Capitulo 34.
Las fotos
El ruido de los tacones hacía bastante eco por toda la loza de aquel hospital, su pronunciado escote y las joyas que traía llamaban la atención de todo el personal médico, era como si una estrella de cine pasará a su lado. Susan era muy hermosa pero su rostro estaba deformado por el orgullo. Su esposo nuevamente se negaba a cumplir con sus caprichos y peor aún, se había tomado la libertad de decidir sobre el futuro de su propio hijo como si ella no pudiese decidir.
Susan quería a toda costa mantener el estatus de mujer rica y mandar a Day de regreso a esa escuela reducía su "imagen" ante sus amistades de manera vergonzosa. Dejar que su hijo pasara de una escuela de elite a otra de baja clase le causaba ruido en la cabeza. Qué pensarían los demás del cambio?
Bajó al lobby del hospital y sacó de su bolso el teléfono celular, detestaba no tener el control de su familia tal y como lo había llevado hasta ahora… O al menos esa era la idea que mantenía dentro de su mente.
Maldición… Necesitaba calmarse, tecleó el número de su amante mientras con la otra mano intentaba encender el cigarrillo en su boca que hace apenas unos momentos se había puesto. Había comenzado a fumar desde hace una par de meses, aparentemente por nervios o algo similar.
Dando pasos firmes salió del hospital ya con el cigarrillo encendido ignorando por completo al guardia de seguridad que le pedían salir por el tema del cigarro.
Se escuchaban los timbres en espera de que contestara la llamada, de pronto se escuchó el buzón y ella colgó. Torció la boca y dio una calada al cigarrillo entre sus dedos, de nueva cuenta intentó marcar siendo recibida nuevamente por el buzón. Bastante tenía con haber hecho coraje hace apenas unos momentos y ahora su enojo aumentaba más porque se sentía despreciada. Se supone que por eso se había hecho de un amante, necesitaba de alguna manera tener atención todo el tiempo. Terminó por escupir el cigarrillo y aplastarlo con uno de sus tacones.
Nuevamente intentó marcar esta vez exasperada por la nula respuesta de James, el tono de espera fue cortado seguido de la voz un tanto cansada de aquel hombre.
- Susan qué es lo que quieres? estoy bastante ocupado- la respuesta dura y agresiva de su amante le entristeció el corazón a ella.
- Querido Necesito hablar contigo, estoy tratando de contactarte desde hace horas y tú no respondes mis llamadas… Te necesito conmigo…a mi lado no puedes dejarme sola- Más que un reclamo parecía un ruego.
Susan empezó a caminar de un lado a otro tratando de controlar su nerviosismo y de que su amante escogiera para ella un tono más ameno y cálido como cuando le solía hablar en la intimidad. El profesor suspiró intentando retomar su papel de galante caballero, aún necesitaba aquella fastidiosa mujer para sus propósitos.
- Cómo se encuentra Day? Le ocurrió algo? Si le ocurrió algo dímelo pronto…- James asumió que la llamada de Susan y el ímpetu que ella mostraba era con referencia al estado de salud de sueño.
-Day se encuentra bien O al menos eso es lo que yo percibí, Pero eso no es lo importante ahora necesito que nos veamos nuevamente…Ya no soporto como me trata Frederick! Pasa por encima de mí y tomando decisiones sin importarle siquiera si estoy de acuerdo no- La mujer empezó a llorar por la frustración contenida y por sentirse ignorada de aquellas personas a las que tanto amaba.
- En primer lugar tranquilízate, si Day ya se encuentra mejor es lo que más debe importar en estos momentos, los problemas con tu esposo de veras resolverlos tú misma- James torció la boca poniendo los ojos en blanco, de por sí era un martirio tener que soportarla siguiendole a todas partes, llamándole a deshoras por la noche e insistiendo en que tengan más encuentros íntimos.
Por todos los cielos Qué maldito asco!! La Había tocado solamente en dos ocasiones y con ello ya tenía suficiente para tener pesadillas por el resto de su vida. Incluso se sentía sucio y asqueado de sólo recordar los encuentros, buscaba pretextos para no tener que volver a estar en aquella situación pero Susan no paraba de seguirlo y buscarlo todo el tiempo todos los días.
