Capítulo I: Intenciones
“Sabes que me tienes jodido
Me tienes enganchado, persiguiendo esa sensación
Tuve que entregarme a ti, no pude rendirme
Solamente te quiero a ti, pero no consumo drogas
Aun así, te quiero.”
—Doja Cat&Ariana Grande; I don’t do drugs.
Su respiración es agitada, el eco retumba dentro del pequeño baño en el que se encerró, huyendo de aquel a quien sin querer se enganchó. Sus manos tiemblan y tiene que sentarse sobre la taza del baño para no caer, definitivamente estaba jodido. Nunca había sido su intención y ahora estaba en esa situación, no podía siquiera mirarse en el espejo y mucho menos podía ver a la cara a su mejor amigo, Seo ChangBin.
Siempre habían sido los mejores amigos, aunque tenía que aceptar que su relación podría emitir vibras a algo más, junto a JiSung formaban el mejor grupo de amigos, salían a todas partes y se apoyaban los unos a los otros, con el tiempo tuvieron que separarse y se veían menos, habían elegido caminos diferentes, pero seguían en contacto y cuando se reunían pareciera que el tiempo no había hecho estragos en ellos. Pero el destino hizo que BangChan y ChangBin coincidieran en las universidades que escogieron y ahora pasaban la mayor parte del tiempo juntos. Hasta esa maldita noche, BangChan no habría admitido que los sentimientos de aprecio y cariño para con el menor eran distintos a los de un amigo.
—Chan-ah ¿Estás bien? —JiSung toca a la puerta preocupado de que su amigo tarde tanto en el baño después de haber salido corriendo lejos de ChangBin, estaban jugando twistter y el mayor de los tres resbaló sobre ChangBin, no sabría decir con certeza si se dieron un beso, pero la reacción de BangChan fue extraña, simplemente huyó y se escondió en el baño.
—Todo está bien, me golpee el estómago, ¡Sí! Me golpeé el estómago, movió mis tripas, dame unos minutos. Estaré bien. —Gritó su mentira de último minuto, esperando a que JiSung le creyera, soltando un suspiro de alivio cuando escuchó los pasos del chico alejarse.
—¿Qué? ¡Seo ChangBin! ¿Es enserio? —Se apresuró hasta impedirle que se fuera de su casa, esta ocasión JiSung había puesto su casa para la reunión y pijamada que tendrían, había pasado varias semanas sin verse y estaba emocionado por ello, y ahora estos dos chicos actuaban raros y huían. —Ya dime, ¿Qué es lo que pasa entre ustedes dos? —
—Han, por favor, hoy…hoy no. —Baja la mirada, luce avergonzado y JiSung no le queda más que respetar las decisiones de sus amigos, aunque se las arreglaría para saber que era lo que estaba pasando entre estos dos, aunque siendo honesto, se podría dar una idea.
***Hace unos días***
BangChan y ChangBin no solían beber, pero en esa ocasión decidieron que sería buena idea, después de todo solo eran ellos dos y había la suficiente confianza como para no avergonzarse si alguno tenía que vomitar o llorar por el alcohol en sus venas. Jugando distintos juegos de mesa mientras después de la media noche cambiaron a los videojuegos, donde el menor le estaba dando una paliza al mayor en Mario Kart, BangChan no podía aceptar que ese chico le estuviera ganando y rompiendo todos sus retos, en una ataque de enojo y diversión por ser superado se encima sobre el menor, picando sus costados una y otra vez hasta que ChangBin empezó a reírse tratando de detenerlo, forcejeando hasta que cayeron al suelo, BangChan de espaldas al suelo, quejándose por el golpe en su cabeza mientras la cara del menor queda encima del poco abultado pecho del mayor, lo siente duro, sus músculos estaban más desarrollados que hace tiempo y aún así su mejilla los siente suaves, cálidos y su aroma cala profundos en su nariz, aspira su embriagante aroma masculino.
Sus miradas se encuentran, todo desaparece, son solo ellos compartiendo ese momento, sus sonrisas lo demuestran, parece que estan sobre una nube en medio del atardecer, nunca se había sentido así antes y es entonces cuando sus labios son atrapados por los del mayor, es corto, pero ambos saben que no es correcto. Sus sonrisas se borran justo en el momento en que ambos comparten el mismo pensamiento.
