Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Resurgir de las cenizas de Herbay, primera parte - La rebelion por pilaf chan

[Reviews - 7]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Recomiendo revisar el mapa de Amoi de vez en cuando mientras lees este capítulo.

Tanagura era una gran plataforma hexagonal elevada rodeada de altas barreras de energía. Eran controladas y mantenidas directamente por Júpiter, y por lo tanto impenetrables.

Para acceder a ella había cuatro puertas vigiladas constantemente por guardias: la del norte que daba al puerto aeroespacial de Amoi, la del este hacia el océano, la del oeste hacia el desierto y el Main Gate que daba al sur.

El Main Gate era la puerta utilizada por turistas, ciudadanos y Elites para viajar de Tanagura a Midas y viceversa. Conducía directamente a la zona 1 de Lhassa, la más exclusiva de Midas, donde se ubicaban el barrio residencial de Apathia y el casino. Era la puerta más utilizada, atravesada constantemente tanto por vehículos como por peatones, y siempre estaba abierta de día y de noche. Estaba bien protegida por guardias que tenían la obligación de detener a cualquiera que no tuviera los permisos correspondientes.

El lugar más lógico para atacar era la puerta del oeste, es decir la más cercana a Guardian y la menos frecuentada porque el desierto era un destino turístico poco apetecible, pero también era el más obvio. Todos en Amoi sabían que el ejército de Ceres lanzaría un ataque en cualquier momento, y era opinión común que utilizarían precisamente esa entrada. Por mucho que las fuerzas de los rebeldes contaran con un gran número de hombres, muchos más de los que Júpiter jamás hubiera imaginado, era fundamental explotar el efecto sorpresa.

Iason estaba al tanto de información que la mayoría de los habitantes de Amoi desconocían, una esas era la red Karaza.

La red Karaza consistía en una serie de pasajes subterráneos que se extendían a lo largo y a lo ancho de Tanagura y Midas, conectando refugios de emergencia y rutas de escape. No estaban marcados en ningún mapa y sólo los conocían unos pocos elegidos.

Los túneles bajo Tanagura eran utilizados a veces por los Elites para misiones que requerían secreto y discreción. Los bajo Midas, en cambio, estaban prácticamente abandonados. Una red de cavernas oscuras, húmedas e infestadas de ratas que no interesaban ni a Júpiter ni al consejo.

Uno de estos pasajes conectaba Herbay con la plaza principal de la zona 1 de Lhassa, a unos cientos de metros del Main Gate.

Por supuesto, Júpiter y algunos Blondies mayores los conocían, pero ninguno de ellos hubiera imaginado jamás que un ejército de mestizos y un magnate de otro planeta pudieran poseer tal información.

Sin embargo, la red Karaza por sí sola no sería suficiente para lograr el efecto sorpresa que necesitaban. También se precisaba una cortina de humo.

Así fue como la mañana de la gran batalla un ruidoso pelotón de unos dos mil hombres, correspondientes a menos de un tercio del total del ejército, avanzó en dirección de la puerta oeste de Tanagura. Estaba equipado con llamativos medios de locomoción y encabezado por uno de los generales interplanetarios de la Coalición Humanitaria.

El resto del ejército, dirigido por el Comandante Noa, entró en secreto en los túneles Karaza.

En primera línea, justo detrás del comandante, estaba el misterioso Minosi Kan seguido de Riki y Sid. Creek estaba en una posición central junto con Aylin y Luke. Norris y Maxi estaban en la retaguardia.

Sid tenía pequeñas fracturas de cráneo y una ligera conmoción cerebral, pero nada lo suficientemente grave como para detenerlo. Los problemas entre él y el comandante no estaban resueltos, pero dejaron de lado las cuestiones personales en favor de una actitud distante y profesional, al menos por ese día.

No tenían otra opción. Gideon necesitaba a su mejor soldado - un punto de referencia para todo el ejército, sin él estallaría una revuelta entre los mestizos - y Sid necesitaba la guía de su comandante.

Los soldados llevaban armas ligeras: pistolas láser de precisión capaces de cubrir grandes distancias, granadas de mano y navajas para el combate cuerpo a cuerpo.

Sus oponentes directos serían los Guardias de Júpiter, es decir androides humanoides de tipo básico bastante parecidos a los Elites pero menos perfeccionados, cuya fuerza y resistencia eran apenas superiores a las del humano medio.

En cuanto Júpiter se dio cuenta de que dos mil hombres estaba avanzando hacia la entrada oeste, envió a casi todo su ejército a contraatacar, dejando el resto del perímetro desprotegido.

Fue entonces cuando el pelotón de vanguardia del ejército de Ceres - Sid y Riki estaban entre ellos - emergió de la salida de Lhassa en rápidas motos aéreas. Los pocos guardias que quedaban no tuvieron el tiempo de cerrar la puerta y fueron derribados. Unos minutos más tarde, el resto del ejército también comenzó a atravesar la gran puerta.

