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EL EPÍTOME DEL EROTISMO por SonDanSaiyajin

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Notas del capitulo:

Gracias infinitas.

—Oh querida—la besa en la mejilla—Que gusto tenerte aquí.


—Buenas tardes Mebuki-San—reverencia—Busco a Sakura.


—Tu visita cae como del cielo Ino—la mujer se frota ambas manos en señal de angustia—No ha salido de su habitación desde ayer y hoy no quiso ir al instituto.


—¿Puedo pasar?


—Claro cariño adelante—abre más la puerta y se aparta para dejarla pasar.


****************


Toc toc


—No quiero nada mamá—se escucha dentro de la habitación—Estoy bien, no te preocupes más.


—Soy yo—contesta tímida.


—¿Ino? —indaga sorprendida mientras abre la puerta.


—Hola—alza su mano con una sonrisa.


—Hola—corresponde al gesto de la misma manera.


—Pasa—la invita para luego cerrar.


Toda la seguridad y decisión con la que salió de la casa de Ten Ten, se ha esfumado al ver el rostro apenado de su rival, pero aun así se esfuerza para hablar—Yo... Yo vine porque...Sakura yo quiero saber que sientes.


—¿Lo que siento? —repite nerviosa.


—Tú aún...aún ¿Quieres a Sasuke-kun? —teme la respuesta.


—¡No! —expone afligida y luego se avergüenza por gritar—Quiero decir que... Me di cuenta de que nunca quise a Sasuke-kun, al menos no de esa manera.


La rubia sonríe enorme ante el alivio—¿Por qué no fuiste al instituto?


—Tenía mucho que pensar—enuncia y desvía la vista antes los ojos azules—Lo... Lo que paso... Lo que paso ayer...


—¿Te arrepientes? —toma la barbilla ajena con el ceño fruncido y la mira directo a los orbes esmeraldas.


—No—se apresura a declarar sorprendida por la acción de la otra—No me arrepiento, es por eso por lo que necesito pensar.


—Sakura yo...—tartajea miedosa—Yo tampoco me arrepiento.


—¡Tú estas con alguien Ino puerca! —grita furiosa por la desfachatez—¡Deberías estar arrepentida!


—¡Pues no lo estoy frentona! —una vena se hincha en su frente—¡Ya terminé con Ten Ten!


—¿Ah, sí? —el tono bajo es acompañado de un gesto sorpresivo—¿Por qué? —en el fondo lo sabe, pero quiere escucharlo.


—Si... Por qué a diferencia de ti, yo no tengo nada que pensar.


La ofendida rubia sale dignamente por la puerta cuando su mano es atrapada.


—No te vayas Ino—mira al suelo—por favor.


Yamanaka le busca los ojos enternecida porque no está acostumbrada a una Sakura tan vulnerable. Gira sobre sus pies y la toma de ambas manos.


—Discúlpame—sonríe dulce—No te quiero presionar y entiendo cómo te debes sentir.


—Es raro, ¿no? —bufa divertida.


—Si es raro—suelta una dulce risita.


—Ya que viniste hasta aquí... Podemos ver una película.


—Claro, ¿Por qué no? —pasa su brazo por los hombros de la peli rosa y sonríen cómplices.


El acuerdo silencioso es consensuado, acercan sus rostros y se dan un beso dulce, lleno de afecto, lleno de amistad, sin vergüenza y en completa calma, por qué probablemente de todas las relaciones, la de ellas sea la más genuina, que comenzó con rivalidad, dio paso a la amistad y se transformó a lo largo de los años en un amor sincero.


Y en su pecho sienten la calidez que le causa la compañía de la otra, el complemento perfecto, el sentimiento mutuo, el nacimiento del amor romántico y bonito, donde se conserva la amistad y la rivalidad, dando paso a un nuevo sentimiento que aún no aseguran, pero que juntas averiguarán.


*****************************


—¿Y bien? —se acomoda los lentes con el dedo y pone la cara más seria que tiene en su repertorio.


—Todo se solucionó—la respuesta es escueta.


—Esa no es suficiente información, Uchiha—da un trago a su capuchino.


Jugo solo asiente en señal de acuerdo.


—Mis padres aceptaron—se cruza de brazos.


—¿Tan sencillo? ¿No corrió más sangre? —pregunta desilusionado solo para recibir un golpe de la dama del grupo.


—Piraña estúpida ¿Qué no viste como quedo el rubio después de la paliza que le dio el señor Uchiha? —regaña.


—Fue una mera formalidad... Mi relación con Naruto seguiría con el consentimiento de mis padres o sin él—y ante tal afirmación sus amigos no lo dudan ni un poco.


—Vaya... A veces compadezco al pobre rubio—manifiesta el chico piraña.


—Compadézcanlo más—sonríe malévolo—Porque me voy a casar con él—discretamente pasa un mechón de su propio cabello atrás de su oreja solo para que los demás vean su anillo.


