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El Misterio de los Vampiros de Aqueos por Shuni_Chan

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Notas del capitulo:

    Hola, saludos, le traigo el penúltimo capítulo del fics. Para mi fue un reto escribir las escenas de lucha, espero que hayan quedado bien y lo más importante, se entiendan.

   Bueno, espero que lo disfruten.

Adiós


II Parte


 


 


   Ikki volvió a abrir los ojos, por lo visto su hermano no sufrió.  Tomo aire y se atrevió a mirar de nuevo en la dirección donde estaba su hermano y la visión de lo que estaba sucediendo lo dejo sorprendido incluso mucho más que Shun que no daba crédito en los que sus ojos sucedía.


    Shun abrió los ojos cuando sintió el olor inconfundible de la sangre sobre sí mismo, no era de él, no sentía dolor, al principio solo vio la punta de la espada rasguñar la delgada tela del camisón.


    Por todo el filo de la espada, escurría ese líquido rojo carmesí y una gran mano sosteniendo el filo de la espada evitando que siguiera con su cometido. Shun se sorprendió más al ver quién era el que había evitado su desenlace fatal, su captor, ese hombre que lo hizo pasar por las vejaciones más insospechadas y la más horrible de las experiencias estaba deteniendo la espada de Hades.


    Para nada mostraba ese semblante salvaje que era parte de él, por lo menos estaba vestido pero en todo el centro de la camisa blanca que tenía puesta estaba una gran mancha de sangre que se acrecentaba de a poco mientras seguía forcejeando con Hades. Se miraban mutuamente trasmitiéndose todo el odio que sentían el uno por el otro y a pesar de la gran herida que le estaba ocasionando a su mano este no se inmutaba para nada.


    Hades no dejaba de ejercer presión llevando la espada cada vez, poco a poco a perforar un poco el pecho de Shun que se quejó del dolor, pero el forcejeo entre esos dos hombres apenas comenzaba, ninguno daba su brazo a torcer.


    De pronto, las puertas de ese lugar se abrieron con fuerza y una algarabía comenzó. La rebelión se había hecho realidad,  no solo era Saga que estaba intentando detener a Hades sino prácticamente una mayoría de todos esos seres se enfrentaban con otros deteniéndolos cuando intentaban ayudar a su “señor Hades” por todos los medios. Uno de esos seres cuyo cabello era de un verde claro y largo, manejaba la espada con tal maestría asestando golpes a diestra y siniestra deshaciéndose de unos cuantos fácilmente.


    - ¡Desgraciados! – Dijo Hades mientras miraba con su rostro desencajado en furia al hombre que estaba delante de él. Miró rápidamente a la luna, aún tenía tiempo, si cobraba la vida de ese joven él le daría todo lo necesario para poder acrecentar su poder y no se daría por vencido rápidamente - ¡Vas a destruir tu mano idiota!


    - No me importa Hades, no vas a lograr nada.


    Ikki, Hyoga y Shiryu veían todo sorprendido,  se removían inquietos intentado zafarse de esas amarras que lo tenían prisioneros. Ikki, sintió la adrenalina correr por su cuerpo, quién sabe cómo lo hizo, pero pudo deshacerse de una de las amarras liberando una mano que le facilitó desatarse de los otros miembros atados de su cuerpo. Rápidamente bajó y embistió a Hades como un jugador de Rugby, no pudo ni moverlo un poco, lo intentó de nuevo pero al ver que era infructuoso decidió acercarse a Shun para desatarlo pero había algo invisible que le impedía llegar a él.


    Escuchó a su hermano gritar de nuevo de dolor y vio que la espada seguía su camino seguro, ese hombre no podía durar mucho más tiempo deteniéndola, ya se le veía agotado y casi sin fuerzas.


    - ¡Ikki, Ikki desátanos! – Llamó Hyoga al moreno que rápidamente corrió a ayudarlos desatándolos rápidamente.


