Título : “Afinidades Electivas”
Personajes : Harry Potter/Draco Malfoy
Disclaimer : Los personajes pertenecen a J.K. Rowling, sólo fantaseo con ellos, no percibo ningún beneficio económico por este trabajo.
Capítulo : “La Libertad de Amar”
Siete días después del funeral de Lucius, con alegría y mucho alivio Harry vio presentarse a Draco en la hora de la cena, su actitud era la de siempre, quizá un poco más serio de lo habitual, era lógico, su padre había muerto y en circunstancias muy confusas, por lo menos así era para todo el mundo, no para Harry, pues él sabía la verdad. Un leve sentimiento de culpa lo invadía a ratos, había jurado no decir nada, era difícil lidiar con un secreto como ese, pero sería aún más complejo cuando debiera encontrarse con Draco a solas. Como siempre el chico rubio hizo el camino hacia su mesa llevando tras de él las miradas y murmullos de sus compañeros, en todo caso la única mirada que deseaba que estuviera sobre él era la de Harry.
Al pasar junto a la mesa de los Gryffindor, Draco se tomó la licencia de dirigir su vista hacia Harry, que como todo el mundo le miraba con atención, la supuesta rivalidad que existía entre ellos les daba la libertad de poder mirarse, aunque todo el mundo viera en esas miradas reto por una parte y desprecio por la otra, sólo ellos se comprendían. Luego de un instante Draco volvió la mirada hacía el frente y finalmente se acercó a la mesa de Slytherin, tomando su lugar. Varios de sus compañeros le saludaron y los más íntimos le abrazaron, aquellos saludos de protocolo se prolongaron por un breve instante, luego la cena volvió a tomar el ritmo regular, la vida continuaba no igual, pero continuaba.
Terminada la cena Harry en el vestíbulo se despidió de sus amigos que subían hacia la torre, debía buscar algo en la biblioteca. Unos cuantos alumnos se encontró en el lugar, se dirigió a una estantería y tomó un libro cualquiera ubicándose en una mesa apartada, naturalmente no necesitaba leer libro alguno, aquello sólo era una excusa, sabía que al filo de la hora de siempre Draco estaría esperándolo en aquel cuarto olvidado, eran muchas las cosas que debían decirse luego de que los hechos recientes habían cambiado el futuro del chico rubio.
Después de fingir que leía durante un buen rato, se levantó para dejar el libro en la estantería, oculto en el pasillo sacó su capa de invisibilidad y desapareció para abandonar la biblioteca, con la precaución de siempre se fue en busca de Draco imaginando que el chico esperaba ansioso su llegada.
Y así era, en cuanto abrió la puerta vio al chico apartarse de la ventana con precipitación.
”¡Por fin! ”dijo Draco mientras iba al encuentro de Harry.
El chico de ojos esmeraldas sonrió.
”¿Cómo has estado? ”preguntó Harry correspondiendo a ese abrazo con todas sus fuerzas.
”Extrañándote cada segundo ”dijo el chico rubio.
”Es maravilloso verte regresar sabiendo que ahora todo será diferente ”dijo Harry.
”Es cierto, se siente maravilloso poder abrazarte así… sin preocuparme de que esto deberá terminar.
”No terminará jamás, porque te amo, te amo y nunca, pase lo que pase, dejaré de amarte.
”Yo tampoco Harry, te lo juro, sin importar lo que nos depare el futuro yo jamás dejaré de amarte.
Unieron sus labios en un beso apasionado, lleno de todos esos sueños que ahora sí serían una maravillosa realidad, sin la sombra de Lucius ese amor les hacía ver el futuro como algo venturoso y lleno de sueños por cumplir.
