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Tradición familiar... por Flor oriental

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Notas del capitulo:

siento la demora, pero este me costo más que ninguno, de hecho, tengo el final escrito, y las ideas de los capitulos, pero a veces no me resulta escribirlas

ni siquiera les dire como termine despues de escribir este

 

Va dedicado a blackrain, quien en su fic "Vampiros" realizo una mencion al mio n.n

es muy agradable saber que la persona a quien leo, tambien me lee, es reconfortante tener la aprobacion de alguien que consideras muy excelente en lo que hace

asi que con cariño para ti

Capítulo 17° Desilusión, solo dientes.

-¿QU…?—creo que dentro de todo, debo de haber escuchado mal, es imposible que mi pequeño bebé me este diciendo eso; de seguro el sulfurarme en exceso por culpa del bastardo-Uchiha me esta afectando
-Eso Sai… ¿te gustaría que tuviéramos un bebé?—esta vez creo que si era definitivo, pero de todas formas, prefiero preguntarle con más calma antes de que esto se convierta en algo realmente complicado y doloroso para mi terrón de azúcar
-Gaara.. podrías ir más lento?
-Si no quieres este bien, en verdad, no puedo presionarte con algo así, si no queremos los dos, no es una buena opción..yo..
-Cielo..—lo tomé con suavidad de los hombros para evitar que me dejara de mirar, esto iba a ser serio..—dime, de donde has sacado la idea de tener un bebé?
-Hace algunos días estaba hablando con Naruto…y me pregunto si nunca había pensado en tener bebes…y la verdad es que si me gustaría, pero esa es una decisión de los dos, adem..
-Gaara, con respecto a eso, tengo que decirte algo muy importante—maldito pedazo de rubio bruto, no quiero destrozar los sueños de mi pequeñito
-Si no quieres, voy a entenderlo
-No es eso
-Pero podrías pensarlo
-…-
-A mi me encantaría

Ver sus ojos llenos de ilusión, esperando por una respuesta afirmativa, fue demasiado para mi; pero me había prometido ser franco, y no podría mentirle con algo como esto..
Puse mi mano sobre su hombro, para tener un punto de apoyo y poder besarlo a gusto; después de sentir los brazos de mi pelirrojo enredarse en mi cuello, al igual que esa boca que saboreaba con cuidado mis labios, me aparte un poco dejando mi frente apoyada en la suya, al ver sus ojos, noté que había malinterpretado mi acción, debió de tomarlo como un si, no como apoyo para lo que venía..

-Gaara, nosotros no podemos tener un bebe

************************************

A pesar de que el tono de Sai indicaba una suavidad inmensa, el hecho de escuchar esas palabras fue demasiado… mi ilusión se había terminado, me sentía realmente mal… además ese beso; todo parecía una burla…yo…pensé que me diría que si, que esa era la forma que tenía para darme a entender que formaríamos una familia más amplia, de que ya no seríamos dos, sino que tres, o quizás más…. Pero se había ido todo al piso, y no entendía porque, ¿Qué había de malo en querer tener un bebito?

-No quiero que pienses que esto es por una negativa personal…pero no podemos cielo
-¿Por qué?—intenté que mi voz no sonara tan lastimera, pero me dolía… y no podía evitarlo.
-Porque ninguno de los dos tienen la capacidad de albergar a un bebe en nuestro interior…
-¿Cómo?
-¿sabes de donde vienen los bebes?—negué, no lo sabía, aunque..
-mi mama decía que los bebes nacían del amor
-si, en parte lo hacen
-¿entonces no nos amamos tanto para tener un bebe?..—no entendía, no podía entenderlo, si los bebes nacían del amor, y si nos amábamos, ¿Por qué no podíamos?
-Gaara, jamás dudes que te amo, eres la persona más especial para mi; pero un bebe no es solo amor… verás, para que un bebe nazca, debe haber mucho amor entre dos personas; eso lo tenemos, pero no tenemos lo más importante –que cosa podía ser tan importante y que ninguno de los dos tuviera; si lo primero era lo importante ¿para que más?, lo mire fijamente, intentando trasmitirle mis dudas, me sentía demasiado ahogado como para poder hablar, sentía un nudo en la garganta..—los bebes necesitan de un vientre para poder desarrollarse hasta nacer, y eso ninguno de los dos lo tiene..

¿un vientre?,¿ eso era lo importante?