    - ¡No pude moverlo ni un poco de Shun! Es tan pesado como una roca grande  - Dijo terminando de ayudar a Shiryu de desatarse


    - Todas las rocas se pueden mover solo hay que encontrar el punto correcto para poder hacerlo – Dijo Shiryu buscando con la mirada su espada – ¡Vamos Hyoga rápido, allá están las espadas!  - Señalando el lugar – “Ya sabrás el momento de actuar” – Repitió las palabras que dijo Mu en su momento y las entendió, era ahora o nunca, tomó su espada preparados de nuevo para regresarse se detuvieron en seco, ya que uno de esos seres se interpuso en su camino.


    Ikki al ver que los chicos estaban en problemas corrió lo más rápido que dieron sus piernas, los necesitaba para poder ayudar a su hermano. Por qué diablos nunca le creyó a Shun sobre el entrenamiento y la discusión que tuvieron esa mañana. No había aprendido las habilidades que ahora ellos tenían pero por lo menos sabía pelear. Con su puño se acerca para atacarlo y ese ser detiene con una sola mano su golpe.


    - Es buena tu motivación joven, mas no he venido a dañarlos solo a entregarle esto – Extendió la mano a Shiryu entregándole la espada que tenía en sus manos, está estaba toda ensangrentada incluyendo parte de la empuñadura que le pareció conocida al pelinegro – Te la envía tu abuelo 


    - ¿M…mi…mi abuelo? – Shiryu palideció, tartamudeó con la voz quebrada no creyendo a los que sus oídos llegaba, ¿qué le había hecho ese ser a su abuelo? ¿Lo había matado acaso?


    - Él está bien, no le ha pasado nada, solo está esperando que regreses sano y salvo… soy un antiguo amigo de él que cayó en las garras de la oscuridad.


    - ¿Eres Shion, cierto? – Preguntó Hyoga con intriga, cuando vio que asintió afirmativamente – Él nos contó de ti, nos dijo en lo que te convertiste.


    - Así es, y no estoy orgulloso de esto – Dijo taciturno mirando las cenizas que habían en el piso – Llegué un poco tarde, toma la espada de tu abuelo, no hay tiempo, solo ustedes pueden acercarse a Hades, Saga no va a resistir mucho tiempo, solo está deteniendo la espada.


    Shiryu asiente rápidamente pasándole la espada que portaba a Ikki que la tomó con determinación, de verdad no sabía cómo se podía utilizar correctamente pero con el enfrentamiento con Milo observó cómo los chicos la blandían, tomándola de la misma forma. Se encaminaban de regreso, cuando unos de los jueces los interceptó en el camino. Rápidamente una silueta pasó cerca de ellos asestándole un golpe al juez de cabello plateado apartándolo rápidamente de los jóvenes.


    - ¡Rápido! ¡Se acaba el tiempo! – Exclamó Shion, que atestándole otro golpe se enfrentaban entre ellos.


    Ciertamente se les estaba acabando el tiempo, a penas por unos momentos en los que fueron a buscar las espadas y regresarse Hades estaba cumpliendo su cometido, veían la espada “absorber”  la sangre del peliverde que para ese entonces ya había dejado de luchar, la punta de la espada estaba más profunda en su pecho y veían como la sangre fluía a través de esos símbolos y Hades se volvía más poderoso.


    Arremetieron contra Hades, pero todo lo que hacían era infructuoso, estaban desesperados, no pensaban bien en sus acciones, solo se estaban cansando en atacar a cada rato a Hades.


    -¡Rápido!, ustedes pueden con él, está absorbiendo el alma de su amigo, ya no le queda mucho tiempo – dijo Saga cuando miró al pequeño muchacho allí, más pálido de lo que lo había dejado, ya estaba a un paso de la muerte.


    - Es infructuoso – Dijo dolido Ikki al punto de las lágrimas.