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Las siguientes ocho semanas transcurrieron para Harry y Draco en una apacible espera. Para Harry aquella primavera fue la más hermosa que recordara desde su ingreso a la escuela, el estar enamorado y además ser correspondido llenaban su corazón de felicidad, el futuro para él auguraba sólo momentos hermosos, a menudo fantaseaba en como sería su vida junto a Draco, porque ya había decidido que al graduarse, la misma noche del baile, le pediría al chico rubio que unieran sus vidas, aunque era cierto que ya estaban totalmente unidos, pero Harry soñaba con sellar aquel amor con un lazo que lo atará al chico rubio para siempre, deseaba casarse y estaba seguro que Draco compartía ese mismo anhelo.
Todos los amigos de Harry se daban cuenta de lo feliz que era el chico, muchos lo atribuían al hecho de que estaban terminando la escuela, Ginny Weasley reía para sus adentros al oír estos comentarios en relación a Harry, sólo ella sabía que el motivo de tanta felicidad en Harry era responsabilidad de cierto chico rubio que todos creían acérrimo rival del celebre chico de la casa Gryffindor.
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Los exámenes finales habían terminado, ahora sólo esperaban tener los resultados y finalmente graduarse. Durante ese tiempo Draco había esperado silenciosamente que Harry diera alguna muestra de querer decirles a todos sus amigos que ellos eran novios y pensaban comprometerse de forma seria, pero Harry dejaba pasar los días de la misma forma en que habían transcurrido esos dos últimos meses, encontrándose con Draco a escondidas como siempre sin darle al chico rubio la noticia de que ya había hablado con sus amigos.
”Hablé con McGonagall esta tarde, ella cree que conseguiré los cinco EXTASIS que se requieren para entrar a la escuela de Aurors ”dijo Harry, mientras apoyaba su cabeza en el hombro de Draco que permanecía asomado a la ventana.
”Siempre supe que los conseguirías.
”¿Tanta confianza me tienes? ”dijo Harry con una sonrisa.
”Confío en tus capacidades.
”Gracias por eso, es muy importante que tú creas en mí ”dijo Harry, depositando un suave beso en la mejilla del chico rubio.
Draco aprovechó ese instante para cambiar de posición, se volteó hacia Harry y lo enlazó por la cintura.
”Confió en ti Harry… inclusive más de lo que confió en mí mismo.
”¿A qué te refieres con eso?
”Bueno a veces… no puedo evitar pensar en que tal vez yo no sea la mejor opción para ti.
”¿Qué quieres decir con eso de opción?
”Harry tú eres admirado, querido por todos…
”Eso nunca me ha importado lo sabes, nunca quise ser “el niño que vivió”.
”Lo sé Harry, no lo digo por eso. Es que me imagino que por los antecedentes de mi padre, su vinculación con Voldemort en el pasado y por los asuntos turbios que manejaba, aún estás muy temeroso de lo que dirán tus amigos cuando sepan de lo nuestro, por eso no se los has dicho aún ¿cierto?
Harry guardó silencio un instante, era cierto que le había prometido a Draco que hablaría con sus amigos de la relación que tenían, pero aún no había encontrado el momento apropiado para hacerlo, había querido dejar pasar los exámenes finales.
”No voy a mentirte, me preocupa.
”Temes que ellos no lo entiendan.
”No lo entenderán… eso lo sé, pero sobretodo no me perdonaran que los haya engañado durante siete años, haciéndoles creer que te odiaba.
Draco se sintió mal al oír eso, no era la respuesta que esperaba oír de parte de Harry.
”Tal vez no deberías decirles nada Harry.
”¿Y seguir engañándolos?
”Sí seguir a mi lado significa que perderás a tus amigos… entonces terminemos esto de una vez… no quiero hacerte daño Harry, no quiero que por mi causa pierdas a personas que aprecias tanto como los Weasley.
”¿Qué tontería estás diciendo Draco?
”No es una tontería, tienes miedo de lo que pensarán cuando sepan que estás enamorado de un chico y que además ese chico es el hijo de Lucius Malfoy.
”Draco no eso, te lo juro.
”Harry yo entiendo… no es fácil para ti… a diferencia de mí… todos te aprecian, te admiran, los profesores, el director… eres muy apegado al nuevo Ministro de Magia y a toda su familia.
