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EL EPÍTOME DEL EROTISMO por SonDanSaiyajin

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Notas del capitulo:

:)

Capítulo 11


—¿Les gusta el peligro cierto? — sonrió perezoso. —Qué problema— aventó la pelotita relajante al otro lado del escritorio.


—No es como quisiera que fueran las cosas'ttebayo... pero no puedo obligarlo a decir la verdad— suspiro resignado y devolvió la pequeña pelota.


—Es obvio Naruto... aunque es mayor de edad, aun no es adulto.


—Deidara lo sabe.


—Vaya ... se está complicando ¿Tú se lo constaste?


—Nos descubrió... por poco mi madre también— coloco sus manos tras su nuca —Soy un adulto Shikamaru... me siento ridículo escondiéndome.


—No sé qué decirte viejo— el usual gesto flojo cambio a un serio. —Naruto... esto es la punta del iceberg, lo que viene será más difícil ¿Realmente valdrá la pena enfrentar todos los problemas que tendrán que afrontar solo para estar juntos? — cuestiono mientras se pasaba la pelota de una mano a otra. —No dudo de tu amor, pero no se ... tal vez puedes conocer a alguien que no te complique la vida.


El golpe que el puño dio contra el escritorio resonó en toda la pacifica oficina sorprendiendo al Nara quien no estaba acostumbrado a esos arranques de parte de su amigo de infancia.


—¡Todo sacrificio es nada si la recompensa es poder amar a Sasuke! — la determinación pintada en los ojos azules daban paso a la veracidad de sus palabras, terminando de descolocar al Nara.


—Naruto... —Las palabras se atoraron en su garganta... no sabía que más decirle a su amigo, realmente estaba loco por el pequeño Uchiha y no quería ser quien subestimara los sentimientos ajenos.


—No puedo Shikamaru—la aflicción teñía su voz. — ¿Cómo dejo ir lo que no sabía que me faltaba?... cada día desde que acepte amarlo me tortura la idea de que me separen del...yo...yo no podría soportarlo.


El sonido del comunicador rompió el pesado silencio que se apodero del lugar.


—Naruto-san los señores Uchiha ya están aquí.


—Gracias Hina...pásalos a la sala de juntas, en un momento estaremos ahí.


—Aquí vamos.


***************


El progenitor Uchiha y sus 2 retoños centraban su atención en la enorme pantalla donde el Nara presentaba la proyección de las ventas en las últimas semanas desde que Namikaze Publicity lanzo la publicidad de la última colección de Akatsuki Originals dando como resultado una notoria mejoría en las ventas gracias a la arrolladora campaña publicitaria.


Sasuke analizaba atentamente las cifras porcentuales representadas en las gráficas haciendo sus anotaciones en su dispositivo electrónico, muy consciente de la boba mirada que Naruto no le quitaba de encima, le encantaba traerlo así, llenaba su ego afectarlo tanto como el blondo lo afectaba a él.


La mente del rubio se llenaba de Sasuke, los ojos de Sasuke, los labios de Sasuke, el cabello de Sasuke... Sasuke en ese entallado pantalón negro de vestir... Sasuke y su cuello expuesto en la camisa negra... y el muy teme ni lo miraba. Ahh como le gustaba, tan digno, tan altanero... Sasuke era un gatito mimado, era su gatito mimado.


La cantidad de autocontrol que tenía, era digna de admirar, su inexpresivo rostro se mantenía a la altura del momento a pesar del caos hormonal que desataba Uzumaki en su interior, por esa razón no quería ni cruzar miradas con el... la atracción era tan grande que sentía que se delataría frente a todos. Para calmar sus ansias decidió voltear a verlo solo un momento. Un sentimiento de enfado lo recorrió al ver que el idiota ya no lo estaba contemplando... ahora escribía algo por su estúpido celular con una sonrisa traviesa, ¿Con quién rayos se estaba mensanjeando? ¿Qué era más importante que seguir adulándolo con la vista?


Con el creciente enojo tomo el agua embotellada dispuesta para él y la apretó para llamar su atención, la destapo con ira a la vez lo asesinaba con la mirada, el celular de menor vibro mientras le daba un trago al agua.