—Kyaaaaaaaaaaaa—los ficticios corazones pintados en las pupilas de la pelirroja parecen reales—Esto es tan bueno... Como para escribir un manhwa bl.


—Como sea... Me casaré al finalizar la universidad.


El brillo de los ojos negros hace feliz a sus amigos, porque al final, aunque su orgullo sea muy grande para admitirlo, él acepta en su corazón que tiene un gran amor fraternal por esos tres y entiende también que este cambio se lo debe a su amado, Naruto logro ablandar su corazón dándole una nueva perspectiva en cuanto a sus relaciones personales, por esta razón ha decidido disculparse con una persona a la que sabe le hizo daño inconscientemente.


—¿Alguien sabe dónde vive Sakura? —la pregunta toma por sorpresa a los presentes.


—¿Sakura? —la chica frunce el ceño reprobatoriamente—¿Le serás infiel al hermoso Nauto?


—¿Qué? —interroga enfadado.


—¿Entonces para qué quieres saber dónde vive? —manifiesta indignada.


—Necesito hablar con ella.


—Yo sé donde vive—el más callado de todos toma una servilleta dispuesta en la mesa de la cafetería y saca un lapicero para anotar la dirección.


—Gracias.


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Ha tomado la dirección que le ha brindado Jugo y durante un buen rato se ha perdido por las calles, pero finalmente ha logrado llegar. Se da prisa porque pasan de las siete y no quiere importunar en la morada ajena, así que cuando está a unas cuantas casas de llegar a su destino se detiene en seco.


Una genuina y honesta sonrisa se dibuja en los delgados labios. En la puerta de la mansión Haruno, hay dos hermosas chicas tomadas de las manos, con sus frentes pegadas que se miran a los ojos y sonríen dulcemente, ellas no se están besando, pero eso no es necesario para comprender el sentimiento que ambas se profesan. El gusto que siente es inmenso por saber que alguien corresponde a Sakura como ella se lo merece. No es tonto para no darse cuenta el excelente partido que es la muchacha, para cualquier persona. Decidido a disculparse después, da media vuelta con el corazón tranquilo y la conciencia limpia.


**********************************


—Huele tan rico'ttebayo—toma la cintura de su amado por la espalda y olfatea su cuello.


—Te hice ramen saludable—remueve la pasta en el recipiente.


—No me refiero al ramen—lo voltea de los hombros para plantar un delicioso y caliente beso que promete un buen rato de pasión.


—Es... Espera Naruto—trata de empujarlo, pero es débil ante sus caricias—Después de comer tengo que terminar de corregir mi tesis.


—No te preocupes al terminar te ayudaré—las venosas manos apretujan el trasero ajeno—Hoy no regresaré a la empresa.


—Ahhh—un sugerente jadeo se escapa cuando un dedo curioso busca su agujero.


****************************


—Seré tuyo hasta el final de nuestros días, en este día tan especial para nosotros te tomo como mi esposo. Con nuestros amigos y familia presentes juro pasar el resto de nuestras vidas amándote, dándote felicidad y apoyándote siempre que me necesites—las manos temblorosas del rubio artista toman las del otro, quien trata de seguir diciendo sus votos, pero la voz rota y las lágrimas abundantes no se lo permiten—Te amo Deidara.


**************************


—Dios... Ha sido un largo día—la preciosa mujer avienta su bata de doctora sobre el sillón donde su novia termina de calificar los exámenes de sus alumnos—Demasiadas resonancias magnéticas por hoy, y tú ¿Qué haces cariño?


—Terminare de calificar esto y comemos juntas  ¿de acuerdo? —le sonríe enorme mientras la otra se acerca para rozar sus labios en un toque amoroso.


—Antes de eso hay algo que quería decirte—se sienta a su lado y el rostro serio asusta a la de ojos azules.


—¿Pasa algo malo? —deja de lado el plumón y voltea su cuerpo hacia su novia.


—¿Recuerdas el programa de especialidad neurológica en Harvard al que siempre quise asistir?


—Si—un nudo se posa en su estómago temerosa de lo que dirá Sakura.


—Me aceptaron.


—¿Ah?... ¿Ah sí? —sonríe falsamente porque no quiere arruinar la felicidad de la mujer que ama, usa toda su fuerza para contener las lágrimas—Me da mucho gusto, eres la mejor de tu generación, mereces todo cariño—estira su mano para acariciar la mejilla.


Pero Sakura que la lee como a un libro abierto, entiende lo que la otra está pensando.


—Pero... Aún no confirmo mi asistencia—sonríe por la cara de sorpresa de la Yamanaka—Sé que no es el lugar preciso ni el más romántico, discúlpame por eso—se incorpora y se arrodilla a los pies de la rubia.


—Ino puerca—carraspea mientras saca algo de su bolsillo—¿Te quieres casar con tu rival número uno?


