Sasuke parpadeó sorprendido. ¿Cómo podía ser el chico que estaba encima de su cama el pequeño kitsune que se había comprado? “Naruto” le sonrió graciosamente y estiró su cuerpecito, sacándose con los pies la sábana que le tapaba. El moreno enrojeció violentamente. ¡Estaba completamente desnudo! El rubio lo miró inocente, se fijó en que, además de la cola y las orejas, tenía tres marcas en las mejillas, a modo de bigotes (N/A: Su… sumimasen… se me olvido poner eso en el otro capítulo owo). Naruto gateó, sensualmente sin proponérselo, por la cama hasta llegar adonde Sasuke, allí se aferró a su camiseta de pijama, apoyando su cabecita en el pecho del moreno. El Uchiha lo miraba perplejo.
-¿Qué… qué estás haciendo?-preguntó cohibido, el ojiazul le miró desde abajo, sonriéndole con dulzura.
-Sasuke-san, tengo hambre.-informó el pequeño poniendo un puchero, habló con voz muy suave, a Sasuke se le caía la baba y soplo podía pensar en cosas poco inocentes. Carraspeó, alejando de su mente aquellos pensamientos y sonrojado comenzó a hablarle con la voz serena.
-Vale… aquí hay algo raro… muy raro… para empezar… ¿qué eres tú?
-Yo soy Naruto.-repitió ofendido el chico-zorro, apretando más la camiseta. El mayor le apartó delicadamente y se echó tres pasos atrás. Esto pareció entristecer al rubio, ya que se le humedecieron los ojos, hizo pucheros, puso gachas las orejitas y le dio la espalda, hablando entrecortadamente.
-Sasuke-san… ¿va a devolverme… a la tienda?-meneó tristemente el rabito (N/A: Joder con los diminutivos). A Sasuke se le encogió el corazón, no podía devolver esa cosita tan mona (N/A: Y DALE!) a la tienda de donde procedía si le miraba de aquella manera. Al menos decidió aclarar un poco las cosas. Tembloroso, le pasó una camiseta larga que tenía en el armario al pequeño y salió de la habitación.
-Ponte eso y espera aquí, no te muevas a no ser que yo te lo diga, ¿eh?
Naruto asintió obedientemente con la cabeza y cogió la camiseta para colocársela. Sasuke salió de la habitación, le cerraba el paso Shizune.
-Buenos días, Sasuke-san, ya está listo su desayuno.
-…-el moreno la miró directamente a los ojos.-¿Qué me has preparado?
-No quedaba más café, señor, por eso en vez de hacer sus tostadas con el café le hice un cola cao…
-¿Es que acaso soy pobre?-preguntó fastidiado al aire, mirando al techa. Bufó y volvió a mirar a la chica, esta se ruborizó, avergonzada.
-Go… gomen Sasuke-san… si quiere…
-Tráeme el desayuno.-interrumpió Sasuke. La chica la miró confusa.
-Hai…
Se alejó por el largo pasillo, el mayor se masajeó las sienes y cogió su móvil, dispuesto a llamar a su agente. Dio cuatro toques y nada, a Sasuke se le hinchó la vena, y es que Kakashi era impuntual hasta para coger el teléfono. Saltó el buzón de voz, colgó y volvió a llamar. Esta vez si se lo cogieron.
-Ohayo…-dijo vagamente.
-¿¡Cómo que ohayo!? ¿Dónde te habías metido?
-Pues estaba duchándome y…
-Esa excusa la usaste ayer.
-Eh… ejem… n.// en fin, ¿para que llamaste?
-Verás… ¿te acuerdas del kitsune que compré ayer?
-Sip
-Pues la verdad es que…
Le contó todo de pe a pa, quizá porque era la única persona con la que podía contar… o quizá porque andaba desesperado. Cuando hizo una pausa para respirar le cortó Shizune, que traía una bandeja con un zumo de naranja, un bol de cereales, unas tostadas y una manzana. A Sasuke se le resbaló una gota por la sien: menudo desayuno le había preparado, ni que fuese su abuela…
-Aquí está su desayuno, Sasuke-san, le he hecho unas cuantas cosas más, ya que…-se sonrojó y rió nerviosamente.-el vaco con el cola cao se me cayó de camino.
El Uchiha bufó y le dio la espalda, intentando hablar con Kakashi.
-No pasa nada, Shizune, deja en la entrada de la habitación la bandeja, ahora la recogeré yo.
-Hai…
Dejó la bandeja en el suelo, delante de la puerta cerrada de la habitación de Sasuke, y salió de la estancia haciendo una reverencia. Kakashi habló.
