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Saving Contract por only_hope

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Notas del capitulo:

¡Buenas noches! Aquí un capítulo más ;)

"¿Cuál es tu canción favorita?"

Axel titubeó. Llevaban varios días conversando a través de las cartas del arlequín hasta ese punto. Tenía que estar alerta para el momento en que Eris apareciera para decirle en qué consistía la nueva misión, pero en su lugar estaba ahí, frente a su cuaderno, pensando en lo que le contestaría.

 

"Miss those days de Mina Okabe"

 

"No me suena" Lo supuso, pero realmente no se había puesto a escuchar qué clase de canciones había en ese mundo, no con el detenimiento o el conocimiento que tendría con las de su mundo. Carraspeó.

 

"Sí, es que tengo gustos muy indie, ¿sabes? ¿Cuál es tu canción favorita?"

 

"Hablas muy raro a veces jaja. Mhn, Ashes, de Madness in Radio Station"

 

"Ahhh, ya"

 

"Tampoco la conoces, ¿verdad?"

 

"En mi vida los he escuchado, lo siento"

Abel rió por lo bajo, antes de leer después un "pero la buscaré, lo prometo". De parte de I.

 

—Ahora sonríes más — Alzó la vista al escuchar aquello. La enfermera ni siquiera lo estaba viendo mientras llenaba sus papeles.

 

Se sintió algo avergonzado. En la hora libre que tenía, aquel era el único lugar seguro en el que podía estar esperando. —Creo que hice una amiga —Admitió.

En su hoja una pregunta apareció.

 

“¿Bebida favorita?”

Se lo pensó un poco. ¿Así se sentía tener una amiga? A sabiendas ahora que estaba siendo observado, controló más su expresión al escribir. “Coca Cola, definitivamente” Para después añadir. “¿La tuya cuál es?”

 

“El té de lavanda, aunque en frappé igual está bien”          

 

“Mhn, ya veo”

“¿Qué ves?” Desde su lado, Axel ladeó la cabeza con interés. Estaba tamborileando la pluma en la hoja en el momento en que una escueta respuesta se escribió.

 

“Es que es un poco… ¿muy de chicas?”

 

“Ahhh, ¿es una bebida para mujeres, dices? ¿Ya la probaste, señor experto?”

 

"Bueno, ¿cuál es tu comida favorita?"

 

"No te rías. Es la sopa de cebolla"

Axel carraspeó una vez más, Abel se limitó a poner "Sin comentarios" para después añadir "¿Puedo preguntar por qué?" A lo que de buena gana explicó.

 

"Me recuerda a mi madre. A ella le gustaba mucho prepararla, y no es por presumir, pero hace la sopa de cebolla más deliciosa del mundo"

O al menos de su mundo. La extrañaba. Le dio por preguntarse si es que alguna vez saldría de ahí. Regresó la pregunta, esperando saber qué contestaría él.

 

"Estofado de ternera. Aunque también podría comer donas todo el día y sería feliz"

 

"Ok, ya me dio hambre. Permiso"

 

<<¿Listo?>> Desde su lado, Eris veía interesada lo que estaba haciendo. Axel cerró su cuaderno, con una mueca de fastidio. <<No sé si coquetear con el protagonista sea muy sano… >>

 

—¿Quién está coqueteando? —Axel se levantó del suelo en donde estaba, agradecía que el jardín de Westbrook fuera lo suficientemente amplio y estar tan lejos de las pocas personas que estaban ahí. De otra manera, seguramente lo tildarían como loco al escucharlo. Titubeó — Hacer esto, ¿no me reduce puntos?

 

Eris hizo una mueca <<No necesariamente. Es como si estuvieras jugando con los vacíos legales de un contrato, siempre y cuando no interfieras con tu propósito original aquí, no estás infringiendo ninguna regla. Además…>>

 

—¿Además? — Axel guardó su cuaderno, curioso. Ella sonrió.

 

—Nada, presiento que lo que estás haciendo puede tener dos resultados, y ambos son muy beneficiosos para ti y tu contrato. — La mueca en su interlocutor le causó gracia, resultaba obvio que habrían muchas más preguntas, pero no disponían de tanto tiempo considerando que sólo contaban con esa hora libre.  - Andando.

