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EL EPÍTOME DEL EROTISMO por SonDanSaiyajin

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Notas del capitulo:

Gracias por leer.


se aceptan abiertamente opiniones  :) 

Capítulo 10


Sasuke no sabía lo que era estar emocionalmente desgastado hasta esa mañana, en la que por primera vez se levantó tarde. Usualmente su rutina era estricta y perfecta, ningún minuto se le escaba para cumplir sus obligaciones en tiempo y forma. La noche anterior no pego el ojo al estar pensando en su situación actual con Naruto, la felicidad que lo embargaba era desbordante, pero las inquietudes iban creciendo a la par. La reacción de Deidara no le había agradado nada, si el rubio cara de Barbie actuaba así ¿Qué pasaría con el padre y la madre de Naruto? ¿Qué pasaría con sus padres y con su hermano?, no era su miedo las consecuencias que le pudiesen acarrear a el mismo, pero si le preocupaba los problemas que acarrearía a el rubio, porque al ser el mayor la gente lo vería como "el malo del cuento" "un aprovechado", "un pervertido" y quien sabe que cosas más, aunque lo de pervertido si era, pero lejos de asustarlo eso le encantaba mientras fuera solo el quien pudiera ver esa faceta de su rubio amante.


Con la prisa que nunca había tenido no le dio tiempo de ducharse, tomo su uniforme, se acicalo un poco y se vistió listo para partir.


—Buenos días Oka-san.


—Buenos días cariño, ¿te sientes bien? — amorosamente toco su frente con el dorso de su mano—No es usual que se te haga tarde.


—Estoy bien madre, solo me desvele estudiando, tengo prisa ¿Dónde está Itachi? Me llevara al instituto— anuncio mientras se calzaba en el recibidor.


—Tiene rato que se fue no podía esperarte.


—Rayos tendré que correr.


—Sasuke tu padre te quiere esta tarde en la empresa, hará reunión con los Namikaze respecto al negocio.


—Bien... adiós madre.


Una cuadra antes de llegar dejo de correr, se tomó un momento para arreglarse bien el uniforme, respirar correctamente y caminar lenta y altivamente rumbo a la entrada, pues tenía un prestigio que mantener ya que ver corriendo ridículamente a un Uchiha por problemas de puntualidad era inconcebible.


Entro al aula agradecido por no haberse encontrado a Karin y Suigetsu en los pasillos, ya que lo traían azorado con el tema de su relación con Naruto.


Tomo asiento, saco sus apuntes y miro la hora en su celular percatándose que tenía una notificación de mensaje.


Que tengas buen día mi hermoso, ardiente, sublime, perfecto sexy y gruñón gatito.


Una sonrisa boba invadió su rostro mientras leía su mensaje una y otra vez, disipando todas las molestas inquietudes de las últimas horas mientras en la esquina del salón una bonita rubia de ojos azules lo miraba sorprendida.


—Sakura...Sakura mira... — picaba la rubia a su amiga, la cual se encontraba distraída mirando videos en su celular en lo que llegaba el profesor.


—¿Qué quieres Ino? —la miro furiosa.


—Sasuke-kun está sonriéndole a su celular.


—¿Pero qué dices Ino puerca? Sasuke no sonríe y menos usa su celular en el aula— reprendía mientras lo buscaba con la vista y miraba que, en efecto, lo que su amiga decía era verdad.


¡Sasuke sabia sonreír!


—E..es verdad.


—Te lo ganaron pelos de chicle... ya debe tener novia— reía burlona.


—No, eso no puede ser...— había sido rechazada por el Uchiha varias veces, pero de eso a estar lista para saber que alguien más lo había conquistado, le dolía y mucho.


Ella era Haruno Sakura, heredera del imperio de hoteles Haruno, su promedio era envidiable, hablaba varios idiomas, tocaba diversos instrumentos, llevaba años cultivándose y tomando clases de etiqueta para que el día en que se comprometiera con Sasuke no hubiese mejor partido, hasta llego a fundar un estúpido club de fans... ¿Quién demonios había enamorado a Sasuke? ¿Quién era mejor partido que ella?


