Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Nuestras historias.... de amor? por Kitana

[Reviews - 55]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

 

 

Ha pasado una semana desde mi discusión con Camus, él no ha aparecido por ninguna parte. Lo he buscado en los lugares que sé que frecuenta con sus amigos, lo busqué en las discos de moda, en el gimnasio al que asiste, en todas partes… y no hay ni rastro suyo. ¿Dónde puede haberse escondido? He estado viendo a Orpheo pero eso solo hace que mi culpa sea mayor. Camus me ama… o me amaba, eso fue lo que dijo Aioros, su mejor amigo en todo el mundo.

 

 

 

Es lunes, se supone que hoy debe presentarse en la agencia, al menos eso fue lo que me dijo mi prima Sahorí, ella es su agente. He terminado mi café y hecho un manojo de nervios me preparo para ir a buscarlo a la agencia. No sé que voy a decir, ni que voy a hacer, solo sé que a pesar de todo quiero volver a su lado, salvar esta relación. Pero no sé sí él lo desee, esta demasiado herido y yo también pero, yo le he perdonado. Mi corazón me empuja a buscarlo pero mi cerebro me dice que debo dejarlo ir, que él me ha hecho demasiado daño y que no podré volver a confiar en él jamás. No entiendo lo que estoy sintiendo, solo entiendo que quiero verlo de nuevo, abrazarlo, besar sus labios… eso es todo lo que quiero.

   

Al parecer se ha estado escondiendo, no solo de mí sino de todos los que lo conocen. Nadie sabe o quiere decirme donde está.

 

 

 

Me siento el más grande estúpido del mundo. La verdad es que no se gran cosa de él después de dos años de conocernos. No puedo creer que ignore tantas cosas de él. Hace un par de días estaba buscando su otra agenda, la que tiene los números de sus “contactos” y me topé con su diario. Ni siquiera sospechaba que él llevara un diario, pero así es. Toda su vida esta plasmada en los cortos párrafos que escribe prácticamente cada día. Toda su vida desde los doce años esta en ese diario. Ni siquiera sabia que tuvo un hermano, ni todo lo que tuvo que pasar junto a su madre, no me atreví a leer mucho, pero por lo poco que leí me sirvió para darme cuenta de que su vida nunca ha sido fácil. Aunque no pienso que eso justifique su conducta alocada, creo que me equivoqué con él. Se muestra frívolo para no mostrarse como es en realidad, odia ser visto como es en realidad, se odia a sí mismo y yo ni siquiera me dí cuenta.

 

 

 

Me atreví a leer un poco más anoche. El día en que nos conocimos.

23 de febrero. Hoy conocí a un chico, ¡qué chico! Es rubio y tiene unos hermosos ojos azules, se llama Hyoga y me gustó demasiado, es monísimo… pero creo que siendo como soy no tengo ni una oportunidad pequeñita de que se fije en mí, ¿qué va a hacer un niño así de lindo con una puta como yo? Los chicos lindos no aman a las putas y eso es lo que yo soy. Además él es primo de Sahorí, mi arpi-agente, o sea que debe saber de tooooooodas mis travesuras con los demás chicos de la agencia. Supongo que haré lo mismo de siempre, me iré a la cama con él y lo guardaré como un bonito recuerdo. Seguro que sabiendo mis antecedentes solo me querrá para una noche o por mucho un par de días. En fin ese es el precio de ser un chico tan fácil como lo soy yo, aunque me divierto mucho, ja¡

 

 

 

Pero lo que me partió el corazón fue lo que escribió sobre nuestra primera navidad juntos:”25 de diciembre. Creo que esta es la primera navidad en que pienso en Claude, mi hermanito lindo que ahora es un bello ángel sin ponerme a llorar… la navidad es el peor de los días para mí, pero ahora tengo la ilusión de que esta no será como mis anteriores navidades, mi patito y yo estamos divirtiéndonos como enanos; ojala siempre estemos juntos y yo no tenga tiempo para pensar en mis tristes y solitarias navidades. Ahora sí que lo sé, estoy enamorado de Hyoga y a pesar de todo él también me ama, nada podría ser más perfecto que eso.

