Algo raro ver que el primer caballero este muy enojado últimamente.
Tanto que el único capaz de poder preguntarle algo y no llevarse un gesto grosero o una respuesta altisonante, era su mismo alumno.
Que solo le decía que no se preocupará que solo eran cosas de adultos.
Claro que su forma maternal de ser, jamás lo haría, comportarse así de mal con quien adora tanto…
Pero incluso que el patriarca se llevara una meuca de seriedad por parte del Lemuriano pelilila y decirle que no era algo importante…
Podría tomarse como una falta de respeto, pues no confesaba nada…
Y obviamente decidieron dejarlo así, ya que… La única persona que le podría sacar la verdad de esto, es solo una persona, además que puede ser el causante de esta forma de actuar de Mu.
Y ese es ni más, ni menos que el caballero dorado de Virgo, Shaka…
No es secreto para nadie saber que varios caballeros entre si se han unido en parejas de forma sentimental, demostrando que prejuicios y miedos se han despejado.
Siempre se había visto que Aries y Virgo se llevaban tan bien, que sería imposible que discutieran y pelearan por mucho tiempo, ya que ambos intentaban siempre comunicarse y arreglar cualquier cosa.
Pero eso… Era algo que nadie comprendía…
Ni el mismo rubio.
Pues cuándo intento hablar con el Lemuriano, este solo lo miro con unos ojos tan fríos que el cero absoluto seria cálido a comparación, una mueca de furia y le dio la espalda, diciéndole que no tenía nada.
Desconcertando al Hindú y queriendo intentar hablar con su novio, pero por todos su intentos no rindieron frutos, pues…
El Tibetano prefería irse a Jamir, entrar a Aries y poner el muro de cristal alrededor.
Actitudes que no ayudaban a comprender que es lo que ocurre en sí.
Sin contar que se pueden considerar hasta bizarras…
Mu, nunca se enojaba así de la nada, sin explicaciones, sin decir nada… Ni intentar arreglar las cosas.
Y obviamente el rubio investigaba, pero ya se arto que ni el mismo alumno de este le pueda decir algo, ya que simplemente Mu no coopera y se calla su malestar.
Se supone el amargado, incapaz de hablar y decir lo que siente es Shaka, su amado Aries, su borreguito… Es mucho más abierto en hablar y arreglar las cosas, por eso, es sumamente extrañó que ya lleve una semana así.
Huyendo de todo esto…
Ya hasta tuvo reclamos por parte del patriarca, exigiéndole que le diga que le hizo a su alumno, pero ni idea tiene el rubio… Nada entiende de esto.
Solo podían concluir una cosa, al estar pesándolo muy bien.
Y es que coinciden perfectamente con la visita que hizo cierta peli azul de Asgard, que visito a la Diosa Atena por asuntos que beneficiarían a ambos bandos… Y que de pura casualidad, tuvieron una conversación antes de su marcha en el primer templo.
Fuera de eso, no se sabe el por qué esta ahora enojado.
Shaka nunca sería un idiota de hacerle daño a Mu, mucho menos de engañarlo o hacer algo por el estilo.
Su devoción y amor esta simplemente con Mu, su fidelidad, dedicación y protección esta solo para su amado borreguito, que para la misma Diosa Atena.
Cosa que no debería ser así, pero… ¿Pueden culpar al Hindú?
Su novio es precioso y lo desea mantener solo para él, es celoso y protector, por eso no entiende que sucede...
Nunca ha hecho nada para que su novio piense o se enojó, simplemente no es coherente.
Por ende, a empezado a planear algo… Que le ayudara a que entienda y comprenda que le está pasando a su amado Lemuriano.
---Esa tarde en Aries---
El primer guardián, está sentado en una silla de madera clara, bebiendo un poco de té de frutos rojos, necesitaba consentirse a sí mismo… Pues aún se siente enojado.
Sí que cuando el pelilila se enoja de verdad, significa peligro y algo que no se le va a pasar en un buen rato, ya teniendo una semana… Más si no quiere hablar… Pues aunque le molesta, le parece tonto sentirse así, sin embargo es inevitable para él no responder así…
No quiere enfrentarse a su novio aun, y sabe que si contaba algo… Irían de inmediato a los oídos de Shaka, por más que les pidiera que no revelarán nada.
