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Distintos Caminos por Celen Marinaiden

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Notas del capitulo:

-....... diálogos

‘.......‘ pensamientos

(......) mis burdos comentarios

ŞaşΰŊąŞaşΰŊącambio de escena

Capítulo I

Los que habían pasado eran apenas unos instantes de silencio, pero más parecían horas que otra cosa. Realmente él quería encontrarle alguna explicación lógica a lo que estaba pasando, pero a menos de que lo hubiesen metido en un genjutsu, no había más. 

- No, no es un genjutsu. 

Y harto, Sasuke únicamente dejó salir un grito exasperado, molesto. Clavó su mirada negra en la otra, dándole a entender perfectamente que de ser posible, se levantaría de ahí y le sacaría las respuestas de la forma mas violenta que encontrara. 

- De acuerdo -el otro Sasuke suspiro algo fastidiado- Tus defensas mentales no están al cien por ciento ¿Lo sabes? 

Sasuke sencillamente se dedicó a seguir observando, con rencor mal contenido en la mirada, de todas formas, se negaría a hablar hasta que lo creyese conveniente. ¿Ahora ese impostor le quería hacer creer que podía leer su mente? ¡Por favor! No conocía a nadie que tuviese un ninjutsu tan avanzado en cuanto a control mental se refiriese, al menos no lo suficiente como para romper la barrera permanente de su sharingan, que se hallaba activa todo el tiempo... sin importar si tenía la suficiente energía o no como para manifestarlo. 

- Eso es cierto... el sharingan es casi impenetrable, al menos hasta el nivel en que tú lo has entrenado... pero, para mí...  

Y el silencio cayó con algo de pesadez... Sasuke esperó, frunciendo después el ceño con molestia al darse cuenta de que su maldita copia no pensaba responderle. Muy pocas veces en su vida se había sentido con tanta necesidad de escuchar respuestas. Y justo estaba por gritarle, cuando el otro Sasuke sencillamente entrecerró la mirada parpadeando después y revelando un par de cuentas rojas en lugar de las negras que tenía. Sharingan. 

- Mi sharingan es mucho mas avanzado, para mí fue fácil romper esa defensa y colarme un poco por tus pensamientos inmediatos -se encogió de hombros, con presunción- Lo hice apenas cruzamos las miradas, me sorprende que no lo hayas notado. 

¿Y como se suponía que Sasuke lo notase, si eso debió de ocurrir en una mísera fracción de segundo?, estando en esa condición tan deplorable no era de extrañarse que no hubiese logrado darse cuenta.

Dejando caer la cabeza hacia atrás apoyándola completamente en la almohada, Sasuke se dio cuenta de que en realidad estaba mas cansado de lo que creía, y no estaba seguro si era por su estado físico, o por el dolor de cabeza que comenzaba a nacer de forma punzante al no comprender que era lo que estaba sucediendo. Comenzaba a sentirse como un niño perdido, sin nadie a quien acudir por ayuda. 

- ¿Quién eres tú? -preguntó al fin Sasuke, con voz carente de sentimientos-. 

Aunque no podía verlo, el moreno sabía que su replica se movía un poco dentro de la habitación, además, también sentía la forma penetrante en que le miraba... estaba casi seguro de que aun tenía el peligroso sharingan al descubierto. 

- Eso es lo mismo que yo me pregunto... ¿Quién eres tú, Sasuke? -nuevamente arrastraba el nombre con saña- Al principio creímos que eras un impostor o al menos un bushin extremadamente bueno, pero ahora... ¿Quién eres? 

Sasuke entrecerró los ojos, apretando con cierta fuerza la mandíbula. 

- ¿Y quién quieres que sea? ¿Itachi disfrazado? -soltó venenosamente-. 

El otro Sasuke arrugó el entrecejo con claro desdén, dejando que sus ojos color rojizo giraran un poco las tres aspas negras que albergaban adentro. 

- Itachi esta muerto -casi escupió- Piensa en una excusa mejor.  