Quiero arrancarte ese pantalón, subirte sobre esta mesa para metértela tan duro y tan profundo en ese hermoso culo hasta que me pidas piedad.


Escupió toda agua y se comenzó a ahogar. La mirada de todos cayó sobre él.


—Sasuke ¿Estas bien? — cuestiono preocupado Fugaku.


—Si... si padre, un descuido mío— respondió con el rostro encendido al rojo vivo. —Pueden continuar.


Naruto se reía bajito, aguantándose de soltar la carcajada atorada, su teme era tan adorable con esos ojos furiosos que ahora lo miraban, le encantaba abochornarlo, aunque ciertamente lo que decía el mensaje era verídico, moría por profanarlo en todas las maneras posibles.


Sasuke había recuperado la compostura, la junta estaba por terminar y por fin acabaría con el bochorno que le había causado su rubio idiota.


Un escalofrió recorrió su espina dorsal y le puso los pelos de punta cuando comenzó a sentir una inquisitiva mirada encima, levanto la vista solo para encontrar a Itachi mirándolo acusatoriamente. Su aniki jamás lo miraba así...pronto la mirada de Itachi se posó en un despistado Naruto mirándolo de la misma manera, pero este ni lo noto. En ese momento Sasuke lo tenía claro.


—Lo sabe.


¿Cómo diantres se había enterado? Ahora tendría que confrontar a su hermano y aceptar las consecuencias, aunque le extrañaba la reacción de Itachi, el pensaba que cuando lo supiera, trataría de matar a Naruto, pero a pesar de todo parecía tomárselo muy bien.


La junta finalizo exitosamente dando como resultado un contrato renovado para seguir trabajando a la par.


—Muy bien muchacho— puso la mano en el hombro contrario como muestra de afecto. —Has superado a tu padre... has llevado este negocio mucho mejor de lo que pensé y mis ventas lo reflejan.


—Oh, gracias Fugaku-san— reverencio respetuosamente, un deje de alegría se posó en su pecho...al menos le caía bien a su suegro, aunque no sabía que tan bien le caería cuando se enterara de la relación con su hijo menor. —La calidad de la última colección es lo que ha ayudado dattebayo— trato de sonar humilde, porque la realidad es que la campaña publicitaria que habían lanzado, había sido un boom en todo el país. Naruto le había dado un giro colorido y juvenil a el asunto.


—Sasuke... Itachi, es hora de retirarnos—ese frio temple de los Uchiha seguía sorprendiendo a Naruto.


El primogénito se acercó a ambos hombres y mirando a los ojos al blondo musito en un tono de voz grave. —Sasuke y yo iremos más tarde padre... tenemos unos asuntos del contrato que hablar con Uzumaki-san.


—De acuerdo, me retiro ahora... prometí llevar a tu madre al teatro.


—Bien padre te veremos en un rato— la vista no se había despegado ni un segundo del rubio, lo que extraño a este.


—Me despediré de Nara— el progenitor Uchiha dejo solos a ambos hombres.


Sabía que Itachi era un chico bastante educado y amable, su mirada solía ser gentil a diferencia de la de Sasuke que era más afilada y peligrosa, por lo que no comprendía que pudiera tenerlo molesto con él o tal vez comenzaba a hacerse una idea, por lo que permaneció callado esperando el actuar del otro.


Sasuke seguía sentado mirando la interacción de Itachi y Naruto, cuando su hermano lo llamo.


—Sasuke acércate.


Obedientemente y temiendo lo peor, pero con la cabeza en alto sin mostrar debilidad se acercó.


—Creo que hay un asunto que tengo que tratar con ustedes dos— los miro con perspicacia. —Naruto-san ¿Podríamos hablar en privado?


—Claro... podemos pasar a mi oficina— Propuso seriamente, el infantil rostro se convirtió en uno maduro de un momento a otro, no se dejaría amedrentar ni siquiera por su cuñado.


Con la evidente tención en el aire, los 3 hombres se dirigieron a la oficina del rubio, quien abrió la puerta y les dio paso, no sin antes dirigirse a su secretaria.


