-Que significa esto Gaara?—dijo una voz a sus espaldas; el pelirrojo volteó rápidamente, había reconocido esa voz, y aunque no fuera del todo mala, tenía la pequeñísima esperanza que le ayudara...
-Temari...yo...
-No tienes excusa, así que no intentes justificarte!!; sabes perfectamente lo que esto significa, y no estoy dispuesta a tolerarlo!!—dijo en tono severo, contraatacando a su hermano sin motivo
-La canasta estaba demasiado pesada, yo me ofrecí a traerla—intervino el moreno, teniendo cuidado de que sus palabras fueran expresadas cortésmente, para no causarle problemas a la pelirroja
-Eso no es justificación para lo que acaba de hacer!!
-Temari, por favor no empieces..yo asumo lo que hice, pero deja esto aquí—contesto casi rogando Gaara, Sai no tenía porque enterarse de algo
-Sabes que no lo hago para molestarte; pero si esto lo hubiera visto Yashamaru, las cosas sería distintas en ente momento—de defendía la mayor
-Pero..
-Nada de peros!!, conoces bien tu situación—al parecer no iba a darle brecha al pequeño—Y tú, ¿quién eres, y con que derecho vienes aquí?—pregunto Temari a Sai...
Antes de que Sai pudiera responder a la preguntas formuladas por Temari, Gaara había soltado de improvisto su caja, haciendo que esta cayera con estrépito al piso, mientras el pelirrojo estaba frente a su hermana, intentando calmarla, y le bajara el tono de voz al pintor...
-Temari, ya basta...yo le pedí que me acompañara...
-Como se te ocurre hacer eso!!—le grito en la cara al pequeño—lo único que le estaba faltando a esta casa, ¡Que además de todo, anduvieras mendigando!!—la rubia había perdido el hilo de la situación, ni siquiera recordaba que el pintor estaba presente, y que se encontraba un tanto descolocado por los gritos de la rubia...no lo podía entender, su muñequita de porcelana solo le susurraba intentando calmarla, pero la otra la gritaba como si hubiera hecho algo terrible, y quedo peor, cuando sintió un golpe, y vio caer a su acompañante al piso, con la mano puesta en la mejilla que había sido golpeada...
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¿Por qué la había golpeado?, si Gaara ni siquiera la había tocado, y tampoco mostraba una actitud agresiva?Al diablo con la cortesía, y los buenos modales!!
Avance unos pasos para llegar hasta donde estaba Gaara, me agache para quedar a su altura, con cuidado la abracé y la atraje a mi cuerpo, para que quedara apoyada en mi pecho con un movimiento suave...ella se dejo guiar sin problemas, pero yo podía sentir un ligero temblor que en esos momentos su cuerpo era víctima...--¿cómo esta esa mejilla?—pronuncie mientras con mi mano tomaba y apartaba la suya, para dejar a la vista su mejilla roja, y poder notar, que esa marca no había sido a mano abierta...
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Quedé impactada, furiosa y sorprendida a la vez, mi hermano siempre fue un poco arisco con la gente, y cuando mamá murió, eso se acentuó aun más, ni siquiera yo podía aspirar a acercarme demasiado; aunque también nos influía en parte la actitud de mi propio tío Yashamaru, quien cada vez lo rechazaba más, y con ello lo aislaba...nos prohibía acercarnos a él, dejando las muestras de cariño en el olvido...
¿cómo era posible que estuviera en los brazos de un cualquiera dejándose apoyar? Y que era eso?... una pequeña sonrisa
-Siento eso Gaara-le dije más calmada mientras me acercaba a ellos—estas bien?—pregunte el momento en que me agachaba hasta su altura
-No te preocupes, no es nada Temari—me dijo cuando se acomodaba nuevamente en el pecho del otro ¿desde cuando tanta confianza?
-Para lo otra contrólate!!—dijo ese tipo x
-¿Qué cosa?—como se atreve a contestarme?
-Que controles tu carácter
-Con que derecho crees que puedes decir eso?
-Con este!!—contesto mientras alejaba su mano de la mejilla de Gaara dejando ver como esta estaba roja, y en algunos puntos comenzaba a oscurecer más...
