Título: Afinidades Electivas
Personajes: Harry/Draco
Disclaimer: Los personajes pertenecen a J.K. Rowling, no percibo beneficio económico por esto.
Capítulo: Realidad Dolorosa
Harry fue conducido por Randall hasta las habitaciones del “Amo”. Mientras caminaba apenas, el muchacho de ojos verdes no pudo evitar derramar lágrimas silenciosas. Había hecho todo lo posible por mantenerse fuerte, pero su corazón había esperado tanto tiempo, guardando siempre la esperanza de que cuando ocurriese ese encuentro con el muchacho rubio bastaría apenas una mirada para confirmar que Draco a pesar de todo aún lo amaba. Pero no había sucedido de esa manera, una mirada llena de frialdad había respondido a la suya, Draco no lo había reconocido, no había logrado ver su verdadera apariencia porque ya no había amor en su corazón.
Había confiado tanto en que ese amor se hubiese mantenido inalterable que ahora se preguntaba que haría, no veía salida a esa situación. De lo único que estaba seguro era que amaba al rubio por encima de todo. Ahora simplemente sólo podía adaptarse a su nueva situación y soportar con valor lo que tuvieran preparado para él.
De pronto Randall se detuvo frente a una puerta y se volvió a mirar a Harry.
”Debo hacerte algunas recomendaciones, entra de una vez ”dijo abriendo la puerta.
Harry entró detrás del hombre, quedó asombrado ante la suntuosidad de aquella habitación. Estaba dividida por un arco y columnas revestidas de tapices persas, más allá de las columnas había un alto lecho de madera con doseles de seda blanca. Una amplia chimenea de mármol calentaba el lugar, una infinidad de espejos llenaban la habitación. Harry se detuvo en medio sin saber qué hacer y con gesto interrogante se volvió a mirar a Randall.
”Jamás hables sin que el Amo te dirija la palabra primero. Sigue sus órdenes y te aseguro que tendrás una estancia agradable, es muy exigente, así que por tu propio bien jamás hagas que se disguste contigo.
”¿Por qué, qué le hace a los sirvientes que le disgustan? ”se atrevió a preguntar Harry.
”El último que tuvo la mala idea de hacer que se enojara ahora está muerto.
Harry no preguntó más, no era necesario. Sintió horror al oír aquello, no podía creer que Draco se hubiese vuelto un asesino. Lo único bueno de todo eso era que al menos estaría junto al rubio y podría averiguar si realmente estaba bajo el maleficio Imperius, tenía que ser así, Stefan no podía haber cambiado el corazón del chico rubio a ese extremo, Draco era una persona esencialmente buena.
El hombre llamado Randall se quedó mirando fijamente a Harry. Luego de un instante habló con un tono muy diferente al que había utilizado hasta ese momento, sonaba casi amigable.
”Ten mucho cuidado con lo que haces muchacho… jamás olvides donde estás, tu vida no está asegurada, nunca lo estará.
Harry se quedó asombrado al oír aquellas palabras, sonaba como si le estuviese dando un consejo. Luego el hombre cambió abruptamente el tono de voz.
”Te dejaré aquí… sólo debes esperar la llegada del Amo…
”¡Ese no puede ser su nombre! ”exclamó Harry sin poder contenerse ”¿Por qué lo llama “Amo”?
”Por lo que veo tienes la mala costumbre de preguntar demasiado… así es como le llámanos… y tú deberás llamarlo del mismo modo.
Harry guardó silencio. Finalmente Randall salió de la habitación dejando a Harry solo, que de inmediato inspeccionó el lugar. Comprendió que la tarea que tenía por delante sería titánica, pero estaba dispuesto a hacer lo que fuera preciso por Draco, si el chico rubio había dejado de amarlo, pues no tendría más remedio que conquistarlo otra vez. Sólo esperaba que no le resultará tan difícil, aunque estaba seguro que el influjo que tenía Stefan sobre el rubio era mucho tenía que ganarse primero su confianza. Una labor complicada sería la que tendría que realizar con Draco.
De pronto la puerta de aquella fastuosa habitación se abrió dando paso a un altanero chico rubio, que con caminar arrogante se acercó a Harry, el que al oírlo se había volteado de inmediato. El corazón del chico de ojos esmeraldas volvió a estremecerse, no quería perder la esperanza tal vez ahora que estarían a solas sin tantas miradas rodeándoles finalmente pudiera ver a Draco a los ojos y saber si lo había reconocido en realidad.