- De qué estás hablando querido? Sabes que me es molesto tener que hablar con mi esposo, el del problema es él No yo así que quién tiene que resolverlo es él… Necesito tu apoyo, quiero estar contigo, Dijiste que me amabas!!- Susan paso de un tono triste a una expresión más encaprichada y despectiva.
-Susan… Tranquilízate, sabes que te amo y que haría cualquier cosa por ti, pero los asuntos de tu matrimonio que se salen de mis manos… Si realmente me amas como tú también dices entonces tomarás la decisión que te pedí- dijo James aquellas palabras fingiendo tristeza de la forma más convincente. Susan se crispó por unos momentos, sabía perfectamente bien a lo que se refería, pero el "amor" que aún sentía por su esposo y también por la vida lujosa que en esos momentos llevaba le impedía tomar la decisión definitiva.
- Querido ya estoy resolviendo eso por favor No me presiones más de lo que ahora me encuentro… Estado tan estresada y triste por lo que le pasó a mi pequeño hijo y ahora tengo encima que lidiar con mi esposo también, no puedo pensar en nada más que no sea tú pero también Dame tiempo para arreglarlo- ella comenzó a juguetear con su cabello de manera nerviosa Pues en el fondo temía tomar decisiones equivocadas nuevamente.
No es que dudara del amor que le tenía a James o de sus deseos de Iniciar una nueva vida con su amante, dudaba de sí misma y del amor aún existente dentro de su corazón hacia su actual esposo. Una parte de su conciencia que aún no moría la molestaba todo el tiempo con referencia a su aventura y el daño que le ocasionaría a su esposo si toda esta verdad saliera a la luz.
Ella seguía con la idea de querer ser egoísta y obtener la felicidad al lado de la persona que había soñado para ella desde que era joven. James era la ilusión qué quería preservar sin importar las condiciones en las que se había formado.
También temía la reacción que fuese a tener su hijo con respecto al posible futuro matrimonio con el profesor Snow, anteriormente tanto su hijo como él habían tenido algunos roces todo esto debido al incidente de las tutorías y tener la negativa del menor a aquel posible matrimonio le causaba bastante molestia. Le irritaba que su hijo fuese tan negativo con respecto a la felicidad que ella quería, pues no entendía claramente porque su hijo tomaba esa posición si también se podría beneficiar de todo lo que ella pudiera conseguir. Amaba a su bebé… Pero que se interpusiera en su camino y en sus deseos le fastidiaba.
- Susan… Búscame hasta que hayas tomado la decisión yo te estaré esperando- terminó de decir el profesor para después colgar la llamada dejando a la mujer sorprendida con sólo el tintineo de la llamada cortada.
Una soga en el cuello era lo que sentía, su corazón se estrujaba y su mente de nuevo era un caos.
Al término de la llamada el profesor simplemente se empezó a reír acomodando mira alegre cojines de color rosa en la habitación que el mismo había mandado a diseñar para el día en el que su pequeño sueño se mudará a vivir con él. La la habitación del lugar en donde él vivía tenía ya todo listo, entre muebles y cuadros, además había comprado una bicicleta para poder salir a pasear juntos y que de esta manera su amado pudiese aprender a manejar la bicicleta.
Se levanto de la cama donde acomodaba los cojines y su mirada se cruzó con el espejo que se encontraba en la pared de enfrente, observo su rostro marcado por los golpes que Anthony la había propiciado en el hospital, le molestaba ver su atractivo rostro ensuciado por aquel adolescente.
Repentinamente tomo los jarrones que se encontraba en la mesa de noche de esa habitación y lo arrojó al suelo con violencia. Recordando qué era Anthony el que había robado la virginidad de su pequeño sueño, no toleraba la idea de ser superado por alguien tan prepotente y mimado.
Bastante tenía con ser superado por sus hermanos mayores que de alguna manera tenían la misma actitud y supremacía y ahora tenía que competir también con ese adolescente.