    - No, no lo es, recuerda cualquier roca se puede mover solo hay que buscar la manera correcta de hacerlo,  concéntrense, Ikki concéntrate – Explicó rápido el pelinegro al moreno – Aunque te parezca loco e insensato, no pienses en tu hermano, sácalo de tus pensamientos y tu mente se aclarará, ya veras, no es fácil, nada de esto, pero es posible, ¡Hyoga vamos! Como hicimos cuando vencimos a Milo, nosotros podemos, podemos quitar ese escudo que tiene Hades e Ikki, tu darás el golpe final – Era muy fácil decirlo para el pelinegro, pero de verdad tenía el corazón en la garganta cuando vio a Radamanthys dirigirse rápidamente a ellos, pero una sombra se cruzó en el camino del juez deteniendo su avanzada.


    - K… Kanon – Estupefacto quedó mirando el rostro del gemelo, no podía creer tal traición de la persona que más estimaba y amaba.


    - No es nada personal, pero sabes que estas en el bando equivocado ¿cierto? – Respondió mirando seriamente al rubio que había cambiado en un segundo a una expresión de furia total.


    - ¡No te puedo permitir esto! ¡Nunca! ¡Es traición! ¡Tú, tú iniciaste esta ofensiva en contra de nuestro señor Hades! – Gritó furioso mientras se le iba encima a Kanon, sus manos se transformaron en garras de un arpía y su expresión cambio a una más de furia mientras seguía atacando con esas armas filosas a Kanon arrinconándolo en una pared.


    - ¡Rada, escúchame! – Exclamó Kanon en son de defensa deteniendo con sus dos manos las garras del rubio. Atribuyó que con llamarlo por el diminutivo de su nombre que lo hacía siempre lo calmaría un poco pero se equivocó - ¡Ayúdanos a detenerlo! todo lo que dice se va a ir al demonio cuando absorba toda la energía de ese niño, Saga no pudo terminarlo por estar con sus juegos enfermos pero él tiene una esencia que es la que está aprovechando Hades en tomar.


    - ¡CALLATE! ¡PRIMERO MUERTO ANTES DE ALZARLE UNA MANO A NUESTRO SEÑOR!


    - ¡Eres un estúpido Radamanthys! Él nos va a matar a todos, incluyéndolos.


    - ¡Deja de blasfemar!


    - De verdad no ves lo que es tan evidente, tu fe hacia el señor Hades es tan ciega que no puedes ver tus manos frente a tus ojos – Dijo tratando de hacerle cambiar de opinión – Se lo que he hecho y me hago responsable de mis actos, me arrepiento de todas las almas que tomé y destruí solo por ira, pero tú, tú me has acompañado en todo este momento me has dado apoyo cuando lo necesitaba, nunca estuve solo y te amo… lo siento, esto me va a doler más a mí que a ti.   – De la manga de su camisa se deslizó una daga y fue cuando Kanon encontró la forma de apuñalar al hombre que amaba, la mirada del rubio era total de desconcierto, ¿de verdad el ciego era él? Cayó de rodillas junto a Kanon que lo tomó mirándolo fijo a los ojos – Sé que la mayoría del tiempo estamos enemistados, pero te amo.


    La batalla de apartar a Hades no estaba siendo nada fácil, habían intentado todo el conocimiento que les había transmitido Dohko, era imposible y cada vez se volvía más fuerte. Vieron cuando una sonrisa de triunfo se dibujó en el rostro de Hades  y miraron hacia donde él estaba viendo.  Caminado con total tranquilidad se aproximaba Seiya, tenía una mirada penetrante y una mano oculta detrás de él.


    Hades se sentía orgulloso por su creación, no podía esperar más de su pequeño, era todo lo que esperaba de alguien, su devoción total, pero su rostro se mostró en confusión cuando pasó por un lado de Saga sin hacerle daño y mucho más cuando descubrió lo que ocultaba detrás de él. Seiya rápidamente se abalanzó en contra de Hades con una daga listo para apuñalarlo, pero Hades viendo la intención antes de tiempo se defendió con una mano cosa que aprovechó Saga en desarmar al hombre y tomar la espada apartándola del pecho del peliverde.


    - ¿Qué significa esto Seiya? ¿Me estas traicionando? Recuerda que yo te di todo.