-eres un mentiroso…porque mejor no me dices que no quieres tener un bebe, y te ahorras todo esto!!..—me dolía, me estaba mintiendo, no entiendo porque, es mas fácil decir que no lo quiere…estaba controlándome, no quiero llevar esto a una pelea, pero es descarado, es mentira, me esta mintiendo y no encuentro el maldito motivo a todo esto..no.. no quiero gritarle..pero..
-no te estoy mintiendo mi amor…
-SI LO ESTAS HACIENDO!!..—tome su mano, y la lleve hasta mi vientre, para que lo sintiera, para que se diera cuenta de que—si tengo uno… si tengo un vientre… --sentí su mano deslizarse por él, quería que se diera cuenta que si podíamos.
-lo sé Gaara, créeme que lo se; me encanta acariciar tu vientre..—su mano llegó hasta mi piel, sentía sus dedos moverse … delinearlo con cuidado.—es muy suave, en realidad, toda tu piel es suave, toca.—tomo esta vez mi mano y la llevó hasta su cuerpo –yo también tengo un vientre; los dos lo tenemos, pero un bebe necesita de un vientre especial, y ese solo lo tienen las mujeres. Por mucho que nos amemos, y que tratemos no podremos tener un bebe porque nuestro vientre no es el adecuado, ¿ahora me entiendes? Un bebe no puede crecer en nuestro interior…

Asentí.. no lo entendía… era cruel, yo… mi madre siempre dijo que un bebe era un regalo, el mejor regalo que podía recibir una pareja; y yo jamás iba a poder dárselo a Sai

************************************

Sentí que esto en cualquier momento iba a superarme, mi pedacito de azúcar estaba llorando entre mis brazos, y de segur todo por un mal entendido con el rubio…. Quizás debió de explicarle él como era que venían al mundo los bebes, así Gaarita no habría llegado con la ilusión desbordante y no estaríamos así…

Sabía que no iba a poder calmar a Gaara durante un rato, así que solo lo aferre para que sintiera mi apoyo mientras lo peor de momento pasaba. No cabía la menor duda, a pesar de la edad que tenía Gaara, el seguía siendo un pequeño niño ingenuo en este mundo… incluso me llega a aterrar la sola idea de que su tío lo prácticamente vendiera a quizás quien, y que suerte mi pelirrojo hubiese llegado a correr.
Cuando por fin su respiración estuvo a un ritmo normal; lo besé despacio—el desayuno se va a enfriar—le dije, para luego tomarlo en brazos y llevarlo hasta la casa. Lo deje con cuidado en un mullido y amplio cojín, que se encontraba bajo un árbol, había hecho los preparativos para un desayuno al aire libre, pero por cómo se estaban dando las cosas, dudaba que este se pudiera llevar a cabo con éxito, mi pequeño se quedo sentado, mirando a la nada, sus lagrimas ahora silenciosas seguían bajando por esas mejillas; y no me sentía capaz de hacer algo para reconfortarlo… ¿Qué podía decirle?...
Me dispuse a servir lo que había preparado, pero los minutos pasaban, y Gaara no tocaba nada de lo que había… esto siempre termina por preocuparme, ya lo había hecho en su momento en la casa; y la vez que vi un arranque así, de esta magnitud , fue cuando se corto el cabello; y se puede decir que tuvo un choque emocional al verse de una forma distinta a la habitual en él… Al parecer cada vez que toque el tema de su infancia de fémina y su actual cambio, vendrán este tipo de problemas.. a veces siento que no se ha acostumbrado por completo a su nueva apariencia, a la nueva vida que esta llevando.
Lo más probable es que lo arrastre antes de que estuviera listo para el cambio… sigue siendo la misma persona que conocí hace meses; su pose, sus gesto, todo en él aun sigue cargado de ese sensualismo femenino, emana tanta dulzura, que aun a la distancia se puede apreciar como un ella; aunque se que no lo es; en realidad es como un pequeño botón que aun le falta para florecer; a pesar de tener casi la misma edad, su cuerpo no da menor indicio de que así sea… no se si es porque se ha reprimido durante toda su vida; pero aun tiene la apariencia de un niño, su piel, su estrecha figura, sus ojos transparentes…
Me acomode a su lado, prácticamente rodeándolo pero sin hacerlo, besé su mejilla para que volteara a mirarme, no tardo en hacerlo, puede incluso sonar estúpido, pero el verde de sus ojos se ve aun más claro cuando sus ojos están inundado es lágrimas.

************************************


Me apenaba sostenerle la mirada a Sai, aun me sentía culpable por todo esto, debe ser la poca costumbre de ser lo que es y no lo que debería

-perdóname… siempre supe que un bebe es el regalo más grande… y yo no podre dártelo, perdo-
-shhh, para mi tu eres el regalo más grande, nunca lo olvides, solamente hay cosas que se escapan de nuestras manos, y no podemos hacer nada por ello; a mi también me encantaría tener un pequeñito pelirrojo correteando por la casa; pero no todo es posible
-gracias –tenía que admitir que aun me sentía mal por todo esto, pero no podía desconocer que estaba entre los brazos de la persona mas comprensiva y a la que más amaba junto a mi..
-tú té se enfría..—y el único que puede romper los minutos de tensión con alguna salida casi tan estúpida que de sientes relajado de haberla tenido a la vista.

