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Fábrica De Bebés por Liss83

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Ron observo detenidamente los gestos casi imperceptibles que el rubio hizo mientras analizaba como responder esa pregunta. Tenía que estar atento el más mismo gesto le daría un argumento para llevarlos a la corte

 

 

 

-          ¿po que mama? – pregunto Ron – ¿Po que eshto quí?

-          Porque mereces tener una segunda oportunidad – dijo el rubio – un padre que de verdad te cuide. Te proteja. Te amé. ¡No un como el imbécil de Arthur, que solo ve en ti una tarjeta de crédito ilimitada! – y giro la cabeza para besarle la frente – todos los bebes que hacemos aquí son deseados y amados por sus padres. No como otros que después de un tiempo lo echan de casa disque porque ya son   grandes. Los bebes que hacemos aquí siempre serán lo primero para sus papis

-          ¿Cómo shabesh quen va she bebe y quen papa? – pregunto Ron  

-          Las personas que quieren ser papás me llaman y me dicen “Draco quiero un bebe así, así y así” entonces yo busco alguien que viva en las calles, que necesite que lo amen y le den una familia, los traigo aquí y con medicinas los hago bebés de nuevo – dijo Draco tranquilamente – después ellos se van con sus papás y son felices para siempre.

-          ¿Me dishte medishina a me? – pregunto Ron

-          Si – dijo Draco acariciándole el nacimiento de los glúteos

-          ¿Aguien te lamo pa que yo chea shu bebe? – pregunto Ron

-          Tú eres solo mío y de papi – dijo Draco besándole la mejilla – nuesto bebe enmosho – dijo Draco haciéndole cosquillas y llenándolo de besos haciendo reír al pelirrojo a carcajadas

-          Ño po favo, ño. Coquilas ño – suplicaba tratando de zafarse

-          Cosquillas si – dijo el rubio rodando en la cama y quedando sobre el otro –  ya verás como de bonito la vamos a pasar cuando llegue papá de su viaje. Te vamos a hacer muchas cosquillas y a darte muchos besos – y empezó a repartirle por todo el cuerpo

 

 

 

Los labios llegaron con las cosquillas hasta sus pies y volvieron a subir, sin embargo cuando estaban a la altura de su cadera se alejaron para que manos expertas abrieran su pañal y lo limpiaran. No supo de donde salieron los paños húmedos, pero lo agradecía. Sin embargo, el movimiento había hecho que el plugin se le enterrara un poco más formándole una erección que él no quería, por lo que intento alejarse empezando a sollozar. Pero era tarde. Su miembro había sido atrapado por una boca golosa

 

 

 

-          Ño quedo – dijo Ron – etente. Ño quedo – y sollozo

-          Está todo bien, mi vida – dijo Draco  sin sacar el miembro de su boca – mamá solo te va demostrar cuanto  te ama

-          Pedo ño quedo – grito Ron empezando a sollozar cuando sonó el celular del rubio – no me guta. Quedo inme – suplico mientras Draco miraba su celular –. Po favo

-          Por favor mamá – corrigió el rubio

-          Po favo mamá – dijo el pelirrojo y el otro hombre respiro hondo poniéndose de pie y caminando hacia su closet

-          Tengo una reunión y aun no te alimentado – dijo revisando su guardarropa

-          Quítame e… esha cosha que pushiste. Po favo – suplico

-          Ronald, papá va llegar pronto y tienes que estar listo – dijo poniéndose un pantalón verde – ¿o quieres llorar cuando papá juegue contigo? – golpearon suavemente la puerta - pase

-          Señor – dijo Mulciber, un hombre mayor que fungía como niñero en el primer piso – el señor Lastrange llego.

