La luna amenazaba con asomar por el horizonte sorprendiendo a dos jóvenes que reposaban plácidamente recostados contra un árbol
Los verdes ojos del más joven se abrieron tras un par de parpadeos y un fuerte bostezo, contemplando en su estupor una figura oscura que fue tomando forma frente a él, su espalda portaba una enorme espada en forma de cruz que parecía indicar una penitencia para el observador muchacho
El desconocido se volvió hacia él; una figura de aspecto aristocrático con el pecho al descubierto portando una cruz dorada sobre el bien formado pecho, los ojos en su rostro de rasgos definidos fueron lo que más llamó la atención del más joven, se parecían a los de un halcón y brillaban con gran intensidad, un surco de lágrimas recorría sus pálidas mejillas, se frotó los ojos con fuerza y se pinzó suavemente la mano la mano pero no despertó; lo que veía era real
El pequeño se volvió y agitó los hombros de su acompañante, apartó la gorra que cubría el rostro moreno y le estiró de las mejillas para que despertara
- Oi Cristian... despierta
- Nnn, Viktor... déjame dormir
Viktor tomó aire hasta terminar de hinchar sus pulmones
-¡¡¡¡DESPIERTAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!
Los ojos marrones de mayor se abrieron molestos ante el chillido de su hermano pequeño encontrando frente a él el chaleco verde abierto en el pecho mostrando una camiseta negra y una mueca entre sorprendida y asustada en el rostro
- ¿Ocurre algo Viktor?
- ¡¡¡¡Un fantasma!!!!
- No seas ingenuo... los fantasmas no existen
- ¿a no? ¿Y que demonios es eso si no?
El pequeño se retiró de la vista de su hermano dejándole ver al hombre de ojos de halcón
- Una cruz en su espalda y un llanto eterno... ¿Qué día es hoy?
- 24 de junio... ¿por?
- Está anocheciendo, hay una leyenda que habla sobre esta noche.... La noche de San Juan, este lugar debe ser el Paseo de los Tristes del que todos hablan
- Cuentaaaaa
- Está bien, pero que no se te ocurra interrumpirme
Los ojos del mayor se posaron en el alma en pena que se encontraba frente a ellos llorando sin cesar mientras no dejaba de repetir una y otra vez las mismas palabras
-"¿Dónde estás?" "Mi amor, ¿dónde estás?" "Sin ti no puedo morir." "Sin ti vagaré."
El mayor carraspeó para hacerse oír sobre los gritos desgarradores del hombre de la espada mientras caminaba junto a su hermano alejándose un poco de la triste visión
- Esto empieza en realidad hace mucho tiempo... en el Año 22 de la era de la piratería...