Antes siquiera de probar el té, y todo el desayuno en su conjunto, me tiré a sus brazos para besarlo… al final quedamos tendidos por completo entre los cojines, haciéndonos cosquillas, como también de tanto en tanto besarnos. Sai no iba a perder su esfuerzo en el desayuno, así que estiró el brazo hasta alcanzar el plato con bocadillos, y como le encantaba hacer, me dio de comer… lo mordía él, luego yo, o me robaba lo que ya estaba dentro de mi boca con un beso, fue mi tarea el té… un rico té rojo, que tiene mejor sabor si lo bebes de la boca de Sai..

-ya basta!!... jajaja… estamos todos mojados.
-quien es el travieso acá ¿eh?—Sai es el único que puede hacerte cosquillas mientras bebes, y pretender que no quedes mojado… el té yacía más en nuestras ropas que en otra parte; y además de estar todos pegajosos por el dulce de los panecillos, y llenos de azúcar..—voy a morir por exceso de azúcar!!.—y como siempre el más feliz con todo era Sai, que no dejaba de sacar los restos dulces de mi piel con su lengua…
-jejeje… tu tampoco estas muy limpio…
-¿no?, creo que tendré que darme un baño… ¿Qué te parece?
-¿ahora?—no me parecía mala idea, de hecho, me encantaba; no solo era compartir la tina con Sai, sino todo lo que implicaba: poder sentir su piel, el darme el lujo de tallarle la espalda, o cada uno de los detalles que se podían añadir a eso… sin contar que tenía unas ganas inmensas de probar cada una de las esencias que antes había comprado para la bañera
-Claro… solo tenemos que prepara todo, y listo ¿Cuánto nos podemos demorar en ello?

Me limite a sonreírle para tomarlo de la mano, obligarlo a levantarse y salir casi corriendo hacia las puertas de la casa; aunque en más de un minuto puso resistencia, y terminamos por caer al piso, besándonos y dando una que otra rodada… él si sabía como liberarme de mis tormentos, su buena cuota de cosquillas, caricias y besos, ayudaban a olvidar hasta el más grande de los tormentos.
Una vez en las puertas de la casa, Sai fue a alimentar la caldera, mientras yo corría a llenar la tina y poner las sales de baño en ella, así tendrían más tiempo de disolverse, dejando todo perfumado. Me dedique a arreglar en si todo el baño, ya sea llevando las toallas, y las ropas que luego ocuparíamos, en eso estaba cuando Sai llegó con una caja en sus manos, y la dejo al lado de las otras prendas.

-¿y eso?
-es para después—lo mire interrogante.— jeje luego verás, no seas tan curioso.

La espera se me hizo casi eterna, no podía ansiar más estar dentro de esas paredes de roble con mi moreno, pero debo decir que la espera fue amortiguada por Sai, que se acomodo muy campante en el marco de la puerta, solamente a besarme y a simular el desnudarme, porque por mucho que jugó no saco una sola de mis prendas.

-¿exquisita?
-demasiado..---una vez dentro del agua, nuestras manos recorrieron todo lo que podían del contrario; ya no podía dejar de besarlo; en parte era por la vergüenza, todavía me costaba admitir que estaba tocando todo de otra persona, y así solía evadir las profundas miradas de Sai… la otra parte, era por cierto grado de cosquilleos y ansiedad que me dominada cuando sabía que eso podía desencadenar un encuentro de tipo sexual… más intimo…
-Gaa..Gaara..—sentía como mordisqueaba mi cuello, no podía evitar jadear cuando esos dientes se encajaban de forma sutil, e incluso no tan sutil en mi piel… di un leve ronroneo para hacerle entender que mi atención era para él.—podría pedirte un favor
-los… que quieras…. – cuando me hablaba al oído incitándome a todo, era difícil negarme, de eso, me había dado cuenta en varias oportunidades
-¿qué te parece si esta vez jugamos de forma diferente?—detuve todos mis movimientos… ¿Cómo era eso de jugar diferente?
-¿Cómo?—esto tenía toda mi atención, incluso me separe de él para poder tener de frente esos ojos y que me explicara qué era lo que quería decir con eso de “jugar diferente”
-para ser sincero; siempre he querido desnudarte usando mis dientes..—ver sus mejillas sonrojadas al máximo era poco frecuente en él, mientras que en mi, era común
-¿sacarme la ropa solo con los dientes?—lo vi asentir, aunque todavía no le encontraba la gracia a todo esto.. –¿porque?
-digamos que es mi pequeña fantasía… mientras estaba besándote en el patio la recordé, y me gustaría llevarla a cabo, además, estamos solos en casa, y dudo mucho que el rubio entre aquí sin más, luego de la amenaza que se llevó la última vez—acorte la distancia que yo mismo había puesto para besarlo, y decirle que no tenía problema alguno en dejar que me desnudara de esa forma.. pero todavía lo notaba algo inquieto—bueno, ahora que has accedido… viene el favor
-pensé que era ese
-bueno.. en.. en parte si—lo miré sin entender para donde iba la cosa; o sea, ya entendía lo que quería, pero no sabía que más se le podía antojar a mi moreno como para que dudara tanto en pedírmelo; vi como respiro profundo, antes de continuar..—me gustaría que llevaras puesto un kimono.