Volví a quedar perpleja, reconocía que mi carácter era fuerte, y que a veces solía perder el hilo de la situación, pero nadie me lo había dicho de esa manera, me levante y moje un paño que se encontraba cerca, para posteriormente envolver con él el cuchillo más grande que hay en la cocina....
Llegue a su lado, y al sacar el cuchillo de entre el paño, Gaara lo miro asustado, quizás pensó que iba a matar al tipo ese...lo acerqué a su cara, y entre más cerca estaba el cuchillo, más se apoyaba en el moreno.....mi hermano no entendió el mensaje, pero el otro si
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Temari me miraba fijo con el cuchillo en la mano, y ahora lo acercaba más a mi cara, ya se me hacía imposible estar mas pegado a Sai...sentí como el brazo que estaba en mi cintura intensificaba su agarre, al ver bien, puede notar como Temari le entregaba el cuchillo a Sai, y ahora era este quien lo acercaba peligrosamente a mi cara..
-Relájate—escuche salir de sus labios, a lo que cerré mis ojos, más por miedo, que por relajación, mientras sentía algo muy frió en mi mejilla, tanto que estaba comenzando a adormecerla...abrí ligeramente los ojos, para ver como el filo del cuchillo descansaba en mi cara, y Sai lo sostenía... también escuche la risa de mi hermana
-pensaste que te mataría?—decía entre carcajadas—te aseguro que no lo hubiera hecho con testigos
-...-solo la miré molesto--¿qué quieres que piense, si sacas un cuchillo de no se donde y lo acercas a mi?
-Lo hizo para enfriar el filo, y así evitar el hinchazón del golpe—me sonrió—no tenías que asustarte—termino de decir, mientras presionaba aun más el filo contra mi cara....me destensé, cerré mis ojos, y me acomodé más en su pecho, para poder disfrutar esa sensación contradictoria, la calidez de su cuerpo, y el frió del filo...
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Me quedé mirándolos nuevamente, Gaara se veía tan relajado ¿quién era? ¿desde cuando se conocían? ¿qué relación tenían? ¿tanta confianza?...miles de preguntas asaltaron mi mente
Con cuidado aparte un mechón que acababa de resbalar por la frente de mi hermano, al moverlo, note que estaba pegajosos ¿por qué?, me acerque lentamente para saber la causa de eso, mi nariz estaba a pocos centímetros de su cuello, y cuando Gaara sintió mi aliento posado en esa zona, se tensó e intento apartarse ¡Gracias a Dios que ese idiota tenía buenos reflejos!, de lo contrario le habría cortado la cara a Gaara
-Que cosa tienes en el cabello?—pregunte mientras ponía en frente a sus ojos su mechón de cabello
-Ciruela—respondió el otro por mi hermano
-Ciruela?- inquirí mirando a Gaara, y viendo como este asentía. A lo lejos sentí un portazo, lo más seguro es que mi tío ya hubiera terminado con sus cosas...si los pillaba los iba a matar—Gaara, rápido, ponte de pie—al ver que no reaccionaba le tendí una mano para que apresurara los movimientos—ve a lavarte la cara y las manos, cámbiate de ropa, que no se note que has comido—el otro se puso de pie, mientras Gaara recogía y luego le entregaba la caja...
-Tienes que..
-Irte y rápido—le corte a mi hermano—apúrate!!, Gaara, yo lo llevo a la puerta—Ni siquiera les di tiempo de despedirse, mientras mi hermano quedaba pasmado por la forma en que jalaba de un brazo al hombrecito fuera de la casa
—Anda más rápido—le alegue al otro debido a que no se apuraba lo que yo necesitaba
-Yo voy a despedirme—dijo mientras paraba en seco, estábamos en la mitad del camino de piedrecillas, sería fácil que nos descubrieran
-No lo metas en problemas—si tenía que contraatacarlo y llevarlo a punta de golpes a la puerta, lo haría
-No, tú no te metas en problemas—conocía a tarados, pero este superaba mis expectativas
-Esto es le colmo!!, No voy a arriesgarlo para que algo le ocurra!!...—y literalmente lo arrastre hasta la zona con árboles, y lo arroje al tronco de uno, no le iba a tolerar el escándalo
-Con Cuidado!!, mi piel y mi cuerpo son delicados
-Me importa poco si crees que tu piel y tu cuerpo son porcelana o de cristal murano, pero si no te mueves, te muevo!!