Todos los Tanagurianos y Midasianos que pasaban por allí en ese momento se apartaron del camino, refugiándose en el interior de las tiendas o detrás de algún reparo. En poco tiempo, todo el grupo de cinco mil soldados estaba dentro de la barrera sin haber recibido ningún tipo de resistencia.

Las fuerzas que defendían la entrada oeste fueron alertadas de que la intrusión se había producido desde otro lado, pero ya era demasiado tarde. El enfrentamiento entre los dos bandos tuvo lugar a medio camino entre la torre de Eos y el Main Gate. Ambos sufrieron numerosas bajas, pero el ejército de Ceres estaba en clara mayoría numérica y avanzó hasta el corazón de Tanagura.

Entonces, Minosi Kan dio la orden de proceder con la parte más importante del plan: el corte de todas las líneas eléctricas, cuyas posiciones conocía exactamente.

Tanagura entera, incluidos los tres edificios que simbolizaban el poder y el esplendor de Amoi, se encontró energéticamente aislada. Los generadores de emergencia se activaron, pero convirtieron toda la energía almacenada en la cúpula de la torre de Júpiter para mantener viva la IA.

Iason también había previsto esto. Los generadores podrían mantener el Superordenador durante un máximo de dos semanas, pero todo lo demás se quedaría sin energía.

En las tres torres todo funcionaba gracias a la electricidad: el sistema de agua, los ascensores, la maquinaria de calefacción y producción de alimentos, la apertura de puertas y ventanas, el aire acondicionado, la producción de oxígeno, los vehículos de locomoción y mucho más. Sin electricidad la Torre Eos, la Torre de Júpiter y Parthea eran inhabitables.

Júpiter se vio obligado a desactivar las barreras de Tanagura porque mantenerlas elevadas requeriría demasiada energía. Cada vatio tenía que ser utilizado exclusivamente para su supervivencia en ese momento. Cuando esto ocurrió, el pelotón que sirvió como cortina de humo también entró por la puerta oeste y fue a reunirse con sus compañeros.

El ejército de Ceres había logrado obtener el control de toda la gran metrópolis e instaló un gran campamento militar alrededor de la Torre de Eos.

Ahora todo lo que quedaba era esperar la reacción de Júpiter.

***

Las luces se apagaron de repente. El ruido regular del aire acondicionado se silenció. ‘Llegó el momento’, pensó Raoul.

Guy lo había avisado de antemano, por lo tanto dejó abiertas tanto la puerta principal del apartamento como la de la terraza. De esta forma, incluso sin electricidad recibía oxígeno y era libre de salir.

Benson estaba lleno de emoción. El plan para la caída de Júpiter, que le contó Raoul casi como un cuento infantil, se estaba haciendo realidad. ¡Los mestizos vendrían a rescatarlos!

Desde la terraza los dos miraron hacia abajo. Podían ver el ejército de Ceres a su alrededor. Estaban rodeados.

Salieron de la casa y bajaron las escaleras. Era temprano en la tarde y la luz del sol entraba por las ventanas. Las cosas empeorarían en unas horas al caer la oscuridad.

Había un gran alboroto por los pasillos. La mayoría de los habitantes de Eos no sabía qué estaba pasando, la única certeza era que nada funcionaba. Las puertas y ventanas no se abrían. Los que estaban fuera de la casa en el momento del apagón ya no podían acceder y los que estaban dentro no podían salir.

Afortunadamente la puerta de la oficina de Lord Zavi permanecía casi siempre abierta.

"¡Raoul!" exclamó Orphe al ver a su hermano entrar. "¡Los generadores de emergencia no funcionan! Estoy intentando enviar una alarma a la torre de Júpiter, pero no consigo detectar una señal".

"¿Miraste por la ventana?"

"¿Por la ventana?" El Lord de Eos se asomó desde la gran pared de cristal de su oficina y quedó asombrado cuando vio la marea que los rodeaba. Los mestizos estaban montando un campamento militar bajo la torre. Además de las carpas, había numerosas furgonetas y vehículos de guerra. "¿Qué diablos está pasando?" preguntó consternado.

"Nos invadieron y nos cortaron la luz. Los generadores de emergencia están manteniendo vivo a Júpiter", explicó el bioquímico.

Orphe tuvo que sentarse para asimilar esa información. La situación era dramática. Nadie vendría a ayudarlos. Eos era su responsabilidad, pero no estaba preparado para una crisis tan grande. "¿Qué debo hacer?"

"En primer lugar, tenemos que asegurarnos de que las ventanas aún abiertas no sean cerradas, calmar el pánico y reunir a todos en una única habitación mientras sea de día. Luego, tendremos que ponernos en contacto con los que quedaron atrapados en los alojamientos".

'Vamos donde Louis”, sugirió Lord Zavi. “Él tiene un gran sentido práctico. Nos ayudará a hacerlo de forma más rápida y eficiente".