    - Solo me has dado desgracias, desde que me convertí en esto me apartaste de lo más importante para mí, mi familia, mis amigos, además me tomaste como si fuera un objeto, no permitiré que conviertas a mi amigo en esto, ¿esa era tu intención? – Al ver el cambio de expresión – Tratas a todos como tu desechable Hades, no todos somos  así.


   - ¿Qué puedes hacer?, no podrán contra mí, he absorbido una buena cantidad de su alma.


   - Se te olvida que estas tratando con mis amigos y ellos pueden contigo… y no van a estar solos en esto.


  Seiya vira un poco y toma de las manos de Saga la espada que le ha arrebatado a Hades.


   - ¿Esa es tu solución, vas a derrotarme con mi propia espada? – Levanta una ceja con expresión divertida - Ja, ja,ja incrédulo, ella solo me obedece, solamente yo la puedo usar.


    - Eso es lo que tú crees Hades, pero la sangre que corre por esta espada es de nada más y nada menos que de un amigo con un gran sentido de lucha y sacrificio, sus deseos doblegan a la espada y puedo utilizarla en tu contra.


    - Ya lo veremos insensatos, los derrotaré, tu acto de heroísmo lo pagaras con tu vida Seiya, la vida que yo te di, la vida eterna.


    - La cual yo no quería, vamos amigos ha llegado la hora de terminar con esto.


    Los chicos veían con asombro la discusión entre Seiya y Hades y por un momento Shiryu  pudo respirar tranquilo al saber que su amigo seguía siendo el mismo, que Hades no había doblegado su voluntad a pesar de todas la vicisitudes por la que paso, asintieron, se pusieron en posición para atacarlo e Ikki vio de reojo como su hermano era desatado y apartado por Saga, sabía que no le iba hacer daño ahora se concentraría en acabar con esto.


    Hades caminó de retro deslizándose por entre las grandes piedras que fungían de camas saliendo a un espacio más abierto, los cuatro chicos le siguieron el paso rodeándolo, sin quitarle la vista, Seiya rápidamente se abalanza a Hades y este lucha contra el castaño. La lucha es inclemente, los dos se mueven ágil y rápidamente sin dejarse atrapar y prácticamente sin dejarse ver, se movían por todo el espacio como si fuera una danza de estrellas fugaces.


    De pronto, un sonido seco se dejó escuchar cayendo Seiya al piso y Hades acercándose peligrosamente al castaño, cosa que Shiryu aprovechó para atacar y no dejarle tocar a Seiya; movió rápidamente la espada de su abuelo, el filo cortaba el aire y el zumbar de la misma se hacía escuchar, pero Hades esquivaba rápidamente todos los ataques. Hyoga también se abalanzó para ayudar al pelinegro, lo tenía arrinconado y eso era lo que Hades quería ya que un movimiento conjunto por parte de Hyoga y Shiryu, desapareció dejándolos con el ataque de ellos mismos que pudieron esquivar ágilmente.


    Ikki tomó aire, estaba esperando el momento oportuno, no sabía bien lo que haría, pero  haría lo necesario para poder detener esto, no eran los únicos que luchaban, todos aquellos que estaban presentes en ese lugar peleaban a muerte dando de baja a unos cuantos, en su gran mayoría eran los aliados de Hades los que estaban perdiendo esta batalla.


    Unas quejas de dolor sacaron del ensimismamiento a Ikki, vio que los chicos estaban tirados en el piso retorciéndose de dolor mientras que Hades los miraba con una mirada llena de odio.


    - ¿De verdad piensan que me van a acabar? ilusos, ni siquiera usé toda mi fuerza y ustedes están sufriendo del dolor más intenso, son unos simples humanos y tal vez mueran pronto.


    - No Hades, esto no se ha acabado, se acabará cuando te derrotemos – dijo Shiryu con la voz adolorida, levantándose de nuevo seguido de Hyoga que temblaba.


