Viernes de peliculas [ChanChang]
“Desde la mañana, tú y yo
Estamos esperando por la lluvia
Contigo y este clima
No puedo creer lo feliz que soy.”
—Rad Museum; Dancing in the rain
El mundo podría pensar de ellos de muchas formas, solo compañeros de trabajo, integrantes de una misma banda o incluso enemigos, daba igual lo que los demás tuviesen que decir respecto a su relación. Era mejor tener aquello guardado para evitar ser dañado.
Habían permanecido un tiempo separados, pero no era por voluntad propia, la cuarentena a la que se sometieron los hizo reflexionar sobre las cosas que sucedían entre ellos, BangChan siempre estaba ocupado y apenas y si podía dormir. ChangBin atendía otros asuntos, pero sus horarios libres nunca coincidían, a veces llegando a pesar en si de verdad seguían siendo una pareja, las parejas se ven diario o por lo menor hay un beso en una semana, pero ellos ya no tenían eso y en el fondo ChangBin era el más afectado.
Una noche de insomnio se asomó por la ventana, una fuerte lluvia comenzaba, el ambiente se sentía deprimente, se preguntaba si BangChan estaría ya en casa, detestaba no dormir junto a él, siempre estar entre sus brazos le hacía descansar, tenían tanto estrés por las nuevas promociones que llevaba días sin dormir.
El agua escurrir por el asfalto le hizo recordar sus días de traines, cuando compartieron una sombrilla bajo la lluvia, pudo saber y memorizar su colonia favorita, una vez le había regalado una en su cumpleaños, y su mamá le ayudó a escoger una pulsera de plata que aún llevaba puesta sin un día de falta. Su corazón empezó a latir, recordando su primer beso, siendo tomado contra una de las ventanas del edificio de la empresa, poniéndose nerviosos de ser atrapados, sus escapadas al estudio del mayor para seguir besándose, extrañaba los momentos en que habían compartido, y no culpaba al mayor por su falta, pero la inexistencia del tiempo compartido lo estaba torturando.
—¿Sucedió algo? ¿Puedes dormir bien? —ChangBin había ido a revisar a la habitación de BangChan si se encontraba en casa, afortunadamente lo estaba, estaba viendo la lluvia caer a través de su ventana, así como él lo estaba haciendo hace rato.
—Quería saber si estabas aquí. —Murmuró bajando un poco la mirada, antes de empezar a alejarse para regresar a su habitación, pero fue detenido por la mano del mayor.
—¿Te puedes quedar esta noche? —Murmura, no hay ninguna luz encendida, solo el de la farola fuera de su ventana, ve ciertas sombras que dan forma a su rostro y no puede evitar suspirar y asentir a su petición.
Hacía frío, así que la hoodie en el atuendo de su novio era imprescindible, se acostaron en su cama y ChangBin sintió como su cuerpo era rodeado por los brazos ajenos, atrayéndolo. En un momento su espalda chocaba contra el pecho de su novio, sus manos fueron entrelazadas y en su nuca sintió un fuerte suspiro.
—Lamento no estar tanto tiempo para ti, Binnie. —La voz de BangChan se escuchaba un poco adormilada. —Hay muchas responsabilidades, a veces…a veces solo quiero dejar de existir. —El agarre de sus brazos se hizo más fuerte y sus dedos se entrelazaron. —Pero, llegó a casa y veo a los chicos y me dan fuerza. —Sus músculos se relajaron mientras pegaba su mejilla a la ajena. —¿Me perdonas? —
—No hay nada que perdonar… —Se gira para encarar a su novio, sostiene su rostro con una de sus manos y con su pulgar limpia una de las lágrimas de BangChan, este se avergüenza un poco, y al ver que ChangBin empieza a llorar en silencio le acerca para abrazarlo con más fuerza.
—¿Qué podemos hacer? —Cuestiona, se quedan en silencio esa noche, abrazados mientras el sonido de la lluvia los arrulla, la verdad era que solo ese necesitaba, a ChangBin.
Se levantan hasta tarde, ese día sus horarios eran casi hasta el anochecer así que no importaba a que hora se despertaran. BangChan se quedó en cama hasta que el menor se levantara.
—Buenos días. —El mayor toma la barbilla de su chico para darle un beso, ChangBin rodea por inercia los hombros ajenos mientras profundiza el beso, hasta antes de alejarle de golpe.