No porque fueran chismosos, o bueno un poco si, sino que igual que a él y espera que también a su rubio favorito, no les gusta verlos mal…
Usualmente son unos tortolos, que si bien no desbordan miel a cada paso, se nota su dulce amor de una forma discreta.
Además que es gracioso y a veces cruel para algunos ver como Virgo se humilla un poco para conocer la verdad y Mu solo le responde de forma sangrona y grosera, y una mirada del demonio.
¿Se arrepiente de actuar así?
Claro que sí, pero es difícil para él manejar un sentimiento nuevo… Algo que sí, sintió alguna vez, pero… Por otras causas, no románticas al menos…
Es su primera vez en experimentar celos y no sabe, si sea correcto ir a reclamarle a su pareja… Si en ese momento, no eran exactamente algo en especial, solo… Camaradas de armas, y aun así… le molesta.
Un Suspiro sale de sus labios, dejando la taza sobre la mesa, para admirar unas flores silvestres que su pequeño le trajo esa mañana, para animarlo -¿Estaré exagerando?- Se pregunta rápidamente.
Melancólico, con una mirada triste… Sintiéndose la persona más miserable del mundo, por no poder ser valiente y hablar de esto de una vez.
-No es fácil… A veces… No es fácil decir esto…- Habla para sí mismo, posicionando su brazo derecho sobre la mesa, apoyado en su codo y descansando la mejilla en su mano, para elevar la vista hacia el frente, con desgano solo preguntarse lo que esta pasando.
Cuando entiende que no está haciendo lo correcto al comportarse como un niño algo mimado, sin embargo algo complicado aquí.
Y aun así… Con esta tristeza, la manera de preocuparse por hablar o no de lo que siente, no nota que alguien ha entrado a la primera casa, solo cuando siente un cosmos abrumador rodeándolo, y no precisamente con los brazos en sí.
Sus ojos verde se abran de par en par, girándose hacia su espalda, pero es demasiado tarde…
No ha logrado reaccionar a tiempo, cuando todo su alrededor se ha convierto en algo que conocer muy bien…
Una situación que no creía que se podría llegar a encontrarse, por lo menos no siendo él el objetivo en sí.
Se levanta, haciendo que donde estaba sentado también desparezca de su presencia…
Mira esto con una cara completamente de enojo, frunciendo su ceño, juntando sus tikas, y arrugando un poco su nariz.
-¡¡¡ESTO NO ES GRACIOSO, SHAKA!!!- Grita molestó, cruzado de brazos.
-Lo siento, pero no me has dejado otra opción- La voz de Virgo le responde, saliendo de todos lados y a la vez de ninguno.
Aprieta sus dientes y puños -¡¡¡NO ESTOY PARA JUEGOS!!! ¡¡¡DESHAZ EL TESORO DEL CIELO AHORA MISMO!!!- Su tono es de orden, similar al del patriarca en cuanto actuar se habla y algo no le agrada, salvo que no tiene este título obviamente.
-Perdóname, pero… No puedo hacerlo- Repuesta estoica.
-¡¡¡SHAKA DE VIRGO!!! ¡¡¡NO ESTOY PARA NADA DE BUEN HUMOR!!! ¡¡¡¿ACASO ME VAS A LANZAR UN TESORO DEL CIELO?!!!- Pregunta, posicionándose directamente al frente, dándose cuenta que la persona que le ha hecho eso, al fin da la cara.
-Jamás haría algo así- Responde tranquilo, aunque su paciencia también se está acabando, sin embargo no por eso actuara mal.
-¡¡¡DIME, QUE QUIERES!!!- Le grita de nueva cuenta, notándose furioso a cada segundo.
-Solo quiero, que me digas… ¿Por qué esta tan molestó conmigo?- Abandona su posición lejana del pelilila, para cercarse a él, quedar a unos escasos metros, sin dejar de estar con aquella técnica del tesoro del cielo intacta.
Sabe a qué se refiere, pero su vergüenza por sentir ese sentimiento no lo dejara decir la verdad de inmediato –No, sé de qué estás hablando- Desvía su mirada, molesto, notándose en sus tikas juntas, y la nariz un poco arruga por su cólera.