El muchacho rubio se sintió inquieto ahora que estaba cerca el mestizo otra vez, eran sólo ellos. Nunca su sirvientes mestizos le habían provocado emoción alguna, pera él eran casi invisibles, simplemente no existían. Lo mismo le daba uno que otro, había sido educado de ese modo por Stefan, ese sentimiento estaba arraigando en él desde siempre. Sin embargo éste no era igual a los otros, lo había sabido desde el primer momento, cuando lo había mirado a los ojos; esos ojos esmeraldas eran idénticos a esos que él veía de vez en cuando en sus sueños. Esos sueños tan extraños que le angustiaban terriblemente, porque jamás llegaba a ver el rostro de quien era dueño de esos ojos y ahora comprobaba de la manera más asombrosa que sí existían unos ojos como con lo que él soñaba tan seguido.
Naturalmente que no iba a decirle a ese mestizo que soñaba con unos ojos como los suyos, nadie lo sabía, además podía hacerle pensar cosas equivocadas. Él era el “Amo”, salvo Stefan todos los demás estaban obligados a adorarlo, aunque en cierto modo sabía que Stefan también lo adoraba aunque intentaba esconderlo la mayor parte del tiempo.
Harry miró directamente a los ojos de Draco otra vez, buscando una señal, algo que le dijese que aún lo amaba, pero no veía nada.
”Ningún mestizo puede mirarme directamente a los ojos sin que yo le de permiso… y tú lo haces… no eres igual a los demás, creo que eres un tanto insolente, se equivocaron al decir que eras dócil… mestizo.
”No me llamo “mestizo” mi nombre es Ha… Hans…
”Tú nombre me da igual… sólo eres un mestizo… todos ustedes son iguales sin importar como se llamen.
Harry sintió que el corazón se le oprimía dolorosamente comenzaba a comprender que a Draco le habían cambiado la forma de pensar, pero no debía extrañarse había pasado un año y medio en compañía de esos locos.
”A mí debes llamarme “Amo”… como lo hacen todos.
”¿Amo? ”preguntó Harry sin poder creer lo que oía ” ¿Es que no tiene nombre?
Draco miró con desconcierto primero y luego enojo al muchacho, pues no estaba mostrando el respeto que debía.
”Nadie que este en un nivel inferior al mío pude decir mi nombre ”dijo el rubio con tono arrogante.
”Tal vez… ¿no será que su nombre es muy feo y ridículo?
”El nombre de mi padre no era feo ni ridículo… y yo me llamo igual que él.
”¿Su padre?
”Sí mestizo… mi padre, el mejor hombre del mundo, Lucius, yo estoy orgulloso de llevar su mismo nombre.
Harry sintió dolor de estómago, pero también una punzada en el corazón, parecía que Stefan le había modificado los recuerdos al chico rubio, si eso era así las cosas serían más complicadas de lo que había pensado.
”Sí usted dice que fue el mejor hombre, así deber ser ”dijo Harry ”, de todos modos preferiría llamarlo “señor” en vez de “Amo”.
Draco no pudo esconder la sorpresa que le causaba el atrevimiento de ese mestizo.
”¿Preferirías? No se trata de lo que tu prefieras mestizo, sino de lo que debes hacer, eres un sirviente no se te olvide.
”Lo tengo claro… “Señor” ”dijo Harry con tono desafiante.
Draco nunca había sentido inclinación por castigar a quienes le servían, pero ahora le tentaba muchísimo meter la mano en el bolsillo de su túnica y darle una lección a ese mestizo que no parecía entender cual era su lugar. Pero dentro de su molestia había algo que le agradaba de ese mestizo y no sabía porque. Era un tanto insolente y se notaba que tenía carácter, era muy diferente a esos entes que había tenido a su servicio antes. Nunca ninguno de sus sirvientes se había atrevido a hablarle sin que él diera su permiso expreso, la mayor parte del tiempo hacían lo posible por pasar inadvertidos, pero este era muy diferente.
”Esta bien ”concedió Draco ”, te daré permiso para que me llames “señor”, eso sí te advierto por tu propio bien que sólo lo hagas cuando estemos solos como ahora, delante de cualquiera deberás llamarme “Amo”.