Ante esas simples palabras, se paralizó por completo, para después relajar su cuerpo mientras que cerraba los ojos. ¡Eso era estúpido! Estúpido y completamente imposible. Todo lo que estaba sucediendo en aquel momento con toda la seguridad del mundo no sería algo más que un sueño bizarro y extraño... alguna alucinación increíblemente real, provocada por la pelea que había tenido con Naruto... sí, claro, seguramente el dobe le había ganado, le había asestado algún golpe en el ultimo momento haciéndole perder el sentido. Porque sencillamente no había mejor explicación a lo que se encontraba viviendo, o tal vez, ahora si se había vuelto completamente loco. No le extrañaría que en aquel momento entrara a la habitación Orochimaru de la mano con Kabuto, sosteniendo un ramo de flores y diciéndole que esperaban que se recuperase pronto.

Una carcajada atrajo su atención, haciendo que abriese los ojos, dejando en su rostro un rictus indescifrable.  

- Esa escena es horrible -masculló el otro Sasuke-. 

El moreno giró su rostro hacia el otro, el Sasuke falso tenía una expresión casi relajada en ese momento... una expresión que él no recordaba haber visto jamás en su propia cara, incluso aun con aquel peligroso sharingan en sus ojos. Mas pronto, adquirió una mueca sombría y demasiado seria, la cual si encajaba perfectamente con la que él mismo tenía la mayor parte del tiempo. 

- Todo indica que tú y yo somos la misma persona... exámenes de sangre, chackra, células, no eres ni un clon perfecto ni un impostor ¿De dónde has salido? -entrecerró de forma peligrosa aquella mirada escarlata- La única diferencia verdadera entre tú y yo es nuestra habilidad... tu chackra podría considerarse una burla si lo comparas con él mío, ¿Quién eres? ¿De dónde vienes? 

Pero a Sasuke poco le importaba lo que su estúpida copia estuviese diciendo... ¿Eran la misma persona? Y aunque esa fuese la explicación ¿Realmente esperaba que iba a creerse esa idiotez?, era imposible que existieran dos Sasuke Uchiha en el mundo, solo un verdadero tonto podría creerse semejante mentira absurda. Y nuevamente el silencio se adueño del lugar de forma orgullosa. Lo único que podía romperlo era el sonido de dos respiraciones completamente diferentes, de forma tan inaudible que se necesitaría de un buen oído entrenado para lograr detectarlas. 

- De acuerdo... ya te has acabado mi paciencia y agradece que he tenido demasiada contigo, he sido bastante indulgente -su voz sonó oscura y siseante- Sasuke... ¿Quién demonios eres y de dónde saliste? 

Oh, las dos preguntas que venían rondando toda la breve y prácticamente nula conversación que estaba llevando a cabo. Y si aquel falso Sasuke creía que iba a lograr amedrentarlo, cuan equivocado estaba ¿Cómo iba a asustarse de su propia imagen? ¡Jah! Cualquiera que estuviese detrás de aquel teatro absurdo definitivamente no lo conocía, al menos no lo suficiente como para saber que él podría aguantar la calma aun en las situaciones mas extremas, y en las torturas mas inhumanas... no por nada Orochimaru se había hecho cargo de su “entrenamiento”. Cualquiera que pudiese sobrevivir a ese psicópata con delirios de dios, podría sobrevivirlo casi todo.

Apretando la mandíbula, y entornando la mirada con desprecio como lo hacía cada vez que se enfrentaba a algún oponente que no valía la pena, Sasuke movió la cabeza hasta dar con la dirección donde se encontraba el otro Sasuke, que en realidad poco se había movido de su posición original. Conectó fijamente su vista con la otra. El negro azabache y el rojo sangre enlazaron con fiereza, desatando al instante una pesada tensión que cargo en el ambiente con rapidez. 

- Tonto pequeño Sasuke... 

Fue un ligero murmullo emitido por aquel pelinegro vestido de anbu, pero basto para que el moreno tendido en la cama abriese los ojos un poco mas y soltase casi un segado jadeo, porque aquellos ojos que poseían el rojo a la vista, dejaron girar el sharingan a una velocidad increíble antes de que las tres aspas se unificaran en una sola, dejando que el negro abarcase casi toda la pupila. Sasuke boqueó, al verse a si mismo con aquel anhelado mangekyou sharingan. Pero en realidad poco pudo pensar antes de sentirse paralizado por completo, y como su mente se nublaba de forma asfixiante y completamente dolorosa.

