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Crónicas de un esclavo por Apostoles

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— Yoo Hobin , mocoso ¿Dónde estás? — gritó una gorda mujer de rostro rubicundo mientras levantaba su cucharón en señal de amenaza — Será mejor que aparezcas de una vez , la posada no se va a terminar de limpiar sola — exclamó enfurecida buscando por todos lados

Hobin que miraba desde un pequeño escondite a través de las matas , limpio con habilidad el sudor en su frente . Limpiar la posada era la tarea que más le desagrada junto a la de atender a los duendes borrachos que a veces se sobrepasaban de más con él y le hacían propuestas indecentes

— Yoo Hobin . Bastardo ¿Dónde te metiste? — un ligero signo de pesar se ancló en la cabeza de Hobin luego del segundo grito . La Señora o Lady Madea como pedía que la llamaran no era la mejor de las jefas o de las personas de Puerta de Valle Dorado . Una mujer sin atrayente alguno casada por ambición con un noble que lo perdió todo en la misma noche de bodas apostando que su mujer era virgen y fracasó . Claramente Lady Madea había sido un caballo desbordante de lujuria en su juventud , teniendo más de un encuentro con algún aventurero o hombre del pueblo , tan virgen no era y por esto tuvo que tener una vida algo amarga durante todo su matrimonio hasta que su difunto esposo se cayó de una carreta y murió , y ella no se volvió a casar . Algo predecible , piensa Hobin — Maldito cuando te encuentre , te daré como diversión a los enanos — gritó por última vez

Yoo Hobin sonrió desde lejos y se escabulló entre gran parte de la mala hierba para escapar . La posada de la Señora Madea estaba un poco fuera de uno de los tantos pequeños pueblos antes de llegar a él verdadero dominio de las Puertas del Valle Dorado , Hobin solía escaparse a diario y acudir al pueblo junto a su amiga , Dulcinea , una humana con rasgos de elfa que vivía en el area más ambientada del pueblo . Hoy no fue diferente , cuando llegó al lugar una nueva aura lo acompañó

Yoo Hobin , era huérfano . No podía recordar a su madre o siquiera como había llegado aquel sitio , solo sabe que desde que tiene memoria ha estado viviendo en quedó lugar , primero en el orfanato y ahora junto a la señora Madea , que por tristeza fue la única que aceptó a ayudarlo . A Pesar de todo esto Hobin de alguna manera era feliz

— Oye , Hobin ¿Buscas a mi hermana? — preguntó un niño desde la cima de una casa , Hobin asintió — Está en el lago cerca del bosque , fue allí a pintar . Otra vez — Hobin le dio las gracias desde lejos , El Niño se sonrojó y siguió jugando

Dulcinea , era hermosa y el estándar de un hombre , sin embargo era ambiciosa y quería no solo un buen matrimonio sino también un trono y una corona . Soñaba casarse con un príncipe y vivir en un castillo . Sueños de una puta , le decía muchas Lady Medea después de tomarse una o dos copas de vino

Cerca del río , Hobin la sorprendió . Llevaba su vestido plateado de siempre , su padre lo había traído para ella de las tierras lejanas , por allá donde el sol está afuera incluso de noche , y Dulcinea nunca se lo quitaba . Su cabello estaba hermosamente peinado . Se sentaba mirando su reflejo en el agua mientras su pincel bailaba al compás de un aire casi inexistente en aquel paramo lleno de flores y olores

— ¿Que pintas? — la sorprendió Hobin sentándose a su lado .

— Las flores , el lago o cualquiera cosa que pase por mi cabeza — Hobin le echó un vistazo al cuadro . Decadente para venir de alguien como ella

— Cuando pintas mal es porque tu mente está ocupada en otra cosa — Dulcinea alzó una ceja — Otra cosa que el tiempo me ha enseñado de ti , como que odias las fresas pero las comes porque el príncipe menor dijo que son sus favoritas — Hobin la miró esta vez . Los verdes ojos claros se fijaron en él pero luego volvieron con aburrimiento al estanque

— Mi padre dice que hay un nuevo rey cabalgando por estas zonas . Porta el estándar de un Dragón y es incluso más guapo que el Príncipe Menor y su hermano el Príncipe Mayor — Hobin lo miró con curiosidad — Mi padre se cruzó cuando volvía de la ciudad Imperial a un par de bandidos y le hicieron el cuento . Dicen que es tan caballeroso como el Viejo Rey pero tan Sanguinario como Lord Sung — explicó , sus ojos nunca abandonaron el estanque

— ¿Deberíamos preocuparnos? — preguntó Hobin a medias

— No lo creo . Mi padre dice que posiblemente dentro de pocos días estén aquí , así que se está preparando para dar una fiesta — un brillo relució en sus ojos esta vez — Mi madre dijo que mi padre le diría que me despose y me convierta en Reina y mi hermano estuvo de acuerdo — sonrió . Una expresión perpleja de apropió de Hobin

— ¿Quieres casarte? — preguntó

— Que pregunta tan tonga . Claro que quiero casarme . Si me caso con él , me convertiré en Reina . Hobin . Me sentare en un trono y llevaré hermosos vestidos todos los días , millones de sirvientas me atenderán y llevaré una corona . El sueño de cualquier persona , incluso el tuyo — Hobin parpadeo — ¿Tú también deseas eso? No mientas más , te he visto como miras mis cosas , también te gusta la vida que un rey podría darte , pero no te atreves a intentar cazar una buena presa , quieres seguir aguantando a esa vieja y sus locuras , y ese bando de enanos asquerosos tocando tu cuerpo — una mueca de amargura se asentó en los rasgo de Hobin — Si tuvieras un pocos de ambición sabrías de qué estoy hablando — Dulcinea dijo

Ambición . Hobin está seguro que dentro suyo también hay un poco de eso . Por la forma en que desea vivir mejor o por la forma en que algunas veces envidia a Dulcinea por su familia privilegiada , su estatus o todo lo que puede tener . Hobin está seguro que algo debe motivarlo , solamente que aún no descubre ¿Que mueve exactamente a su ambición?

Dulcinea tomó sus pinturas y le dio una última mirada a Hobin . Con ojos de superioridad sonrió , Hobin no le dio importancia. Ella era ese tipo de persona . Quedándose un poco Más de tiempo en el bosque , Hobin calló dormido en un sueño de verano donde en alguna parte de lo que parecía ser una isla , una mujer lo arrullaba mientras cantaban en algún tipo d e idioma diferente una canción infantil

— Bastardo ¿Estás muerto? — una voz lo llamó . Hobin abrió lentamente los ojos

— Levántate — ordenó un solado . Hobin lo libro de cerca . El hombre a su lado frunció el ceño — Levántate y saludo a su majestad , mocoso — Hobin frunció el ceño y se puso de pie acomodando su ropa

Desde lo alto de un caballo , unos ojos tan profundos como el infierno miraban al niño con amargura . Hobin se sintió un poco intimidando y escondió rápido su mirada . El hombre sonrió con pereza . Odiaba a los cobardes

— Indícame el camino hacia el pueblo — Hobin asintió , señaló una dirección — Dije indícalo estás sordo . Hobin frunció el ceño ¿Quien diablos era esta gente?

Portando los estándares del dragón , un niño inocente aquella tarde de verano llevó al enemigo a su casa mientras desde la cima un Rey arrogante acaba de encontrar a lo que parecía ser su más fiel esclavo


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