- Se que encontrare al indicado... es decir... ¿que tan difícil es encontrar a tu pareja predestinada? -- Mare dijo emocionado frente al espejo mientras Azul lo esperaba aburrido sentado en el filo de la cama, iban tarde 2 minutos a la primera clase.
Una hora después....
--.... se cree que las parejas predestinadas son casi un vestigio de nuestra evolución porque de hecho solo el 0.5% de los matrimonios pertenecen a esta unión biológica predeterminada, además de que el porcentaje a bajado considerablemente en las últimas décadas, sin embargo más del 90% de la población mundial nace con una pareja predestinada... --el profesor detuvo su explicación y miró a Mare sobre el armazón de sus lentes, quien levantaba la mano insistente y firme. --¿si?...
-- ¿Quiere decir que aunque la mayoría tiene a su enlace también la mayoría decide no conservarlo? -- preguntó decidido.
--En realidad no es solo una cuestión de elección.... -- lo señaló entrecerrando los ojos, se había olvidado de su nombre.
--¡Mare! --le respondió enérgico.
--Si, Mare, es más bien... sobre un crecimiento exponencial y acelerado de la población y sobre las nuevas perspectivas de vida de las generaciones más jóvenes, ¿Alguien sabe a lo que me refiero? --El maestro lanzó la pregunta al aire y en el aula se generó un silencio sepulcral, todos agacharon la mirada evitando el contacto visual.
--No estoy seguro pero... me imagino que el enlace se mantiene hasta cierto punto, después, si ambos individuos predestinados no se encuentran o interactúan de alguna forma el vínculo se desvanece, eso explicaría porque el crecimiento exponencial de la población lo afectaría.... -- dijo Azul finalizando, el profesor sonrió agradecido y señaló a Alex.
--Alex por favor --le pidió.
--Desde hace un par de décadas el orden mundial está cambiando, la independencia de las instituciones occidentales, las guerras del norte entre los países sextagesimos, las revueltas y protestas por la libertad sobre las clases ordinarias, la caída de los antiguos regímenes conservadores y elitistas, las nuevas generaciones tienen mentalidades más abiertas, eso repercute en la libertad de decidir con quién procrear o vivir... -- Añadió Alex. Azul no pudo evitar con sorpresa lo inesperado que aquel comentario tan atinado había sido de parte del más alto, pues había asumido que su sola existencia era una completa inutilidad.
--Gracias por participar chicos... así es, esos son solo algunos de los posibles motivos que han propiciado la disolución de estos vínculos, sin embargo aquellos que tienen la posibilidad y voluntad de permanecer junto a su pareja predestinada conservan el vínculo indefinidamente...
--¿Cual es su opinión con respecto al vínculo, maestro? -- pregunto Azul con cautela.
--¿Con respecto a que?
--Como doctor en antropología biológica médica ¿usted que cree que sea mejor, tanto mental como físicamente, conservar el vínculo o estar con otra pareja? -- pregunto de nuevo.
-- El siglo pasado aún se pensaba que era terrible procrear o decidir no estar con el enlace nato, y aunque ahora tiene en algunos aspectos respaldo científico, en aquellas épocas era motivado más que nada por prejuicios y creencias supersticiosas, eso aún perdura en nuestros tiempos. Ahora se sabe que cualquiera puede procrear perfectamente con cualquier pareja que prefiera, esto se debe a que la SÚINA que es la sustancia que codifica y determina nuestro vínculo con nuestra pareja predestinada desde el nacimiento comienza a producirse en parejas aun si no son enlaces después de generar acoplamientos prolongados tanto sexuales como sociales, esta unión aunque requiere tiempo y constancia es la que conocemos como el imprimamiento... pero si la pregunta es sobre algo personal, creo que cualquiera tiene la libertad de hacer lo que desee si es con responsabilidad... Aun así, hay muchos estudios y estadísticas que podrían esclarecer tu inquietud, Alex de hecho hizo una magnífica investigación sobre enlaces y acoplamientos que realmente vale la pena -- añadió el profesor señalando al alfa mencionado, Azul lo miró fugazmente y este solo le guiño un ojo.
No quería tener nada que ver con él y aun así no podía evitar sentirse interesado.
Quizás en realidad pese a su primer encuentro desastroso realmente le agradaba.
Las clases continuaron hasta finalizar con Educación Física
Azul salió 15 minutos antes.