”Draco no tengo miedo de lo que puedan pensar mis amigos o cualquiera… yo no pensé que era tan importante para ti el que yo dijese a todos que estamos juntos y que te amo… de ser así lo hubiese hecho desde el mismo instante en que regresaste a la escuela después de la muerte de tu padre, sólo he callado porque quería evitarte algún problema con tus amigos.
”Lo siento… ha sido una tontería de mi parte no debí decir nada.
”Esta bien que me digas lo que sientes y piensas, de este modo nos evitaremos malos entendidos ”dijo Harry.
”Olvidemos esto sí ”dijo Draco, comenzando a besar el cuello de Harry, cosa que hizo que el chico se estremeciera ”, este ha sido nuestro refugio secreto por muchos años… voy a extrañarlo.
”Construiremos otro… fuera de la escuela… ahhh ”terminó diciendo Harry en medio de los gemidos que se escapaban de su boca al sentir las manos de Draco amasar su trasero con frenesí mientras el miembro endurecido se restregaba con ímpetu sobre el suyo.
En apenas unos segundos ambos chicos estuvieron en el piso. Harry olvidó la frialdad y dureza del suelo de piedra. Las expertas manos de Draco le despojaban de la ropa con presteza y él deseaba sentir el contacto de sus pieles lo antes posible. Los labios del chico rubio recorrieron toda la piel de Harry, haciéndolo gemir de ansiedad pronto ambos estuvieron preparados para lo siguiente.
El chico rubio sin demora, pero con delicadeza preparó a Harry que se removía ansioso, una vez más volvieron a sentirse en aquella íntima unión, donde se transformaban en un sólo cuerpo, en una sola alma, aquello que había comenzado como una amistad tierna, que luego se había cambiado en un amor silencioso por parte de Draco y en un amor inadvertido para Harry, ahora luego de esos meses de libertad, de vivir con la confianza de que nunca nada podría separarlos, toda esa pasión que creía día con día y que los llenaba de dicha los transformaba en seres totalmente dependientes el uno del otro, sólo vivían para amarse, era imposible pensar en la posibilidad de no estar unidos por el resto de sus vidas.
La última embestida de Draco provocó que Harry gimiera audiblemente; el chico rubio recibió aquellos sonidos con deleite, el ser capaz de provocar semejante reacción en el muchacho de ojos esmeraldas le llenaba de felicidad y orgullo. Era el único dueño de Harry, sólo él era capaz de hacerle vivir semejante placer, así como también sólo Harry era capaz de despertar en él ese deseo apremiante, ese amor sin límites, donde la razón no tenía cabida, porque era el corazón el que ejercía absoluto imperio.
Después de unos segundos de respirar agitadamente, Harry por fin pudo abrir los ojos y mirar al chico que permanecía sobre él sin cambiar de posición tras esa última embestida que, junto con la humedad que lo había invadido por dentro había sentido como se liberaba también su propio orgasmo.
”Te amo tanto… eres mi vida Harry.
Harry sólo pudo dejar de sonreír, esa frase era la que siempre le decía Draco y lo hacía de tal manera que su corazón se estremecía de felicidad.
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Finalmente había llegado el día de la graduación, Harry se había encontrado con Draco durante varias noches, pero no habían vuelto a tocar el tema de cuando el chico de ojos esmeraldas les diría a sus amigos la verdad. El rubio había evitado hablar de aquello, no quería que sus últimas horas en Hogwarts fuesen desperdiciadas en conversaciones que podían hacerlos enojarse, de su estadía en la escuela sólo quería llevarse los mejores recuerdos y todos esos se relacionaban con Harry, los primeros años de una sincera amistad y desde antes de Navidad el amor que finalmente había aflorado entre ellos.