Dentro de su corazón el odio ya había crecido demasiado, no podía tolerar la idea, Es más no quería siquiera pensar en ello… En Cómo había sido cada una de las noches que Day había pasado con Anthony, la manera en la que había sido tocado y los gemidos que nunca escuchó. Incluso posiblemente habían tenido sexo en casi cualquier parte, esto le enfermaba provocándole que gritara y comenzara romper todo lo que había dentro de aquella habitación que con anterioridad había preparado con mucha dedicación.
Sin poder controlar sus impulsos comenzó a gritar apretando ambas manos hasta hacer sangrar sus propias palmas. James sentía que perdía poco a poco la oportunidad de volver a ser amado por el menor.
Desgracia y frustración eran todo lo que le rodeaba, siempre opacado por sus hermanos, siempre menospreciado por sus padres, siempre subestimado por todos…
Nadie en el mundo lo escuchaba, una soledad inmensa era lo único que habitaba dentro de aquella casa siendo exiliado de alguna manera del núcleo familiar en la mansión de los Snow.
Casi como si algo malo hubiese dentro de él, bien pudo ser considerado como una debilidad de la familia, por una negligencia paternal había sido condenado a vivir alejado de su familia, sin palabras de aliento, con presiones constantes y en espera de las miserias del señor Worthington.
Estaba cansado de esperar, harto de fingir que estaba bien, que su "armadura" de caballero perfecto estaría intacta... La imagen de perfección pero todo lo que tenía. Day significaba la Libertad, el sueño de no depender de la compasión de los demás, de no ser despreciado por su familia y hermanos mayores. Una salida a sus problemas y la creación de su propio imperio, donde tendría a salvo a su "reina" y el gobernaría cada una de las acciones de su amado. Saliendo por encima de los demás, libre…. sanado y salvado.
Repentinamente en su computadora portátil se escuchó un tintineo por una notificación, se acercó curioso pensando que era un correo del Instituto, pero para su sorpresa era notificaciones de cientos de comentarios de los alumnos en la página digital de la escuela. Miró con bastante sorpresa las fotos puesto que había tantos comentarios entre el cuerpo estudiantil, Las fotos eran tan claras Y nítidas que no dejaban a la duda el protagonista de tal escándalo.
Eran cerca de 36 fotos en dónde el Heredero de DRISMA Corp se encontraba teniendo relaciones sexuales con distintas alumnas, en algunas fotos aparecían en salón de química, en otras en los jardines exteriores, una cerca de la piscina, seis en la biblioteca y una de hecho estaba bajo las gradas del gimnasio.
Los comentarios eran todo un circo de opiniones, tanto despectivas como burlonas y divertidas:
" Pero qué mierda? Acaso ese no es Anthony? Que puto semental"
" No puede ser que aún siga dentro del instituto, Debería ser expulsado, no puede permanecer más tiempo en la presidencia"
" Ese maldito es mi ídolo jajaja"
" Le va a llover fuerte en cuanto al director se entere"
" Parece perro en celo, no tendrá también alguna enfermedad de transmisión sexual? Qué asco de presidente"
" Qué cabrón! También se acostó con mi novia! Debe ser expulsado no podemos tener un presidente estudiantil así"
" Y se supone que ese es nuestro presidente estudiantil? Debería darle vergüenza! Tiene que ser expulsado"
James comenzó a reírse desmedidamente, no contaba con que Claude subiera las fotos que él mismo le mandó con tal rapidez, se las había entregado hace apenas unas semanas considerando que atacaría lentamente. Aunque ahora que había descubierto que su mayor rival de amores era Anthony le caía como anillo al dedo la destrucción de su reputación.
Qué pensaría el señor Worthington de todo este escándalo? Seguramente estallaría en un enorme coraje. Por todos los cielos No se podría perder ese momento!! Era como una pequeña Victoria que aunque ajena también le beneficiaba.
Ese Claude había movido muy bien sus fichas logrando que alumnos del instituto le despreciaran y le mirarán mal luego de haber tenido una imagen totalmente intachable y perfecta. El estómago le dolía tanto al no parar de reír Además de que su rostro por los golpes le dolía bien valía la pena un poco de alegría a estas alturas.