Esta vez eso si me dejo fuera de juego por algunos minutos… ¿Cómo que un kimono?, como si no me costara el solo hecho de haber dejado mi casa con todo lo que implicaba, él, quería un kimono

-¿Por qué un kimono? –estaba algo indignado, por no decir bastante, de todo esto
-porque es mucho más difícil sacarlo… eso le daría más emoción, yo no conozco la forma en que se pone, los pliegues, las amarras, las desconozco por completo; en cambio, sacarte mi ropa sería muy fácil, porque la conozco de memoria, y no sería divertido… ¿Qué dices?—di un largo suspiro antes de asentir; Sai podía tener cada ocurrencia—perfecto, ahora disfrutemos del baño, después vemos los pormenores de esto.

Y así fue, nuestras manos se controlaron mientras estuvimos dentro de agua, porque sabíamos que pronto se vendría algo bueno. Sai salió de la tina, avisándome que dentro de la caja estaba el kimono que más le gustaba a él, me sonrió mientras lo confesaba, tenía todo planeado desde el principio, y sabia de antemano que iba a aceptar, por lo que dejo todo a medio preparar. Tome la caja entre mis manos, y me di cuenta, que aun faltaban muchas cosas dentro de ella..

-si Sai quiere jugar, va a hacerlo…


************************************

Me encontraba ansioso por todo esto, y la demora de Gaara no hacía más que aumentar mi nerviosismo y ese cúmulo de emociones que estaban en mi persona…

-¿ya estás listo?...—sé que era la cuarta vez que preguntaba eso desde que Gaara se encerró en la habitación para cambiarse.
-por cuarta vez, no—Gaara sonaba entre divertido y enfurruñado, de seguro la idea no le parecía del todo atractiva, no desde el momento en que mencione un kimono, pero era lo que más deseaba, era mi fetiche personal que había nacido durante nuestras citas en la arboleda… digamos que en cierto punto, siempre tuve ganas de poder mantener alguna relación coital con él mientras llevaba un kimono… --si quieres ve a esperar a la salita de abajo, estará más templado ahí por la caldera.
-ya voy—no se ni siquiera porque le dije que sí, a pesar de que el tiempo estaba refrescando, no creía necesitar una caldera para temperar el ambiente…

Llevaba más de media hora esperando, y mi precioso todavía no aparecía, me encontraba relajadamente sentado, o al menos eso intentaba, ya que de relajado poco tenía,. Sentí la puerta abrirse, unos pasos, y luego cerrarse; al darme vuelta, pude ver a mi muñequita, mi Gaara en versión femenina en todo su esplendor!!, y ahí entendí su demora, jamás quiso deshacerse de su gran coleta de cabello, de hecho la tenía guardada, y yo entendía el cariño que debía tenerle a esa infinidad de hebras pelirrojas que estuvieron con él mucho tiempo… pero por decirlo de una forma, esa coleta estaba sujeta de nuevo a esa cabecita, supongo que por decenas de trabas pequeñas, ayudadas por el trenzado que presentaba el cabello… sus ojos verdes levemente sombreados y con un delineado perfecto… mi amada piel, más blanca aún producto de algún retoque; un kimono haciendo perfecto juego con su cabello; vestido de la misma forma como me robo el alma…

Se acerco hasta mi, y yo de inmediato me puse de pie…
-hermoso… realmente sublime –dije al tiempo en que iba en busca de sus labios, y mis manos se enredaban en su cintura; pero contra lo que esperaba, se alejo de mi
-dijiste que solo usarías tus dientes..—sonreí divertido, al parecer le había gustado la idea, así que no lo haría esperar; puse mis manos tras la espalda, para que se asegurara que no las usaría, y ,me dirigí hasta su cuello para dar una pequeña mordida; y comenzar a deslizarme por entre los pliegues buscando la forma de poder quitar esa ropa y encontrar la piel de Gaara.