Las mesas del Gran Comedor que diferenciaba a las cuatro casas habían desaparecido, ahora el espacio era llenado por sillas con una división en medio, en las primeras filas se sentaban los alumnos de séptimo curso que se graduarían, detrás de ellos sus familiares y luego el resto de alumnos. De las paredes colgaban los estandartes de las casas Gryffindor, Slytherin, Ravenclaw y Hufflepuff. La ceremonia de graduación era la misma todos los años, los alumnos de séptimo año era llamados uno a uno para hacerles entrega de los pergaminos que les convertían en graduados finalmente.
La ceremonia comenzó con las palabras del director en las que felicitaba a todos los alumnos, les deseaba toda clase de suerte en las vidas que comenzarían fuera de la escuela como personas adultas, además recordándoles que debían siempre, a donde quisiera que fueran dejar bien puesto el nombre de la escuela que los había formado, llevando a la práctica los valores que se les había entregado durante la enseñanza.
Los aplausos retumbaron a cada rato sin descanso cada vez que un alumno subía a la tarima que había sido engalanada para la ocasión. Todos fueron subiendo a recibir su diploma de acuerdo al orden alfabético indistintamente de la casa a la que pertenecían, ahora todos eran graduados de Hogwarts. Harry recibió sendos aplausos de parte de la familia Weasley, ellos lo habían aceptado como un miembro más del clan. Por ese motivo Harry pese a no tener parientes directos no dejó de sentir felicidad, en ese momento, además vio con alegría que cierto chico rubio había aplaudido con efusividad cuando él había sido llamado, cosa que había asombrado a todos, sobretodo a quienes estaban sentados más cerca de Draco Malfoy.
A Draco le había importado muy poco la forma en que le habían mirado quienes le habían visto aplaudir con entusiasmo cuando el nombre de Harry Potter había sonado en la boca de la profesora McGonagall. Le daba igual que todos se extrañarán al verlo aplaudiendo con tanta energía, él ya había decidido que no fingiría ni un día más que odiaba a Harry, no le importaba lo que dijesen ni el jefe de su casa ni sus amigos, su madre había aceptado su romance y sólo la opinión de ella le importaba.
Harry contrario a lo que hubiese pensado Draco, no tuvo ningún empacho en mirar al chico rubio y sonreírle, aquello despertó bulliciosos comentarios por parte de casi todos los alumnos. Sin embargo eso no arredró al chico Gryffindor, por Draco era capaz de afrontar cualquier cosa, inclusive el enojo de sus amigos más cercanos.
Después de terminada la entrega de diplomas subió a la tarima un alumno representante de cada casa para un pequeño discurso final. Harry había sido elegido por la profesora McGonagall para que representara a la casa Gryffindor. Harry no era muy adepto a ese tipo de cosas y hubiese rechazado la petición de no ser porque pensó que era una ocasión estupenda para demostrarle a Draco que lo más importante para él era la relación que tenían, no se avergonzaba de amar al chico rubio y así se lo haría saber a todo el mundo.
Los discursos de los alumnos fueron bastante sencillos, agradecimientos para el director y los profesores, buenos deseos para quienes se quedaban y para los que marchaban también. Harry fue el último en tomar la palabra y dijo lo mismo que los demás, y como había sucedido con sus compañeros fue aplaudido, pero él no abandonó la tarima cuando terminó sus pequeño discurso, cosa que le pareció extraña a la mayoría. Harry se volvió hacia el director solicitando permiso para decir algo más.
Todos miraron a Harry con extrañeza y expectación, pero Draco fue quien sintió que su estómago se retorcía, el corazón comenzó a latirle con rapidez y su respiración se hizo agitada.
”En este momento deseo hablarle especialmente a una persona que es muy importante para mí ”dijo Harry.
Harry vio que muchos rostros, incluyendo el de su amigo Ron se volvían a mirar a Ginny. La chica pelirroja sólo se limitó a sonreír, había presentido que Harry dejaría caer esa noticia en medio de la graduación, el momento no podía ser más propicio para que la verdad saliera a flote de una vez. Se sintió orgullosa de su amigo, era una gran muestra de valentía, no cualquiera era capaz de hacer algo semejante, sonrió con desenfado al ver que todos los rostros se volvían hacia ella sonrientes, inclusive sus propios padres y hermanos, lo lamentaba por ellos la decepción sería en grande, pero estaba segura que terminarían comprendiendo y aceptando la verdad.