-Entonces me dices que el zorro que compraste en la tienda de Orochimaru se ha convertido en un humano… ¿no?
-Sí, pero con cola, orejas y bigotes de zorro.
-Oye pues que lindo regalo, aprovéchalo ahora que puedes n.n
El moreno se sonrojó por la insinuación, a la vez que una vena en su frente crecía por momentos.
-¡SALIDO! No le he hecho ni le voy a hacer nada pervertido, baka.
-Sí, sí, ahora dices eso pero ya veras… ya decía yo que te veía con el perfil de gay.
La vena de Sasuke explotó.
-¡¿PERO QUÉ ES LO QUE TE PIENSAS?! ¬/////////¬
Asustados y confusos, todos los sirvientes de la casa se asomaron por el marco de la puerta que daba al pasillo para ver que es lo que pasaba. El Uchiha, avergonzado, hizo una señal con la mano, gesto de que se fuesen que no pasaba nada. Una a una las cabezas que asomaban se iban escondiendo hasta desaparecer todas por completo.
-Bueno, no te sulfures Sasu-chan. Puedo ir ahora a la tienda si quieres… ¿cómo se llamaba el chiquillo?
-Naruto, y no me llames Sasu-chan ¬¬
-Bueno, pues eso, voy si quieres y pregunto al dependiente.
-Arigato… te lo agradecería si lo hicieses.
-Bueno, pues entonces hecho.
-Vale, adiós.
-Adiós.
Colgó y fue hasta la habitación, no sin antes recoger la bandeja del suelo. Cuando entró allí… de milagro mantuvo la bandeja en sus manos, ya que le dio un desangramiento que encharcó toda la sala.
Naruto había cogido una de las revistas de modelos que tenía allí de su colección y estaba ensayando, encima de la cama, algunas poses que hacían los modelos. Y allí estaba, con las orejas hacia arriba, inocentemente estirado sobre la cama, tapando su desnudo cuerpo solamente con una camiseta y las piernas cruzadas y apoyado sobre sus codos, miraba la revista mientras se colocaba, como si estuviese viendo como era la pose correcta. (N/A: Si, lo he sacado de Chobits xD)
Sasuke estaba con la mandíbula desencajada, abrió mucho los ojos cuando notó que el chico se estaba cambiando de posición para ponerse a cuatro patas.
-Che, quieto, ¿qué es lo que haces?
El rubio se asustó y sonrió inocente al ver quien era el chico que había entrado. Se hizo un ovillo, meneando alegremente la cola.
-¡Sasuke-san! No le había visto…-dijo con voz melosa el chico, sentándose en la orilla de la cama. Miró con un brillo especial la comida que portaba el mayor. Este le dejó la bandeja con manos temblorosas encima de la cama. No sabía como ese chiquito, sin proponérselo, le ponía tan nervioso.
-Hala, toma ahí tu comida, dobe. ¿No decías tenías hambre?
Naruto hizo pucheros, Sasuke se sentó el lado de él, cosa que aprovechó el kitsune para aferrarse a la parte baja de la camiseta.
-¡No me llame así, Sasuke-san!
-… Te llamo como me da la gana.
-…Itadakimasu…
Naruto le dio la espalda, haciéndose el ofendido, mientras comía el desayuno de la bandeja. Sasuke observaba atentamente como el pequeño se la comía (N/A: … MALPENSADOS!), cuando se manchaba el dedo con la mermelada de las tostadas se lo lamía y el zumo lo bebía tan rápido que pequeñas gotitas resbalaban por su boca, hasta llegar a la barbilla y perderse por su cuello. El moreno sintió una oleada de calor bajándole por su cuerpo hasta su entrepierna, que empezaba a cobrar vida. Se alegró mucho al comprobar que Naruto ya había acabado de comer.
-Ha estado todo muy rico, Sasuke-san.-sonrisa zorruna.
-Eh… sí.-miró al chico.-Mira, Naruto, no sé que es lo que habrá pasado para que te conviertas en humano de la noche a la mañana, pero…-Naruto ya había dejado de sonreír, mirando sus pies. El flequillo le tapaba los ojos.-… no puedo quedarme contigo, compréndelo, por eso esta ta…-no pudo continuar, pues el chico-zorro se había puesto a llorar desconsoladamente, escondiendo su carita entre sus piernas. A Sasuke se le hizo un nudo en la garganta.
-No… no… onegai Sasuke-san… Orochimaru-sama fue muy bueno conmigo… de… demo….-saltó sobre el moreno, echándolo en la cama sin querer quedando él encima del mayor. Allí lloró en su pecho.-¡ONEGAI! ¡No quiero… que me vuelvan a hacer cosas malas…!