Los dos Blondies, seguidos por sus muebles Benson y Quino, se dirigieron donde el responsable de los eunucos. Louis no defraudó sus expectativas. Gracias a una rápido boca a boca ordenó a todos los muebles de tipo C y D que bloquearan las ventanas abiertas para evitar que se cerraran accidentalmente, que registraran todos los rincones accesibles de la torre y que reunieran a todos en el auditorio.

A esa hora de la tarde apenas había Elites en Eos. Casi todos estaban en Parthea, en la torre de Júpiter o en Midas por trabajo o por ocio. Orphe y Raoul eran los únicos Blondies. Había dos Onyx, tres Rubíes, un Jade y un puñado de androides básicos, pero la población del edificio en ese momento consistía principalmente en muebles y mascotas asustadas.

Orphe ocupó su lugar en el centro del auditorio y habló en voz alta: “No sabemos cuándo volverá la electricidad, ¡debemos mantener la calma! Como regla general, todos permanecerán en esta sala. Los muebles de cada clase tendrán que proporcionar mantas, gestionar los suministros de agua y comida, y cuidar de las mascotas."

Entre la multitud, Katze apretaba con fuerza la mano de Daniel. Por fin llegó el momento que tanto habían esperado.

Entonces, Orphe, Raoul y Louis fueron a llamar a las puertas cerradas de todos los alojamientos. Veinte muebles, quince mascotas y dos Elites quedaron atrapados en el interior. Tenían agua y comida para varios días, pero las ventanas y las puertas de sus casas estaban cerradas herméticamente y el oxígeno no duraría tanto. Si el apagón continuara no sobrevivirán.

Como el sistema de agua no funcionaba y los baños estaban inutilizables, se instaló una letrina con baldes. Cada gota de agua debía ser cuidadosamente racionada y utilizada exclusivamente para beber.

Al caer la tarde, el interior de la torre se sumió en la oscuridad. Ni siquiera las lunas gemelas, reducidas a dos delgadas cuñas de plata, podían proporcionar luz.

Muchas mascotas lloraron porque nunca estuvieron en una situación de peligro. Una de ellas era Reinold.

El muchacho de pelo fucsia estaba agazapado en un rincón con una manta puesta. La oscuridad era tal que no podía ver a una pulgada de su nariz. Su Maestro se fue de viaje de negocios fuera del planeta unos días antes y su mueble estaba atrapado en el apartamento. Temía que su misterioso castigador aprovecharía la oscuridad para hacerle daño y se sentía completamente solo y desprotegido. Además, aunque nunca lo admitiría porque había mala sangre entre ellos, tras darse cuenta de que su mueble corría peligro de muerte estaba preocupado por él.

El haz de una antorcha lo iluminó. Reinold se cubrió los ojos con la mano y tardó unos segundos en reconocer al hombre que se le había acercado.

El día que se disculpó públicamente con él en Oasis, hace varios meses, fue bastante cómico. Se arrodilló delante de él y gritó que estaba muy arrepentido de su comportamiento y que quería ser perdonado. Katze, de pie con la bandeja en la mano, se quedó tan sorprendido que olvidó por un momento que era un mueble de tipo D con estrictas reglas a seguir - mirada baja, humildad, apelativos formales y todo eso – y se encogió de hombros diciendo: "Vale, pero ahora apártate de mi camino que me estás haciendo perder el tiempo".

De hecho, desde el día en que fue castigado de forma ejemplar, Reinold se volvió respetuoso. Incluso ayudaba a poner a raya a otras mascotas cuando su actitud se volvía demasiado ofensiva o peligrosa. Katze empezó a simpatizar con él en secreto.

Aquella noche, tras vislumbrarlo de lejos y darse cuenta de su perturbado estado de ánimo, decidió tomar una de las antorchas e ir a buscarlo. Se sentó a su lado y le pasó el brazo por los hombros. "Apóyate en mí y descansa un poco. Me aseguraré de que nadie venga a molestarte mientras duermes".

Reinold estaba tan sorprendido y avergonzado que al principio sollozó aún más. Luego, apoyó la cabeza sobre sus piernas y por fin pudo dormir.

La misma escena se estaba repitiendo en otras partes de la sala. Muchos muebles fueron a consolar a las mascotas asustadas, a veces sin siquiera conocerlas. Ocultos por la oscuridad también había dos muebles de distintas clases o dos mascotas acompañándose.

Quino y Benson, a pedido de sus maestros, fueron a ayudar a los otros Elites. El Ruby, en particular, estaba muy preocupado porque sus dos posesiones permanecieron encerradas en el departamento.

Los dos Blondies dejaron el auditorio en manos de Louis, se armaron con antorchas y registraron la torre por última vez en busca de seres humanos en peligro. Luego, decidieron esperar la mañana en el gran ático.

Las luces de Midas a lo lejos desde la terraza nunca fueron tan brillantes como aquella noche.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).