-Sabes que si- Le responde tranquilo, sin pensarlo se apresurará al estar más cerca, para querer sujetar la delicada mano que añora, que no puede creer que estuviera una semana sin tocarla -¿Qué fue lo que hice mal?- Su pregunta es una verdadera suplica, sus ojos cerrados, pero no porque poco le importe esta situación, sino debía controlar su cosmos en este ataque no activo por ahora.
Muerde su labio inferior, dando unos pasos hacia atrás, pero sin sentir que avanzará bien.
-No… Es nada que te importe…- Declara titubeando.
-Todo lo que se refiere a ti me importa más de lo que crees- Le responde serio, sin importar que deba seguir dando pasos adelante, por cualquiera que Mu de hacia atrás –Si no quieres hablar, bien… Pero entonces no dejare que salgamos hasta que me lo digas- Eh allí la razón por la que debe controlar cada paso de su cosmos, pues… Si Mu planea ponerse en ese plan, él se pondrá en otro.
-¡¡¡¿QUÉ?!!! ¡¡¡SI HACES ESO, TU COSMOS SE VA AGOTAR Y TE CAUSARA PROBLEMAS!!!- El corazón se le acelera, preocupándose por la inconciencia que está cometiendo Virgo.
-Por mí, no existe ningún problema- Responde el Hindú con un tono severo.
Extremista en otras palabras, pero igualmente esta desesperado, aguanto mucho en darle su espacio a Mu, pero ahora ya no puede mas… Su Lemuriano debería decirle que le pasa y saber cómo arreglar cualquier cosa que lo haga enojar, es su única preocupación.
-¡¡¡ESTÁS LOCO!!! ¡¡¡SHAKA, SÁCANOS DE AQUÍ!!!- Habla preocupado, mirando atento al otro, acercándosele para enfrentarlo, aunque enojado, su corazón le dicta que debe ayudar al testarudo rubio.
-Ya te lo dije- Sujeta esas delicadas manos que ama con dulzura –Solo dime que te pasa, y busquemos una solución- Abre sus ojos, mirando atento al otro –No pienso dejarte ir hasta que hablemos, por favor…- El ruego se escucha, los zafiros se notan consternados, pero sinceros.
Esto es demasiado para el corazón y orgullo del Lemuriano, pero no por tener que hablar, sino por preocuparse por su novio, que no desea que por nada del mundo este lastimado por su imprudencia.
Aprieta sus labios, baja la mirada, y aunque sienta deseos de llorar, será firme, para hablar, aunque le molesta y su enojo aun se note en su semblante de borreguito.
-¡¡¡ESTOY CELOSO!!! ¡¡¡¿SI?!!!- Grita de nueva cuenta, arrebatando el agarre del otro con fuerza, pues es difícil darse cuenta que no es tan fuerte como siempre quiso proyectar con respecto a sus sentimientos.
-¿Celoso?- Había cerrado sus ojos por el control necesario, pero los tuvo que volver a abrir para intentar comprender esto -¿De quién?- Incrédulo y confundido por saber qué es esto, pues… Fuera de su amado Mu, no ha estado cerca de nadie, siempre recluido por voluntad en Virgo, solo necesitando la presencia del primer guardián para ser feliz, era lo único que necesitaba siempre.
-De…- Sus lágrimas caen por esas rosadas mejillas, enojado, aprieta sus puños, sintiéndose abrumado por un sentimiento de celos que jamás creyó experimentar, pero es inimitable -¡¡¡¿POR QUÉ TUVISTE QUE SOSTENER A BALDER DE HRAESVELGR ENTRE TUS BRAZOS?!!!- Le dice… Sintiéndose avergonzado por simple y sencillamente, declarar su pensar y demostrar que como cualquier humano, siente algunos celos de vez en cuando, que pueden ser normales, lo malo es no hablarlo.
Hasta el rubio, abre su boca levente, frunciendo su ceño, tanto es el impactó que casi destruye su propia técnica por desconcentrarse, sin embargo no sucedió… Simplemente decidió guardar la compostura.
-Eso fue después de mi batalla contra él… Fue solo un acto de compasión- Declara rápidamente los hechos que son sinceros y verdaderos.
Solo hizo lo que creyó correcto, lo que pensaría que Mu seria capaz de hacer, para alguien que había sufrido de una forma que no merecía…
Tal vez las buenas acciones se pueden llegar a aprender o pegarse al estar con la persona que amas tanto así.