El Sasuke de pie mantuvo la mirada fija en la otra, y el momento pareció casi haberse congelado. El otro Sasuke pronto comenzó a convulsionarse de forma violenta, mientras que palabras entrecortas y ahogadas salían de sus labios, y tan rápido como todo paso, se acabó. La conexión de miradas se rompió bruscamente, haciendo que un Sasuke cayese pesadamente sobre la cama, de nuevo inconsciente, y que el otro soltase un grito adolorido antes de chocar contra la pared resbalando al instante cayendo sentado.

Su respiración era agitada, gotas de sudor resbalaban de su frente y una terrible sensación de nauseas lo invadió, al mismo tiempo que sentía que su cabeza estaba por estallar. Una de las técnicas que había desarrollado con su mangekyou sharingan consistía en adentrarse en el subconsciente de su victima, de tal forma que le permitía ver lo que él desease ver, la técnica era bastante útil cuando se trataba de un interrogatorio. Cuando aquel Sasuke de cabello corto y completamente herido había aparecido, al instante las pruebas volaron para averiguar su verdadera identidad. Y el resultado había arrojado que eran la misma persona, lo cual no era nada coherente y posible. Por lo tanto había esperado pacientemente para poder indagar en la mente de aquel sujeto, porque quizás podría tratarse de algún tipo de técnica completamente desconocida y demasiado avanzada para suplantar a las personas, pero conforme logró ver sus pensamientos se asombró de los detalles que aunque insignificantes, a él le revelaban mucho, como las alusiones a Orochimaru, o los conocimientos casi secretos del sharingan. Al final decidió que no quedaba otra cosa más que activar el mangekyou y ver, si era necesario, toda la vida de ese individuo para saber de una vez por todas que demonios era lo que estaba sucediendo.

El resultado había sido completamente inesperado.  

Con la respiración ligeramente normalizada, torpemente Sasuke se puso de pie viendo al otro Sasuke en la cama, que presentaba una expresión completamente agotada y casi adolorida... y no era de extrañarse, el nexo había sido demasiado intenso, y la intrusión a su mente fue casi brutal. Sasuke se llevó una mano para cubrir su rostro y respirar profundamente, sintiendo como punzaban sus sienes. Se sentía asqueado y terriblemente mal... jamás nunca antes en toda su vida, el haber visto en los recuerdos de esa persona le habían creado tal sensación. Pero esta vez era diferente. Esta vez era algo macabro y perturbador. Algo enteramente desquiciado. Había visto una vida entera en segundos.Y realmente fue una de las experiencias más desagradables de su vida. Las nauseas aun no se iban, y tendría que esperar un poco para que la presión que se le había subido de golpe, se bajase. Limpió el sudor de su frente y decidió abandonar la habitación, se sentía bastante asqueado. La puerta se abrió con una facilidad asombrosa y en cuanto salió del cuarto, la iluminación se esfumó y todo quedo en oscuridad, que hizo una silenciosa compañía al moreno que en ese momento en cama dormía (si es que quedar completamente K.O. se le puede llamar “dormir” ¬¬Uu).

Una vez afuera, recargó su frente sobre la pared, colocando una de sus manos en la superficie como apoyo, inspiró profundamente e intento serenarse. El lugar donde se encontraba era el pasillo designado a la recuperación y observación de algunos criminales que podrían considerarse como enteramente peligrosos, el hospital de Konoha únicamente tenía una ala dedicada a ese tipo de personas por el simple y mero hecho de que en ocasiones era necesario restaurar a los criminales para poder interrogarlos después, o algún otro tipo de acción que se debiese de efectuar con ellos. Aquel pasillo era muy poco iluminado, y solo personal altamente restringido tenía un libre acceso a él.

Se mordió con fuerza el labio inferior haciéndolo sangrar, antes de ponerse en marcha por el desolado y silencioso lugar. Su mente no dejaba de darle vueltas, tenía demasiadas cosas, y un montón de sentimientos encontrados y completamente revueltos. Estaba por llegar a la salida que era la única existente, la cual permanecía siempre custodiada por fuera por dos anbu de forma permanente. Lo curioso era que una persona se encontraba ahí, con la apariencia de estar esperando con paciencia por algo. Vestía la típica ropa de un jounnin, con el chaleco desabrochado y sandalias de color negro, su cabello rubio brillante cubría con algunos mechones su frente donde lucía el protector de Konoha, y llegaba a unos cuantos centímetros sobre sus hombros. Tres líneas se distinguían en la mejilla que era visible. Algo pareció alertarlo, ya que se giró justamente en su dirección, observándolo primero con alegría reflejada en azul puro de sus ojos, y después preocupación. Sasuke decidió tragarse en lo posible todo lo que sentía dentro, y dedicarle una desganada sonrisa al rubio que tan fijamente le observaba. 