   - Ikki, esta es nuestra oportunidad – Dijo Seiya mirando fijamente al peliazul que lo vio con asombro – Sé que no tienes el entrenamiento que ellos tuvieron, pero digamos que es nato de nosotros poder manejar un arma, acabemos de esto de una vez por todas,  no tengas miedo, Shun está a salvo.


   - Seiya, yo se lo mucho que significas para mi hermano y para ellos, mas no tengo miedo, solo estoy esperando el momento justo.


   - El momento justo es ahora, fíjate.


   Cuando Ikki volvió la mirada Hyoga y Shiryu estaban atacando a Hades sin clemencia, unidos en fuerzas y voluntad y es cuando Ikki y Seiya los secundaron atacándolo sin piedad.


   Hades estaba acorralado, se sentía frustrado, cada vez más esos niñatos lo herían, sus heridas sanaban rápidamente y se cerraban gracias a la sangre que había absorbido del peliverde, miró de reojo buscando la presencia de ese niño y lo vio en los brazos de Saga que miraba a Hades sin quitarle la vista de encima como si supiera su intención, pero estaba desprotegido, “¿qué podía hacer ese perro si estaba herido?”, recordó que Saga también había tomado de la sangre de ese joven, por eso no lo veía moribundo, vaya que el chico era especial.


    Volvió la mirada a los cuatros que lo miraban fieramente y decidió actuar, se movilizó rápidamente hacia Seiya tomando fuertemente su rostro y con un solo movimiento lo estampó en el piso.


    -No debiste desafiarme niño, no sabes con quien te estas metiendo.


    -Yo sé con quién me estoy metiendo y no eres más que nadie – Seiya intentó zafarse pero Hades rápidamente levantó la mano estampando con un puño el rostro de Seiya, la cabeza del castaño rebotó en el duro suelo, dejándolo aturdido y sangrando.


    Se levantó rápidamente tomando la espada que tenía el castaño y su mirada se clavó en su siguiente objetivo, Shiryu, miraba con los ojos aterrados lo que había pasado con Seiya y ahora seguía él. Sin siquiera pestañear Hades había desaparecido de su campo de visión y estaba parado frente a él en escasos segundos, un puño distrajo a Hades y este lo tomó con una mano deteniéndolo mirando con odio al intruso apretándolo fuertemente.


    -¡Shiryu apártate! – Gritó Shion desesperado al ver que no tenía escapatoria, impediría todo lo que pudiera para que Hades no se acercara a esos chicos y los lastimara – No los tocaras Hades.


    -Creo que su deliberada rebelión ha sido un fracaso, no crees que deben rendirse.


    -No creo que haya sido un fracaso, todos estamos esperando tu fin.


    -No lo creo Shion.


   Se forma una lucha de poderes donde claramente se ve la ventaja en el pelinegro. Shion trata con todas sus fuerzas y esquiva con maestría sus ataques y embiste con fuerza solo con su mano desnuda a Hades pero este hábilmente levantó la espada y rebanó de un solo tajo su mano, pero esto no fue impedimento para Shion al tratar de detenerlo, no aminoró en nada sus ganas de poder derrotar con sus propias manos a ese hombre, suspiró y una media sonrisa se dibujó en su rostro, sería su último acto en este mundo y eso le daría la ventaja a los chicos con su propósito.


    Increíblemente su vida transcurrió ante sus ojos, pero se quedó con la última imagen que a sus recuerdo vino, moriría por él, por ese amor, el rostro de Dohko estaba presente y eso era lo único que quería. Corrió velozmente a Hades que ya lo esperaba preparado para asestarle el golpe de gracia, pero en un movimiento que sorprendió a Hades se colocó a espaldas de él sosteniendo fuertemente a Hades por las axilas sin dejarlo moverse.


    -¡Rápido!


    Los chicos sorprendidos actuaron, no tendrían esa oportunidad si Hades se soltaba del agarre de Shion. Tan pronto Shiryu fue el primero a enfrentarlo con un rugido, afianzó la espada de su abuelo y penetró el pecho de Hades sin llegar a perforar a Shion. Hades miraba atónito la escena, sus ojos estaba tan abiertos que parecían una monedas y su pupilas estaban dilatadas, temblaba a simple vista, de la herida salía el característico humo, pero no sanaba tan rápidamente.


