Actividades nocturnas
El colchón era duro bajo la espalda de Sasuke, y las sábanas eran ásperas. La cama resultaba tan incomoda que el Uchiha se preguntó si no sería mejor bajarse de la cama y dormir sobre el suelo de la habitación del hotel. Sólo la imagen de su hermano mayor burlándose de él y de su debilidad lo mantuvo entre aquellas mantas con olor a naftalina.
Pese a todo, Sasuke supuso que tenía suerte de que Sakura no estuviera compartiendo habitación con ellos. En general la kunoichi solía dormir en una habitación aparte, pero en aquellas ocasiones en las que se habían visto obligados a o bien acampar o bien a compartir todos una misma habitación Sasuke había comprobado que la chica hablaba en sueños. Esto no le habría importado demasiado al Uchiha de no ser por las cosas tan extrañas de las que la chica hablaba. Sasuke preferiría no haber descubierto nunca que se el jengibre se podía usar de aquella forma.
Sasuke consultó su reloj interno para saber cuanto tiempo faltaba para que fuera su turno de hacer guardia despierto. Calculó que un par de horas. Pensó en salir al tejado, donde Kakashi sin dura estaría leyendo Icha Icha Paradise, y ofrecerse a relevarlo dos horas antes de lo previsto. No, lo más probable es que me diga que vuelva a la cama e intente dormirme . Es lo que siempre hace…
No es justo, pensó. ¿Por qué tenía que sufrir de insomnio? El resto de sus compañeros de equipo no tenía problemas para dormir, tal y como los sonoros ronquidos de Naruto proclamaban a todo aquel que se encontrara en un radio de tres kilómetros del rubio.
Hey, un segundo… El rubio no estaba roncando. El Uchiha se maldijo a sí mismo por no haberlo notado antes. Aún con los ojos cerrados para evitar que cualquier persona que pudiera haber en la habitación se diera cuenta de que estaba despierto, Sasuke expandió su chackra por la habitación.
Tras varios segundos, Sasuke pudo sentir la presencia de Naruto en la cama de al lado, y al agudizar el oído notó el tenue ruido de sabanas moviéndose. El Uchiha dejó escapar un suspiro de alivio, y de repente Naruto hizo un ruidito grave.
¿Qué había sido eso?
Sasuke abrió los ojos, y una zona ligeramente oscurecida por la humedad del techo apareció frente a él. El Uchiha esperó hasta que sus ojos se acostumbraron a la oscuridad y giró la cabeza hacia la izquierda para ver si Naruto se encontraba bien.
Efectivamente, Naruto se encontraba bien. Muy bien. Sasuke cerró los ojos, contó hasta diez y volvió a abrirlos.
Naruto seguía como hacía diez segundos, tumbado boca arriba, suspirando suavemente, y las sabanas que cubrían sus caderas no eran suficientes para ocultar la forma en que la mano del rubio estaba acariciando el prominente bulto de su entrepierna. Además, Sasuke no pudo dejar de notar que el otro chico estaba desnudo de cintura para arriba, revelando un cuerpo grácil, de músculos ligeramente marcados.
Un calor conocido se instaló en el vientre del moreno. ¿Qué le estaba pasando? ¡Por el amor de Dios, estaba viendo a Naruto, el dobe a quién apenas podía soportar! ¿Por qué se sentía así? ¡Aquello era ridículo! Y sin embargo… Sasuke se mordió los labios, completamente incapaz de apartar la mirada de aquella vista.
Afortunadamente para él, el rubio parecía estar demasiado concentrado en su propio placer para notar que había sido descubierto.
La mano libre de Naruto abandonó su lugar en la almohada para ir a descansar sobre el estómago de su dueño. A continuación esta comenzó a subir lentamente, como si Naruto estuviera intentando prolongar aquella sensación durante el máximo tiempo posible, hasta llegar a uno de los rosados pezones del rubio. El chico comenzó a hacerlo rodar entre su pulgar y su índice, y su respiración se convirtió en una serie de sonoros jadeos.