Al llegar a los fregaderos traseros al edificio central, vio a un tipo enjuagando su playera ensangrentada mientras que de su nariz escurría sangre a borbotones, se paralizó en un costado. Supo al instante que era un alfa por su olor, uno tan inconfundible que supo que ya antes lo había percibido, era aturdidor.
El sujeto levantó la mirada y lo observó unos segundos, de inmediato lo reconoció, era Alex.
Con razón no lo había visto desde que la clase había comenzado.
--¿Que mierda estás viendo? --dijo y el omega dio un saltito, Alex se enjuago la cara para retirar la sangre y exprimió su playera. --¿acaso quieres que te dé una paliza? -- preguntó caminando en su dirección, el cuerpo de Azul se había quedado inmóvil de forma involuntaria, pero no tenía miedo, al contrario, verlo salpicado de sangre, con el torso descubierto, empapado en sudor y la playera rojiza de ese líquido sanguinolento le provocó un escalofrío de emoción que no había sentido antes, no sabía en lo que estaba pensando.
El alfa se paró frente al omega y este retrocedió un paso, Azul se aclaró la garganta y tragó saliva, no entendía cómo podía sentirse tan cautivado y con una especie de calor en el pecho cuando se encontraba en un escenario tan peligroso.
Mare le gritó desde atrás en su búsqueda y cuando los vio supo que su amigo estaba en problemas.
--!!Cielos te estuve buscando, el profesor te está llamando!! --le gritó, Azul se giró para verlo y Mare lo tomó de la muñeca con sigilo al acercarse.
--No te preocupes, yo lo llevo en cuanto terminemos de hablar--dijo Alex deteniendo al ojiazul de la otra muñeca, lo tomo con fuerza y esbozo una sonrisa torcida al otro omega.
--Es urgente... --insistió Mare, se generó un silencio alargado hasta que Alex suspiró y apretando la mandíbula lo soltó.
--Supongo que no hay remedio-- masculló finalmente.
La pareja de omegas salió corriendo de ahí con el corazón a mil, Mare por susto y Azul más probablemente de emoción.
Algo en Alex lo cautivaba de una forma inesperada y lo hacía hacerse consciente de él por más que lo detestara.
Mare tiraba de su muñeca hasta que al fin entraron a las regaderas.
--¿¡En qué rayos estabas pensando?¡-- lo reprendió su amigo. -- te quedaste como estupido, pudo romperte la cara... -- continuó. Azul lo escuchaba con la adrenalina en la boca y al no contener su nerviosismo se soltó a carcajadas. Mare lo miró confundido y preocupado, frunciendo el ceño sin entender el chiste. -- oye ¿Te das cuenta que ese tipo es un completo psicópata? te prohíbo volver a verlo....
--¿Crees que fui a drede ahí? me lo topé sin querer...
--Es que a veces ya no se ni de que eres capaz -- le dijo Mare y Azul rio un poco más.
La campana sonó dando comienzo al receso del mediodía.
--¿Así que ese tal Gen es realmente novio del amigo de ese psicópata? -- pregunto Mare en voz baja, el remitente le dio un apretón en el brazo y cerró los ojos.
--¿Puedes decirlo más alto? -- le respondió de manera sarcástica aproximándose a la mesa de la cafetería donde ya los esperaban Gen y Joe, quien coqueteaba dulcemente con este último.
--Al fin.. ¿a dónde fuiste? -- pregunto Gen al verlos llegar.
--... Acompañe a mi amigo, él es Mare... -- lo presentó el más bajo, el rubio y moreno lo saludaron con entusiasmo.
--Vaya ¿vienen en pares ahora? -- dijo Joe a modo de burla y Gen rodó los ojos irritado
--Te recuerdo que es mi amigo ahora, si tu o Alex le tocan un pelo te corto las bolas ¿Vale? -- remato el omega agudizando su voz al finalizar y tocando dulcemente la nariz de su novio con el dedo índice.
--Te obedezco porque te amo, pero a Alex sabes que nadie puede decirle qué hacer...
--Estas advertido... así que....-- se limitó a decir Gen y le dio un golpecito en el hombro. Sacando el aire con resignación el alfa le tendió la mano a Azul.
--Las cosas que hago por este sol... ¿Un nuevo comienzo? --preguntó con una media sonrisa en los labios.
--Dile que sí, si no quieres terminar entre los puños del psicópata -- le susurro Mare rápido mirándolo inquisitivamente.
Azul le estrechó la mano y al final todos se sentaron a la mesa.
--¿De dónde es que se conocen? -- preguntó Joe a ambos amigos.
--Fuimos juntos al internado de Nasda desde que tengo memoria -- explicó Mare.
