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Afinidades electivas por zandaleesol

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Título: Afinidades Electivas

Personajes: Harry/Draco

Disclaimer: Los personajes pertenecen a J.K. Rowling, no percibo beneficio económico por esto.

Capítulo: Pasiones Incontenibles


Durante las dos semanas siguientes Harry creyó retornar al pasado. A ese pasado de ensueño que había vivido con el muchacho rubio. Draco cada vez confiaba más en él, cada vez se entregaba más intensamente dejándose arrastrar por una pasión que aseguraba nunca antes había experimentado y que lo tenía totalmente hechizado. Pero Harry en ningún momento había dejado de pensar en como haría para sacar a Draco de ese lugar, esperaba que el chico rubio tuviera el valor de dejarlo todo y aceptara escapar con él. El inconveniente que le veía al asunto era la veneración que sentía Draco hacia ese maniaco de Stefan, estaba totalmente convencido de que ese hombre miserable había dedicado su existencia a cuidar de él después que su padre había muerto hacía muchos años.


Estaba oscureciendo y él prepara el baño de Draco. En la habitación estaba el muchacho rubio hablando con Stefan, al parecer éste último venía a despedirse pues según lo que le explicaba a Draco viajaría a un lugar que obvió mencionar y tardaría algunos días en regresar. El corazón de Harry saltó de emoción al oír aquello, tal vez esa fuera la oportunidad que necesitaba para escapar de ese lugar y llevar a Draco con él.


Draco miraba la alfombra en vez de los ojos de Stefan, no quería verlo de frente pues temía que el hombre adivinara lo que estaba pasando en su corazón. Sentía que traicionaba al hombre que le debía todo, pero su pasión por Hans era incontrolable y aún sabiendo que iba más allá de lo que era prudente no podía evitarlo. Tal vez cuando Stefan regresara de aquel viaje tuviera el valor de confesarle que se había enamorado de su sirviente mestizo.


Stefan miraba silencioso al muchacho rubio. Draco siempre tomaba esa actitud cuando él tenía que salir de viaje por varios días. Estaba conciente de que hacía un año y medio el chico rubio no salía de aquel refugio, era lógico que estuviera deseoso de conocer otros lugares. Él se había encargado de hacerle olvidar todo su pasado razón por la que Draco creía no conocer nada que no fueran las paredes de ese palacete. Stefan meditada desde hacía algún tiempo la posibilidad de llevarse al chico fuera de Inglaterra, buscar algún lugar remoto para vivir una vida relativamente normal. Su deseo de cumplir el sueño de su amado Lucius se estaba tardando mucho debido a las dificultades que había encontrado en el camino. Si bien había tenido relativo éxito hasta el momento conquistando más adeptos, su deseo de formar un ejército con los mestizos no estaba resultando tan fácil como lo había imaginado.


Pese a todo no estaba dispuesto a darse por vencido. “Los Custodios” como había denominado a su grupo, limpiarían el mundo mágico y serían quienes velaran por la pureza de la sangre. El viaje que emprendería al extranjero era justamente para buscar alianza con otras sociedades secretas, que como la suya también deseaban que prevaleciera la pureza de la sangre mágica.


”Lucius… te prometo que cuando regrese te llevaré a algún sitio donde puedas estar al aire libre sin correr ningún riesgo. Sé que estás arto de estar encerrado, pero esto lo hago por tu propia seguridad, afuera no es seguro para ti, estamos en guerra y aunque nadie sabe donde estamos, debemos ser precavidos ¿lo entiendes cierto? ”dijo Stefan con voz un tanto preocupada.


Draco sólo se limitó a asentir con la cabeza sin levantar los ojos hacia Stefan.


”Tal vez aproveche este viaje para buscar un nuevo hogar para nosotros… un lugar que sea seguro para ti, de esa forma podrías salir cuando lo desearás, tal vez un lugar cerca del mar.


Draco levantó la vista.


”No conozco el mar ”declaró el muchacho rubio.

”Lo sé, por eso he pensado en un lugar que tenga mar, estoy seguro que te gustará.

”Sí creo que me gustaría vivir cerca del mar ¿Iríamos todos a vivir a ese lugar?

”¿A quiénes te refieres?

”Todos… Randall, los sirvientes… todos.

