Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Corazón Puro por Erzsebeth

[Reviews - 5]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

John ha sido secuestrado, ¿cómo reaccionara su equipo?

 

Cuando John salió corriendo, la primera idea de Abe fue buscarlo en su habitación. Sabía que había cometido un error al tratar de hablar sobre eso con Hellboy, al romper la confianza de John de esa manera, pero no comprendía porque había salido corriendo así. No fue hasta que llegó a la habitación que notó que Hellboy lo había estado siguiendo durante todo el trayecto.

—Abe, ¿me puedes decir que está pasando? ¿Qué ibas a decirme que hizo que John huyera?

­—Ahora no es importante Rojo, tengo que asegurarme de algo —respondió Abe. Tocó la puerta de la habitación pero no hubo ninguna respuesta. Sabía que John solía dejar la puerta sin seguro en caso de una emergencia… bueno, esto podría considerarse una emergencia.

Cuando abrió la puerta y entró se sorprendió de ver que no había ninguna señal de John, la habitación en completo orden.

—Oye, este es mi cinturón —Hellboy había entrado detrás de él y ahora sujetaba un cinturón que había encontrado colgado junto a otras prendas de ropa—. ¿Qué hace aquí?

—John no está aquí —dijo Abe, ignorando su pregunta. Podía suponer en que momento el cinturón había sido olvidado ahí. Por suerte, Hellboy estaba demasiado ebrio como para conectar los puntos y darse cuenta de algo de lo que pudo haber pasado—, ¿Tal vez está en la biblioteca? —susurró para sí mismo. Antes de que Hellboy pudiera seguir preguntándole, salió de la habitación con su siguiente destino en mente, Hellboy aun siguiéndolo de cerca.

No fue hasta que estuvo justo detrás de la puerta que sintió la presencia extraña, familiar y corrupta a la vez.

—Bien, acabamos con esto. Si tú no me quieres decir que está pasando, le preguntaré directamente a John —Hellboy dijo de pronto, abriendo la puerta de la biblioteca, sorprendiéndose de la imagen ante sus ojos.

John siendo abrazado, no había otra forma de describirlo, por el príncipe y su actual amenaza número uno. Sostenía un arma peligrosamente cerca de John, pero no parecía amenazarlo en ese momento.

—¡John! —Hellboy no lo pensó dos veces y se abalanzó corriendo hacía ambos, tratando de alejar a John de él, pero antes de que pudiera llegar, ambos se desvanecieron en el aire, haciendo que se estrellará contra el escritorio. Eso había sido suficiente para bajar el alcohol de su cabeza.

—¡¿Dónde están?! ¡No pudieron solo desparecer así! Abe, dime que puedes sentirlo, ¡deben seguir en el buró! —cuando vio a Abe negar con la cabeza, siguió— ¡¿Qué ha pasado aquí!? Puedes ver que paso aquí, ¿verdad?

—Yo… —Era imposible, y lo sabía desde hacía mucho tiempo. La biblioteca era un lugar lleno de artefactos distintos que terminaban interfiriendo con sus habilidades. Cada uno quería contarle su historia y al final todas se mezclaban entre sí—, lo siento, no puedo hacerlo.

Hellboy sintió la rabia creciendo en su interior, no pudo evitar darle un puñetazo al escritorio que termino de colapsarse en el suelo. ¿Por qué John no había activado la alarma? ¿Por qué había decidido enfrentarlo solo? Si no lo hubiera hecho huir en primer lugar, no hubiera caído en la trampa de ese principito.

—¿Qué es todo este escándalo? —Liz, que había oído los golpes desde su habitación entró a la biblioteca, encontrando el desorden y la mirada decaída de Abe —¿Qué pasó aquí? ¿Por qué destrozas el escritorio de John? ¡¿No has hecho suficiente ya?!

—¡Ese bastardo se lo llevó! —gritó Hellboy como única respuesta.

—El príncipe —Abe explicó—, estuvo aquí. Solo lo vimos un segundo, pero fue suficiente. Tenía a John con él, se lo llevó.

—¿¡Se llevó a John!? Tenemos que recuperarlo lo más pronto posible.

—Pero no sabemos a dónde se lo llevó —Abe continuó con resignación en su voz.

—Podríamos suponer que lo llevó a donde tiene oculta la princesa —una voz interrumpió al grupo, Krauss entrando a la habitación, aparentemente habiendo oyendo la conmoción—, pero eso no nos acerca más a su paradero. Aunque podría haber dejado una pista por aquí.

—No se puede hacer una lectura exacta aquí Agente Krauss. Lo he intentado.

—¿Quién hablo de lecturas? Cuando tu mente se centra en la magia, olvidas todo lo demás —respondió Krauss, apuntando a la esquina. La cámara de seguridad.

Las cámaras de seguridad habían sido actualizadas y mejoradas después de lo ocurrido al profesor un año antes. Ahora incluían el audio de lo que ocurría en la habitación.