Al ver el gesto de tristeza y decepción mezclados en la cara de su amiga, la conciencia comenzó a pesarle. Tal vez su relación con Sakura era de amor-odio, pero realmente le tenía mucho cariño, se conocían desde el kínder y sabia cuanto le gustaba el azabache, si incluso su amistad comenzó así, peleándose por la atención de Sasuke, solo que cuando fueron madurando Ino supo darse cuenta que eso no era más que un amor superficial y vacío que nacía de una simple atracción física, Sasuke ni las miraba. Ahora no sabía cómo hacerle entender lo mismo a su amiga.


—Vamos Sakura— acaricio su cabello con cariño —Tu sabias que esto podía pasar, aparte no estamos seguras de que ese sea el motivo de su sonrisa—trato de consolar.


—Es que tu no entiendes ... yo lo he amado desde siempre— sus puños apretujaron su falda y su fleco tapo su mirada.


—Tu no lo amas Sakura— tomo su hombro y suavemente alzo el mentón de la peli rosa.


—¿Tu que sabes? —esputo con desprecio, retirando la mano de la rubia.


Molesta saco sus apuntes ignorando a su amiga, aprovechando que el profesor acababa de llegar al aula.


************


—Buenos días señorita, quisiera ver a Uchiha Itachi.


—Si claro ¿Quién lo busca? para que pase el informe— sonrió la bella recepcionista.


—Namikaze Deidara.


—Un momento por favor señor Namikaze.


—Kasui buscan al señor Uchiha de parte de Namikaze Deidara.


Se encontraba nervioso, nunca hubiese ido a buscarlo si no fuera estrictamente necesario, aun le dolía, pero tenía que afrontar la realidad, no lo hacía por él, lo hacía para ayudar a su hermano, tenía que arriesgarse porque sabía que cuando la bomba explotara, mas valía tener aliados que enemigos.


—Señor Namikaze puede pasar, el señor Uchiha lo espera.


—Gracias.


Con los nervios a flor de piel tomo el ascensor ensayando internamente una y otra vez el discurso que le daría a Itachi. Lo conocía muy bien, era tan intenso como cualquier Uchiha y posesivo a morir, eso incluía a su pequeño hermano, así que tendría que ser muy convincente para que nada saliera mal, la culpabilidad se lo estaba comiendo al pensar en que estaba traicionando la confianza de Naruto.


Sin más dilaciones llego a la planta más alta del edificio y camino por el pacillo que lo conducía a la oficina del azabache, aspiro profundamente para tratar de calmar los nervios cuando la secretaria le dio acceso. Puso la mano en la perilla de la puerta y con decisión la giro.


Él estaba ahí, esperándolo tras su moderno escritorio, sentado sobre su elegante silla de cuero, mirándolo con los ojos intensos que siempre lograban quitarle el aire. Itachi era el mismo adolecente que lo volvía loco, pero al mismo tiempo no lo era. Verlo durante la cena en casa de sus padres fue más fácil, porque, aunque el Uchiha lucia imponente en cualquier vestimenta, mirarlo ahí, luciendo de esa manera le hacía temblar las piernas. El traje negro hecho a la medida resaltando la blanca piel y esa corbata color vino haciéndolo ver tan dueño del mundo... de su mundo.


—Deidara— sonrió altivamente.


—Itachi— trato por todos los medios de que no le temblara la voz.


—Toma asiento por favor— señalo la silla frente a él.


—Gracias.


El pelinegro carraspeo antes de hablar. —Y ¿Qué te trae por aquí?... realmente me da mucho gusto tu presencia, pero la última vez que hablamos me dijiste que no querías verme.


—Yo no vine por ese asunto hmm— soltó con convicción.


—¿Ah no? — una media sonrisa de suficiencia adorno su rostro.


—Quita esa cara Uchiha... el asunto que me trajo hasta aquí es bastante serio.


Itachi quiso reír, ver a el rubio escandaloso y expresivo tratar de mantener el rostro estoico, era todo un deleite que le causaba ternura y removía viejos sentimientos que calentaban su pecho, pero tenía que reconocer que la cara seria del otro le estaba inquietando, no imaginaba lo que quisiese Deidara hablar con el de manera tan repentina.


—Bien... dime.


—Itachi... solo prométeme que te diga lo que te diga me terminaras de escuchar y no harás nada apresurado— le temblaban hasta las manos, rogaba que todo saliera bien.


—¿Qué pasa Dei?... me estas asustando


—E... es sobre tu hermano.


—¿Sasuke? — frunció el ceño extrañado.


—En realidad es también sobre Naruto...— murmuro por lo bajo, pero fue perfectamente audible.


