Sasuke estaba emocionado, ya estaba a punto de aterrizar para llegar a su destino, a pesar que le dijeron que la zona donde iba a trabajar estaba bastante apartada de la ciudad, eso a él no le importo, así que arreglo todas las cosas en menos de una semana, su familia estaba triste y alegre de esta importante noticia, pero sin duda lo apoyaron, y dijeron que esto podría ser el principio de una nueva etapa que él necesitaba iniciar de forma segura.
Él pensaba que esto podría ser el principio de una vida nueva, amigos nuevos, trabajo nuevo y quizás un amor nuevo, Sasuke sonrió con esperanza, él no desechaba la oportunidad de comenzar una nueva relación amorosa, ya que de haber tenido un matrimonio fallido, no podía castigar a todos los hombres del mundo, por uno que no valía la pena, veía a través de la ventana del avión los paisajes verdes y hermosos a lo lejos, a él le gustaba la lluvia, lo lugares con mucha vegetación, esperaba que el sitio donde estaba el hotel, tuviera esas características.
- Buenos días, queridos pasajeros, hemos llegado a nuestro destino, sean Bienvenidos a la ciudad Edimburgo - Sasuke dio un suspiro de alivio de haber llegado ya a la ciudad, estaba planeando pasar la primera noche en Edimburgo para después ir a las Tierras altas, ya que debía comprar cosas que realmente necesitaba antes de reportarse -
Sasuke estaba ya sacando su maleta de mano, estaba nervioso, era la primera vez que salia de su país, a pesar que solo tenia 25 años, era muy buen asistente, y le gustaba mucho la perfección en este ámbito del trabajo, a pesar de su falta de experiencia trabajando en el extranjero, eso no lo detendría. Ya estaba esperando su maleta, solo tomo lo adecuado para el viaje, ya que de a poco compraría cosas nuevas, su nuevo sueldo era bastante elevado y eso le ayudaría mucho a establecer un lugar para vivir a futuro en esa ciudad, aunque su jefe le asigno una habitación en el mismo hotel donde trabajará, eso lo alivio mucho, ya que lo del alojamiento fue el primer punto que le angustiaba, gracias a Dios no sería así.
Estaba ya tomando un taxi para ir al hotel, tenia muchas cosas por hacer, así que dejo su maleta, y se marcho a ver las tiendas de la ciudad, como todo doncel, era muy dedicado en cuanto su imagen, así que compro bastantes cremas y lociones para su piel, a pesar no era amante de los maquillajes, el se conformaba nada mas darse una ligera retocada para no parecer un muerto viviente.
La ciudad era hermosa, acogedora y fantástica, se coloco sus auriculares, y la música le dio el ritmo que necesitaba, después de mucho tiempo se sintió libre y feliz, la sensación que sentía en ese momento era fascinante. Sus pies se movían las compás del ritmo, su mente olvido todo sus problemas, sintió que ese era su lugar, su destino, su camino.
No se dio cuenta que una anciana lo estaba mirando sonriendo, como si disfrutara de la alegría de Sasuke, se sintió avergonzado, no pensaba que se había dejado llevar, se quito sus audífonos y se disculpo por su locura, la anciana sonrió aun mas alegre, y le indico con la mano que se sentara junto a ella, él no entendía su propia reacción, ya que Sasuke no le agradaba mucho la gente desconocida, pero de igual forma se acerco y se sentó junto la alegre viejita.
- Me doy cuenta que no eres de aquí... - le miró con ojos muy amables, sin duda Sasuke se sentía cómodo junto a ella por una extraña razón.
- si, así es, vine por un trabajo laboral - la anciana se sorprendió, pero su expresión cambio rápidamente, sus ojos destellaron una extraña sensación, pero eso a Sasuke no le molesto, la anciana le comenzó a susurrar algo que parecía algo importante.
- ¿sabias que escocia es una tierra mágica? - Sasuke eso le sorprendió porque no se esperaba que le dijera eso.
- ¿así?- Sasuke tomo en cuenta que él no se había presentado - ha disculpe mi descortesía, mi nombre es Sasuke
- Mi nombre es Caledonia - sonrió con simpatía - Sasuke esta humilde anciana necesita darte un consejo...
- claro, dígame - sonrió con dulzura.
- Esta tierra es de misterio, pero es maravillosa, si se te llegara a presentar una situación extraordinaria, no cierres tu mente... no te cierres a las posibilidades que podrían llevarte a un camino Fascinante. - él pensó que la anciana hablaba con mucha seriedad, como para ser una broma, así que tomaría ese consejo con mucho aprecio y sin olvidar una palabra.