-Porque tan a la defensiva conmigo?
-Porque no entiendes que eres un idiota que solo le causa problemas a Gaara
-Yo solo la ayude a traer la canasta-
Ya lo hiciste, si esa era tu buena acción del día, te felicito, ¡Muy bien hecho!, ahora date por satisfecho, date media vuelta y vete de aquí por donde mismo llegaste
-No eres quien para decirme eso
-Si lo soy...soy la hija mayor de la ex dueña, y la sobrina del actual propietario, tengo todo el derecho de hacerlo, y el único que sobra aquí eres tú
-Pero la señorita Gaara tiene el mismo derecho que usted, es su hermana, y si ella me invita, tú no eres nadie para echarme de aquí—había puedo el dedo en la herido, aquí Gaara no tenía ningún derecho, así que eso no contaba, ni siquiera le mío lo hacía...
-Puedo hacerlo porque soy su hermana mayor, y como tengo ese rol debo velar por la seguridad de Gaara—es lo que debería hacer...pero no puedo
-Lo único que eres es una bipolar abusiva, además te crees con el derecho de decidir por ella—dicho esto, él mimo fue quien dio solo la media vuelta con dirección a la puerta...Me quedé de pie mirando como se iba, con una tranquilidad pasmosa....tenía una forma muy particular de decir las cosas...creo que no conoce la palabra sociabilizar, y mucho menos delicadeza...
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Había quedado helado con la forma en que Temari arrastraba a Sai hacia la puerta...yo quería despedirme...
Cuando logré reaccionar, corrí a lavarme la cara, las manos y el cuello, tuve cuidado con algunas puntas de mi cabellos que estaban pegajosas por el jugo...Estaba sacando ropa limpia cuando Temari abrió la puerta de mi habitación hecha una furia
-Tenemos que hablar—dijo con el tono habitual en ella
-...-solo asentí, aunque me fue inevitable hacer que mis ojos no mostraran miedo...porque lo sentía... Mi mirada quedo perdida en el piso, aunque pude notar como los ojos que estaban sobre mi, suavizaban un poco su mirada; escuché como cerraba la puerta y luego los pasos hacia mi.....finalmente....sus brazos rodeándome en un tosco abrazo...pero que al fin y al cabo, lo era..
-Tranquilo Gaara, esta será una conversación entre hermanos—respondió en un susurro cercano a mi oído, mientras acariciaba los cabellos de mi nuca..
-Hablas en serio?
-Claro...nunca hemos tenido una, y creo que es buen tiempo para comenzarlas—dicho esto rompió nuestra cercanía, para tomar mi mano, y dirigirme hasta la cama, donde ella se sentó, y casi por inercia yo hice lo mismo-
Y bien...¿quién es él?—fue la primera pregunta de mi hermana
-Sai
-¿Y que hacia contigo?
-Me acompaño al mercado
-¿qué hace?
-Es pintor
-¿Donde lo conociste?
-En el frontis
-Voy a tener que sacarte todo a cucharadas y con tirabuzón?, o vas a hablarme de corrido como lo hace la gente normal cuando entabla una conversación?
-Me gustan las cucharas
-Quiero hablar y conversar contigo, no que me respondas como autómata
-Voy a intentarlo
-Te gusta?
-Quien?
-Ese chico
-¿Cómo se te ocurre que me va a gustar?, Soy hombre!!, eso no podría ser
-Para él eres una mujer ¿o ya sabe el resto?
-Claro que no!!, nadie puede saberlo, es un secreto
-Eso es una mentira
-No puedo hacer nada contra eso
-Decir la verdad
-No seas ilusa Temari
-Te agrada estar con Sai, ¿verdad?
-Porque lo dices?
-Porque note como estabas relajado entre sus brazos, e incluso te vi sonreír
-Es muy amable conmigo, a pesar de que no sabe quien soy, me cuida
-Te cuida?
