-Déjame ver si entendí- suspiró pesadamente y acarició la cabeza de su peludo compañero en tanto terminaba de procesar la información. -Naruto esta molesto contigo por algo que le dijiste y que el bobo relacionó conmigo, ¿me equivoco?
Resignado, Shikamaru asintió.
-¿Me dirás de que se trata?- presionó, expectante por la respuesta. Kiba se rascó la mejilla, sonrió divertido y meditó su contestación.
-¿Y qué obtengo yo a cambio?
Eso era precisamente lo que el Nara temía escuchar. Un soborno no le afectaba en lo más minimo, pero dadas las circunstancias, lo último que quería, era empeorar aún más las cosas.
-¿Qué es lo que quieres?- viniendo de alguien tan impulsivo como Kiba, se veía venir alguna estupidez, y en el mejor de los casos, una nimiedad.
-Tu chaleco de Chunnin- la petición fue clara y concisa. Tanto, que Shikamaru apenas tuvo tiempo de ahogar un bostezo contra la palma de su mano.
Su chaleco de Chunnin, aquel que le valió la cansina y fastidiosa pelea con Temari. Simbolo de su esfuerzo y producto de sus complejas estrategias usadas en combate. Viendolo de ese modo, era coherente, y hasta prudente, el que analizara la situación detenidamente. No se trataba de un simple trofeo, y estaba consciente de la regañiza que le aguardaría cuando la quinta Hokage solicitara nuevamente su presencia y él se presentara sin su respectivo uniforme.
-Aqui tienes- desabotonó la correa frontal y tras deslizarlo por sus brazos, se lo entregó a Kiba.
Se trataba de Naruto despues de todo. Ya había metido varias veces la pata, y era frustrante no poder llegar al fondo del asunto.
Entusiasmado, Kiba se hizo con aquella prenda, sonrió al máximo y miró en todas direcciones, cuidando de no ser visto u oído por algún ninja o civil antes de proferir su respuesta en un quedo susurro.
Al instante, Shikamaru abrió los ojos en inusitada sorpresa.
**
Se dejó caer pesadamente sobre la cama, rendido tras el exhausto entrenamiento de Kakashi. Sentía el cuerpo rigido y adolorido, además, los parpados empezaban a cerrarsele sin que él pudiera evitarlo.
Lentamente se llevo un dedo a los labios, rememorando aquel beso ansioso que había quedado grabado en su memoria.
Eran unos idiotas. Kiba, Lee y Shikamaru no hacían más que jugar con él. Sin embargo había sido su culpa por haber participado en esas tontas jugarretas de verdad o reto. Y lo peor era que...
¡Kiba había hecho trampa!
El muy maldito le había mentido respecto a las reglas del juego, argumentando que no se podía aceptar el desafio por tres veces consecutivas, forzandolo practicamente a responder aquella pregunta vergonzosa sobre quien le parecía más atractivo de los novatos. Aquella vez Shikamaru no había estado presente, y Naruto creyó que el estratega no se enteraría de su confesión. Su primer respuesta habría sido Sasuke, pero era evidente que no contaba, dada su ausencia. En segundo lugar estaba Shikamaru. Las razones eran sencillas a parecer de Naruto. Shikamaru era inteligente, apuesto y serio. Había logrado lo que ninguno de ellos consiguió en los examenes Chunnin, hacerse con dicho rango.
Por lo demás era un vago en toda la extensión de la palabra, tambien lo encontraba antipatico y aburrido, pero al mismo tiempo misterioso y atrayente.
-Estúpido Kiba- lanzó la almohada lejos y se removió de un lado al otro en espera del sueño que repentinamente se había esfumado.
-Asi que...¿me encuentras atractivo?
Formandose la imagen mental de su interlocutor, y todavía sumido en la bruma mental del recuerdo, Naruto asintió a lo dicho.
-Si- se giró boca arriba y obervó el techo en un intento por espabilarse. -Bueno, es que eres...¡Shikamaru!- reaccionó tardíamente ante la presencia del circuspecto castaño que lo contemplaba absorto desde el alfeizar de la puerta. -¿Qué haces aqui?- en realidad quiso preguntar cómo es que se había enterado, bien pudo oírlo mientras peroraba consigo mismo, o tal vez el traidor de Kiba había roto su palabra de mantener el secreto. Tonto cara de perro...
-La puerta estaba abierta- se explicó con simpleza el Nara, y al cabo de unos segundos se mordió el labio al no saber qué mas decir, cómo abordar tal situación. Era lógico que se sentía atraído hacia Naruto, aunque lo había descubierto hacía poco. El problema radicaba en si se vería afectada su amistad en caso de que las cosas se tornaran dificiles entre ellos. Una relación implicaba interes del tipo emocional, sexual y psicologico. Y Shikamaru no se veía a sí mismo envuelto en tremendo lío con nada más y nada menos que su amigo de la infancia. ¿Puedo pasar?
-Ya estas adentro- replicó Naruto mientras se sentaba, agradeciendo internamente el no haberse quitado la ropa para dormir. Últimamente la incomodidad entre ellos se estaba volviendo rutina. -Pero te advierto que si vas a bromear conmigo...
-No lo haré- lo interrumpió el Nara, llevandose el puño al pecho en señal de promesa. -En realidad nunca lo he hecho. El beso que te di fui sincero- decidió no irse por las ramas. Naruto en cambio, alzó ambas cejas en incertidumbre. -Creo...creo que me gustas- admitió en un murmullo.
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