-Eso… Lo se…- Titubea un poco, dejando que sus lágrimas escapen –Sé que, no tiene nada que ver con eso… Pero…- Tiembla un poco, le cuesta hablar firme con esto.
-Mu…- Se acerca con cuidado al Lemuriano, para sujetarlo de los brazos, y brindarle un abrazo –Yo nunca he visto, ni veré a nadie más que a ti como la persona que más amo en mi vida… Yo de verdad, eso solo fue algo que creí correcto para acompañarlo en el momento de su muerte…-
Corresponde el abrazo, sujetando al rubio por la espalda, hundiendo su cabeza en el pecho de Virgo, se siente bastante tonto haber estado enojado por ello, pero es difícil controlar este sentimiento tan pesado –Este es mi lugar… Donde yo solo puedo estar- Sus palabras serias, Con un pequeño puchero.
-¿De verdad… Estuviste celoso por eso?- Le pregunta, sin dejar de abrazar al pelilila, pero le da cierta gracia.
Se queda pensativo unos segundos, hasta que asiente, con las mejillas sonrojadas, mientras sigue ocultando su rostro en ese pecho –Si…-
-Ja, ja, ja, ja- No puede evitar reírse un poco, dejando sonar suavemente, mientras sigue aprisionado al ariano entre sus brazos.
-¡¡¡NO TE RÍAS!!!- Le grita bastante avergonzado por que se da cuenta que al final si es una tontería lo que llego a sentir, cuándo nunca debió hacerlo en primer lugar.
-Debiste hablar conmigo de esto antes- Le menciona, sin dejar de mostrar una sonrisa que el otro no puede ver, pues ha evitado su vista.
-No podía…- Murmura entre dientes, mientras levanta su cabeza, para enfrentar el rostro del Hindú –Te reirías, como lo haces ahora-
-Me parece gracioso que pienses que eso fuera algo importante- Niega con la cabeza, sujetando las rosadas mejillas del Lemuriano con suma ternura –Te conté, de todo lo que hice en Asgard, ¿Por qué dudaste?-
-No me dijiste de eso.- Le menciona con un ligero puchero, aunque su rostro elevado, su mirada es desviada por la pena.
-No lo creí importante, pero… Solo lo acompañe en ese momento de su muerte, para mí no significó nunca nada- Le dice esto con sus ojos abiertos, demostrando que dice la absoluta verdad, pues jamás cambiaria a su amado borreguito.
Derrotado por darse cuenta que estuvo mal, encara al otro de nueva cuenta mirándolo a esos profundo azules –Además, en ese momento no éramos más que camaradas… Sé que… No tenía derecho…- Se siente apenado, pero es honesto a lo que cree.
-Tú tienes el derecho de preguntarme lo que quieras, sin importar que sea- Le informa rápidamente, mientras deposita un beso en esos rosados labios que anhelaba tanto probar desde hace una semana.
Sí que sufrió mucho al esperar ese instante.
-Shaka…- Baja la mirada cuando el beso se rompe, siendo uno casto, solo fue un débil rose.
-Mi amado borreguito, no quiero que de nuevo te sientas así- Le toma ahora las manos, dedicándole una sonrisa, pero cerrando ahora sus ojos, por el cansancio del cosmos gastado –No quiero que sufras en silencio sintiendo celos, sabes que solo soy tuyo, como tu mío-
-Lo se…- Asiente apenado –Creí que no debería haberlo hecho… Perdóname… Me comporte muy infantil- Se siente mal, por haber ocultado algo que al final no era algo tan importante, Shaka se lo aclaro desde el momento que se lo dijo, nunca hubo problemas.
-No pasa nada- Sonríe, para depositar otro beso en esos rozagantes labios, en esta ocasión profundizando este encuentro más que nunca.
Es sin duda un resolución de problemas muy románico y se nota que el rubio no perdería más tiempo, aunque le dio suficiente para que se calmara el otro, mas nunca dejo de insistirle y preguntarle.
Al final no pudo esperar más y necesito respuestas, y aunque fuera de una manera bastante extremista funciono.
Se nota que ambos están muy loquitos de amor uno por el otro.
Sin embargo deberían de salir mejor de esa técnica del rubio, sino… Podrían meterse en serios problemas, más que nada porque el cosmos de alguien termine reduciéndose mucho y no puedan terminar de arreglar su curiosa reconciliación de un tema de celoso por parte del ariano.