”Creo que sólo Randall… sirvientes se pueden encontrar en cualquier parte.


Draco pensó que existía la posibilidad cierta de que tuviera que dejar a Hans y la idea no lo hacía feliz.


”Pero ya hablaremos de ello a mi regreso. Ya sabes que puedes contar con Randall, cuando yo no estoy él es el encargado de todo en este sitio.


Draco asintió con la cabeza.


”Nos veremos dentro de unos días ”dijo Stefan, luego le dio un abrazo al chico rubio y lo besó en la frente.


Luego de eso Stefan se levantó y salió de la habitación sin prestarle atención al sirviente de Draco que esperaba junto a la puerta del cuarto de baño.


Harry no se había movido del sitio donde estaba a pesar de que Stefan ya se había marchado.


Draco de inmediato salió de la cama y se acercó al muchacho de ojos esmeraldas.


”¿Escuchaste lo que dijo verdad?

”Sí ¿Está dispuesto a ir con él donde sea que lo quiera llevar?


Draco guardó silencio por un instante.


”Estoy seguro de que si hablo con Stefan y le pido que vengas con nosotros no se negará.


Harry le dedicó una mirada triste.


”Me parece que la intención de él es sólo llevárselo a usted… los mestizos somos prescindibles.

”Sí hablo con él…

”¿Qué le dirá señor? ¿Qué siente un gran afecto por su sirviente mestizo y que por eso desea llevarlo con usted?


Draco se quedó sin palabras. Stefan jamás aceptaría que él se hubiera enamorado de un mestizo.


”Sin duda que su silencio es bastante elocuente ”dijo Harry.

”Yo no quiero dejarte, es Stefan quien ha ideado todo.

”Y naturalmente usted hará lo que él desea.

”Stefan es lo único que tengo… él…

”¿Y qué soy yo para usted? ¿Qué han sido para usted estos días? ¿Un juego?

”No, un juego no… eres lo más hermoso que me ha pasado en la vida.

”Entonces venga conmigo… salgamos de este sitio… busquemos un lugar donde podamos estar juntos sin que nadie lo impida ”dijo Harry sosteniendo al muchacho rubio por la cintura.


Draco lo miró temeroso.


”Salir de aquí, pero a dónde iríamos… Stefan dice que el mundo exterior es…

”No debería creer ciegamente todo lo que le dice ese hombre ”le cortó Harry de golpe.

”¿Qué se supone que significa eso? ”preguntó Draco a la defensiva.


Harry tuvo ganas de revelarle toda la verdad en ese mismo instante, pero se arrepintió, no era el momento apropiado, aunque tampoco imaginaba cual podía ser.


”Nada… su baño ya está listo, regresaré después para limpiar ”dijo Harry y sin darle tiempo al rubio para decir nada más salió de la habitación.


Draco estaba frente al espejo listo para peinarse cuando Harry entró otra vez para asear el baño tal como hacía siempre.


Draco olvidó su pelo y siguió a Harry al baño, el muchacho moreno ya había comenzado con la limpieza.


”¿Podemos hablar? ”preguntó Draco.


Harry lo ignoró.


”¿Estás enojado? ”insistió el rubio.


Harry oír ese tono preocupado del rubio hizo que su enojo se disipara, levantó la vista y lo miró, el amor que Draco sentía por él se escapaba en cada destello luminoso de sus ojos grises. Y él no tenía con que defenderse de ese amor. Se puso de pie y se acercó al muchacho rubio.


”Nunca podría enojarme contigo ”dijo Harry usando por primera vez el tuteó.


Draco sonrió ampliamente y le echó los brazos al cuello. Se besaron tiernamente, pero un instante después los besos se hicieron más apasionados, ya no podían negar que sus cuerpos reclamaban más intimidad.


Draco se apartó con las mejillas levemente rojas. Su mirada decía claramente que estaba preparado para ir al siguiente nivel.


Harry deseaba con toda su alma que llegara esa intimidad que tanto extrañaba, que sus manos volvieran a recorrer los pasadizos secretos de ese cuerpo que en el pasado había sido enteramente suyo. Volver a llenar con sus besos esa piel que hacía mucho tiempo se había estremecido bajo su toque. Desde hacía tanto tiempo que soñaba con este momento que ahora tenía miedo, miedo de que todo fuera sólo un sueño del que despertaría en cualquier momento.