- Muchas gracias, Señora Caledonia - la anciana sonrió con alegría y tomo las manos de Sasuke
- Te he dado un pequeño regalo, espero que lo disfrutes - Sasuke no entendió una palabra lo que la anciana se refería ya que en sus manos no había nada. - cuando llegue el momento lo entenderás. - eso hizo sonreír al pelinegro
- Lamento dejarla, pero me debo marchar, muchas gracias por el "regalo" - Sasuke corrió dejando atrás a la anciana.
La conversación con la anciana dejo ansioso a Sasuke, no se sintió incomodo en ningún momento, pero lo que le dijo lo dejo con una ligera molestia de inconformidad, él tenia curiosidad de a que se refería la señora Caledonia. Se miro las manos nuevamente, y se pregunto que podría ser ese regalo. Prefirió dejar de lado la duda, se tomo una ducha, y se puso su pijama, mañana comenzaba su primer día de trabajo. Se acostó y dio un gran suspiro al apretar sus sabanas para poder descansar del agotado día.
Sasuke estaba caminando por un bosque, este era hermoso y por una extraña razón brillaba, él sabia que estaba soñando pero se sentía muy real para ser un sueño, vio su mano, la abrió y la cerro varias veces, y podía hasta sentir su propio tacto, se preguntaba donde estaría en ese momento, pero de alguna manera no sentía que estuviese en peligro, siguió caminando por un sendero, de repente sintió que algo lo seguía.
- ¿que demonios? - sintió un escalofrió por todo el cuerpo, no como si sintiera miedo, si no como una sensación de adrenalina, como cuando deseas correr - ¿quien eres? Muéstrate, ya no me parece chistoso- de repente vio entre los arbustos unos ojos azul hielo - Carajo... un lobo... - susurro sasuke, pero de una extraña forma no sintió peligro, mas bien, esos ojos lo miraban con ¿deseo?, estaba tan nervioso con lo del nuevo trabajo que estaba ya imaginando cosas raras - estas loco Sasuke Uchiha
- ¿Sasuke? - una voz ronca salio entre los arbustos - debes correr de mi...
- ¿eres humano? - al pelinegro le dio un escalofrió delicioso al escuchar su voz ronca.
- no precisamente... pero tu olor.... me esta volviendo loco... no te imaginas las cosas que quiero hacerte en este momento - susurro lo ultimo con un tono de angustia
- no maldito seas - a sasuke le comenzó a dar miedo de cierta forma pero su maldita mente quería que le hiciera esas cosas.
- te daré tiempo para que corras... precioso doncel
Sasuke no dudo en hacerlo y corrió a toda velocidad por el bosque, miro hacia atrás viendo si lo había perdido pero sabia que él o lo que fuera ese ser, la estaba persiguiendo y él deseaba que lo atrapara, de repente sintió que lo jalaba del pie, el pensó que su cara iba a parar directamente en el suelo, pero el macho sujeto su cuerpo y amortiguo la caída, apenas cayeron él ser lo toco descontroladamente, y eso no hizo mas que excitarlo, y gimió con deseo, Sasuke trato de voltearse para verlo, pero el macho no lo permitió.
- No, mi doncel, quiero que disfrutes mi toque, en este estado no soy muy agradable a la vista - su voz era aun más ronca que cuando lo escucho por primera vez.
Toco su torso y piernas, lamiendo su cuello con hambre, sasuke no podía hacer otra cosa más que gemir, vio su mano grande bajar directamente a sus pantalones y metió su mano en ellos, al momento de agarrar su sexo, al sentir su mano caliente, grito de éxtasis.
- no por favor... si sigues haciendo eso... arrrrgg - la mano del macho siguió con más entusiasmo-
- ¿te gusta?
- si, siiii - nunca hacia sentido sensaciones tan intensas, se sentía demasiado real, el realmente quería venirse en esas manos rudas y grandes, sintió que se estaba mojando, pero un movimiento del desconocido toco su entrada, esos dedos eran perfectos, perfectos para satisfacerlo, el deseo se disparó en el de manera rápida y sin medida - más por favor, se siente tan bien... - lloriqueo.
¡Y Despertó! todo lleno de sudor y mojado en toda su parte baja, por una extraña razón la sensación de abandono de la falta de calor corporal su amante en sus sueños, causó un gran dolor en Sasuke y no hizo más que sentir una gran pena de haber perdido algo que había deseado toda su vida, las lagrimas comenzaron a salir sin control de sus ojos, él nunca se había sentido así, ni siquiera con neji, solo en ese momento deseaba que todo lo que había vivido no hubiera sido solo un sueño.
- ¿Quien demonios eres?