—¿Naruto-san? — no estaba entendiendo nada. —No entiendo.


—Itachi ellos...ellos— no encontraba las malditas palabras para decirlo.


—¿Ellos que?


—Ellos están...— hacia pausas muy prolongadas y desesperantes.


—¿Ellos están qué? — como todo Uchiha, la paciencia no era su fuerte.


—¡¡¡ SASUKE Y NARUTO ESTÁN ENAMORADOS!!! — grito y se cubrió el rostro con las dos manos tratando de ocultarse.


La estoica cara del primogénito se transformó, su quijada descendió de golpe hasta el suelo. De su boca salían sonidos inaudibles, como si su prodigiosa mente estirpe de su apellido se hubiese desconectado de su cerebro.


—Na naruto y y Sasuke...no...pe..pero ¿Cómo?¿Qué? ¿Enamorados? ¿Qué?


Fugaku estaría muy decepcionado de escuchar a cualquiera de sus hijos hablar como idiotas, pero en realidad la ocasión lo ameritaba. La información era imposible de procesar.


Recargo ambos codos en su escritorio y enterró el rostro en sus manos tratando de pensar claramente. Sereno su respiración poco a poco relajándose en el proceso y ahora sí, su mente comenzó a volar hacia los sucesos pasados donde había visto interacción entre ellos. Fue levantando el rostro con un semblante de sorpresa... claro... todo estaba ahí, la manera en que Naruto molestaba a Sasuke, y Sasuke... claro Sasuke respondía a sus provocaciones en lugar de ignorarlo como a todos los demás. También estaba esa ocasión en que Naruto llevo a su hermano a casa después de mandarlo a llevar los permisos a Namikaze Publicity y el menor traía una playera con el símbolo Uzumaki...la manera en que Sasuke andaba de mejor humor, de pronto su semblante se fue transformando por uno de ira pura...su pequeño hermano caminaba raro hace un par de días justo después de no llegar a dormir argumentando haberse quedado con su amigo Jugo. Se levantó de golpe tirando la silla hacia atrás y señalo a Deidara acusatoriamente.


—¡¡¡TU MALDITO HERMANO!!! — el dedo acusatorio le temblaba por la cólera — ¡¡¡TÚ MALDITO HERMANO ABUSO DE MI HERMANITO!!!


Oh no, podría seguir amando al Uchiha ese, pero no permitiría que dijera algo así de Naruto. Igual de furioso que la contraparte se incorporó de un salto, pero su silla no se fue hacia atrás, así que para validar su enojo la pateo.


—¡¡¡NADIE ABUSO DEL MOCOSO!!! ¿QUÉ PARTE DE ESTÁN ENAMORADOS NO ENTENDISTE UCHIHA HMM?


—¡SASUKE ES UN NIÑO!


—¡YA ES MAYOR!


—¡ESE INFELIZ PERVERTIDO ES MUY VIEJO PARA MI HERMANITO— azoto su palma contra el escritorio —SON TAN DIFERENTES!


—¡SE AMAN! —para no quedarse atrás azoto su palma también, aguantándose el dolor en el proceso. — las diferencias no importan... tu y yo nos amamos alguna vez aun siendo tan diferentes— el tono que uso para decir lo último fue disminuyendo lentamente, logrando que el azabache se calmara.


Itachi camino hacia el sillón de su oficina y se desplomo. ¿A quién quería engañar? las señales estaban ahí, su hermanito no era tonto ni fácil de manipular, tendría que estar muy enamorado para actuar así y el tontamente pensó que una bonita amistad estaba creciendo entre él y Naruto. Deidara camino lentamente y dejo caer su peso muerto junto a él.


—Naruto...Naurto está dispuesto a hacer cualquier cosa por Sasuke, confía en el por favor.


—No hay justificación Deidara... son muchos años de diferencia.


—¿Y qué pretendes? ¿Qué dejen de amarse?


—¡No lo sé!... todos sabemos el historial de mujeres de tu hermano ¿Cómo confiar en él? Ni siquiera sabía que era gay.


—Tú también eres gay... aunque te vayas a casar con una mujer hmm— no pudo evitar el reproche en su voz.


—¿A sí que ya lo sabes? —suspiro.


—Eres una figura pública en Konoha hmm.


—Has sido solo tu...


—¿Qué?


—El único hombre...que me ha gustado— murmuro con un leve sonrojo muy poco común en alguien como él.