”Sí señor… gracias ”dijo Harry ”puedo hacerle otra pregunta.
Draco lo miró arrogante.
”Hazla.
”¿Por qué tiene aquí a mestizos como sirvientes? ¿No hay elfos domésticos?
”¡Elfos! ¿Esas criaturas repugnantes?
Harry no pudo evitar sorprenderse una vez más.
”¡Por supuesto que no! Las detesto. Pero ya basta de tantas explicaciones, te indicaré cuales son tus deberes como sirviente, espero que resultes más hábil que el anterior.
Harry dio un suspiro. Esperaba que con el pasar de los días lograra algo con el chico rubio, al menos una conversación de amigos, pero claro que para llegar a eso debería esforzarse mucho; la personalidad que tenía ahora el rubio era contraria a todo lo que había sido en el pasado.
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Era de noche ya, recién había terminado de ordenar el cuarto de baño. Dio un suspiro, apenas podía creerlo había pasado un mes completo al servicio de Draco y aún no conseguía que lo tomara en cuenta para nada que no estuviera relacionado con el trabajo de sirviente. Definitivamente Draco tenía muy arraigada la diferencia entre “señor y sirviente”.
Como cada noche se encontraba sentado frente al espejo, estaba listo para ir a la cama, pero antes debía cepillar su cabello, no podía evitar mirarse con disgusto, no le gustaba llevarlo de ese largo. Pero Stefan había dicho que su padre lo usaba así y él naturalmente debía llevarlo del mismo modo, porque en todo debía ser idéntico a su padre, a veces sentía cansancio de vivir de esa manera. Lo tenía todo, no tenía más que pedir algo para obtenerlo, Stefan estaba pendiente de consentirlo en todo, sin embargo, no se sentía feliz. De pronto Draco se dio cuenta de que era observado por su sirviente, otra vez, no habían pasada inadvertidas para él las miradas del muchacho de ojos esmeraldas, a veces lo descubría mirándole de una forma que hacía que su estómago diera un brinco. Ninguna de las personas que le rodeaban lo miraban de la forma en que lo hacía su sirviente, la mayoría de las veces se ponía nervioso, aunque naturalmente lo disimulaba con maestría. Muchas veces cuando el muchacho entraba sigiloso en esa habitación él fingía no darse cuenta de ello, le agradaba sentir esa mirada sobre él.
Era hora ya de marcharse, después que Draco terminara de cepillar su pelo se metería en la cama y fin del día, al siguiente todo se repetiría invariablemente. Sentía que debía hacer algo para romper aquel círculo. Draco no bajaría el peldaño que los separaba, él debía subirlo.
Ahí estaba su sirviente listo para decir buenas noches y marcharse, sin embargo, a diferencia de las noches anteriores ahora parecía dudar. Se acercaba lentamente, a pesar de no apartar los ojos de su propia imagen estaba conciente de cada movimiento del muchacho de ojos esmeraldas.
”¿Me permite que lo haga yo? ”preguntó Harry acercándose unos pasos más hacia el rubio.
El estómago de Draco dio otro salto, sin embargo no respondió sólo le extendió el cepillo a Harry con gesto mudo.
Harry se apresuró a tomar el cepillo, se instaló detrás de Draco y procedió a deslizarlo a lo largo del cabello rubio, sin darse cuenta, al momento de deslizar entre sus dedos el sedoso cabello cerró los ojos, reconociendo con el tacto aquel cabello que tantas veces se había escurrido entre sus dedos.
Draco estaba asombrado por la actitud del muchacho de ojos esmeraldas, era como si hubiese estado anhelando desde siempre poder tocar su cabello de la forma en que lo hacía. Y él, junto con el asombro que sentía también otro sentimiento más complejo crecía y se expandía dentro de él. No entendía porque el corazón se le aceleraba así, nunca antes le había sucedido con nadie.
De pronto Harry dejó de cepillar el cabello, lo tomó en sus manos y lo levantó hasta dejarlo a la altura de los hombros.
”Le queda mucho mejor de este largo, debería usarlo así.
Draco le miró seriamente, le resultaba cada vez más extraña esa especie de afinidad que estaba teniendo con el muchacho moreno, era como si adivinara lo que le gustaba, justamente hacía sólo unos minutos había pensado que desearía tener el cabello de ese largo que ahora sugería su sirviente.