Pasan minutos enteros antes de que la otra deje de berrear profusamente y respira profundo para poder contestar—¡Si! En esta y en todas las vidas siguientes Sakura frentona... Mi frentona.


*********************************


—Son tan lindas—el trajeado pelinegro carga una de las dos gemelas.


—Es verdad'ttebayo—el sonriente rubio carga a la otra pequeña.


—¿En verdad dejarán que las nombremos? —pregunta sorprendido el menor Uchiha—¿No tienen un nombre ya?


—Queremos olvidar su pasado, por eso optamos por nombrarlas nuevamente para comenzar una nueva vida—el rostro de Itachi luce triste— Al tener 1 año no lo recordarán así que hagan el honor.


—Pues en ese caso—da un efímero beso en la frente de la niña—Tú serás Izumi.


—Y tú—el rubio lo piensa un pequeño momento—Tú serás Naori.


—¿Y quién de los dos es la madre? —Sasuke sonríe burlón.


—Por supuesto, Itachi hmn—Deidara se apresura a contestar.


***********************************


Epílogo


50 años después


 


—¡NO QUIERO ESTO! —el plato con puré de verduras sale disparado contra el suelo de un manotazo—¡QUIERO RAMEN! —el alterado anciano se comporta como un niño.


El canoso pelinegro respira profundo y cuando está a punto de perder la paciencia para responderle al viejo, mira su argolla de matrimonio y cambia su postura por una blanda.


Se acerca al otro quien está cruzado de brazos viendo contra la pared, lentamente toma su mano huesuda y le gira el mentón con suavidad, y como ocurre cada que los ahora opacos ojos azules lo miran, se vuelve a enamorar otro poquito más—Hagamos algo—plantea dulcemente—Si te comes el puré con verduras yo te daré una pequeña porción de ramen ¿bien? —deja un dulce beso en la frente arrugada.


—¿De verdad? —la mirada de cielo ahora está llena de culpabilidad.


—Claro que sí—sonríe altivo—Nunca te he engañado.


—Gracias...—balbucea algo incomprensible. El rostro tostado del anciano se comienza a llenar de angustia porque no puede recordar el nombre del otro y de pronto no sabe dónde está.


Antes de que Naruto tenga un ataque de pánico, el pelinegro se apresura a hablar—Sasuke... Mi nombre es Sasuke—sonríe con calidez y hace una caricia en la nuca a la cual le queda poco cabello.


—¿Sasuke? —el gesto ahora es el de un niño confundido—¿Tú quién eres Sasuke? —el tono del anciano es coqueto.


—Soy tu esposo—explica con la voz tierna y alza su mano para mostrar su argolla.


—Eres un joven muy guapo, Sasuke dattebayo—esboza una risa pícara a la que le faltan algunos dientes.


Y ante todo pronóstico el pálido rostro, el cual posee finos surcos, se sonroja—Ya no soy joven, tengo 68 y tú tampoco lo eres, ya tienes 83 años usuratonkashi.


—Eres un joven sexy, si tuviera unos años menos... Haría de ti un desastre—verbaliza mientras lo mira de arriba abajo con deseo y como alguna vez vaticinó hace 50 años, la mirada de su esposo sigue teniendo el mismo fuego.


—¡Naruto!


Lo viejo no le quita lo descarado.


El camino de sus vidas ha sido escarpado y lleno de baches. Aún recuerda cuando a Naruto le diagnosticaron Alzheimer hace 10 años. En un principio olvidaba donde estaban objetos sin importancia, después comenzó a olvidar sucesos irrelevantes, posteriormente sucesos relevantes, hasta que llegó el día en que no supo volver a casa. Ese día Sasuke quiso morir en vida al pensar que algo le había ocurrido a su esposo, lloró como nunca lo había hecho, recorrió hospitales, morgues y comisarías con el corazón en la mano, hasta que una amable joven ayudo a Naruto a volver a casa.


Se enfrentó a todo el mundo cuando quisieron mandar al amor de su vida a un centro de asistencia para ancianos con su misma enfermedad. Peleó con uñas y dientes con los padres del rubio que en ese momento aún estaban vivos. Se capacitó para poder cuidar de su Naruto. Con el tiempo dejó la presidencia de Akatsuki Originals en manos de su sobrina Izumi la cual fue una de las dos hijas adoptadas por Itachi y Deidara mientras que la presidencia de Namikaze Publicity fue asumida por su otra sobrina, Naori. De esta manera dedico su tiempo completo a cuidar de su marido con infinita paciencia y devoción. Agradeció una y mil veces a la vida por haber conocido a Naruto y también por ser más joven que él, gracias a esto pudo cuidar de él con tanto amor y dedicación, porque Sasuke siempre pensó que así de increíble era el destino que acomoda todo en su lugar encajando las piezas de sus vidas en el lugar correcto.


FIN


Gracias Totales 

Notas finales:

:)


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