-          ¿lo llevaron a los cuneros? – dijo Draco peinándose

-          Si señor – dijo el niñero

-          Muy bien – dijo Draco – ahora traen el biberón de mi hijo. Dáselo y llévalo a los jardines que juegues con los conejo

-          Como usted ordene

-          Cariño – dijo sentándose en  la cama – mamá tiene que darle su bebe a un papá. solo será media hora, lo prometo. Luego iremos a jugar a la piscina ¿quieres? – y lo beso en el cabello – cuídalo bien o te morirás – sentencio caminando hacia la puerta, pero se detuvo y giro para mirarlo antes de salir – Ronald, aún tenemos que seguir preparándote para cuando llegue papá. Mulciber, no lo vistas. El día esta increíble. Mi hijo hoy solo usara pañal – y salió

-          Ya escuchaste a mamá, mi bebe enmocho – dijo el hombre – vamos al jardín para que tomes tu lechecita esperando a mamá. Pero primero, vamos a  calmar tu entrepierna – y el terror nuevamente recorrió el cuerpo de Ron

 

 

 

______________________

 

 

 

Ya había perdido la noción del tiempo que estaba allí, pero una cosa era segura, su cumpleaños estaba cerca. Era de noche y estaba acostado en la cuna abrazado a su peluche de comadreja miraba las ramas de los arboles mecerse por la ventana. Odiaba tener esos comportamientos como necesitar abrazarse a Scabbers para poder dormir. Estaba aburrido. Siempre estaba aburrido. Draco tenía otra reunión y lo dejo en la habitación. Según lo que entendió del día anterior, una nueva bebe había llegado y “su madre” tenía que supervisar su ingreso y asignación de niñera.

 

 

 

En momentos como ese se ponía a pensar en que estuviese haciendo si no lo hubiesen secuestrado. No alcanzo a mudarse a su nuevo departamento Mathew Street, en la zona central de la ciudad. Media cinco mil metros más terrazas. Piscina climatizada. Y una ubicación perfecta para realizar las mejores fiestas de Londres. ¡Como extrañaba su vida! ¿La podría recuperar algún día? ¿Alguien lo extrañaría? ¿Qué habrían dicho los medios sobre su desaparición?

 

 

 

Escucho la puerta abrirse y fingió dormir. Normalmente cuando Draco regresaba a la habitación y lo encontraba dormido en su cuna solo le daba un beso y lo arropaba. El invierno había llegado y el rubio prefería que no saliese de la recamara. Sin embargo el perfume que inundo la habitación no era el del rubio, ni el de ningún empleado. Era uno que él conocía perfectamente.  Una mano acaricio su mejilla y no pudo evitar levantar la vista mientras su cuerpo se estremecía y paralizaba al mismo tiempo recordando las palabras de Draco: “Ronald, papá va llegar pronto y tienes que estar listo ¿o quieres llorar cuando papá juegue contigo?”

 

 

 

-          Hola cariño – dijo Blaise de manera macabra ­– papá llego y viene para jugar contigo. No tienes idea como te extrañe

 

 

 

Miro hacia todos lados buscando una manera de huir, pero en su condición era imposible alejarse de esos brazos que cuidadosamente lo sacaron de la cuna. Le beso la frente y aspiro su aroma caminando rumbo a la cama. El instinto le grito que huyese. Que pelease. Pero el miedo lo paralizo  completamente. Quiso gritar pero no encontraba su voz, aunque sus lágrimas si encontraron su camino hacia el exterior.

Blaise tarareo suavemente la canción de cuna con la que Draco solía arrullarlo, mientras lo acostaba en mitad de la cama y subió también a la cama. Lentamente le bajo el pantalón acariciándole descaradamente los muslos hasta quitárselo y tirarlo lejos. Se inclinó a la altura de sus rodillas y deslizó su lengua sobre la piel, erizándola completamente. Abrió el pañal y su sonrisa se ensancho

 

 

 

-          Veo que alguien estaba muerto de ganas por jugar con papi – dijo acariciándole su miembro semi-erecto ¿Por qué reaccionaba así si estaba aterrado?