Cuando el equipo miró la escena en búsqueda de alguna pista, se sintió decepcionado al no encontrar nada. Las palabras del príncipe, dichas con el propósito de provocar a John, parecían haber funcionado, haciéndolo caer en su trampa. Sabía que John quería protegerlos a todos, pero aun así… Había sido muy estúpido de su parte.

—Tenemos que encontrarlo, probablemente lo haya llevado donde tiene a la princesa. ¡Podríamos rescatarlos a ambos! —Liz habló

—Eso es si aún sigue con vida —respondió Krauss y todos cayeron en silencio. Era una posibilidad, una que debían considerar y prepararse.

Además, sabían que no sería fácil encontrarlo. No llevaba su rastreador o su comunicador, había salido directo del ala médica. Ni siquiera tenía una ropa decente…

—Sé que aún está con vida. Él es de los que pelean —contesto Liz, mirando a Hellboy y luego a Abe.

—Tienes razón. Además, si lo hubiera querido matar, no se lo hubiera llevado, lo habría hecho aquí mismo. Hay algo más que está tramando.

Liz no había oído esa última parte, se había quedado mirando a Hellboy mientras su mente tramaba una idea.

—Y… ¿Hellboy no podría rastrear a John? Con eso que mencionaste, lo del vínculo y todo eso…

—¿Vínculo? ¿De qué estás hablando? —Hellboy respondió, volteando a mirar a Krauss—, ¿qué clase de cosas han estado hablando?

—Podría funcionar. Pero con la situación de ambos será algo difícil —Krauss respondió—, pero creo que el Agente Abe podría guiarlo por el proceso, ver a través de su conexión para hallarlo.

—En teoría, tiene sentido. Pero yo… nunca he intentado algo como esto.

—Bueno, no es como que tengamos otras opciones —Liz comentó, tratando de tranquilizar a Abe—, sé que puedes hacerlo.

Hellboy estaba completamente perdido en la conversación. ¿Qué haría Abe? ¿Qué era todo este asunto del “vínculo”? ¿¡Como ayudaría esto a John!?

—Agente Hellboy, quítese la camiseta —ordenó Krauss.

—¿Eh? ¡Este no es momento para bromas! Tenemos que encontrar a John.

—Solo obedece Rojo —Liz gritó—, esto es para encontrar a John. No tenemos tiempo de explicarlo todo ahora.

Hellboy terminó obedeciendo. Comprendía la urgencia en su voz, sabía que por lo que sea que necesitaban esto, era importante.

Tanto Abe como Liz se sorprendieron al ver una marca en la espalda de Hellboy. Parecía una cicatriz, perfectamente curada y en forma de un símbolo que les parecía familiar.

—Esa… es idéntica a la marca de John.

—Por supuesto, es la prueba de su vínculo —respondió Krauss—, ahora, Agente Sapiens, coloque su mano sobre la marca. Agente Hellboy, necesito que se piense en John, trate de concentrarse en lo que él le hace sentir.

Cuando Hellboy intentó replicar la mirada de Liz le advirtió no hacerlo. Nada de esto tenía sentido pero… no tenía ningún problema con pensar en John.

Cerró los ojos y recordó su primer encuentro, esa expresión de sorpresa y asombro sin miedo, nunca miedo, al conocer lo que había más allá de su mundo. Desde ese momento hasta ahora, siempre seguía siendo un boyscout. Como en esa misión cuando, a pesar de su actitud y de su obsesión con ser el héroe solitario, John siempre estaba ahí para él, siguiéndolo y asegurándose de que no se metiera en problemas. Lo que hizo para traer a Liz, tratándolos como personas y no como monstruos. Cuando el profesor falleció y él estuvo ahí para consolarlo pero también supo darle su espacio. Y en Rusia, cubierto de sangre, preso y con su propia vida en peligro, lo que más le importaba eran ellos, aún confiaba y creía en él. Y después de eso, se quedó en el buró para ayudarlos, pidiéndole permiso para usar la oficina del profesor cuando no tenía por qué hacerlo, pasando noches sin dormir leyendo y aprendiendo todo lo que podía sobre magia y creaturas para poder acompañarlos a las misiones, defendiéndolo de Manning y ayudándolo a escaparse cuando sabía que más lo necesitaba. Las veces que había sido físicamente herido por vampiros, hombres lobos, arpías, todo por protegerlos. Tan estúpidamente desinteresado como siempre, tan inteligente y hábil, pero a la vez tan frágil, tan humano.

John, con su mirada siempre atenta  buscando aprenderlo todo. Con sus manos fortalecidas por el duro entrenamiento al que se sometía con tal de poder estar a su nivel pero tan suaves a la vez cada que trataba de calmarlos, abrazarlos. Esa sonrisa tan tranquilizadora en sus labios, tan suave... Su cuerpo cubierto en cicatrices, tan pequeño pero tan fuerte y resistente. Su voz llamándolo en un… ¿suspiro? Estas imágenes en su cabeza, el rostro de John sonrojado, su respiración pesada y con una expresión tan… satisfecha….

