Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Verano a tu lado por Acid Boy

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Holaaa. Me tomó como una semana reunir la energía para escribir este segundo capítulo, pero estoy muy feliz con el resultado jajaja. Espero les guste. :p

No pudieron haber pasado más de 5 segundos de principio a fin. En cuanto mi vista aterrizó en ti, tus ojos me encontraron. No pude descifrar tu rostro. Parecías indiferente, algo cansado. Nuestras miradas se cruzaron tanto como fue posible. Pasados esos pocos segundos, ya no podía verte, pero podía sentir tus ojos en mi nuca. Repasé lo que había visto, tratando de saber más de ti. Tienes cabello negro, al igual que yo, pero definitivamente el tuyo se ve más peinado y corto. Me sorprende lo ordenado que se veía, ya que recién estabas corriendo y jugando con tu perro, un pitbull inglés, creo. Pareces ser delgado, más que yo. No estoy seguro, pero creo que somos de la misma altura, puede que yo sea un poco más alto. Creo haber visto una playera de rayas azules y bancas, junto con un short beige, nada muy elegante, ropa perfecta para vacacionar. ¿Estarás de vacaciones con tu familia? También es posible que vivas aquí, hace años que no vengo yo. Tu piel clara te delata, no te veías muy bronceado, así que apuesto a que vienes de vacaciones. No esquivaste mi mirada. ¿Te resulté interesante, digno de una momentánea curiosidad? Tú definitivamente despertaste mi interés. Hago nota mental del número 15, la casa frente a la cual te vi. Por ahora solo te conozco así. El chico de la casa 15.

 

Tan pronto se detiene el auto, comienzo a bajar y trato de buscarte, pero nos alejamos un poco y no alcanzo a verte. Mi tía vive en el número 29, la fachada es muy parecida al resto de las casas, pero el jardín es inconfundible. Ha cambiado poco, según recuerdo. Pasto perfectamente cuidado, flores de todos los colores y una mesa de vidrio acompañada de un par de sillas, cubiertas por una sombrilla. Aún recuerdo haberme tropezado al correr y aplastar un arbusto y flores cuando tenía 6 años. Me dio más miedo la posible reacción de mi tía que la sangre en mi rodilla y mis manos. Cuando vio lo que había ocurrido, y mis lagrimas de culpa, me tranquilizó. La había visto cuidando ese jardín incontables horas y creí que esos serían mis últimos momentos de vida, pero ella solo me miró a los ojos sonriendo y me dijo:

 

—Son solo flores, Alexis. Hay cosas más importantes para mí que esas flores. Ven, vamos a curarte esos raspones y después me ayudas a arreglar un poco el jardín. Podemos sentarnos a ver una película y comer helado para que te sientas mejor cuando terminemos. ¿Chocolate o vainilla?

 

Creo que ese de mis recuerdos más bonitos de toda mi infancia. Nunca me he sentido tan protegido como aquí. Y si algo me llegaba a lastimar, mi tía siempre sabía como arreglarlo. Creo que eso hasta mis padres lo notaron cuando dejamos de venir tan seguido. Con ellos nunca he sido completamente feliz, ni siquiera antes de la separación. Creo que las cosas están mejor entre ellos desde que ya no están casados. Trataron de seguir juntos para no afectarnos a mi hermano Adrián y a mí, pero él ya tiene casi 20 y está construyendo su propia vida en una ciudad diferente; y yo nunca me sentí muy cercano a ninguno de ellos y creo que lo saben. Actualmente pueden estar en la misma habitación sin que todo termine en llamas y explosiones. Creo que son felices. Espero que lo sean.

 

Traerme a casa de mi tía a pasar el verano fue la mejor decisión que pudieron haber tomado para ayudarme por ahora. Cuando regrese a la ciudad, volveré a terapia. Eso se los pedí directamente. Ya no soporto todo el desastre dentro de mi propia cabeza, y necesito hablar con alguien sobre lo que pasó. Ya había ido a terapia cuando tenía 7. Nada grave, solo problemas de autocontrol en la escuela. Quedarme quieto y poner atención no era lo mío. Honestamente, la terapia me ayudó mucho, pero claramente desarrollé un par de problemas emocionales aquí y allá desde entonces. Es difícil no sentir que fracasé y decepcioné a todos.

 

La puerta principal se abre y detiene el tren de pensamiento que agobia mi mente mientras miro el bello jardín. Veo a mi tía Abril tal como la recordaba. Siempre ha hecho pasar vergüenza al sol, su esplendor y energía ilumina cualquier lugar. La veo sonreír en cuanto me reconoce y se acerca a darme un abrazo muy fuerte, se siente tan familiar que parece que aún tengo 6 años. Su largo cabello castaño está recogido y viste un bonito vestido de sol color verde con detalles de hongos rojos.

 

—No sabes cuanto me alegra verte, mi niño. Has crecido tanto que apenas te reconocí. ¡Tengo que pararme de puntitas para poder abrazarte bien!

 

Estaba por reírme, pero me di cuenta de que tenía razón. Siempre me había sentido pequeño en sus brazos, pero era cierto. ¿Quién hubiera dicho que en 5 años se crece tanto?

 

—También te extrañé mucho, tía. Me encanta tu vestido. Y el jardín se ve más bonito que nunca. Podría jurar que tienes poderes mágicos con las plantas. Cualquier planta que toco, parece renunciar a la vida en ese momento.

 

—Entonces más te vale mantenerte a mínimo tres metros de distancia de mis plantas.

 

Mientras mis padres hablaban con mi tía para aclarar los últimos detalles sobre mi estadía, comencé a bajar mis maletas del auto y las metí a la casa. Supuse que me quedaría en el cuarto de invitados, que, con mis visitas constantes del pasado, se había convertido en mi habitación no oficial. Mientras levantaba la última maleta, un perro muy familiar se acercó a olfatearla, y después a mí. Parecía inofensivo, pero no quise asustarlo, así que me quedé quieto mientras mi nuevo amigo investigaba mi olor.

 

—¡Rocky, ven! Perdón por la molestia jaja. Es muy curioso y le gustan las personas nuevas.

 

Mientras el perro, Rocky, se alejaba, levanté la mirada y volví a encontrarme con esos ojos que ya me habían cautivado antes.

 

—Mucho gusto, me llamo Pablo.

 

Nunca me había sentido tan atontado en toda mi vida. Me sentí hipnotizado por la mezcla de los ojos tan amables y el dulce sonido de su voz. Nunca he querido besar tanto a alguien. 

Notas finales:

Por fin se conocieron nuestros queridos protas! Espero les haya gustado, trataré de actualizar pronto. Les mando un besito, bell@s.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).