-          Ño, ño quedo po favo – suplico llorando – shede u bebe beno. Obedeshede. Po favo ño do adash

-          Claro que eres un bebe bueno – dijo Blaise – y por eso vas a quedarte quietesito y a disfrutar el cariño que te va dar papá

-          Auxidio – gritaba el pelirrojo llorando desesperadamente – ño quedo

-          Tranquilo Roncito – dijo inclinándose sobre su entrepierna y mordiéndosela suavemente la parte interna de esta – papá solo quiere  mostrarte cuanto te ama

 

 

 

Lentamente le saco el plugin y le metió la lengua entre sus glúteos. Ron olio el aceite de bebe mientras Blaise se acomodaba las piernas flexionadas del pelirrojo sobre los hombros. Ron gritaba llorando aterrorizado. Intentaba golpearlo pero no tenía la fuerza necesaria sintió como un dedo repleto de aceite se abría paso en su interior. Y luego otro. Y otro. ¿Cómo podían ser tan enfermo como para aprovecharse de alguien induciéndolo a ese estado de salud para secuestrarlo y violarlo?

Se sentía asqueado y aterrorizado a partes iguales. Blaise tomo su miembro y comenzó estimularlo con la mano, mientras entraba y salía de su ano con su lengua.

 

 

 

-          ¡Bashta! ¡Bashta! ¡no quedo! ¡Bashta!

-          Delicioso – dijo Blaise relamiéndose los labio mientras tomaba el aceite de bebe que estaba sobre la mesita de noche – pero mamá me va matar si te lastimo. Ya ves lo sobreprotectora que es – y untando sus dedos introdujo los dedos uno por uno – no tienes idea lo que me costó contenerme esos meses que dormía contigo en el hospital – se quitó el pantalón y la ropa íntima lanzando las prendas lejos, antes de untar con aceite también su miembro –. Mi bebe hermoso entre mis brazos y yo sin poder jugar con él como quería – lo levanto en brazos y acostándose él de espalda, sentó al pelirrojo sobre su entrepierna más que despierta

-          ¡Duede! ¡Duede! ¡Ño quedo! ¡Duede! – gritaba Ron desesperado sacudiéndose para alejarse, pero con cada movimiento lo único que lograba era que el medico  se enterrase más profundo en él – ¡auxidio!

-          ¡Dios! – fue el grito de Blaise que retumbo en toda la habitación al sentir la paredes húmedas y tibias del interior del pelirrojo, y sujetándolo suave pero a la vez firme por la espalda  a la altura del cuello, empezó a mover sus caderas sin control - ¡Vamosh Ron! ¡Juguemosh al Vaquero! ¡Vamos mi niño! ¡Ade! ¡Ade! ¡eres mi Ariel jugando en su caballito de mar!

-          ¡Ño! ¡Ño! ¡Ño! ¡Ño! ¡Duede! ¡Ño! ¡Duede! – gritaba Ron al punto de quedar afónico mientras Blaise se venía dentro suyo con un grito liberador

 

 

 

Blaise cayo hacia atrás en la cama y acomodo a Ron sobre su pecho mientras intentaba calmar con palabras dulces el llanto desgarrador del pelirrojo. Esperaba que Draco se desocupara pronto y regresara a la habitación. Moría por tener entre sus brazos a sus dos grandes amores

 

 

 

Escucho ruido a lo lejos pero no quería abrir los ojos. No quería que supiera que estaba despierto. Lo había hecho hacía poco rato y entreabriendo los ojos descubrió que estaba en su cuna, con únicamente su pañal puesto y su peluche entre sus brazos. Desde ahí vio a Blaise durmiendo desnudo plácidamente en la cama. ¿Cómo había venido a parar en este infierno? Y lo peor era que desde que había sido declarado con incapacidad legal y menor nuevamente, ¡Blaise era su tutor legal! ¡Era su padre!

 

 

 

 


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