    Hades que aún no salía de su pasmo vio acercarse a los otros dos chicos. Su mente procesó rápido los acontecimientos y de un solo movimiento colocó a Shion delante de él y las espadas de Hyoga e Ikki, atravesaron el cuerpo de Shion.


    -Les agradezco su ayuda, al fin me lo han quitado de encima – Dijo Hades con la sonrisa más retorcida que hubieran visto.


    -¡Shion! – Dijeron los chicos al unísono.


   -No se preocupen por mí… acaben con la vida de ese miserable… Shiryu cuida…mucho a tu abuelo – Fueron las últimas palabras dirigidas a ellos cuando vieron el cuerpo de Shion desvanecerse frente a sus ojos. 


   -Qué momento más emotivo – Dijo con ironía Hades mirando de nuevo a los chicos, pero este notó algo, sus miradas habían cambiado, se mostraban fuertes y decididas, alrededor de sus cuerpos había como un aura, como si se viera un espejismo, se deformaba el espacio alrededor de ellos, pensó que eso solo era su imaginación.


   Hades se tocó el pecho, aún esa herida no había sanado completamente como las otras, le dolía y quemaba por dentro. Solo tendría que derrotarlos y poder tomar su sangre para poder reponerse. Acabaría con esto de una vez por todas, ya esos mocosos lo estaban cansando y era bueno ponerle fin.


    Caminó con pasó decidido a ellos, sentía miedo, no sabía porque, su instinto le decía que se alejara, haciendo caso omiso a este sentimiento solo se bufaba, “son solo humanos patéticos que creen que pueden vencerme” se decía. Caminó por las cenizas de lo que alguna vez fue alguien leal al clan y empuñó la espada con una sola mano, atacando con ella a Shiryu.


    Shiryu había reaccionado rápidamente deteniendo la espada de Hades con la suya cruzándose como una “X”, asombrado Hades por esta hazaña, cambia de ángulo y posición la espada y vuelve a atacar pero igualmente Shiryu la detiene.


   Hades toma en serio esto, el miedo no se le iba, tenía tanto tiempo sin percibirlo que ni se inmutaba. De nuevo tomó su espada con las dos manos y esgrimió en contra de Shiryu que de nuevo la detuvo con el choque entre metales, las espadas se siguieron cruzando deteniendo su avanzar, era como si ese chico tuviera una gran habilidad y conocimiento sobre ellas. En esas Shiryu ve que Hades hizo un movimiento equivocado y Shiryu ve un punto abierto donde hiere en el hombro a Hades que se aparta de un solo salto hacia atrás del pelinegro.


   Hades se sostiene la herida, ¿por qué está pasando esto? Está usando su espada que aún tiene sangre de ese chico, y también tomó su sangre a través de ella, ¿debería consumir completo la sangre que aún permanecía en la espada? Estaba con esa duda cuando ve a Hyoga abalanzarse a él decidido deteniendo el ataque del rubio con su espada que de nuevo se cruzaron creando una coreografía de sonidos, movimientos y colores cuando las dos armas chocaban entre si creando chispas, Hades cada vez retrocede más al ataque de este y de nuevo un movimiento en falso por parte de él le permite a Hyoga herirlo en un costado de su cuerpo.


   Hades cae de rodillas con una expresión de asombro furia y dolor, ¿qué diantres estaba pasando? ninguno del clan se podían acercar a él al menos que él lo permitiera  ¿qué había hecho para poder cambiarlo? “Shion” recordó,  bajó la guardia, eso fue, Shion se dio cuenta de eso y pudo aprovechar ese descuido por parte de él.