Comencé a buen ritmo, besando la escasa piel que quedaba descubierta, e intentando encontrar la forma de poder acceder al resto; pero pronto me di cuenta que Gaara no me la había dejado fácil; todo lo contrario, se había asegurado de dejar todo perfecto, bien sujeto, y dándome pocas chances de encontrar la forma, pero no por eso me rendiría; daba igual cuanto tardara, iba a lograrlo…

-¿ya?—Gaara parecía estar disfrutando esto, no era difícil para mi escuchar esa palabra entre sus sutiles risas, al darse cuenta que en media hora transcurrida, no había logrado absolutamente nada, y eso en efecto le hacía gracia; mi mente mientras, intentaba recordar el lugar por donde hace bastante tiempo había colado la mano y tocado sus muslos, aunque no daba muchos frutos. Me deja caer arrodillado frente a él, que me miraba de una forma juguetona, mientras yo me entretenía con los pliegues que presentaba la prenda al llegar al suelo… y noté que ahí estaba mi solución.
-ya lo tengo—miré a Gaara mientras le sonreía, podía jurar que creía en mi fracaso, pero se iba a llevar una buena sorpresa.

Me di apoyo en un codo, mientras corría la tela que se encontraba en el suelo, la fui abriendo, hasta encontrar le pasadizo que me llevaría directo a la gloria!!. Me levanté para besarlo rápidamente, antes de volver al suelo, y reptar cual gusano hasta la abertura de la tela, una vez ingrese mi cabeza dentro de esta, y mire hacia arriba, noté que Gaara solo andaba con unas medias hasta medio muslo, y…
-vaya!!, no me dijiste que estabas desnudo cielo..—a pesar de que mi voz fue amortiguada por la tela, la escucho perfectamente, ya que pude apreciar desde otra panorámica, como llevaba sus manos para cubrir sus partes, pero no iba a lograrlo, no conmigo mirando desde abajo
-dijiste que sin manos!!
-estoy cumpliendo..---dije al tiempo en que sacaba mis manos de la tela, y las movía para que las viera perfectamente.

Tenía a mi merced sus maravillosas piernas, me fui incorporando de a poco, y hasta donde se podía, para lamer la superficie donde acababa la cinta que ataba esas medias, de esta forma se daba cuenta de que eran mi boca en conjunto la que estaba actuando; tome el borde entre mis dientes, y comencé un leve descenso, pero solo las baje dos centímetros, ya que descubrí algo más interesante aún. Me dedique a bajar a base de mordidas y besar hasta su empeine, para comenzar a subir nuevamente, concentrándome solo en el interior de sus piernas; cada vez subiendo más, y notando como un ligero temblor se apoderaba un poco de las piernas de Gaara… y como me encontraba de espalda en el suelo; , el mirar hacia arriba me daba la panorámica de ver que esos temblores eran parte de la excitación de mi pelirrojo. Sin demorar demasiado, hice un amago para medio sentarme, dedicándome solo a besar una cuarta bajo su entrepierna el interior de esos blancos muslos, demasiado suaves y firmes; roce con mi nariz la zona, antes de acercarme hasta la entrepierna de mi pequeño, sentía sus jadeos, y además los temblores de los que era presa su cuerpo, me acomode para alcanzar con mi lengua sus testículos y comenzar a lamerlos con cuidado; de inmediato me di cuenta del efecto de ello, Gaara no tenía ningún punto de apoyo, y por eso, se doblo un poco hacia delante, pero el buen sentido de mi pequeño, dio paso a que abriera un poco más las piernas para tener mejor acceso, a decir verdad, estaba bastante sofocado, no es muy cómodo estar entre tanta tela, pero si es por jugar con Gaara, feliz lo hago. Me moví despacio, no tendía demasiado sitio en el cual moverme, pero a pesar de eso, di con el miembro medio erguido de mi pelirrojo, que no dude en llevarlo a mi boca, las rodillas de Gaara se flexionaron aun más, tanto así, que sus manos se apoyaron en ellas, pero no por eso iba a detenerme, la situación dejo más reducido mi espacio, pero al parecer dentro de poco se agrandaría nuevamente, veía venir la caída de Gaara al suelo en cualquier momento, mientras no pasara, iba a seguir disfrutando de eso. Tome con delicadeza la piel que recubre su miembro con mis dientes, y la jale despacio, incluso la succione un poco, hice lo mismo con la de los testículos, mi pequeño iba bajando cada vez más, eso me indicaba no solo que iba a caer, sino que mi trabajo estaba funcionando, y de paso, su retaguardia iba quedando cada vez más expuesta; me deslice como pude hasta quedar en perfecta posición y encajar con cuidado mis dientes en la blanca piel de sus nalgas; con lo que Gaara soltó un gemido, para quedar prácticamente a gatas, y conmigo entre la ropa y bastante incómodo…