 

 

 

¿Qué hice? Sé que él no es perfecto, nunca lo fue y yo tampoco, pero no puedo evitar sentir que él esta cada vez más lejos de mí. Estoy arrepentido y me siento muy solo y sé que él también lo debe estar pasando mal. Nunca me di cuenta de que toda su frivolidad no es sino una máscara para cubrir lo frágil que es, lo mal que está y yo ni siquiera me di cuenta de cuanto necesita sentirse amado y necesario. Soy un torpe.

 

 

 

Mientras conduzco en dirección a la agencia pienso en lo que voy a decirle cuando lo vea. La verdad es que no se me ocurre nada. ¿qué puedo decir? Lo único que se me ocurre es pedirle perdón, rogarle que vuelva a mi lado porque simple y sencillamente no puedo vivir sin él. Que lo amo… eso es todo y nada a la vez, porque conociéndolo como lo conozco, sé que eso no será suficiente para él. Camus, Camus, Camus, eres en todo lo que puedo pensar. Y me siento un imbécil por no haber puesto atención a todas las señales que me diste aún sin quererlo. Lo amo, pero, ¿será suficiente para que regrese? Espero que sí porque no sé que sería de mi vida sin él. Estos días han sido un infierno. Odio levantarme y ver el espacio vacío a mi lado en la cama, odio no escucharlo protestar porque lo obligo a desayunar, odio no percibir su aroma en mi piel. Odio pensar que está buscando el consuelo que no halló en mí en brazos de otro, ¿de quién? No sé y creo que a él no le importará quien sea, solo le importará sentirse amado y deseado, eso es lo que siempre ha querido y que yo no supe darle. Y ahora me arrepiento, me dejé vencer muy rápido, debí ser constante, debí ser más terco que él y colarme en su mundo como él logro colarse en el mío. Debí empeñarme en ser el único, en darle todo lo que necesitaba, en conocerlo, en conocer a Camus y no al modelo.

 

 

 

Estaciono el auto afuera de la agencia, es temprano, conociéndolo sé que será de los últimos en llegar. Tamborileo con los dedos sobre el volante. Estoy que me muero por verlo, por mirar esos hermosos ojos verdes.

 

 

 

Después de quince minutos que me han parecido quince siglos, lo veo bajar de un taxi. No se ve bien, esta sumamente pálido. Lleva sujeta la espesa melena verde en una coleta que desciende por su espalda hasta rozar su redondeado trasero. Viste un conjunto de mezclilla negra y una camiseta muy ceñida del mismo color. Parece un ángel… Bajo del auto y corro hacia él. Él no ha notado mi presencia.

 

-Camus.- le llamo, él voltea a mirarme, sus hermosos ojos verdes se ocultan detrás de un par de gafas ahumadas. Él no responde, se limita a bajar el rostro y continuar su camino como si no me hubiera visto. – Camus, espera tenemos que hablar.- le digo sujetando su muñeca.

 

- Déjame… yo ya te hice demasiado daño. No soy bueno para ti, lo mejor es que no volvamos a vernos. – dice sin mirarme. Su voz se escucha tranquila, resignada pero llena de dolor.

 

- Camus, yo sé que tú sufres igual que yo. Por favor Camus, al menos dame la oportunidad de hablar.

 

- No tiene caso, hablando no vamos a arreglar nada. Yo no voy a cambiar nunca y tú nunca vas a aceptar que soy como soy. No puedo darte lo que necesitas, no puedo ser el que quieres que sea y eso nos hace daño a los dos. Entiéndelo patito… yo soy basura y tú te mereces algo mejor que eso. No me hagas seguir hablando, no podría, se acabaron mis cinco minutos de seriedad. Por cierto, eso de que dejes el departamento, no era en serio. Mañana enviaré a alguien a recoger algunas de mis cosas, lo demás si quieres tíralo a la basura o haz lo que quieras, cuídate y que tengas una buena vida.- dice y librándose de mi, corre hacia la entrada.  Logro alcanzarlo y lo tomo en mis brazos… está llorando.