Sin que Sasuke lo supiera, su propia mano encontró su entrepierna y comenzó a masajear suavemente su miembro por encima de sus boxers.
Naruto continuó frotando su pezón entre sus dedos durante unos segundos antes de darle un solo pellizco. La sensación hizo que el rubio gimiera en voz baja y arqueara la espalda, haciendo que la sabana se resbalara lo suficiente como para que Sasuke pudiera ver parte de la erección del rubio.
El Uchiha trató en vano de detener un gruñido gutural ante esto, y Naruto giró la cabeza con un movimiento brusco. El moreno sintió una punzada de pánico e incertidumbre, y por alguna razón esto sólo ayudó aumentar su propio deseo. Un par de ojos azules se clavaron en los de Sasuke para luego bajar hasta detenerse en la sombra de la mano del otro chico, que se movía sobre su erección.
Naruto gimió, y Sasuke pudo ver como las caricias del rubio se volvieron más rápidas.
Animado por la falta de pudor de Naruto, Sasuke deslizó su mano bajo sus boxers y comenzó a acariciar su miembro a un ritmo que le era ya familiar.
Ahora que no tenía que preocuparse porque Sasuke no lo descubriera, Naruto comenzó a hacer una serie de pequeños ruiditos de placer que el Uchiha encontró enloquecedoramente atrayantes. El rubio rodó hasta estar de lado, de cara a Sasuke, y el de los ojos negros se encontró moviéndose hasta que el también estuvo sobre su costado.
Ambos continuaron acariciándose a sí mismos durante varios minutos, en silencio a excepción de los frecuentes gemidos y quejidos de placer de ambos, antes de que Naruto hablara:
- Sas… Sasuke .- El moreno sintió un placentero escalofrío – Sasuke…
El Uchiha tardó varios segundos más en darse cuenta de que Naruto estaba llamándole en lugar de balbuceando su nombre sin razón como había supuesto en un principio.
- ¿Q-qué quieres, usuratonkachi? – Preguntó Sasuke con una voz ronca por el placer.
- Baka .- Contestó Naruto automáticamente, y luego – Quiero… ah… quiero verte, ohhh...
Sasuke se sonrojó, sintiéndose tentado a fingir que no había entendido lo que el rubio quería decir, o a negarse. Sin embargo, Sasuke tenía que admitir que el mismo también tenía curiosidad por ver al otro chico… Tras dudar durante unos segundos, el Uchiha se decidió a hablar:
- De a… de acuerdo, pero an… tes… antes dejame verte a ti .- Dijo, tratando de ignorar su propia vergüenza.
Naruto se rió un poco, y dijo algo de lo cual Sasuke sólo escuchó el “-dattebayo” final. Luego apartó rápidamente la sabana. Esta calló al suelo, sobre la montaña de ropa de Naruto.
El moreno no pudo evitar gemir cuando el miembro de Naruto, duro y completamente erecto, quedó revelado ante él. Una pequeña parte de su cerebro comparó su tamaño con el del otro chico antes de determinar que ambos eran más o menos iguales y que resultaría más útil asegurándose de que Sasuke no dejara de respirar.
- Sasuke… Te toca, Sasuke .- Dijo Naruto.
El Uchiha asintió, se quitó los calzoncillos tímidamente, recordó que aún tenía la sabana cubriéndole y la alejó de si de una patada.
El rubio hizo un ruido que Sasuke no supo clasificar, pero que contribuyó a aguijonear su deseo. El Uchiha se concentró en mirar la forma en que el pulgar de Naruto se deslizaba sobre la cabeza de su propio miembro mientras el resto de sus dedos presionaban en puntos estratégicos de su erección, provocándole al rubio el máximo placer posible. Inconscientemente, el moreno comenzó a imitarle.
Sasuke se sintió enloquecer. ¿Cómo podía ser aquello tan placentero? Notó como su respiración se volvía rápida e inestable a medida que su deseo crecía hasta hacerlo sentir mareado. Asió con más fuerza su erección.