************************************



-Maldición ¡!..—no pude resistir seguir de pie, ya estaba rozando mi límite… al principio, esto pintaba para ser gracioso, Sai no encontraba por donde, o como sacar mi ropa, luego de la nada, se le ocurrió entrar por debajo, no se si eso estaba permitido en el juego, pero de todas formas lo hizo; y en el momento en que pensé que iba a sacar mis prendas de alguna manera, no se le ocurrió nada mejor que empezar a mordisquear, y besar mis piernas; como si eso no causara una serie de cosquillas que se iban aumentando en oleadas, haciendo reaccionar mi cuerpo… sin contar que recalco el hecho que bajo el kimono no tuviera prenda alguna!!, se suponía que tenía que quitármela, no meterse a lo reptil por el suelo!!...

Esto estaba desbandando mis sentidos, termine en el suelo porque no pude soportar el grado de excitación de todo esto, no es fácil estar de pie mientras sientes como una boca se entretiene en tus bajos. Además podía decir que mi postura no era la más… propicia, no lo es tener el trasero alzado, mientras Sai en vez de ayudarme, se dedicaba a repartir besos por donde podía.

-S… Sai..—esto es demasiado…-- has hecho tram.. ahh …pa
-no, todavía no ocupo las manos…---no quería ni imaginar que iba a pasar cuando lo hiciera..—separa las piernas cielo – el tono en que lo dijo, me encendido aun más si podía, estos dos meses en viviendo con Sai me habían desinhibido bastante, pero eso no quitaba que ciertas cosas me llenaran de pudor, aunque ya me costaba menos y me sentía más a gusto, lo demostraba. Cuando me dijo que las separara, sabía para que era exactamente, y esa lengua envolviendo mi pene, y sacando hasta el último de mis gemidos y el aire de mis pulmones… era la primera vez en este tiempo, que “jugábamos” así, por lo general Sai siempre lo hace antes, dice que así me relajo, que mis sentidos están más alerta, por eso mi piel esta más sensible y puedo percibir las cosas con mayor intensidad; y esos toques bajo la ropa me dejaron en alerta, comencé a llamarlo, necesitaba que se detuviera, al menos por unos minutos antes de continuar, debía despejarme un poco.. no iba a poder aguantar si seguía recorriendo con su lengua desde mi virilidad hasta detrás de mis testículos…
-Sai!!, pa…para, me está…ahhhh, maldición para… me cuesta..—me deje caer en uno de mis brazos, intentando al menos concentrarme, pero no me estaba resultado; golpee con mi pie un poco el suelo, y luego gatee un poco para dejarme caer de lado, solo hice eso cuando sentí los cabellos se Sai rozar el último contorno de mis piernas
-¿Estas bien?—hasta el momento todavía no me acostumbraba, no solo lo vi aparecer frente a mi, sino que tomo mi barbilla y me ayudo a dejarla en su lugar—traga con cuidado..—lo digo porque me des coordino tanto, que la saliva se junta en mi boca, pero no soy capaz de tragarla, mi garganta se seca, y me cuesta pasar el aire, su manga limpio los restos que quedaban en mi barbilla..-- ¿mejor?
-si, ne.. necesito un minuto--; al escucharme, llevo su mano hasta mi miembro, para ver en qué condiciones estaba
-bueno… --me apoyo en el, mientras deslizaba su nariz por mi cuello, buscando un minuto de relajo para mi; a decir verdad, Sai suavizaba el contacto para que lograra controlar el reflejo, durara más, y fuera más placentero; solía llegar demasiado rápido al orgasmo, y eso era algo incómodo para ambos, me aletargo en exceso, y poco ayudo a Sai en todo lo participativo, a base de mucha paciencia, me enseño a controlar el reflejo eyaculatorio, cuesta bastante, pero he podido ir alargando los periodos, a base de “entrenamiento”: primero que todo, me enseño a masturbarme, fue bastante vergonzoso, no sabía bien como tocar, pero con una que otra demostración, ayuda, y sobre todo paciencia, lo logré; no era raro verme sentado entre las piernas de Sai, ambos bajo un árbol, y yo entregado a poder controlar lo que más podía; sin embargo, el día en que en vez de poner ahí mis manos o sus manos, puso su boca, perdí lo que había ganado; pero eso nos ayudo a buscar nuevas formas para mantenernos, y no nos quedo otra que ejercitar, en el momento en que el pre semen aparece, Sai baja el ritmo, para detener la cadena, y resulta… solo si articulo cuando debe detenerse…
-siento distender tan pronto
-no es pronto, has mejorado mucho, además nos ayuda a los dos, siempre es bueno darse un respiro…