”Mi padre lo usaba de este largo, a Stefan le gusta así.
”Y usted hace todo lo que a Stefan le gusta ”dijo Harry impulsivamente.
Draco le miró más sorprendido que enojado, creyó notar en dejo de celos en el tono del moreno.
”Él es todo para mí.
Harry sintió una punzada de ira esta vez.
”¿Lo ama? ”preguntó de pronto con tono casi violento.
”Por supuesto… él ha hecho todo por mí, después que mi padre murió él se ha ocupado de mí.
”¿Y hace cuánto qué murió su padre? ”sondeó Harry.
”Cuando yo era muy pequeño.
Harry guardó silencio, definitivamente no se había equivocado en nada, ese miserable de Stefan había manipulado los recuerdos de Draco.
”¿Y su madre?
”Ni siquiera la conocí… murió cuando yo nací.
Harry sintió tristeza al oír esa respuesta, Narcisa tampoco era recordada.
”Yo tampoco tengo padres ”dijo Harry ”, murieron cuando yo tenía poco más de un año… y tampoco tuve tanta suerte como usted, me crié con la hermana de mi madre… y me odiaba.
Draco no pudo reprimir un sentimiento de tristeza al saber que ese chico tampoco tenía padres al igual que él. Aunque fuera un mestizo el sentimiento que experimentaba debía ser similar al suyo.
”Pero de seguro tenías amigos… tal vez a alguien especial. Yo no tengo amigos, siempre he vivido dentro de estas paredes, no conozco nada del mundo exterior.
”¿Nunca ha salido de aquí?
”Nunca… Stefan dice que el mundo exterior no es seguro para mí… estamos en guerra con los mestizos y los “sangre sucia”.
Harry tuvo la tentación de decirle al muchacho que eso era una mentira, pero era evidente que para Draco la palabra de Stefan era ley, si intentaba desmentirlo tendría problemas con Draco y de seguro la confianza que estaban logrando se diluiría de golpe, así que prefirió no hacer mayor comentario alguno sobre las mentiras de Stefan.
”El mundo de afuera no es tan malo… yo a pesar de todo fui a la escuela, a Hogwarts conocí a mucha gente, también hice grandes amigos ahí.
”¿Escuela?
”Sí, Hogwarts… la escuela Magia y Hechicería, la dirige Albus Dumbledore, el mejor director que ha tenido en toda la historia.
”¿Quiénes estudian ahí, todavía existe a pesar de la guerra?
”Claro que existe… ahí pueden estudiar todos los que tengan habilidades mágicas, mestizos, muggles y “sangre puras” también.
Draco miró a Harry como si hubiese dicho una barbaridad.
”¿Sangres puras mezclados con muggles y mestizos en la misma escuela?
”Sí… y le aseguro que la mayoría se lleva bastante bien… bueno a excepción de algunos que desprecian a los demás.
”No entiendo… acabas de decir que todos estudian juntos sin problemas.
”Bueno… lo que pasa es que la escuela está divididas en casas, llevan el nombre de los fundadores, Gryffindor, Ravenclaw, Hufflepuf y Slytherin. Cuando ingresamos a primer año pues somos seleccionados por el sombrero para la casa en la que estaremos por siete años, hasta graduarnos.
Draco escuchaba totalmente interesado, lo que Harry le estaba relatando le resultaba fascinante aunque su rostro no mostraba ninguna emoción.
”Slytherin es la casa donde predominan los magos y brujas de sangre pura, ellos naturalmente se sienten superiores a todos los demás.
”Sí yo hubiese ido a esa escuela de seguro hubiese estado en esa casa.
”Sí, no me cabe ninguna duda de eso ”dijo Harry con cierta tristeza.
Draco notó el cambio en el tono de la voz de Harry.
”¿Hay alguien a quien extrañes de ese lugar… de esa casa especialmente?
”Hubo alguien muy especial, un amigo… mi mejor amigo.
”¿Dónde está?
Harry no pudo evitar dar un hondo suspiro mientras miraba a Draco directamente a los ojos.
”Muy lejos de mí… se ha ido.
”¿Se fue? Pues no será tan buen amigo si se fue y te dejó ”dijo Draco con tono algo malicioso.
”No me dejó, no por su propia voluntad.
”Ah… entiendo.