—¡Chan! Ya te he dicho que no me gustan los besos por las mañanas, no me he lavado los dientes. —El mayor rie mientras le abraza a la fuerza pues el menor quiere levantarse para irse a lavar los dientes.
—Eso no nos ha detenido antes. —
***
—¿A dónde van? —Cuestiona BangChan al ver a JeongIn, JiSung y HyunJin alistarse para salir del departamento, un poco extrañado. —¿No tienen nada pendiente? —
—Hyung, es viernes de películas, hace meses no lo tenemos y hay maratones de buenas películas en el cine —Habla Jisung mientras los otros dos se adelantan a salir. —Volveremos temprano, el manager nos lleva, adiós. —
El líder se queda sentado en la sala, suspirando mientras toma su taza de café y enciende el televisor mientras aquella idea le ronda la cabeza.
Lleva mucho tiempo sin compartir con su novio, usualmente los viernes eran los días que más libre.
—¿Aun te gustan las películas de terror? —Cuestiona entrando a la habitación del menor, éste se acaba de bañar y se estaba colocando su ropa para descansar en casa.
—No me dejan dormir pero sí. —Rió un poco mientras siente como el mayor le abraza por la espalda y acaricia su vientre. —¿Por qué preguntas? ¿No irás a trabajar a la empresa hoy? —
—No. —Le da un beso en su cuello y se separa para tomar asiento en la cama del menor. —Los chicos tendrán una maratón de películas, nos dejaron un rato solos. —ChangBin se pone un tanto nervioso mientras toma su toalla y empieza a secarse sus cabellos. —Podemos tener viernes de películas, como ellos. —
—¿Quieres hacer maratón de películas de terror? —Cuestiona dejando su toalla a un lado. —Tendrás que soportarme en la noche porque no podré dormir. ¿Tomarás responsabilidad? —Alzó su voz como usualmente lo hacía mientras su novio se reía y ello contagiaba a su chico.
—Pero si ya lo hago. —BangChan abrazó las piernas del menor, le cargó y lo dejó caer sobre la cama, encimándose en él.
—Chan…pero ¿Qué haces? —Su voz se pone nerviosa mientras trata de resistirse.
—Hace tiempo que no estamos solos. —Susurra con una voz seria, deslizando sus manos en los costados del chico.
—Lo sé… —No puede verlos a los ojos pues se siente un poco tímido, hasta que su barbilla es jalada con fuerza para hacer que vea a los ojos a su mayor, antes de que este uniera sus labios a los ajenos y empezara un lento roce entre ellos.
***
BangChan pagó la pizza que había pedido, estaban preparando todo en la habitación del mayor ya que estaban más cómodos ahí, después de una buena sesión donde sus pieles se reconocían, ahora disfrutaban de su tiempo estando abrazados viendo distintas películas que hacen temblar al menor. Se sienten plenos, BangChan lo disfruta, aunque casi no ponga atención a la pantalla, el perfil de su novio es más entretenido de ver y admirar.
Solo para molestar, Chan mete mano debajo de la ropa de ChangBin, su pretexto es buscra que se relaje, y como siempre, ChangBin finge enojarse, pero encuentre aquel juego tan entretenido que ya se ha corrido dos veces, uno gracias a la mano alrededor de su hombría y otra a los dedos ajenos en su interior. Van por la tercera película, BangChan esta seguro que ChangBin no dormirá con pesadillas, pues lo que más lo tiene entretenido es su longitud entrando y saliendo de su cuerpo, recargando su pecho sobre la espalda del menor cuando se libera en su interior.
Ambos siguen con caricias hasta que sin darse cuenta caen dormidos, ambos abrazados, sumamente cómodos que serían incluso la envidia de Morfeo, siendo arrullados por una nueva lluvia nocturna, cómplice de sus actos que hacía lo posible para ocultar el jadeo de la pareja a sus vecinos, cada gota golpeaba el asfalto y relajaba el ambiente, dejando de ser triste.
Los viernes de películas para BangChan y ChangBin se hicieron una tradición desde entonces, y aunque no siempre terminaban cayendo a sus bajos instintos aprovechaban cada segundo para disfrutarlo, a veces las películas quedaban en segundo plano y solo charlaban, a veces veían series, a veces solo dormían todo el día, pero nunca más sintieron el vacío que pudieron haber sentido.