-Si, hoy cuando me desmaye, fue el quien me trajo, se porto muy bien conmigo, hasta me ayudo a terminar, a pesar de que Kankuro le cerrara la puerta en la cara, cuando fui al mercado, unos tipos me molestaron, él me los saco de encima, se ofreció para acompañarme y para traerme...es muy amable
-Y muy mal educado
-Que?
-Me dijo bipolar abusiva!!—respondió indignada mi hermana
-Temari...tu..
-Se que lo soy, pero no tiene derecho a decírmelo
-..-asentí, mientras mi hermana volvía a abrazarme, pero esta vez el abrazo no termino, de golpe caímos de costado a la cama, sin romper el contacto
-Gaara—susurró por sobre mi hombro, ya que su cara estaba apoyada en el—lo lamento...sabes que no puede tener contacto con la gente que esta fuera de la sukiya...ni hasta nosotros podemos, y eso que somos hermanos—al oír lo que ya sabía, comencé a entristecerme...era agradable sentir esas cercanía, esa calidez
-no es justo Temari---susurre al igual que ella
-Quien dice que la vida es justa?
-Pero la mía tiene un sabor tan amargo
-No eres el único
-Me gustaría poder salir, conocer más allá de esa pared
-Por lo menos hoy pudiste disfrutar el día
-Pero un día no es suficiente para ver lo que hay a fuera
-Cuando hace que no salías?
-Desde que mamá murió—respondí casi con un hilo de voz...es fecha fue en la cual mi vida dejo de tener ese nombre...—todo ha cambiado tanto
-Así es Gaara
-Gracias hermana
-¿por que?
-Por no decir lo de Sai
-Bien...de nada, ahora cámbiate y baja
-Bien—se separo de mi cuerpo, se puso de pie, y se fue de mi habitación, yo hice lo mismo que ella, pero al quitarme el kimono, vi como un pañuelo blanco caía al piso...era el pañuelo de Sai...lo tomé con cuidado, había estado enganchado en una de mis mangas...lo acerque a mi rostro, y pude percibir su tenue aroma mezclado con el de las ciruelas...aun estaba húmedo...e impregnado con ese olor..
-Tendré el pañuelo hasta que te vuelva a ver...Sai---susurré a la nada.......
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Había pasado un mes desde que me encontré con esa belleza esculpida por la mano de un Dio, fuera de la casa de té...
Ya se me hacía un ritual todo los días, el levantarme más temprano de lo habitual y caminar por el frontis para poder verla...eso sería un encuentro planeado solo por mi, pero daba igual, no importaba cuantas veces pasara por el frente, o con que velocidad caminara, el resultado era siempre el mismo, se me hacía imposible poder verla...y mucho menos hablarle, no podía ni ver un solo cabello rojizo por la zona...se me estaban convirtiendo en eternos los minutos para poder verla nuevamente, y así contemplar su belleza, cada hebra rojiza, escuchar sus susurros...cada uno de sus movimientos
En casa, mi padrastro estaba comenzando a preguntar cada vez más el porque, salí a esa hora, o porque procuraba ir impecable y completamente alineado, algo no muy común en mi...No podía decirle que era porque estaba dejando al azar del destino mis posibles encuentros con ese ángel...Ya había rechazado varias propuestas de matrimonio, pero de verdad, ninguna de ellas me importaba; logré ponerme incluso sobre su autoridad, diciendo que yo elegiría a mi futura esposa, y nadie lo haría por mi...
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Comencé a disfrutar el mirar todos los días por la ventana del segundo piso el frontis de la casa...me divertía ver como ese hombrecito pasaba ya desde hace un mes, todos los días y a la misma hora, para poder intentar encontrarse con Gaara...
Al principio pensé que era solo capricho, pero después de dos semanas comencé a dudar de eso, aunque aun permanecía como punto de referencia...después pensé que sería mucha estima, y en eso iba...luego de evaluar mucho la situación, pensé que quizás estaba enamorada del lado femenino de mi hermanito; y no lo culpaba....yo hubiera hecho lo mismo
Si hoy pasaba se llevaría una sorpresita