- ¿Sasuke? -le llamó inseguro- ¿Estas bien? ¿Qué paso? 

El ojinegro sabía que poco o nada podría ocultarle al otro, pero prefería decírselo después a tener que comenzar a hablar ahora. Además, aquel terrible sinsabor que se había manifestado en él luego de haber utilizado aquella técnica con el otro Sasuke, aun no se iba... y ahora al mirar a aquel rubio, incluso se había intensificado de forma asombrosa. Llegó hasta él y sin previo aviso lo apresó con fuerza entre sus brazos, hundiendo su rostro en el hueco que se formaba entre su cuello y su hombro, aspirando el conocido aroma de los cabellos rubios y estrechándolo con más fuerza. El rubio sencillamente se dejó hacer, algo atónito.  

- Te amo -susurró Sasuke- Nunca te haría daño ¿Lo sabes, verdad? Jamás me atrevería... no podría... 

Completamente desconcertado, pero enternecido al mismo tiempo, el ojiazul le devolvió suavemente el abrazo, mientras plasmaba una sonrisa dulce en sus labios.  

- Lo sé, yo también te amo -respondió, acariciando con suavidad la espalda del moreno- Sasuke ¿Qué es lo que tienes? 

Pero él no respondió, y en cambio lo soltó, tomando su rostro entre sus manos con firmeza y depositando un beso en los labios entreabiertos.  

- Por nada del mundo intentaría dañarte, antes me mataría a hacerlo -musitó quedamente- No te dejaría... no me apartaría de tu lado... 

Cuando el otro ahora si estaba por preguntar con más insistencia, completamente extrañado y ya de por si preocupado por el comportamiento tan raro que presentaba el pelinegro, este cubrió nuevamente su boca, deslizando con habilidad su lengua y acariciando la suya. El rubio no pudo evitar soltar un suspiro placentero ante los movimientos tan familiares y esta vez bastante amorosos que el otro le prodigaba acariciando su lengua, y estrechando nuevamente con delicadeza y ternura su cuerpo. Cuando se separaron, Sasuke retiró el protector de la aldea que portaba el rubio, dejando caer con libertad los mechones sobre su frente en contacto directo. Y después, se decidió a recargar su frente sobre la otra, dejando que sus narices se rozaran con ligereza. 

- Estoy cansado, vamos a casa... después te contare ¿Bien? 

Anonadó, el ojiazul asintió, antes de separarse por completo y dejar que el moreno tomase de su mano, tirando un poco de ella cuando comenzaba a caminar hacia la salida.

Naruto entrecerró los ojos con aflicción, no logrando entender el comportamiento que estaba mostrando el Uchiha. Se llevó la mano derecha que es la que tenía libre, hacia su abultado y notorio estomago, cosa que no era extraña para sus cinco meses de embarazo.    

Y con muchas silenciosas preguntas, el rubio se dejó guiar, notando entonces el sabor métalico a sangre que había dejado el beso de Sasuke en su boca.

Continuara...

Notas finales:

¡Oee! Que rápido pude escribir el siguiente capitulo, supongo que es porque tengo mucha inspiración de momento para este fanfic... ¡Waaaa, gracias! Me escribieron comentarios, que lindo de su parte xD realmente pensé que nadie leería esta locura mía (ya hasta tenía un rincón en mi habitación listo para echarme a llorar, jajaja). Por otra parte, en efecto, Sasukiyo se dará cuenta de todas las cosas que pudieron haber pasado (desde el punto de vista de mi retorcida imaginación xD) de haberse quedado con Naru-chan lindo, en fin, sea como sea, espero que este capitulo haya sido de su agrado, y que tengan el tiempo para dejarme uno que otro mensaje y así yo saber si estoy haciendo un trabajo decente, o mis típicas chorradas, jajaja.

»»----- .ČεĻεŋ Marΐŋaİđεŋ. A veces, de noche, enciendo la luz para no ver mi propia oscuridad...”  ------»


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