 

- Cammie…  por favor, sé que no has dejado de amarme.

 

- No puedes saberlo… ni yo mismo sé lo que siento ahora, por eso prefiero dejarte ir, no quiero lastimarte, nunca quise hacerlo, de verdad. – dice evitando mirarme. – Por favor no hagas esto más difícil… sabes que no puedo ser lo que tu quieres que sea, no vas a poder cambiarme.

 

- Tal vez, pero tampoco tú podrás hacer que deje de amarte. También yo te he lastimado, también he sido cruel contigo y he ignorado tus necesidades. No me di cuenta de lo frágil que eres.

 

- Eso ya no importa ahora… es mi culpa y lo admito, yo arruine las cosas con mi actitud de niño tonto, soy un bobito por haberte hecho todo lo que te hice, pero quiero que entiendas algo, no es culpa tuya… ahora solo me queda pedirte que me dejes ir, que no te aferres a mí porque no tenemos futuro. Sé que duele pero es lo mejor. Nosotros no nacimos para estar juntos patito. Yo no nací para algo como lo que tú quieres, yo… yo solo soy la gran puta de París y ya es hora de que lo enfrente. Es lo que siempre he sido y es lo que siempre seré. Fue un lindo sueño estar contigo, pero  llegó el momento de despertar.

 

- Camus, eso no es cierto; lo que sentimos el uno por el otro no es un sueño, yo te amo al igual que tú a mí.

 

- El amor no es suficiente para alguien que está tan dañado como yo. ¿No lo entiendes verdad? Hay demasiada porquería en mi vida, si supieras todo lo que he hecho y todo lo que he dejado que me hagan no estarías aquí ahora. No me conoces Hyoga, solo conoces al niño de las revistas, al niño que siempre está sonriendo y haciéndose el idiota, al que todos creen estúpido y que no se molesta en negarlo porque es la mejor defensa que tiene. Yo sé que nadie espera nada bueno de mí, ni siquiera tú, y para mí es lo mejor, porque así no le fallaré a nadie. Daría lo mismo si me muriera en este instante porque nadie me extrañaría, nadie sufriría por mí porque alguien como yo no es necesario, ni siquiera me echarían de menos. En serio te agradezco que lo hayas intentado, pero conmigo no será posible lo que tú quieres tener. Quizá ese chico de Nueva York sea lo que estas buscando, pero yo no. – Camus se libera de mis brazos y echa a correr dentro del edificio. Me quedo mirándolo partir sin saber que hacer o que decirle, ¿por qué nunca me di cuenta de que se sentía así?

 

- Deberías ir tras él… aunque lo niegue, todavía te ama. Sálvalo de sí mismo. Te necesita. - dice alguien a mis espaldas. Se trata de un chico muy alto, moreno y de cabello azul.

 

- ¿Quién eres y por qué me dices eso?

 

- Soy su amigo, y sé que necesita de ti más de lo que parece… él te ama, no lo dejes escapar. – dice, lo veo subir a una motocicleta y alejarse a toda velocidad del lugar.  No sé que hacer, no sé como acercarme a él y convencerlo de que se equivoca y que a mi no me importa todo eso que él dice ser. Yo lo amo. Entro al edificio, por suerte Sahorí esta aquí.

 

- ¿Has visto a Camus? – le pregunto.

 

- Sí, está en la sala de juntas, ¿por qué? – no me quedo a responderle, simplemente echo a correr en dirección a la sala de juntas, abro la puerta solo para encontrarme con que Camus no está aquí, pero sí sus amigos. Me acerco a ellos.

 

- ¿Dónde está Camus?- les pregunto.

 

- ¿Y yo que sé? – dice el chico de pelo color acua, creo que se llama Afrodita. Me mira como si quisiera matarme.

 

- Sahorí me dijo que él estaba aquí.