Sasuke miraba atónito al rubio, ¿cómo que cosas malas? Naruto se abrazó al cuello del otro chico, llorando en su oído.
-No quiero… no quiero volver a ese infierno… no… onegai, Sasuke-san… onegai…-apretaba más el cuello de Sasuke.
-Basta… me ahogas…-Naruto reaccionó a ello y se quitó de encima de él, diciendo un débil “gomen”. Se cogió la colita y la apretaba entre sus manos, intentando ahogar las siguientes lágrimas que amenazaban con salir de sus ojos. Sasuke se frotó el cuello, incorporándose. Meditó unos segundos. ¿Qué es lo que le habría pasado para ponerse así?
-.-.-.-
Mientras, en otro sitio de la ciudad, concretamente en la tienda de Orochimaru, entraba tranquilo Kakashi, con las manos en los bolsillos. Orochimaru sonrió al verlo entrar.
-Hombre, Kakashi. Cuanto tiempo… no te veía desde que viniste a comprar a Pakkun.
-Sí, bueno, ya no estoy interesado en comprar perros parlantes…-dijo pacíficamente.-Oye, el zorrito que le vendiste ayer a un cliente… no era muy común. ¿Verdad?
Orochimaru suspiró, mirando hacia otro lado.
-Era demasiado dinero, Kakashi, no podía rechazarlo ¬///¬
-No te lo echo en cara, cuando Sasuke se pone caprichoso daría todo el dinero del mundo por conseguirlo. Y dime…-decía observando los extraños animales que tenía el hombre en su tienda.-¿Qué tiene de especial ese kitsune?
-Uzumaki…-suspiraba el hombre.-Pobre muchacho. ¿Acaso quieres saber toda su historia? Te advierto… que es muy dura.
Kakashi lo miró perplejo y asintió con la cabeza.
…Flashback…
Un muchachito de no más de tres meses se hallaba recostado en una cunita. Su padre, llamado Kaseiyo, atendía a un hombre que llegaba con su mujer, la cual estaba como poseída.
-Por favor, Kaseiyo-sama, tiene que hacer algo con mi mujer… ¡Tiene un demonio dentro!
Kaseiyo cerró los ojos, tocando la frente de la mujer con el dedo índice. Asintió con la cabeza, volvió a abrir los ojos.
-Su mujer tiene al Kyuubi dentro, un demonio zorro muy poderoso, capaz de corromper las almas más débiles. Se necesita a una alma muy pura para poder conllevarlo. Como la de un bebé por ejemplo.
-Pues entonces… ¡métale en su hijo! ¡De seguro que no le pasa nada!
Kaseiyo miró furioso al hombre, le gritó profundamente.
-¿¡QUÉ SE CREE USTED!? ¡NO VENDERÉ EL ALMA DE MI HIJO!
-¡PERO HA DE HACERLO, POR MI MUJER, POR MIRY-CHAN!
El hombre se masajeó las sienes, tratando de pensar. Podría transmitir el demonio de la mujer hasta su hijo, podría, pero…
-Está bien, lo haré.
-Gracias a dios, Kaseiyo-sama, le estaré muy agradecido…
Tras un ritual muy duro de tres horas pudieron transportar el Kyuubi de la mujer hasta el bebito, llamado Uzumaki. Pero… no todo salió como lo planeado, ya que el chico se convirtió en zorro. El hombre se llevó a la mujer. El padre de la criatura lloraba, impotente al no poder hacer nada.
-Dios mió que he hecho…
Desesperado, hizo una técnica del sellado para que Kyuubi se mantuviese dentro de su hijo y no causase problemas, pero había malgastado del todo sus poderes el hombre, por lo que la técnica no salió completa y el chico conservó algunos rasgos de zorro, además de su comportamiento y el problema de que se transformaba en zorro a la luna llena.
7 años más tarde, el chico vagaba por las calles de la ciudad, todo el mundo le miraba con malos ojos, ya que creían que era un niño que quería hacer de las suyas vistiéndose de animal. Una panda de hombres recogió al niño.
-Vaya, vaya, vaya, pero que tenemos aquí… que precioso nene.
Uzumaki se asustó e intentó correr como pudo, pero tres chicos le inmovilizaron atándolo con cuerdas.
Uno de ellos era Orochimaru, el cual no estaba de acuerdo con coger a aquel inocente niño.
-Sasori… no lo veo justo... es un pobre niño, déjalo ir.
-¿Y quedarnos sin tan suculento plato? No, Orochimaru, me parece que no es lo que voy a hacer.
Sasori intentó violar al niño, pero este no se dejaba, pataleando todo el rato.