 

Axel volteó los ojos, pero obedeció. Eris flotaba a su lado, solamente visible para él, junto a la pantalla de misiones. Cruzaron el jardín y varios pasillos, a medida en que avanzaban, los transeúntes se iban volviendo menos, nada sorprendente, tratándose del horario de clases. Llegaron hasta un área particularmente vacía de Westbrook. Axel supo que se trataba de los límites del instituto al ver el aura violeta que bordeaba el terreno y lo separaba del bosque.

 

<<¿No hay una especie de cámara que nos pueda atrapar?>>  Pensó con detenimiento cada palabra. En esa área el gélido viento denotaba la presencia de magia.
Por toda contestación, de su sombra la oscuridad se extendió, fue siguiendo el trayecto con la mirada, su sombra se extendió hasta tres árboles diferentes, Axel comprendió en el momento en que observó lo que cubrían: piñas de cristal.

 

Eran las cámaras.

 

<<Con esto ya te doy 15 minutos. Si no quieres que te atrapen, muévete >> Asintió. Repasando la misión que acababa de aceptar, fue acercándose al manto violeta. Entre los arbustos encontró una roca particularmente grande. <<Písala>> Con un deje de duda obedeció. Frente a sus ojos, aquella malla protectora se abrió para dar paso al bosque.

 

<<¿Es tan sencillo violar la seguridad?>> Cruzó lentamente, la risita de Eris lo hizo fruncir el ceño..

<<No estamos fuera de Westbrook>> Sonaba segura al afirmarlo, añadió <<pisa esa otra roca, ya te lo explicaré después, esto es importante para tu contrato>>.

 

Axel suspiró, buscó con la mirada el objeto indicado. Ni bien pisó la siguiente roca, el suelo bajo sus pies tembló. La tierra y rocas se movieron formando un espiral, que se convirtió en escaleras de caracol hechas de polvo y piedra, que descendían por una especie de madriguera. Intuyendo lo que tenía que hacer, bajó por aquellos escalones.

 

Una vez que la oscuridad de la madriguera lo engulló, cuatro veladoras se encendieron. Paseó la mirada por el sitio; el suelo tenía un símbolo de lo que, él quería pensar, sería pintura escarlata. <<¿Una secta?>> Supo que así era por el tarareo de su compañera.

 

<<Esta era su sede hace mucho tiempo, cuando los directivos de Westbrook fueron acusados y el personal reemplazado esta área sólo se cubrió. La seguridad nada más la ocultó>>

 

-¿Por qué? - Usó su voz inconscientemente, por lo que fue bajando la voz al darse cuenta. ¿Que le garantizaba que no habría nadie cerca? Por toda contestación, Eris carraspeó.

 

<<Porque no había nada que saquear, ¿qué es lo peor que pueden hacer los estudiantes? ¿Venir aquí a fumar? O bueno… eso es lo que ellos creen, y de eso nos vamos a aprovechar. ¿Tienes con qué escarbar?>>

 

Quien carraspeó en respuesta fue Axel, recorrió el reducido cuarto. Al igual que los escalones, en esencia todos los muebles eran a base de piedra y tierra. Cuando pasó sobre el símbolo de espiral, la pantalla de misiones se iluminó. Bajó la vista; justo en el medio, una piedra de cristal reflejó la luz de la pantalla.

 

<<8 minutos…>> Quiso maldecir ante el canturreo de la chica, se inclinó - ¿Cómo se supone que la debo sacar? - Tanteó las bolsas de su saco, luego de su pantalón y el maletín que usaba de mochila. Inexperto, sacó una de sus plumas, con la que intentó picar el suelo. - ¿Me das una mano?... - Ella bufó, pero al volverse nuevamente parte de su sombra, y llegar hasta su mano, la pluma que portaba fue reemplazada por un pico, con el que resultó más sencillo cavar un hoyo en la tierra.

 

Entre la tierra removida, el muchacho sacó lo que en principio creyó era un cristal incrustado en una base metálica, pero al tenerlo en sus manos, notó que lo estaba agarrando al revés. Al voltearlo, pudo apreciar mejor de qué se trataba: una brújula…

La pantalla a su lado anunció.          
[NUEVO OBJETO DESBLOQUEADO. Estado de la misión: Completada. Puntos acumulados por la misión: 350. ¡Felicidades!]     