Draco se quedó mirando los ojos de Harry por un breve instante, esa mirada esmeralda lo envolvía en una red de fuego que incendiaba su alma y su cuerpo. Ya no tenía dudas, ese muchacho era al que había esperado toda su vida, era el elegido, al que había sido anunciado en sueños, él era su destino.


Draco presionó suavemente la mano de Harry y le hizo entrar al baño. Acto seguido cerró la puerta y luego dirigió su mirada hacia la bañera que estaba al tope de agua y espuma. Para Harry la invitación estaba hecha. Miró al muchacho rubio a los ojos y supo que tenía razón, esa noche después de muchísimo tiempo volvería a tener a Draco entre sus brazos.


Draco buscó los labios de Harry y los besó intensamente. Luego de mirarlo por un instante comenzó a desabotonar los ojales de la sencilla túnica gris que llevaba el muchacho. Cuando tuvo a Harry totalmente desnudo sonrió complacido al ver que estaba totalmente preparado para el momento.


”Nunca antes hice esto, necesitaré tu ayuda ”dijo el rubio mientras besaba el cuello de Harry.

”Estoy preparado y será un placer colaborar ”dijo Harry con tono sugerente.


El muchacho rubio sonrió cogió al de ojos esmeraldas de la mano y lo condujo hacia la bañera. Harry entró al agua con cuidado mientras Draco se dispuso a quitarse la bata en que estaba envuelto. Harry lo miró con atención, el cuerpo del muchacho rubio era igual a como lo recordaba, no había cambiado en lo absoluto.


Draco se zambulló lentamente hasta quedar cubierto por la espuma y, miró al muchacho frente a él y le sonrió invitándolo de este modo a que se aproximara. Harry con el corazón palpitante no se hizo de rogar, con la certeza que le daba el saberse amado y deseado al mismo tiempo tomó la cintura del muchacho rubio y lo acercó a su cuerpo. Ciegamente Harry acercó su boca a la de Draco y lo besó con esa clase de pasión cuyo ardor se inflama instantáneamente incontrolado.


Draco entreabrió los labios y una ráfaga salvaje lo estremeció cuando la boca de Harry tocó la suya. Tembló lleno de ansiedad con las sensaciones de la vida, demasiado conciente de cuanto ansiaba a su sirviente, el calor abrazó su cuerpo al instante y entre sus muslos el miembro se endureció por completo, reconoció su necesidad y la del muchacho, la saboreó y deseó entregarse a ella y borrar de su cerebro todo lo demás. Quiso prescindir de todo pensamiento, nada de razón o prudencia. Deseaba al muchacho de ojos esmeraldas, era todo lo que podía comprender.


Harry tomó una barra de jabón y procedió a deslizarla por la piel del rubio con destreza y conocimiento de aquel cuerpo que se estremecía y vibraba con cada roce. Después Draco se entregó al mismo juego, aquello le permitió explorar el cuerpo del muchacho moreno con total libertad, apretó y amasó con deseo las nalgas del muchacho y éste le respondió apoderándose de su erección. El rubio apretó los labios cuando sintió el dedo pulgar de Harry masajear desde la base hasta la punta en repetidas ocasiones hasta que se detuvo sólo en la punta de su miembro, especialmente en la hendidura, su punto más sensible, y masajeó una y otra vez mientras a él se le escapan gemidos ahogados hasta que ya no fue posible soportar más y explotó entre las manos fuertes de su sirviente.


Las manos de Harry se deliraron por la espalda del rubio, se unieron piel ardiente contra piel ardiente, labios y manos entregados a la exploración reciproca. Draco obligó a Harry a bajar sobre él, se arqueó al contacto de los labios de su sirviente sobre su abdomen y gimió al sentir la lengua húmeda aplicarse sobre sus pezones. Luego fue el turno del rubio, mimó al muchacho de ojos esmeraldas con toda clase de caricias, no sabía donde las había aprendido porque estaba seguro de no haber tocado jamás la piel de nadie como lo hacía ahora con ese muchacho que le despertaba miles de emociones.


Draco dio por terminado el juego abruptamente. Se apartó para salir de la bañera mientras Harry le miraba desconcertado. Tomó una toalla y lentamente secó su cuerpo. Harry sólo se quedó observándolo en silencio, no estaba seguro aún si el muchacho rubio había decidido dejar las cosas hasta ahí o deseaba ir más lejos, en todo caso no iba a presionarlo.