Visto que Uzumaki no se dejaba hacer, decidió tenerlo de esclavo para limpiarles el cuarto de la organización. Orochimaru le traía a escondidas comida al pequeño, este se lo agradecía abiertamente.
Años después Orochimaru se rebeló contra su organización, llevándose al kitsune de allí, escondiéndolo en varios lugares.
Sin embargo, tenían que cambiarse constantemente de lugar, por lo que la tienda de animales que decidió hacer Orochimaru fue obligada a trasladarse de un lugar a otro. Uzumaki estaba allí, como un animal más, rogando para que algún día alguien se apiadase de él y lo adoptase
…Fin del Flashback…
-Vaya…-dijo tristemente el peliplateado al dependiente.-Así que el padre de Naruto era un hechicero, ¿eh?
-Me temo que así es, por muy increíble que parezca.
-Vaya…-repitió Kakashi.-Bueno, yo me voy pirando, sayo n.//-dijo secamente mientras salía de la tienda
-Kuso.-se lamentaba Orochimaru.-Lo justo es que te paguen por decir información ù.u
-.-.-.-
Tras la llorera Naruto cayó rendido en brazos de Morfeo, durmiéndose encima de Sasuke, el cual estaba ya completamente vestido y echado en el sofá mientras veía la tele. Todavía no se había acostumbrado a la compañía del kitsune, pero decidió que tendría que empezar a hacerlo, ya que iba a vivir con él el resto de los días.
Tras el sofocón del rubio decidió quedarse con el pequeño. Total, ¿qué le podía pasar? Naruto se revolvió encima del moreno, apoyándose en el hombro de Sasuke, haciendo que chocase su respiración contra su cuello. Le dio un escalofrío, sí, la verdad es que sí podía pasar algo.
Sasuke estaba tranquilamente sumido en sus pensamientos, medio durmiéndose, cuando un pequeño lametazo en su cuello le espabiló, haciendo que le entrase un escalofrío, esta vez mayor. Se puso rojo de cabeza a los pies.
-¿Se puede saber que hace?
-Go… gomen… quería darle un beso, Sasuke-san.-las mejillas de Naruto lucieron un lindo tono rosado. Sasuke suspiró, todavía nervioso por la reacción del pequeño kitsune.
-Así no se dan los besos…
-¿No?-preguntó extrañado.
-¡Pues claro que no! Aquí los besos en vez de darse con la lengua se dan con los labios.
-¿Cómo se hace eso?
-Pu… pues…-“no, si encima le voy a tener que hacer la escenografía ù///ú”-se hace así…
Sasuke le dio un leve beso en la mejilla. Naruto sonrió.
-Sasuke-san, ¿me ha dado un beso?
-Solo para mostrarte como se hacía.
-Ah.-dijo desilusionado.-Entonces… ¿se hace así?-y, con la mayor de las inocencias, le besó donde antes le había dado un lametazo: en un lado del cuello. Daba repetidos besos por todo el cuello de Sasuke, haciendo que este se sobrecalentase de sobremanera. El moreno perdía la cordura. ¿Pero de verdad era así el pequeño o se hacía el inocente?
-No me beses ahí tanto, dobe.
Naruto cesó de dar besitos, riéndose por lo bajo. Se abrazó al cuello del otro, apretándose más contra él. Sasuke dejó escapar un suspiro. La verdad es que la compañía de Naruto era empalagosa, pero agradable.
-Sasuke-san, te quiero.
Esto dejó shokeado al mayor.
-¿E… eh?-sonrojado.
-Que le quiero, ha sido la única persona que me ha adoptado en todos estos años, la verdad… se lo agradezco.
-…-Sasuke no sabía que decir, sabía que era la única persona que lo había adoptado obviamente, porque seguía en la jaula cuando estaba en la tienda de animales. Naruto se frotó con el cuerpo de Sasuke, haciendo que su entrepierna reaccionase (N/A: La de Sasuke… el rubito es demasiado inocente xD). Meneó la cola en un movimiento sensual, bajando las orejas. Tenía una sonrisa en la cara.
Ninguno de los dos supo cuando pasó, pero el Uchiha se encontraba ahora encima del rubio, quitándole la única prenda que le tapaba.
-¿Sa… Sasuke-san?-decía atemorizado Naruto. Sasuke tenía una sonrisa en la cara que, verdaderamente, daba miedo.
-¿Qué pasa, Naru-chan? ¿Tienes miedo de que te haga cariñitos?-decía mientras le tocaba descaradamente su miembro.
-Ah… pare, Sasuke-san, ¿qué me está haciendo?
-¿No es obvio?-dijo tocando más el pene del chico.-Estoy haciendo que sientas algo más por mí que amor… lujuria, por ejemplo.
…:::CoNtInUaRa:::…