   Se enderezó de nuevo postrando su mirada en todos los que quedaban en ese salón, al parecer la rebelión tuvo éxito, la mayoría de los que quedaban hay eran de los que esperaban con ansias su fin incluso los que alguna vez le declararon lealtad absoluta, incluyendo a Radamanthys que lo miraba desafiante desde una cierta distancia. Hipócritas, no se iba a dejar vencer tan fácil, no eso no, se llevaría unos cuantos por delante, sobre todo a esos traidores.


   -Hades, este es tu fin – Exclamó uno de los presentes – Solo ríndete si quieres seguir viviendo.


   -No… esto acabará a mi manera – Respondió más para sí mismo que para los presentes. De nuevo volvió a colocarse en posición de ataque y espero a los chicos, cuando estos se hubieron acercados de sus ojos resplandeció esa luz roja que por características de ellos es para tomar el poder y control de las personas. Ikki, Hyoga y Shiryu solo desviaron su vista de ese haz de luz y es cuando Hades aprovechó en atacarlos, pero una vibración en su espada la detenía en hacerle daño a los jóvenes.


   -¿Qué, qué pasa? – Hades veía a su espada actuar extraño, simplemente no la podía mover, estaba estática y de pronto esta se escapó de sus manos hasta donde estaba el otro joven que de a poco despertaba de su letargo tratando de entender la situación a su alrededor.


   Shun al verse en los brazos de aquel hombre se asustó un poco, pero solo lo tranquilizó al ver que no le haría daño alguno, logró ponerse de pie con ayuda de Saga, recordando todo lo acontecido cuando estuvo en el ritual y Saga le terminó de explicar lo que había pasado después de eso y ver lo que estaba ocurriendo.


   - ¿Quién eres? – Preguntó curioso Hades – Mejor dicho, ¿quiénes son?


   Más ninguno le contestó, estaban felices por ver a su amigo levantarse y tomar aquella espada en sus manos, era pesada para la poca fuerza que aún tenía el peliverde pero la esgrimió como un profesional. Shun miró todo a su alrededor, los pocos que quedaban, a su amigo Seiya herido sosteniéndose la parte posterior de su cabeza, a Hyoga, Shiryu y su hermano que lo veían con gran admiración y a Hades, estaba herido, pero aún seguía de pie.


   De nuevo Hades uso su artimaña del control, sus ojos resplandecieron y con una velocidad increíble atacó a cada uno de ellos sin clemencia hiriéndolos gravemente, mas eso no fue impedimento para ellos de volver a levantarse, esta vez fueron los chicos los que se adelantaron a atacarlo sin piedad, cada uno fue hiriéndolo de maneras diferentes y en partes diferentes. Hades trastabilló herido retrocediendo como un animal enjaulado y asustado, llegó a aquellas piedras que fungían de camas tropezándose y dejándose caer en el piso, respiraba agitadamente, la vista se le nublaba.


   -Nunca… pensé que mi fin sería así a manos de unos niños – Los miró por última vez con el odio que encerraba en su corazón y solo su cuerpo se fue desvaneciendo quedando el montón de cenizas.


   -¿Es el fin? – Preguntó Shun dejando caer aquella espada que le había pertenecido a ese hombre que resonó en el silencio del salón,


   -Al parecer si – Respondió Shiryu, soltando la espada de la misma forma, aquella fuerza que le había dado la valentía de seguir adelante se desaparecía.


   -Lo logramos – Le siguió Hyoga.


   -Lo logramos chicos  - Ikki cayó de rodillas, no podía más, la adrenalina en su cuerpo se iba desapareciendo de a poco.


   -¡Amigos! – Interrumpió Seiya que se acercaba a ellos para poder auxiliarlos.


   -Seiya – Solo pudieron responder al unísono, cuando cada uno cayó en la inconciencia.


 

Notas finales:

   Sí, le di el protagonismo a los 4 chicos, es que Seiya no puede ser el héroe en todo ja, ja, ja, y sí lo sé si no fuera por el castaño la serie no se llamaría Saint Seiya.

   Bueno, espero que le haya gustado este capítulo y para el jueves les traigo el capítulo final.

   Muchas gracias por leer.


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