--Entonces... ¿Nunca habían convivido con alfas de esta forma? --volvió a preguntar.
--Azul no realmente, yo por otro lado solía salir de fiesta con mis hermanas mayores así que... -- explicó confiado Mare, no era raro en él comenzar desde el principio con una apariencia segura y sociable. -- En realidad, he tenido un par de novios este año, aunque ninguno era mi enlace....
--¿Acaso en el internado de Nasda la pareja predestinada es algún tipo de ilusión? -- pregunto nuevamente Joe
-- Si, algo así, después de todo es un colegio catolico, lo más preciado y divino a lo que un omega puede aspirar es a quedarse con su pareja predestinada o en el peor de los casos volverse monja o sacerdote -- explicó Mare tranquilamente y Joe se soltó a reír un poco.
--Una disculpa, es que... -- rio un poco mas -- es lo mas ridic....
--Ignorenlo es solamente un idiota --lo interrumpio Gen dandole un sape en la frente. -- Por cierto hablando de idiotas ¿dónde está Alex? -- aprovecho para preguntarle.
Mare le dio un apretón a Azul por debajo de la mesa y lo miró levantando la ceja discretamente. Joe desvaneció la sonrisa de sus labios y se acomodo en su asiento, luego le susurro algo en el oído a su novio, Gen cambio el dulce semblante que lo distinguia y bufo.
-- De nuevo está con esos estúpidos.... -- dijo para sí mismo lo suficientemente fuerte como para que los que lo rodeaban lo escucharan. Se levantó y sonriendo amablemente a todos dijo -- Ahora vuelvo chicos, los veo en clase de ciencias...
--Por dios... ¿no puedes dejarlo solo ni por un solo momento verdad?-- reclamó Joe un tanto fastidiado, Gen lo miró con seriedad.
--Deja de intentar consecuentarlo y te advierto que si le sigues los pasos terminamos...-- dijo Gen con severidad y se marchó por la salida, Joe sacó el aire y señaló con el pulgar el lugar por donde su novio había salido.
--Nos vemos... -- se despidió y lo siguió. Mare y Azul se miraron entre ellos completamente confundidos.
--De haber sabido que te ibas a conseguir una bola de amigos tan raritos hubiera venido el primer día.... -- dijo el amigo a modo de broma y Azul soltó una risita.
Para Azul, Alex era un ser de otro mundo y su curiosidad por esta desconocida criatura nunca antes vista lo orillo a prestarle atención como aquel que observa un fenómeno meteorológico para su investigación.
Hasta antes de salir del internado en la costa siempre había creído que terminaría convirtiéndose en monje o que la única probabilidad de que consintiera un alfa sería porque habría encontrado su enlace o algo así.
Se gastaba el tiempo viéndolo contar chistes a sus amigos y bromear, como corría en la clase de deportes, tenía una fastidiosa forma de persuasión a la que el castaño jamas habia estado expuesto, Azul aunque escéptico con respecto al tema no tardó en darse cuenta del amor platónico que la maestra de literatura tenía por él, algo hasta cierto punto alarmante para el pequeño omega pero bastante común en el caso del Alfa, puesto que justo como había predicado Gen, Alex parecía no tener reparo en aceptar con agradecimiento y hasta cierto punto ternura, las insinuaciones perversas de cualquiera, algo que para Azul aún resultaba repugnante según las circunstancias católicas a las que había estado acostumbrado, sobre lo sacro y el pecado.
Sin siquiera ser consciente Azul encontraba interesante mirarle las manos, Alex tenía manos grandes y afilada, las movía siempre con un particular sensual que se volvió la debilidad del castaño, (sus manos) acompañantes de sus discursos y enfáticas en sus expresiones proyectaban una seguridad desbordante y descuidada, aunque de un labor desconocido a la distancia en la que Azul las miraba eran de una suavidad sedosa.
--Te lo digo yo, sabes que tengo mucha más experiencia que tu, esos imbéciles son todos iguales, te cuentan un cuento de hadas y después seguro andarás llorando por ahí, te lo advierto, si te metes en problemas no voy a sacarte de ellos... -- amenazó Mare decidido a verter todo su desdén en Alex, y a fin de cuentas para cualquiera la primera impresión que se podía distinguir de alfa era de un tipo indiferente y engreído, dispuesto a someter y hacer papilla a cualquiera que se pusiera en su contra, prepotente y con aires de grandeza, astuto pero hasta golpear lo cruel y burlesco, un desperdicio lamentable.
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