Draco luego de terminar de secar su cuerpo y cabello finalmente anudó una toalla a su cintura y recién miró a Harry.


”Te espero… en la cama ”dijo el rubio con voz que sonó juguetona a los oídos de Harry.


Luego de eso el rubio salió del baño.


Harry controlando apenas los temblores de su cuerpo a causa de la expectativa salió de la bañera. Con menos aplicación y cuidado del que había usado Draco secó su piel y cabello. No deseaba hacer esperar al chico rubio así que, intentando no mostrarse ansioso salió del baño. La toalla que Draco había anudado a su cintura ahora estaba en el suelo junto a la cama. Harry se acercó lentamente y al llegar al borde de la cama dejó caer la toalla, silencioso se deslizó junto al rubio que lo acogió con una sonrisa dulce.

.
El calor que desprendía el cuerpo de Draco hizo que el de Harry volviera a encenderse otra vez, aquello le parecía un maravilloso sueño, volvía a compartir el lecho con el chico que amaba por encima de todo en su vida.


”Es maravilloso estar así contigo ”dijo Harry en un susurro.

”Para mí también lo es ”respondió el rubio con una sonrisa mientras acariciaba el pelo de Harry ”, me alegra que esta que es mi primera vez sea contigo.


Harry sabía que no era la primera vez de Draco. La primera vez había sido hacía casi tres años en víspera de Navidad, en una sala abandonada en Hogwarts. Pero naturalmente pensaba vivir ese encuentro como si fuese la primera vez, después de todo hacía mucho tiempo que no tenía al chico rubio entre sus brazos.


Volvieron a besarse con intensidad mientras las manos se entregaban al juego de las caricias. Harry exploró cada rincón del cuerpo de Draco con besos húmedos y ardientes y volvió a experimentar el placer de recorrer esa piel sedosa que ardía bajo su toque. Esa piel que sólo él había conocido, esa piel que parecía tener vivos los recuerdo de los besos dejados en ella hacía tiempo. Draco sin querer parecía reconocer aquellos besos, sus reacciones eran las de siempre, tan ansiosas y apasionadas como antes.


Harry deslizó sus dedos hacia la entrada del rubio, acarició con gentileza y luego procedió a introducir un dedo, sintió como los músculos del muchacho se tensaban instintivamente. Sin hacer movimiento alguno buscó la boca de Draco otra vez y la recorrió ansiosamente mientras sus dedos exploraban el interior del chico preparando la penetración.


Draco no opuso resistencia, aquella sensación lo enloquecía y con gemidos entrecortados pidió ser tomado. Sin embargo, Harry demoró un poco más el momento, esperando que Draco estuviera aún más ansioso de lo que ya estaba. Y a continuación estuvo dentro del chico rubio, colmándolo, templándolo. El rubio le clavó las uñas de los dedos en la espalda, ciñó las piernas en torno a las caderas de Harry y dejó que la pasión y la apremiante experiencia de sentir al muchacho de ojos esmeraldas dentro de su cuerpo lo consumiera. Harry dejó a su vez que la sensación lo deslumbrara con un estallido de intensidad aportado el por amor y la necesidad de reafirmar su propia existencia mediante la posesión de ese cuerpo amado y añorado por tanto tiempo.


Draco gritó ante la fuerza de su propio orgasmo. Mantuvo a Harry apegado a él, aferrando su cuerpo al del muchacho. Los brazos de este lo rodeaban, la voz de Harry sonaba ronca y baja en el oído de Draco, una corriente de palabras eróticas y exaltadas. Draco gimió al sentir que era penetrado con total frenesí y con movimientos más rápidos. Harry producía en él un nuevo orgasmo mientras disfrutaba el suyo introduciéndose más profundamente dentro de él. Draco lo sintió correrse, sintió la humedad que lo llenaba provocándole la sensación más asombrosa de su vida, notó la súbita rigidez de los músculos de la espalda del muchacho moreno, escuchó el gemido que exhaló a través de sus dientes apretados. Besó el cuello del muchacho moreno que aún estaba dentro de él, lentamente sintió que era abandonado, estaba a punto de buscar los labios de su amante cuando éste dejó escapar una frase que le causó decepción y dolor profundo.