************************************


Distender… no me molesta hacerlo, esto no solo ha fortalecido nuestra confianza, sino que también los encuentros más carnales, antes de llevarlo a dos orgasmos seguidos, prefiero hacerlo solo en uno mayor y que quede más satisfecho con su propio resultado; el ir aumentando el intervalo le ha ido dando más confianza, incluso no me extrañaría que llegue el día en el que me toque estar abajo.

Como lo sentí más relajado, comencé de nuevo la carga, y lo primero en sucumbir a mi paso, fue su cuello, y en cosa de minutos se unió también el lóbulo derecho…
-necesito quitarme esto..—las manos de Gaara que antes estaban entre mi ropa, pasaron a estar en un intento por sacarse el kimono, posando una de mis manos sobre ellas las detuve
-me gusta como te ves así—peligrosa confesión, aun estaba sensible por el tema, pero no podía negar que se veía esplendido.
-ya lo note…-- quien diría que esas manos ya estaban hurgando dentro de mi pantalón…--déjame hacerlo un rato… además yo si haré lo que tu no fuiste capaz—no entendí a que se refería, pero no tarde en darme cuenta de que era, agarró mis muñecas para tener un contrapeso, y con sus dientes agarró el borde de mi pantalón, estaba medio sentado, y ver como Gaara iba quitando la ropa, mirándome con una expresión traviesa, me subió los ánimos en un instante, y lo hizo aun más cuando esa boca mordisqueo por sobre la tela de mi ropa interior..
-apóyate en nhh la mesa—desesperación, tenía que hacerlo

Apenas se apoyo, manteniendo los brazos en esta, y las rodillas al suelo, toquetee descaradamente todo lo que pude por sobre la ropa, e incluso, metí las manos para poder acceder a más, Gaara solo jadeaba y de vez en cuando soltaba una risilla, pero dentro de todo, poco podía tocar, ese era el motivo de la gracia de mi pelirrojo, que me estaba dejando con las ganas
Entre de nuevo entre sus ropas, pero esta vez con el fin de poder alzarlas hasta sus caderas; ya había hecho trampa, ya llevaba usando las manos estos últimos minutos;, ya tendría oportunidad de hacerlo de nuevo con los dientes. Vi las nalgas de mi pelirrojo, y comencé a rozarlas con los dedos, con el fin de incitarlo, y todos esos gemidos sumados a mi desesperación, lograron acelerar mi latidos y por supuesto, subieron mi libido. Me arrodille tras Gaara, y puse mi miembro entre sus nalgas, y frote un poco para que el pre semen quedara entre ellas, y así poder dilatar más fácil..
-entra
-¿uh?—vi los ojos de Gaara llenos de ese brillo especial que obtienes cuando tus hormonas bullen, así que apure el proceso un poco, debía dejar la mayor cantidad de líquido, y relajarme mientras lo dilataba para evitar terminar en el momento de entrar… bastante fácil decirlo, pero muy difícil lograrlo.
-no dilates… entra..—lo miré son entender, las ganas no me faltaban..—la culpa la tienen tus juegos, entra de una sola vez