Draco notó que la tristeza ensombrecía otra vez el rostro de su sirviente y esto le produjo una extraña sensación en el estómago, tuvo la tentación de preguntar más, pero se contuvo, él nunca se había interesado en saber algo sobre sus sirvientes mestizos, apenas recordaba sus nombres, en cambio con éste sentía una curiosidad que iba creciendo por grados, así como también crecía algo así como una sensación de piedad por la tristeza que sentía el muchacho de ojos esmeraldas.
”Creo que así esta bien… puedes irte a descansar ”dijo Draco poniéndose de pie bruscamente.
Harry quedó con el cepillo en la mano, la magia acababa de romperse. Draco quedó a penas a unos centímetros suyos, los ojos del rubio hicieron contacto directo con los esmeraldas de Harry. Draco sintió una sacudida otra vez, esos ojos estaban tan llenos de tristeza y le producían una extraña sensación, sin tener conciencia de lo que hacía y sin poder detener el vuelo de su mano la levantó hasta el rostro de Harry y rozó la mejilla del chico moreno con una caricia sedosa con apenas las yemas de los dedos.
Harry contuvo la respiración al comprender lo que sucedía, cuando sintió los dedos de Draco rozar su rostro apenas, apretó los labios y cerró los ojos intentando contener sus emociones que querían desbordarse en un mar de lágrimas. Pero la voz de Draco, con tono que jamás creyó que volvería a escuchar le habló.
”Mírame… por favor… necesito ver tus ojos… jamás creí que pudieran existir unos ojos como los tuyos… verdes… tan verdes como las hojas de los árboles mojados por la lluvia…
Harry estaba tan aturdido por las palabras y el tono de Draco que sólo después de un segundo se percató de que el chico rubio había dicho que sus ojos eran verdes. Draco no veía los ojos castaños que debían ver todos los demás por causa de la poción, eso significaba que Draco veía su verdadera apariencia, tal cual era él, y eso sólo podía significar una cosa, Draco lo amaba, seguía amándolo.
”¿Usted… ve mis ojos verdes? ”preguntó Harry con un hilo de voz, mientras las lágrimas resbalaban por sus mejillas.
”Claro que sí… muchas veces los he visto en mis sueños… pero no creía que pudieran existir realmente.
Esto fue demasiado para Harry, sus rodillas se doblaron y cayó al suelo reprimiendo apenas los sollozos que ya no podía contener.
Draco no entendía que le sucedía al muchacho, pero se afligió mucho los sujeto de los brazos y terminó arrodillado junto con Harry.
”¿Qué sucede? ¿Dije algo malo?
Harry de inmediato levantó la mirada para posarla en la gris que le miraba con asombro y temor.
”No señor… no ha dicho nada malo… es sólo alegría… emoción…
Draco sentía que el corazón se le aceleraba, su sangre corría más rápida, nunca en su vida había experimentado algo parecido a lo que sentía en ese instante. Era un sentimiento tan confuso y asombroso a la vez, no entendía que estaba sucediéndole, pero sólo sabía que deseaba tener a ese muchacho de ojos esmeraldas apegado a su cuerpo y sentir su calor, quedarse para siempre perdido en esos ojos que jamás concibió que pudiese existir nada más que en sus sueños. Nunca lo había hecho, era la primera vez, pero no podía evitarlo el deseo era superior a él, lentamente buscó los labios finos y rosados de Harry que estaba aturdido por la emoción. El primer rose le produjo un estremecimiento de pies a cabeza, los labios del muchacho moreno se entregaron al instante como si hubiesen añorado ese encuentro durante una vida entera. No sabía que era, pero sentía como si esos labios ya hubiesen sido suyos antes, la tersura y el sabor parecía conocerlos desde siempre.
El beso continuó lento y suave por un breve instante, pero luego se tornó más intenso y apasionado. Harry por fin salió del asombro y abrazó a Draco con todas sus fuerzas, entregándole todo el amor y pasión que había estado contendiendo por tanto tiempo. Draco era el dueño de su vida y de su alma y no lo había olvidado del todo. Stefan no había conseguido borrarlo totalmente de los recuerdos del chico rubio, porque Draco inconcientemente lo recordaba, soñaba con sus ojos, no había podido ver su rostro, pero tenía sus ojos clavados en el alma, y hasta el alma de Draco no había podido llegar, había manipulado su mente, pero su alma estaba intacta.
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