Tras un gemido especialmente desesperado, Naruto introdujo el índice y el corazón de su mano libre dentro de su boca. En la mente del Uchiha se formó la imagen de Naruto envolviendo con aquellos labios apetecibles el miembro del moreno, y el chico se estremeció.
- ¡Uh! – Hizo, mientras su cuerpo comenzaba a tensarse cada vez más. Dios, estaba tan cerca, tan cerca… Sasuke se aferró al colchón, tratando por todos los medios de mantener el control.
El rubio sacó los dedos de su boca y comenzó a acariciarse suavemente los testículos con la palma de la mano. A continuación levantó una de sus piernas en el aire, separándolas, para luego deslizar sus dedos humedecidos con saliva más allá de estos.
- Oh, Dios. Tus dedos… Están… están…- Preguntó ansioso Sasuke.
- Dentro .- Gimió Naruto a modo de respuesta, arqueando la espalda con una expresión de placer pintada en el rostro.
Sasuke no pudo, no logró contenerse más tiempo. Una corriente eléctrica le recorrió el cuerpo, extendiéndose desde su entrepierna por su espina dorsal para luego deslizarse por cada centímetro de su cuerpo. Oleada tras oleada de placer lo hicieron gritar mientras su cuerpo se sacudía con la fuerza de su orgasmo. Sus caderas se movieron solas, frenéticas en su intento por prolongar aquella colosal sensación. Al mismo tiempo, la pequeña parte de su cerebro que no había quedado electrocutado fue periféricamente consciente de que Naruto había alcanzado su climax segundos después que él.
Cuando un jadeante Sasuke volvió en sí, Naruto aún estaba temblando. El Uchiha apenas pudo disfrutó durante unos segundos de los últimos vestigios de aquel placer antes de darse cuenta de lo que había hecho.
Mierda.
Avergonzado por lo que había hecho, el moreno se limpió rápidamente contra la funda del colchón y comenzó a buscar sus boxers. Estos resultaron estar en el suelo, entre su cama y la de Naruto, así que se estiró ágilmente para recogerlos y se los puso.
- Hum… yo… - Comenzó a balbucear Naruto. El Uchiha se dio la vuelta en la cama para darle la espalda.
- Deberíamos… - Su voz le sonó insegura incluso a él, así que se detuvo, carraspeó y volvió a comenzar – Deberíamos intentar dormir. Mañana tendremos que completar la misión…- Dijo.
- Uh… sí. Sí, tienes razón.- Musitó Naruto mientras Sasuke se cubría con las mantas.
Sasuke cerró los ojos. Su cuerpo sentía pesado y relajado. El agotamiento causado por lo que acababa de hacer lo adormecía poco a poco.
Cuando estaba a punto de quedarse dormido, el moreno escuchó al otro chico levantarse de su cama y acercarse a él. Sasuke se hizo el dormido, pero sólo consiguió que Naruto lo agarrara del hombro y lo zarandeara.
Sasuke abrió los ojos, irritado.
- ¿Qué pasa, dobe? – Gruñó.
- Sólo quería darte las buenas noches.- Contestó Naruto con un mohín infantil.
- Vale. Pues buena noches.- Contestó Sasuke antes de volver a cerrar los ojos para darle a entender al rubio que no le apetecía hablar más.
Súbitamente, dos labios cálidos y suaves se posaron sobre los suyos en un casto beso. Sasuke notó las diferencias entre lo que había sido su primer y, hasta aquel preciso momento, único beso, con aquel otro. La sensación era parecida a la par que distinta, y mucho más agradable.
Naruto abrió un poco los labios, y Sasuke se descubrió a sí mismo imitándolo, ansioso. La lengua del otro chico acarició suavemente su labio inferior una, dos veces, y luego la boca de Naruto se separó de la suya.
El rubio le sonrió con una timidez impropia de él.
- Buenas noches.- Susurró, y a continuación regresó a su cama.
El corazón de Sasuke tardó varios minutos en volver a su ritmo habitual. Sasuke escuchó a Naruto roncar durante varios minutos.
- Buenas noches, usuratonkachi.- Murmuró, y luego él también se durmió.
FIN
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