Si Gaara parecía decidido, no veía porque yo no, deje una de mis rodillas en el suelo, y la otra la levante, en lo típico que se podría ver en una proposición de matrimonio; me acomode, y de una sola arremetida entre, la mesa bajo nosotros se movió, incluso, mi pequeño había terminado por completo sobre la mesa. Un claro “bruto” salió de los labios de Gaara, pero el me había dado la pauta, y si eso me decía, eso hacía. Dentro de nada comencé lo más rápido que pude, y el sentir el golpeteo que originaba mi pelvis contra sus nalgas, me incitaba a hacerlo mucho más rápido, cada vez íbamos más arriba de esa mesa, los gemidos de Gaara exacerbaban mis ánimos, incluso en el momento que sentí sus uñas encajarse en la madera y deslizarse sobre ellas, fue sobre estimulante, no me permití eyacular cuando se presentó el orgasmo, solo voltee a Gaara para intentar sacarnos la ropa que llevábamos aun, él su kimono, y yo la parte superior, pero no concluíamos, ninguno quería en definitiva, solo estábamos buscando distender un poco, a pesar de que todo era excitante y solo queríamos acabar… quede de espaldas, mientras Gaara a gatas sobre mi mordía mi cuello con fuerza y firmeza; mis manos no podían desabrochar nada, pero si pude meterlas bien, y llegar a juguetear con los testículos de mi pelirrojo, tiraba un poco su piel, apretaba, y deslizaba mis manos por toda su zona baja, que era la única por donde tenía movimiento…
Mi pelirrojo me besaba, voraz, como nunca pensé que lo vería, y de vez en cuando, me incitaba con una que otra palabra obscena ronroneada en mi oído. Sentí paseaba sus manos por mis pectorales, y en el momento en que se levanto un poco para besarme, termino por dejarse caer sobre mi miembro…eso si sabe a gloria y eso fue para los dos, porque ese gemido labio contra labio fue el mejor que eh escuchado salir de sus labios… que tomara la iniciativa era más excitante a la hora de hacer las cosas… Apoyo su frente en la mía, enterró sus uñas en mis hombros, y poco a poco empezó a subir y a bajar; sentía la tela rozar mis piernas en sus movimientos, y era que no, si caía en forma libre por la mesa, y se ondeaba con los movimientos de mi niño. Se mantenía labio contra labio, y delineaba los míos con su lengua o nos besábamos derechamente entremezclando nuestras salivas.
Necesitaba un poco más de velocidad, con delicadeza lo tome de las manos, le dije que cambiáramos, y mientras se dejaba caer hacia atrás, yo me acomodaba para retomar las embestidas; la primera que di, creo que fue la mejor… vi la imagen más erótica que un hombre puede tener frente a sus ojos; Gaara con las piernas abiertas, dejando sus rodillas mirando hacia el techo, el divino kimono regado por la mesa, firme hasta su cintura, y hacia abajo desperdigado, aunque bastante desalineado hacia arriba, el moño se había desarmado, algunos de esos cabellos caían por su frente, otros se mantenían firmes, y algunos acompañaban la tela del traje… su cara de excitación, sus ojos entre cerrados, las mejillas sonrosadas, y esos labios boqueando mientras solicitaban un poco más de aire…sus brazos extendidos hacia los extremos de la mesa, donde sus manos se aferraban a los bordes…
-Sai
-te amo
-yo también..—aproveche que iba a inclinarme para besarlo, de darme el impulso para entrar lo más fuerte que podía; Gaara se deslizo en la mesa, y yo me concentre en lo que necesitábamos en ese momento, velocidad. Puse mi rostro al lado del suyo, con el único fin de escucharlo gemir a sus anchas, me encantaba el sonido…puse mis manos en e borde superior, para poder seguir embistiendo, mi pequeño abría cada vez más las piernas si podía y se revolvía bajo mi cuerpo..
Me estaba desbandando, ya iba a terminar, “tocate” le dije al oído, mientras una de esas blancas manos se iba a posar sobre su erección… arremetí con fuerza la última vez antes de terminar, mi boca a la altura del cuello de Gaara dejaba salir las bocanadas presurosas de aire…mientras los ojos aqua de mi pequeño me miraban de forma fija mientras se masturbaba… llevé mi manos hasta ese lugar, pero me detuve en sus mas abajo para ayudarle a aumentar las sensaciones, podía sentir como su mano se movía con frenesí, mientras yo apretaba ligeramente el resto.. sentir los jadeos de Gaara dándome de lleno en los oídos es lo mejor… deje mi nariz sobre la suya, sin contener me lo bese, “más fuerte”, quizás el final era lo más compliado para él cuando se encargaba de ese trabajo, no atinaba demasiado al ritmo, por lo que la demora le causaba inconvenientes; yo le ayudaba incitándole a más para que pudiera descargarse, sus jadeos y gemidos subían de intensidad, deje sus labios a la altura de mi oído, mientras los mios se situaban cerca del suyo..”vamos Gaara…ahhh, más… más fuerte… “ empecé a susurrar entre gemidos en su oído, a modo de incitación, como si él me estuviese penetrando, seguí así hasta que escuche el gemido que me indico el final… su cuerpo había perdido la tensión, y solo ahí, me apoye por completo en la mesa… sus grandes ojos me miraban aun nublados por el reciente orgasmo… la mano que estaba en su entrepierna, aun permanecía allí, en el momento en que se volteo aun más hacia mí, la tome con la mano que estaba casi a su misma altura.. lo mire fijamente…
-estas hermoso.. susurre antes de besar sus labios castamente
-harás que me sonroje… --me contesto sonriendo…
-tendremos que darnos un nuevo baño..—solo asintió, mientras cerraba sus ojos por unos momentos…
Notas finales: aqui esta
ya vendre con "Se Arrienda Departamento Compartido"
y "Hechizo de 365 días", ya lo actualice

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