—Eso es, estás recordando tu vínculo —Abe habló—, ahora necesito que lo llames, que lo llames por medio de él. Desde el fondo de tu alma…

Hellboy abrió los ojos que brillaron con un rojo incandescente al igual que la marca en su espalda. Por un momento, pudo ver a John, encadenado en un… ¿Sótano? Conocía este lugar, las paredes de mármol y metal…

Al lado de John pudo ver a la princesa cuidándolo, mirándolo con preocupación.

—Necesitamos ver más de la habitación. Sólo un poco más… —Abe pudo distinguir un par de bóvedas con un símbolo distintivo en las puertas— ¡Eso es! Sé dónde tiene a John —Gritó, soltando a Hellboy que terminó cayendo sobre sus rodillas ante el esfuerzo.

—Abe, tu mano —Liz habló, señalando una quemadura en la mano de Abe, una que él se encargó de restarle importancia.

—Blackwood —dijo como respuesta— están en el sótano del edificio donde fue la subasta. Parece ser que fue abandonado por una falla en la construcción. El príncipe lo ha estado usando como escondite.

—¿Cómo…? —Hellboy empezó a incorporarse—, ¿qué fue eso?

—Si ya sabemos dónde está, ¿Qué estamos esperando?

—No tan rápido Agente Sherman. No podemos ir sin preparación, podría ser otra trampa del príncipe. Además, no podemos arriesgarlo todo por un simple agente que se fue por voluntad propia, sin siquiera considerar a su equipo.

—Si me permite interrumpir —Abe dijo—, recuperar a John debería ser nuestra prioridad. Sé por qué se lo llevó, porque decidió mantenerlo con vida… John es de corazón puro. Si el príncipe logra controlar su poder… el ejército dorado bien podría ser el menor de nuestros problemas.

—¿Un corazón puro? —Krauss parecía sorprendido—, eso lo explica todo. Esa clase de poder… ¿Cómo no lo noté antes?

—¡Alguno podría explicarme qué está pasando! —Hellboy gritó, interrumpiendo la discusión— no entiendo nada, vínculos, corazones puros… ¿Por qué pude ver a Myers en mi cabeza?

—Ahora no Rojo. Prometo que apenas lo recuperemos todo tendrá sentido, pero debemos traerlo de regreso primero.

—Liz tiene razón, no es algo que nos corresponda decirte —Abe continuó y dirigió su atención a Krauss—, ¿Tenemos autorización para la misión?

—Aún tengo que pedírsela a Manning, no tengo esa clase de permisos.

—Bueno, mientras lo haces podríamos adelantarnos —sugirió Liz—. Dudó que  niegue el permiso dada la gravedad de la situación.

—El tiempo es clave —dijo en un susurró Krauss—, está bien. Pueden ir ustedes tres. Dejaré al agente Sapiens a cargo de la misión. Y Hellboy —lo miró, una eterna cara de confusión pero alivio al saber que estaban más cerca de ir por John—, recupera a tu mate y arregla las cosas.

—Vámonos.

El trio salió en dirección del estacionamiento, en espera de que no fuera muy tarde.

Estaban en uno de los camiones, dirigiéndose a su destino cuando Hellboy interrumpió el silencio.

—Sé que dijeron que no podían decirme nada, pero necesito saber qué rayos estamos enfrentando. ¿Por qué es tan importante que John sea de corazón puro? Quiero decir, todos sabíamos eso, ¿No?

—Supongo que si podemos hablar de esa parte —sugirió Liz, mirando a Abe—, no tiene que ver del todo con él de todos modos.

—No creo que John le importe tanto está parte —asintió Abe—. Verás Rojo, un corazón puro es una fuerza de la naturaleza. Es una entidad capaz de transformar cualquier tipo de energía y magia a su gusto. ¿Sabes cómo la mayoría de los hechizos requieren ingredientes o pactos específicos para realizarse? Pues él no necesita nada de esto, absorbe cualquier tipo de energía, incluso la no mágica, y puede lanzar cualquier hechizo.

—Espera, ¿Es como un transformador eléctrico de magia?

—Digamos más como una batería recargable —respondió Abe—. Por eso debemos recuperarlo, si el príncipe logra hacer que John use sus poderes para él…

—John nunca lo haría, nunca se aliaría con ese principito.

—¿Ni siquiera si cree que con eso podrá protegernos? —Dijo Liz—, tú sabes cómo es John, haría lo que sea por nosotros.

Hellboy no dijo nada, sabía que era verdad. Siempre un idiota que tendía al auto sacrificio.

—Tenemos que encontrarlo. ¿Qué tan lejos estamos?

—No mucho… ¿Estamos seguros que este es nuestro mejor plan? ¿Solo entrar así, sin saber que está pasando?

—No es como que tengamos otro. Además, no es la primera vez que hacemos esto, ten un poco de confianza —Hellboy empezó a preparar sus armas—. Bien, recuperemos a nuestro boyscout.

Notas finales:

Gracias por leer~

 

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).