Inconscientemente alzó la vista hacia las escaleras, una sonrisa de suficiencia formándose en sus labios. <<5 minutos>> - ¡Ya voy! - Gruñó bajito, y guardándose la brújula en el saco, empujó con su pie la tierra a su sitio, cubriendo burdamente el agujero.

 

Una vez que se alejó, la ilusión que protegía la madriguera y el manto falso de Westbrook volvió en su lugar. <<¿Para qué me va a servir esto?>>

 

<<Ya lo sabrás más adelante>> Había respondido ella. Esperaba que fuera así.

 

 

<<Nada mal, considerando lo limitada que estás>>

Eris lo había dicho de manera casual, y una sonrisa colmada de arrogancia se dibujó en sus labios por toda respuesta. Jugueteó con las flechas y los talismanes que estaba usando. Ciertamente, estaba mejorando, pero no podía sentirse con la confianza suficiente para dar más de sí. Eris rio por lo bajo. <<¿No piensas decirle nada? >>

 

Axel suspiró; llevaban así ya 30 minutos, desde que había notado al intruso. Habló en voz alta. —¿Planeas quedarte ahí toda la tarde?

 

Detrás de unos maniquíes sin utilizar, emergió una cabellera castaña. Se trataba del niño del otro día, quien lentamente fue saliendo de su escondite. El mayor estaba por saludar, cuando el niño se adelantó, declarando.

—Pensé que eras mejor en el tiro al arco.

 

 Su cara debía ser un poema al haber escuchado tales palabras. —Sólo estaba… calentando.

 

—¿Desde hace una hora? — Axel trató de recordar el nombre del menor, no podía, no lo mencionaban ciertamente en la historia original. Sea como fuera, no podía creer que hiciera comentarios tan crueles, en verdad se estaba esforzando mucho…

 

—¿Tú no deberías estar entrenando o en clases? —Decidió evadir, el otro se mostró sorprendido, luego algo avergonzado.

 

—Estoy en eso… —Titubeó, desviando la mirada, aquella expresión se veía bastante tierna, y similar a como lo había visto la vez pasada. —Hay algunas cosas que no… me salen aún.

 

—Oh, si quieres podemos practicar juntos —Supuso que aquellas palabras no eran comunes en el Axel original, al ver la sorpresa dibujada en los ojos cafés del menor. Sin embargo, curiosamente el puntaje de reputación no bajó, lo que agradecía.

 

—¿No vas a decirme que me largue? — A diferencia de otras ocasiones, su hermano mayor parecía bastante contrariado al escucharlo, quizás tanto o más que él mismo. Lo vio desviar la mirada, jugando aún con las flechas.

 

—¿Por qué haría eso? Es obvio que necesitas ayuda, y tal vez podría apoyarte con algo. — Ni bien había terminado su oración cuando escuchó el característico pitido de su puntuación. "¿5 puntos menos de reputación?" Su cuerpo se tensó al ver aquello. Al estar frente a alguien, río de manera nerviosa, sin embargo, el niño parecía legítimamente pensarlo. Muy despacio, asintió.

Juntó sus palmas en un enérgico aplauso —¡Bien! ¿Con qué quieres comenzar?

 

El niño no tendría más de 8 o 9 años, aun con esas, tenía un aire de orgullo y curiosidad que le inspiraba ternura. No comprendió que había también inseguridad hasta que lo escuchó decir "Telequinesia"

 

—Oh… —Sí había algo, además del cabello y forma de la cara, que resaltara las diferencias entre ambos miembros de la familia Ivanov, esa sería los poderes. Axel hizo un gesto con la mano, restándole importancia. Llamando a Eris, el niño cambió su expresión al notar cómo, ni bien el mayor llamó a su espíritu, la sombra del muchacho se extendió hasta alcanzar a dos maniquíes, los cuales, espada en mano, se pusieron en posición de ataque, de las sombras emergió un amuleto que Axel tomó. —¿por dónde empezamos?

 

Habría pasado más de dos horas desde que Stephan había escuchado de parte de los sirvientes que su hermano pequeño estaba entrenando. Pero no lo veía por ningún lado. Al no encontrarlo ni en el jardín, donde ambos solían practicar, ni en el interior de la casa, ya suponía dónde podría estar.

 

"Seguramente está espiando a esa porquería" Pensaba despectivo. No sería la primera vez que lo atrapaba siendo echado a gritos por el bastardo pelirrojo, o que simplemente lo encontraba siguiéndolo. El otro niño no entendía, pero avanzó hasta el salón de entrenamiento. No escuchó gritos, por lo que quizá Axel aún no había descubierto al más pequeño.