 

- Pues debería estar, pero no esta, seguro se volvió a quedar dormidito. – añade Aioros con una sonrisa despectiva. Supongo que ya saben lo que pasó.

 

- Mejor vete, nos aburres. – dice Afrodita dándome la espalda.

 

- Ya déjalo en paz, él no quiere verte, ¿te cabe eso en tu cabecita? – me dice Aioros.

 

- Tengo que hablar con él, tengo que aclarar las cosas. – digo esperando que entiendan y me digan de una vez por todas donde está él.

 

- Mejor vete, no vamos a molestarnos en hablar más contigo. – dice Afrodita. Abandono el lugar sabiendo que sí no quiere que lo encuentre no lo encontraré, Camus sabe esconderse muy bien y seguro está en el lugar más inesperado si no es que se ha ido ya.

 

 

 

Recorro el edificio buscándolo. No aparece por ningún lado.

 

- Hola lindo. – me dice Misty apareciendo frente a mí, él nunca se ha llevado bien con Camus. - ¿Qué haces tan solito? – dice sonriéndome en forma seductora.

 

- Estoy buscando a Camus, ¿lo has visto?

 

- Nop, pero estoy casi seguro de que nuestra estrellita solo puede estar haciendo dos cosas, drogándose en el baño o…

 

- ¿O que?- pregunto con impaciencia.

 

- … o retozando con el hermoso Milo en algún rinconcito.  – dice Misty con una venenosa sonrisa.

 

- ¿Quién es Milo?

- Su nuevo amor, supongo, porque siempre están juntos y Milo lo mira con ojitos de amor, no entiendo porque se fijó en Camus, es un cualquiera, Milo se merece algo mejor, algo… como yo. Ah, por cierto, te recomiendo que no te metas con Milo, es alguien un poco… rudo, peligroso… sí, esa es la palabra. Imagínate, es amigo de unos tipos que son pandilleros, los Zodiac, supongo que sabes de quienes te hablo. El líder de la banda es el guitarrista de Solid Gold.

 

- Sí, sé quienes son, y ahora sí me disculpas seguiré buscando a Camus.

 

- ¿Para qué? Por lo que sé no deberías buscarlo, mira que encontrarlo en tu casa con otro… eso sí que no tiene perdón. – la risita burlona de Misty me enfurece.

 

 

 

Pensando en lo que me dijo Misty, regreso a buscar al baño. Camus, Camus, así que cumpliste tu ofrecimiento de decir que había sido yo quien te sorprendió con otro en nuestra casa y no al revés como en realidad sucedió, no te entiendo, ¿por qué? A veces Camus es incomprensible… y eso solo demuestra lo poco que lo conozco.

 

 

 

Camino por el pasillo en dirección a la salida. ¿Qué voy a hacer ahora? ¿Cómo voy a convencerlo de que de verdad tenemos una oportunidad de seguir juntos? Tengo que conseguir que vuelva conmigo, solo que no sé como voy a hacerlo… me asomo a la ventana y lo veo. No puede ser otro más que Camus. Lo veo parar de pie en la calle. Corro lo más rápido que puedo solo para ver que se encuentra con el chico que me habló hace un rato. Sí, ese debe ser Milo, se abrazan y los labios de Camus buscan los de él… esto es horrible. Los miro mientras suben a la motocicleta de Milo y  no puedo evitar sentirme celoso, él no es su amigo, él es su amante, es él el que logró retenerlo por más tiempo que ninguno… quizá ya no sea solo sexo… quizá él haya empezado a dejar de amarme para amarlo a él…

 

 

 

¿Por qué todo tiene que ser así? Hemos cometido tantos errores, nos hemos hecho tanto daño, pero yo lo amo y él a mí, y mientras así sea yo seguiré intentando.

 

 

Notas finales: ESPERO QUE LES GUSTE, ESTO SE PONE DIVERTIDO NO? EN FIN LOS GEMELOS HARÁN SU ENTRADA TRIUNFAL EN EL PRÓXIMO CAPÍTULO ASÍ QUE NO SE LO PIERDAN, BYE = P

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).