—Hinata... que nadie nos moleste.


La actitud cortante de su jefe hizo temblar a Hinata, Naruto era un hombre gentil y pacífico, nunca lo había visto con ese temple tan severo.


Shikamaru los veía al final del pasillo mientras estos se internaban en la oficina.


—Que problemático.


**********


La tensión en el ambiente se podía cortar con un cuchillo... Sasuke se sentía pequeñito entre esos dos hombres que quería tanto. Naruto había tomado asiento tras su escritorio, y tanto el cómo Itachi estaban frente a este.


—No le voy a dar vueltas al asunto, creo que sabemos por qué estamos aquí ¿No es así Naruto?


La cara del pelinegro menor se desencajo, sabia del respeto y la admiración que Itachi le tenía a Naruto y este ya ni siquiera había usado el honorifico con el que siempre lo llamaba.


Aclaro la garganta antes de hablar —Supongo que quieres una explicación respecto a mi relación con Sasuke— firme y directo soltó.


—Supones bien... imagino que no tengo que explicarte por qué no es conveniente esta "supuesta relación" — el sarcasmo en su voz y las comillas que hizo con sus dedos molestaron a Naruto.


Nadie vendría a dudar de sus sentimientos por Sasuke.


—No te equivoques Itachi...amo a Sasuke y por ello tolero tu altanería... pero mi relación con él no te concierne.


—¡Es mi hermano menor de quien estás hablando! —lo señalo. —claro que me concierne y te pediré todas las explicaciones que sean necesarias para saber que esta bien.


El afligido rostro del azabache menor, llamo la atención de Naruto, no quería ver a su teme con esa cara de angustia.


—De acuerdo...de acuerdo— se sereno, no quería empezar con el pie derecho, todo lo relacionado con Sasuke le importaba y eso incluía a su familia. —Vamos a calmarnos, si lo que quieres saber es cuales son mis intenciones con Sasuke... puedo asegurarte que son las mejores, estoy muy enamorado de él, entiendo tu desconfianza— rio nerviosamente y volvió a retomar la seriedad. —mi historial no es el mejor... pero estoy dispuesto a todo por Sasuke, yo solo... yo solo quiero hacerlo feliz.


No negaría que la diferencia de edad le causaba inquietud, pero Itachi no llego con malas intenciones, realmente su objetivo principal era poder ver con sus propios ojos que tan verídicos eran los sentimientos de Naruto, conocía a los Namikaze Uzumaki y le constaba la educación que les habían dado Kushina y Minato a sus hijos, no podía simplemente negar que entre esos dos había una gran conexión.


—¿Tienes algo que decir Sasuke?


—Niisan yo —lentamente se incorporó y camino hacia el rubio parándose junto a él, Naruto imito la acción y tomo la mano de Sasuke. — Amo a este idiota.


—¡Teme! — Los ojitos del blondo brillaron emocionados.


—Cállate dobe... estoy hablando con mi hermano.


Una sonrisa invadió el rostro de Itachi, Naruto era sincero y estaba igual o más enamorado que su hermano. Su pequeño ototo irradiaba luz cuando estaba con el rubio y esa sonrisa que tenía en esos momentos solo la había visto cuando era un niño pequeño, Sasuke se veía más vivo que nunca.


—Pues solo me queda una cosa que decir— el Uchiha mayor se acercó a ambos y le extendió su mano a Naruto. —Bienvenido a la familia Naruto-san.


—Itachi gracias no sabes lo importante que es que me aceptes'ttebayo.


—Cuida de mi hermanito por favor... por mí su secreto está a salvo hasta que decidan lo contrario.


La reciente felicidad hizo al rubio abrazar a su Uchiha y querer robarle un beso por lo que recibió un buen coscorrón de parte de este.


—Cálmate Usuratonkashi.


Itachi se sentía un intruso en la reciente atmosfera, así que carraspeo un poco. —Bueno, creo que es hora de irnos Sasuke.


—Me quedare... llegare a casa en un rato.


—Bien, te veré en un rato supongo.