Le constaba que las alumnas que también habían sido retratadas en esas 36 fotos probablemente también serían expulsadas del Instituto por tener comportamientos obscenos dentro del plantel. Comportamientos que además de ser sucios y que no iban de acorde a la moral tenían que ser castigados. Era sólo cuestión de tiempo para que los señores Worthington fuera notificados y llamados para hablar de la expulsión de aquel adolescente lujurioso.
Qué pensaría Day de todo esto? acaso ya había visto las fotos? Esto tenía que perjudicar su relación de alguna manera de eso estaba seguro, pero le molestaba que a pesar de todos estos intentos la relación incestuosa entre ambos hermanos continuará en alguna probabilidad.
Eso no podía ocurrir! Se negaba rotundamente a que ese Idilio continuara… Day no podía permanecer al lado de alguien que decía amarlo que incluso estando en esa relación prohibida se acostaba con otras mujeres. Dado a que la fecha de la foto más reciente tomada de los vídeos de alta calidad de seguridad del instituto tenía sólo un mes de haber sido capturada.
No sabe exactamente por cuales fechas había comenzado lo que ocurría entre ellos pero estaba seguro que si realmente existía una relación… Las fotos mostraban la infidelidad que había mandado a ocultar con ayuda de Edward. James sonrío victorioso, en el sillón de su sala se acomodó plácidamente importándole poco lo que hace unos momentos acababa de destruir, después lo compraría y arreglaría el asunto de la habitación… El lunes que se aproximaba sería un día bastante interesante.
Menudo imbécil...
Tenía a Day en sus manos y no pudo contenerse para follarse a colegialas inmorales.
Para la mañana del domingo, el doctor encargado de checar el progreso del menor indicó al Señor Frederick que ya se encontraba mejor vidas habían avanzado de manera óptima, por el momento se mantendría con dieta blanda y muchos líquidos. Lizzie se había despedido el día anterior prometiendo volver a visitarle en la mansión, Edward no se separó de su lado y se mantuvo con él el tiempo. No estaba seguro si aún debía ver las fotos, quería esperar el momento preciso para poder ablandar el tema y usar todo lo que ocurría a su favor.
Sabía que de cierta manera estaba jugando sucio brindando la información a su enemigo sobre la relación que Anthony mantenía con su obra de arte, de verdad no quería lastimar al chico, pero le apremiaba el tiempo en deshacerse de su mayor obstáculo y de esta manera proteger a la persona que amaba.
De ahora en adelante sería tan egoísta como su corazón le pidiera y acapararía lo más que pudiese a Day, sabía que sus actos tendrían consecuencias pero estaba preparado para afrontarlas, lo único si le causaba ruido en la cabeza era la reacción que tomaría Day al enterarse de todo.
Le constaba que el menor tenía un corazón noble y algo fácil de manipular, temía por el daño que Claude intentaba causar en la familia y que de esta manera afectar a la estabilidad emocional del menor de alguna u otra forma.
Qué más daba lo que le pasara Anthony, importaba poco lo que ocurriese con Susan…. pero… si Day salía destruido en el proceso no se lo perdonaría a si mismo.
- Ya estás listo? El doctor ya firmó tu alta- pregunta Edward de manera amable. Con una sonrisa caballerosa menor se sonrojara hizo que sintiera un cosquilleo dentro del estómago, utilizaría su belleza ignorada para poder enamorar a su hada de alas rotas.
-Sí, ya tengo todo listo- sonrío feliz de salir del hospital, pero angustiado pues no había visto a su hermano en unos días, No sabría la reacción que tendría ni que le diría. Anthony había sobrepasado los límites aquella noche por un absurdo arranque de celos sin fundamento aparente. Pero algo dentro de él, una pequeña voz en su interior le pedía más de paciencia hacia su apuesto y sexi violador.
-Muy bien, salgamos entonces- dijo el adolescente ojos cafés tomando de la mano a Day ya sin Mostrar algún tipo de vergüenza, casi como si no tuviese que pedir permiso hacia su persona. Aquella mirada penetrante y café se clavó en la figura delicada que daba pasos lentos fuera de la habitación con rumbo al elevador del hospital.
Sólo era cuestión de tiempo, un poco más de tiempo y todo explotaría en el rostro de Anthony.
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