto a las personas de servicio comenzaron a aplaudirle, Ruruka y Takahiro se enderezaron para unírseles, el doctor no pudo evitar las lágrimas, había estado tan absorto en su trabajo de cuidar la vida humana que se le había olvidado lo que es ser reconocido, el solo hacia lo que le apasionaba, se separo de Misaki, el castaño lo veía con bastante gratitud que el mayor se sonrojo.


—No tiene nada que agradecer, créame que lo volvería a hacer por quien fuera, hubiera querido ayudar al señor Iason pero ya no era posible. —Sin decir nada mas ayudo a Misaki a que se recostara, no tenia que hacer movimientos bruscos. —Ya no tengo nada mas que decirle, le dije las cosas tal como pasaron. —Volteo a ver a todos los presentes.


—Le creo doctor. —Misaki aprete su mano, no podía borrar su sonrisa. —De nuevo…gracias por salvarme y a mi hijo y por quitarle el dolor de perdida a mi familia. —Volteo a ver a Ruruka y a Takahiro.


—Fue un placer. —Se reverencio levemente, se acomodo su bata y salió de ahí junto con sus utensilios médicos.


—Vaya…—Raoul se sentó de nuevo junto con Takahiro y Ruruka. —Ahora veo porque mi familia no deja ir a la suya.


—Si. —Misaki con ayuda de Ruruka le dio un trago a su té. —Es una gran persona.


—Ahora, los problemas que Iason tenía con Asami y Feilong, yo no los tengo, pero tampoco me voy a vincular con personas como el, no voy a dejar que nuestro honor se manche de nuevo, por suerte el loco de mi hermano se murió así que es un problema menos con el que lidiar así que…


—Les voy a pedir…—Los tres se asombraron por la mirada cargada de ira de Misaki y por aquella interrupción con un tono tan encolerizado que por primera vez habían oído, parecía ser que sus iris se habían oscurecido por las lagrimas de coraje que trataba de contener. — Que jamás, jamás se vuelva hablar de aquellos nombres en mi presencia, perdón si soy grosero, pero no quiero volverlos a oír en mi vida o algo que tenga que ver con ellos. —Tenía su mandíbula bastante marcada pues la estaba apretando con fuerza. —¿Entendido?


—S-Sera como tu quieras Misaki. —Ruruka quiso abrazarlo, pero mejor regreso su mano.


—Que bueno que me dices, ese tema tampoco es de mi agrado, desde ahora para mi no existen.


—Gracias Raoul. —Misaki volteo hacia la ventana mientras relajaba sus manos, Takahiro le dio un gracias silencio al rubio, tampoco era de su gracia aquel tema.


.


.


Asami, Alberto y Kuroda iban saliendo de uno de sus clubs, detrás de ellos iban su gente de seguridad, habían cerrado un buen trato y para celebrarlo se habían tomado unas cuantas copas.


—Mira amigo, con este trato tan. —Hizo un gesto con los dedos, dando a entender que el trabajo iba a dejar bastante dinero. —Puede que ya hasta nos retiremos.


—Puede…o puede que no. —Asami les sonrió de lado. —Vámonos. —Se acomodo el saco de su traje y se subió de piloto a uno de sus autos, el italiano iba como su copiloto y Kuroda en la parte de atrás, salieron del estacionamiento y las camionetas negras le secundaron, cualquiera que pasara intuía que protegían a una persona bastante pesada de poder.


Asami manejaba con bastante precaución, eso hasta que llego a la autopista.


—¿Y si perdemos a los de seguridad? —Apretó con fuerza el volante mientras sonreía con algo de emoción, hizo un gesto para que Alberto y Kuroda volteara a ver las camionetas que los iban resguardando.


—Ok, deja me pongo el cinturón y…—Alberto se tuvo que agarrar del asiento, Asami había acelerado bastante rápido.


Rebasaba con bastante facilidad a los autos, Kuroda se iba agarrando de donde podía, pues por la velocidad se iba de un lado para otro, el motor se escuchaba estupendo a los oídos de Asami.


Valentino al ver que se marcaba 140km/h se comenzaba a asustar, volteo a ver los espejos, habían perdido por mucho las camionetas, 160km/h, habían pasado muy pegados de un camión de gasolina, dio gracias que lo pasaron rápido, pero aun así veía con susto los autos que estaban delante de ellos.


180km/h, Kuroda se agarró del asiento de Asami, toco el hombro de Valentino señalando Asami, ninguno de los dos sabia lo que estaba pasando con el pelinegro, 200km/h estaban rebasando por mucho el limite de velocidad permitido en una autopista.


—Asami…—Valentino comenzó a jalar el saco de Asami, estaba a nada de llegar a los 220km/h. —¡Asami! ¡DESACELERA YA! —El pelinegro rodo los ojos con fastidio, comenzó a bajar de velocidad, fue así como sus guardaespaldas pudieron alcanzarlo.


—Tan divertido que se estaba poniendo. —Asami comenzó a manejar con gesto aburrido mientras poco a poco bajaba a una velocidad de 40km/h


Tanto Kuroda como Valentino se voltearon a verse disimuladamente con una expresión bastante desconcertada por no decir asustada.


.


.



Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).