”Bueno… yo quiero decir que eres lo más importante en mi vida… y no me avergüenzo de lo que siento ”dijo Harry ”, al contrario me enorgullece amarte… Draco Malfoy.
El silencio que siguió a estas palabras sólo fue roto por las preguntas que se sucedieron por lo bajo, preguntas del tipo: ¿Qué fue lo que dijo? ¿Dijo Draco Malfoy? ¿Realmente dijo Draco Malfoy?
Draco por su parte estaba atónito, perplejo, Harry acababa de decir frente a todos los alumnos, profesores y padres que lo amaba. Con eso le demostraba que no le temía a lo que dijeran los demás y que sí había decidido ocultar sus sentimientos sólo lo había hecho por protegerlo, pero que ya no había razón de seguir escondiendo la verdad.
Un segundo después todas las miradas habían abandonado a Harry para posarse insistentes y asombradas en Draco Malfoy. Todos estaban al parecer deseosos de conocer la reacción del muchacho rubio al cual su rival de siempre acababa de declararle amor. Las mejillas del chico se colorearon con un tinte que jamás nadie le había visto, muchos lo atribuyeron a la vergüenza que sentía de que Harry Potter le declarara su amor.
Draco se levantó de su silla y miró a Harry apenas un instante, pero que para quienes les rodeaban había sido una eternidad.
”Lo único que puedo responder a eso Harry Potter es que… jamás conocí a un Gryffindor tan valiente como tú… y también estoy orgulloso de amarte.
Harry sonrió lo mismo que Draco, pero quienes les rodeaban, no lo hicieron, estaban demasiado impactados como para hacerlo, no podían comprender como los dos rivales más famosos de Hogwarts podían estar enamorados.
Ginny estaba tan emocionada y feliz que se levantó de su asiento también, todas las miradas se fijaron en ella. La chica pelirroja era la más seria candidata a ser la novia del famoso Harry Potter, pero resultaba que el chico acababa de decirle a todo el mundo que era gay, muchos sintieron lástima por la chica, incluyendo a sus padres y hermanos, aquello debía ser la más horrible decepción para ella.
”Harry Potter… mi amigo del alma… estoy orgullosa de ti ”dijo Ginny con voz fuerte y segura, desde su puesto aplaudió a su amigo.
Harry sólo sonrió. En un principio los demás miembros de la familia Weasley miraron atónitos a la muchacha, pero al ver que la alegría de ella era genuina, siguieron su ejemplo y también se pusieron de pie y aplaudieron. Los demás tras salir del asombro, hicieron lo mismo, el salón se llenó de un ferviente aplauso. Harry volvió su vista hacia el director que le sonreía de manera comprensiva lo mismo que los demás profesores.
Después de aquello todos comenzaron a levantarse de sus asientos, la felicidad era contagiosa, sin duda había sido un final de graduación bastante extraño y sorpresivo, pero no por eso menos alegre. Draco acudió al lado de su madre para abrazarla, y ella lo recibió dichosa, la felicidad de su hijo era la suya. Los compañeros de casa de Draco evitaron acercarse al chico, la mayoría no dejó de mirarle con burla y otros con profundo enojo, él ya lo había esperado y no le importaba en absoluto, tal parecía que a la mayoría la idea no le parecía tan descabellada, pues le miraban sonrientes no necesitaba más. Poco o nada le importaba quedarse sin amigos, Harry llenaba toda su vida y eso era más que suficiente.
Harry no tardó mucho en llegar donde estaban Draco y su madre, Narcisa abrazó al chico agradeciéndole ese gesto de valentía. Los demás al ver que la madre del chico rubio al parecer estaba bastante contenta con la elección de su hijo, asintieron alegres, si ella había aceptado a Harry Potter quienes eran los demás para decir lo contrario.
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