Se despidió en un gesto sencillo levantando la mano, ya podía estar aliviado, las cosas se habían aclarado, solo esperaba que su relación resistiera los obstáculos que aún les quedaban, lo suyo con Deidara no había podido ser, deseaba que lo de su hermano y Naruto superará todos lo que aun faltaba.


*************


El negro sillón largo de cuero era testigo de las placenteras caricias que los amantes se brindaban. El pelinegro disfrutaba del cuerpo caliente sobre el suyo.


El prolongado beso fundía sus salivas y las lenguas bailaban húmedas y profundas en la espiral de la lujuria.


Las venosas manos trigueñas se clavaban en las estrechas caderas creando un pecaminoso vaivén por sobre la ropa, pronto se deslizaron hasta los glúteos para apretarlos con deseo, haciendo el vaivén entre sus erectos miembros más placentero.


Los finos dedos blancos se deshicieron de la corbata contraria con agilidad para poder desabotonar la camisa blanca y repasar el duro torso acaramelado que lo ponía tan caliente. Deslizo su mano temblorosa y toco el inhiesto falo del mayor por sobre la ropa arrancando un gutural gemido.


—Mghht ¿Extrañaste esto Sasuke-chan? — refiriéndose a su miembro. —Porque yo si extrañe esto — Deslizo su mano dentro del pantalón del azabache y acaricio suavemente su orificio haciendo círculos con su dedo.


Se incorporó para arrancarle la ropa al pelinegro dejándolo desnudo. Lo miro con idolatría.


—Estas tan hermoso.


Con mucha lentitud se comenzó a retirar su propia ropa dándole un sugerente espectáculo al menor quien gimió cuando el rubio bajo su bóxer haciendo su pene rebotar en su ombligo. El pedazo de carne lo hizo babear.


Con mucho cuidado el mayor tiro de lado al menor y se posiciono a su espalda quedando en posición de cucharita. El espacio para los dos era muy reducido lo que los hacia pegarse más.


La dura y mojada virilidad se restregaba vulgarmente en sus blancas nalgas mientras la sedienta boca recorría su cuello largo con hambre, un musculoso brazo rodeaba su cintura con posesividad y la otra mano recorría su miembro con maestría.


Sus brazos estaban laxos, cuando se trataba de Naruto, se sentía como un muñeco de trapo, Naruto atendía todos sus puntos sensibles al mismo tiempo, hasta sus pies eran acariciados por los del rubio, era toda una bestia sexual, su bestia sexual. Pensar en cuantas mujeres e incluso hombres matarían por ser folladas, así como lo hacía su rubio lo hacía sentir muy estimulado.


Y es que Naruto no se encontraba en mejores condiciones, la desesperación por poseer a Sasuke era tanta que deseaba tener más manos para tocar las partes abandonadas de su precioso tesoro, por eso abarcaba todo lo que podía.


La mano que acariciaba su virilidad la abandono para meter dos dedos en la boca jadeante.


—Lubrícalos bien mi amor... te voy a preparar— Susurro en su oído, embistiendo el lóbulo con su lengua.


—Mmmm Naruto.


Con suavidad acaricio el orificio e introdujo su índice y medio, moviéndolos lentamente, intercalando círculos y embestidas, la paciencia no la tenía, pero prefería cortarse el dedo antes que causarle sufrimiento a su teme. A los pocos minutos el anular acompaño los movimientos haciendo suspirar al menor quien se agarraba de la orillita del sillón con todas sus fuerzas. La excitación de pensar en que pronto seria penetrado lo tenía al límite.


Cuando la paciencia se acabó, comenzó a deslizarse dentro del menor lentamente, una vez dentro se quedó quieto y comenzó a dar pequeños y cariñosos besos en el cuello y hombro, mientras volvía a acariciar el sonrojado miembro.


—Te amo... te quiero... te adoro Sasuke. — murmuro amorosamente en su oído mientras esperaba que los músculos anales se relajaran más. —Yo ya no podría vivir una vida en la que no estés gatito...mi gatito.