BangChan, quien cruzó la línea, trata de quitarlo de encima, pero ChangBin une sus labios nuevamente, en un beso más intenso que el tímido que dieron al inicio. Y es en ese momento en que todo vuelve a estar bien, sus mentes quedan en blanco, BangChan es quien trata de negarse, trata de hablar, impedir que la caguen y jodan a terceros, pero la lengua del menor se cuela dentro de la boca del rubio, tomando y sometiendo a la ajena iniciando una lucha en la que ChangBin domina, sus manos tienen atrapadas las muñecas del mayor contra el suelo, los ruidos obscenos de sus bocas frotándose una contra la otra inundan la habitación, el sonido es embriagante y enciende cada poro de sus pieles, la posición lleva a poner las rodillas de ChangBin a cada costado del mayor, frotando su trasero contra la pelvis de su amigo, meciéndose en un desesperado roce por encima de la ropa, sus entrepiernas de frotan, pueden imaginarlo y sobre todo sentirlo, olerlo. Estan sometidos por sus instintos, BangChan mueve su pelvis hacia arriba, hace que ChangBin salte sobre él mientras el beso se vuelve una competencia feroz en donde sus salivas escurren lejos de sus labios, con lenguas siendo succionadas una por una, mordidas en los labios, jadeos y gemidos más fuertes. Con vistas nubladas, frentes sudadas ambos chicos comparten el encuentro entre sus miradas, no pueden evitarlo, sus mejillas se ruborizan y ambos culminan al mismo tiempo, dentro de sus pantalones, mojado cada uno su propia ropa interior.
Se quedan en silencio, ChangBin simplemente se baja de encima y no puede terminar de disfrutar la escena, BangChan por un momento se había olvidado de ello, de él, pero la culpa lo carcome por dentro.
—Chris… —
—Pediré el taxi. —Murmura poniéndose de pie y ChangBin agradece, no es un buen momento para que sigan juntos, han cruzado la línea de muchas maneras y si continúan juntos las cosas podrían empeorar.
Los días siguientes no fueron los mejores, no podían estar juntos o verse a los ojos, tenían que compartir algunas clases a pesar de ello nadie notaba nada raro entre ellos solo que ahora ChangBin había evitado besar en la boca a su novio Felix. No compartían una relación tan buena como en un inicio, BangChan fue quien le había animado a declararse en un principio, mientras lo pensaba un fuerte enojo lo envolvió. Estaba odiando que hasta estas alturas el mayor muestre ese interés por él, cuando en el pasado ChangBin siempre trataba de llamar su atención, de ser ruidoso y problemático para estar siempre en su foco de atención, pero nunca funcionaba, nunca pensó siquiera que le gustaran otros chicos y ahora los celos lo carcomían vivo, las peleas con Felix siempre ocurrían, era parte de su relación, pero desde aquella noche habían aumentado, y se volvían cada vez más violentas.
Cada noche era una tortura, el insomnio lo destrozaba, no debió regresarle aquel beso siendo que había sido su primer amor y ahora estaba en una relación con otro chico, se sentía atrapado, siente que se volvió un adicto a esos labios, a ese aroma tan penetrante y a la manera en que BangChan golpeaba su trasero con su pelvis, sintiendo su fura entrepierna contra éste. Hace años se había rendido y había abandonado la idea de que surgiera algo entre ellos, se enamoró de la forma de ser del mayor, la forma en la que se enfrenta al mundo, sus grandes sueños y metas, lo comprometido que es con todo y la forma en que lo cuida y se preocupa por él, sus chistes malos y su sensibilidad y empatía, era el mejor. Y ahora que conocía y probaba esta otra parte de él se sentía un adicto, no puede dejarlo ir tan fácilmente y menos cuando cada noche tiene que bombearse su entrepierna al menos tres veces pensando en aquel momento, callando cada gemido mordiendo las almohadas de su cama.
Su cuerpo no deja de reaccionar a cada pensamiento, incluso con Felix ya no pueden hacer nada más que pelear, desde que dieron el siguiente paso tuvo que asumir en toda ocasión la del activo, no le molestaba en un inicio, pero empezó a querer ser más travieso, experimentar más, pero su novio siempre se negaba y ahora BangChan parecía poder darle aquello, estaba jodido.