El sábado todos teníamos el día libre, así que fue la oportunidad perfecta para irnos de excursión en moto, Killer quería ir solo conmigo, pero al final le convencí de invitar a Shachi, los tres éramos policías, aunque encargados de diferentes cosas, Shachi acababa de comprarse una moto, aunque era muy cara, no sé cómo se lo permite con su sueldo, pero tampoco era mi problema, solo quería salir con mis amigos y pasarla bien.
Íbamos a mostrarle a Shachi nuestra ruta preferida, salíamos muy temprano por la mañana e íbamos hasta la costa, se tardaba mucho en llegar así que cuando llegábamos íbamos a un restaurante de comida china que siempre estaba abierto, después pasábamos la tarde en la playa y de vuelta conducíamos toda la noche, normalmente trabajamos al día siguiente así que no nos daba tiempo de irnos a nuestra casa y Killer y yo volvíamos directamente a la prisión para desayunar y empezar nuestro turno.
El domingo en la cárcel siempre era muy tranquilo, nos lo tomábamos con calma, eso me dejo pensar en detalles del viaje de ayer, Shachi había estado nervioso conmigo y no comprendía el motivo, además tuvimos una conversación muy extraña, no terminaba de entender porque Shachi me preguntaba por él, pero esto no iba a quedarse así, iba a resolver mis dudas, no soportaba una mentira y menos de mi amigo.
***
-Oye, ¿te acuerdas que me llamaste preguntando por ese trafalgar?
-Lo mire, estábamos tomando el sol- Uhm si, ¿pasa algo?
-No, nada, no te preocupes- ¿por qué estaba nervioso?
- ¿Pasa algo con él? ¿conseguiste más información?
-nada, nada - ahora ni siquiera me mira
-Vale, tampoco te tienes que poner tan raro, pareces culpable, solo te pregunte porque trabajas en la policía
Se levanto y se metió al agua, algo raro le pasa
***
Me dirigí a la celda de ese chico, dormía con un libro encima del rostro, tosí para despertarle antes de entrar, me fijé entonces en el tatuaje de su brazo, igual al de Shachi, algo pasa con ellos dos y pensaba averiguarlo ahora mismo
-Tienes que darnos contactos para tu lista de visitas - no mentía y era la oportunidad perfecta, lo guie a la oficina y le pedí los datos para autorizar visitas, me dio el nombre de Shachi, lo autorice en silencio, le pediría una explicación a mi amigo y más le valía que fuera convincente y sincero, deje al chico descansar de nuevo en su celda, aun me sentía algo nervioso con él, nuestra relación era inadecuada y yo no estaba actuando con ninguna profesionalidad, aunque no fuera el único.
Pero volviendo al tema importante, llame a Shachi enseguida y espere unos segundos hasta que atendió la llamada
- ¿Hola? estoy trabajando, tengo vigilancia hoy y voy por el tercer café, pasar la noche fuera ya no es para mi
-Shachi, ¿qué relación tienes con trafalgar? ¿cuándo vendrás a visitarle? -mi tono no era amistoso en ese momento
No me respondió, suspire, tampoco me gustaba interrogarle de esta forma
-Deberías venir a verle esta semana, seguro se alegrará de verte, yo te espero a la hora del almuerzo en la cafetería que está cerca de la prisión, ya sabes cuál es
Colgué sin dejarle responder y frote mi rostro frustrado tras mirar el reloj, faltaban tres horas hasta nuestro encuentro, decidí hacer una ronda por la prisión cuando Killer casi me golpea con la puerta de uno de los almacenes de limpieza y me quede mirándole confundido
- ¿Y a ti que te ha pasado? ten más cuidado hombre, podrías golpear a un preso o a alguien del personal de limpieza
Todo el pelo revuelto, la ropa mal puesta, mejillas rojas, labios hinchados y una mordida en su cuello, alce mis cejas y lo empuje de nuevo en la maldita sala, espero que nadie haya visto eso, encendí la luz y vi a un preso colocándose su ropa también, aprete mi puño aguantando no gritarle por lo irresponsable que era, pero no era el mejor para hablar siendo que no podía quitarle el ojo al monera que compartía celda con este chico, aun así tener una relación era inadecuado y ponía en peligro la carrera del rubio.
-Killer, no me lo puedo creer, arréglate el pelo y colócate la camiseta del uniforme, maldición
Era el jefe de mi mejor amigo, no quería, pero debía castigarle, aun así iba a guardar su secreto, me agaché al lado del otro chico y sonreí
-Vale, Penguin, ¿enserio te gusta este palurdo?
-Oye Kid no soy tan mal partido -le di un golpe en la cabeza
-Cállate rubio bruto, agradéceme que te esté cubriendo esta mierda
El chico rio y suspire, no podía ponerle un castigo al preso por algo así, aunque fuera consensuado se seguía considerando violación y abuso de poder, le deje salir, ahora teníamos que esperar para que nadie sospechara demasiado
-Ten cuidado Killer, no juegues con ese chico y si de verdad quieres ir enserio con él, esta mierda no puede seguir pasando, piensa en lo mejor para los dos y no hagas la condena de ese chico más difícil
Suspiré y salí antes que él, fui a la celda de ese chico, pero allí solo estaba el moreno, recordé las galletas que le había dejado la mañana anterior y me sentí estúpido, su mirada me hizo sentir nervioso y dudé si hablar un segundo
-Yo, galletas, esto, ¿te gustaron?
-No me gusta el chocolate -me sorprendió y me reí bajito
-Traeré un bollo la próxima vez
-Tampoco me gusta el pan
Lo mire curioso, ¿lo está diciendo para que no le traiga nada más? ¿no quiere que me acerque a él? un último intento
- ¿No te gustan las cosas dulces? -negó, me iba a ir creyendo que no iba a decirme nada mas
-Me gusta la comida china
Murmuro mientras me alejaba, golpeándome mentalmente por lo estúpido que era por fijarme en la persona más inalcanzable posible, pero no podía dejar de estar fascinado por ese chico moreno que pasaba la condena leyendo libros sentado en su celda, tan concentrado con su luz, se quedaba muchas noches despierto, pero parecía que las ojeras eran parte de su rostro, además de esa sonrisa macabra que daba a su compañero a veces, ¿me sonreirá alguna vez a mí? no perdía mucho por intentarlo.