No solo era deseo, también se sentía amado, no cabía duda, el nació para Naruto y Naruto nació para él. Cuando sintió al azabache relajarse en sus brazos comenzó un lento balanceo, despacio y profundo.


—Na..Naruto— el placer de la penetración se extendía hasta la punta de sus pies haciéndolo delirar, el rubio ya había dado en su próstata.


El mayor daba estocadas lentas y profundas con el objetivo de desesperar al menor.


—¿Dime que quieres Sasuke?


—Naruto porfavor... porfavor.


Sin hacerlo esperar lo abrazo por la cintura apretándolo muy fuerte contra su cuerpo y acelero el ritmo del bamboleo.


—Te voy a llenar de leche— prometió. —Te lo voy a hacer todas las veces que sea necesario para llenarte de leche —aseguro. —¿Eso quieres?


—S...sí. si ... dame mi lechita Naruto.


Si en sus 5 sentidos Sasuke se escuchara, no se podría reconocer y probablemente golpearía al rubio, el talento del blondo para la perversión era natural, pero en el menor era algo que solo el Uzumaki podría provocar. Nunca sería suficiente, a cada momento quería más de él, cansarse de Naruto era imposible, quería ser suyo una y mil veces, pertenecerle en cuerpo y alma. No había parte suya que no fuera de su amante y viceversa, y en momentos como ese juraba que lo buscaría en todas y cada una de las vidas que le tocara vivir, pero por lo pronto en esta vida nadie lo podría separar de él.


Escuchar la hermosa boca de su gatito usualmente cruel decir obesidades lo dejaba extasiado. Los movimientos se volvieron erráticos, la humedad y el calor que envolvía su carne era adictivo, el cuerpo del Uchiha encajaba perfectamente con el suyo, todo en Sasuke era perfecto, desde la punta de sus pies hasta el último de sus cabellos.


—Naruto ya ... no puedo.


—Correte mi vida.


El menor eyaculo potentemente aun sin que su miembro hubiese sido estimulado, únicamente necesito las deliciosas estocadas de su hombre y sus sucias palabras. El climax lo dejo laxo disfrutando del cuerpo caliente de Naruto que aún seguía embistiéndolo con mucha fuerza, en una última estocada sintió el tibio liquido derramarse en su interior.


—Aghhh Sasuke— el orgasmo arrollador golpeo con fuerza al rubio.


Con suavidad retiro el dormido falo del interior del azabache y con amor lo volteo para quedar frente a frente, sabía que su teme se convertía en un bebé después del sexo. Lo abrazo amorosamente y comenzó la repartición de cariñosos besos en su rostro.


—Te amo — retiro el cabello de la frente y dio un sonoro beso.


Naruto no necesitaba escuchar la respuesta porque ya la sabia, los hermosos ojos negros se lo gritaban, él también lo amaba.


Acaricio con cariño su espalda, sus hombros, su rostro, enterró sus dedos en las características hebras negras de su nuca que tanto le gustaban y las acaricio hundiéndose en su aroma. Se miraban a los ojos cómplices, la hogareña y relajante atmósfera que había entre ellos calentaba sus almas y sus corazones. Cuando el menor comenzó a cerrar sus ojos presa del sueño, Naruto se levantó sin ganas, solo quería quedarse acostado a mimar a el Uchiha, pero no estaba dispuesto a dejarlo pasar incomodidades, así que rápidamente lo limpio con paciencia y adoración, lo vistió como si de un niño se tratara y lo arropo con el saco de su traje, después repitió el proceso con el mismo. Finalmente se acurruco junto a su amor, la oficina no era el lugar más cómodo pero cualquier lugar donde estuviera con el pelinegro era suficiente para él. Y como siempre todo lo bueno acaba pronto.


—Entonces mi intuición no me fallo'ttebane— se tocó el pecho con aflicción —Naruto... tienes una relación con Uchiha Sasuke— suspiro negando con la cabeza resignadamente.


—Oka-san.


Ya se imaginaba lo que iba a encontrar cuando Hinata se negaba a dejarla pasar sin avisarle al rubio su llegada.


Continuará...


 

Notas finales:

:)


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