Un ambiente cálido se instauro en el lugar, aun desparramados en el sillón voltearon sus cabezas y se miraron a los ojos.


Y ahí estaba el con sus vivos ojos azules... ese rubio escandaloso que le regalo los mejores años de su vida, iluminando cada parte de su ser con su extravagante personalidad, el mismo que lo dejo roto cuando se fue, viviendo una depresión tan grande que tuvo que tragarse por que no podía contarle a nadie, pudo sobreponerse al pasar de los años, pero no superarlo... un amor tan grande no se podría superar jamás. En un acto de anhelo estiro su mano y acaricio uno de los mechones rubios, perdiéndose en la mirada curiosa que tanto amo, con ese característico delineado negro intenso que usaba Deidara.


—¿Interrumpo algo?


Una hermosa y alta mujer se encontraba en el marco de la puerta con una radiante y linda sonrisa. Su piel era tan blanca como la de Itachi, los preciosos ojos color miel de mirada seductora parpadeaban curiosos meciendo sus largas pestañas. El lacio cabello azulado enmarcaba su rostro hasta la altura de sus hombros. El vestido rojo de alta costura se pegaba divinamente a sus largas piernas de modelo. Los bonitos tacones negros caminaban con un andar felino bastante elegante.


—Konan­— rápidamente se incorporó.


—Honey— musito mientras le robaba un pequeño beso pasando sus brazos por el cuello contrario.


No había duda, solo una mujer tan hermosa podría ser la prometida de Uchiha Itachi, la pareja perfecta, ambos ricos y atractivos, perfectos para posar en una revista.


—Mucho gusto, Amegakure no Konan prometida de Itachi— Saludo alegremente estirando su mano amablemente.


Encima es tan dulce.


Es perfecta.


Se incorporó rápidamente. —Namikaze Deidara— trato de sonreír naturalmente y acepto la delicada mano de la mujer —Amigo de Itachi.


—Oh tu cabello es tan dorado— exclamo sorprendida mientras tomaba un largo mechón y lo acariciaba a lo largo —Es tan lindo ¿no crees honey? —le preguntaba a un estoico y frio pelinegro.


—Lo es... realmente lo es— la mirada del Uchiha era tan intensa.


Sin esperar más se despidió educadamente de la pareja y salió de ahí. Los sentimientos por Itachi aun lo lastimaban, pero no tenía derecho a quejarse, después de todo él lo abandono sin importarle las suplicas y las lágrimas. Había cumplido con su misión, la cual era convencerlo de que Naruto y Sasuke se querían realmente, así cuando los demás se enteraran, tendrían a Itachi de aliado.


*****************


Salió con prisa del Instituto, su tiempo era escaso para comer y cambiarse, tenía que reunirse en la empresa con su padre, al menos vería a Naruto, aunque no podría acercarse a besarlo y dejarse mimar como tanto le gustaba.


—¡Sasuke-kun!


Ay no.


—Sasuke-kun... que bueno que te alcance.


—¿Qué quieres Haruno? — el tono salió con molestia.


—Disculpa Sasuke-kun... hable con Azuma sensei y nos colocó en el proyecto final juntos.


—¡¿Qué?!... no te ofendas, pero yo siempre hago solo mis proyectos.


—Lo siento Sasuke-kun pero esta vez dijo que era obligatorio.


—Demonios— odiaba trabajar en equipo y más si se trataba de Sakura.


—Tenemos 2 días más... si quieres podríamos ir a mi casa— con un sonrojo hablo la peli rosa imaginándose las posibilidades.


—No.... hoy estoy ocupado— soltó fríamente, aunque preocupado, ese proyecto no se hacía de un día para otro, menos en el nivel en el que él estaba acostumbrado a hacer sus entregas.


—No te preocupes Sasuke-kun, podemos hacerlo cuando termines tus ocupaciones— tenía que insistir si quería empezar a pasar tiempo con su amor y averiguar qué mujer le había conquistado.


—Bien...tendré una reunión en la empresa así que saliendo podemos ir al café cercano y trabajar ahí ¿de acuerdo? — por nada del mundo iría a casa de Sakura y menos la llevaría a la suya.


—Claro que si Sasuke-kun pasare por ti— respondió sin ocultar su emoción.


Sin siquiera despedirse Sasuke dio media vuelta y se apresuró a seguir su camino, ahora tendría que trabajar con la fastidiosa peli rosa.


continuará.......


 


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