 

Sin perder el tiempo, asomó la cabeza. Abriendo mucho los ojos ante la escena.

Dos maniquíes se abalanzaron hacia el niño, quien los detuvo como si se esperara el ataque de manera ensayada. El bastardo rodeó entonces a Sean con flechas que iban en todas direcciones hacia él. Pensó en meterse, sin entender. Padre siempre decía que las habilidades del bastardo eran absolutamente débiles, pero por su hermano sabía que en realidad era muy bueno.

 

Entonces, ¿por qué sus movimientos tampoco parecían tener la velocidad o la fuerza para hacer daño?

Sean gruñó —¡Solo puedo detener uno a la vez!

 

El pelirrojo manipuló el amuleto que tenía en las manos, como si se tratara de las cuerdas de un títere, y todas sus armas cayeron al suelo. —Tengo una idea—Opinó ¿de manera constructiva?

 

Axel susurró en el oído del castaño la idea. No entendía, desde que empezaron a entrenar, cada vez que hacía uso de sus conocimientos o su fuerza, los puntos de reputación subían al menos 5 puntos. ¿Por qué de pronto bajaron 20?

 

El niño no parecía desconfiar de él, asentía solemne. Decidió ignorar aquello de momento. —Desde arriba — Decretó. Alzando de nueva cuenta su amuleto —Eris, ¿nos ayudas?

 

Los maniquíes se alzaron, espadas en mano, con un salto atacaron. Sean tomó aire, movió su mano la invisible fuerza proveniente de su poder los detuvieron. Notó entonces el momento en que su hermano mayor disparó, ahora en una sola dirección. "Concéntrate" se pidió, y moviendo su mano otra vez, consiguió levantar del suelo los maniquíes, proyectándolos en dirección a las flechas, parando así el ataque.

 

Ambos niños, tanto el que entrenaba como el espía parpadearon ante la incredulidad, el niño de 9 años celebró —¡Lo hice! —Y volteó en su dirección —¡Stephan! ¡¿Viste eso?!

 

El segundo intruso se tensó, no esperaba que, al igual que él, al ser descubierto el pelirrojo también se tensara. Ignoró ese hecho, ya que había sido atrapado y con el orgullo a flor de piel, soltó —¿Qué demonios estás haciendo, Sean? ¿Olvidas lo que nos ha dicho, padre? Llevo horas buscándote.

 

Ante la mención del adulto, el más pequeño de los tres se sintió intimidado, inconscientemente, volteó en dirección al muchacho, esperando otra pelea de parte de sus hermanos.

Si bien Axel ya lo había notado, no estaba preparado para interactuar con otro de los miembros de la familia Ivanov, menos cuando suponía qué clase de relación tenían con su versión original. El otro niño tendría unos 13 años, en tanto salió ya podía percibir su actitud a la defensiva. Él desvió la mirada.

 

—Tus poderes son de telequinesia —Optó por decirle al menor de los tres, esperando que su expresión de superioridad pudiera ocultar el nerviosismo que realmente le atacaba — Cuando estés bajo ataque, o en entrenamiento, piensa en todo como un arma o herramienta, no como un obstáculo.

 

Sean arqueó una ceja, de todos los días, no esperaba que llegara uno en el que su hermano mayor fuera de despreciarlo le diera un consejo, menos en esa área. Bajó la cabeza, avergonzado. —gracias, Axel. —Murmuró, y tomando la mano del otro niño, lo jaló afuera para evitar alguna confrontación. Este, parecía muy contrariado por la actitud del pelirrojo, por lo que se dejó hacer.

 

En otras circunstancias, quizá se habría afligido por el comentario, pero considerando que en realidad esa era la primera interacción real que tenía con “sus hermanos”, y el avance que tuvo con el menor luego de un par de horas conversando, Axel no pudo más que sonreír. La puntuación a su lado recuperó por lo menos 10 de los 20 que había perdido antes.

Notas finales:

La recomendación random de la semana es la canción favorita de Axel en este capítulo:
Mina Okabe - Miss Those Days (Español) (youtube.com)

Aprovecho también para decir que Coca Cola no me patrocina absolutamente nada jajan´t 


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