”Te amo… te amo tanto Draco…


La rabia y los reproches empezaron a aflorar en la mente del rubio, como restos de un naufragio a medida que fue sopesando el significado de tales palabras. El mestizo era el último ser al que él debía haberse permitido amar. Y desde luego el último al que él debió permitir que lo poseyera de esa forma. Y ahora después de haberse entregado a él como nunca lo había hecho con nadie, oírle decir el nombre de otro, sintió deseos de morir, había sido engañado, todo los besos, las caricias, las palabras de amor no habían sido para él realmente. Eran para otro, otro que era el dueño del corazón y de los pensamientos del mestizo.


Harry quedó atónito cuando sintió que el cuerpo del rubio se retorcía bajo su peso. Sin comprender se vio rechazado súbitamente. El rostro de Draco tenía una expresión de fiera herida, y las mismas manos que sólo hacía un instante habían resbalado por su cuerpo otorgándole sedosas caricias ahora le empujaban con gesto odioso. Sin comprender se quedó en la cama mientras el rubio abandonaba el lecho y tomaba la bata que estaba sobre una silla.


”¿Qué sucede? ”se atrevió a preguntar Harry.


El rubio no respondió, sólo fue hasta el baño y regresó con la túnica gris de Harry, se la arrojó con furia.


”Vístete ”ordenó el rubio.

”Pero… que sucede… no…

”¡Cállate! ”gritó Draco mientras tomaba la varita que estaba sobre la mesa de noche y apuntaba con ella a Harry ”¡Miserable mestizo! Todo fue mentira… me engañaste, te burlaste de mí… pero lo pagarás muy caro.


Harry no atinaba a nada, no comprendía que estaba ocurriendo, no sabía que había hecho como para desatar semejante ira en Draco.


”¿Qué estás diciendo? ”preguntó Harry cada vez más asombrado.

”Hiciste todo esto para que yo te dejara escapar… así podrías regresar con tu amado…


Harry seguía sin comprender, pero al menos atinó a ponerse su túnica gris. Saltó de la cama para acercarse al rubio que furioso le apuntó con la varita.


”Debería matarte ahora mismo…

”Por favor… dime que fue lo que hice… no entiendo.

”Lo sabes miserable… sabes muy bien lo que has hecho.


Harry negó con la cabeza. Esto pareció desquiciar más al rubio que comenzó a destrozar con su varita toda la habitación. Harry sintió miedo de verdad.


Naturalmente que los ruidos que provocaron los destrozos de Draco no tardaron en alertar a los habitantes del palacete y en un abrir y cerrar de ojos la puerta de la habitación se abrió de golpe y Randall seguido de dos hombres más se detuvo en el umbral con las varitas dispuestas. Dio una rápida mirada a la habitación que estaba destruida por completo, le dio una mirada a Harry que permanecía pegado a la pared con rostro pálido y la túnica a medio abotonar, detuvo su vista en la cama que estaba con las sábanas revueltas, luego miró a Draco que vestía sólo una bata y con ojos furiosos apuntaba su varita hacia el muchacho que era su sirviente. Creyó comprender lo sucedido, le ordenó salir a los dos hombres que habían llegado con él, cerró la puerta, miró a Harry que estaba a punto de llorar y luego a Draco.


”¿Qué está pasando aquí? ”preguntó Randall a Draco, como el rubio no respondió volvió a mira a Harry ” ¿Qué hiciste muchacho para enfurecer al Amo de este modo?


Harry no respondió, sólo negó con la cabeza.


Este gesto enfureció más al rubio. Dirigió su varita hacia Harry y antes de que Randall pudiera evitarlo pronunció la maldición.


”¡¡Crucio!!


Harry gritó de dolor y cayó al suelo. Randall espantado corrió hacia Draco para impedir que pronunciara la maldición por segunda vez.


”¡¡No!! ¿Qué pudo hacer tan grave para que lo castigue así? ”dijo Randall poniéndose frente a Draco.

”¡No tengo que darte explicaciones a ti ni a nadie! Soy el “Amo”… y ahora apártate este mestizo recibirá lo que merece…

”No lo dejaré hacerlo, mi señor no lo lastime… si lo hace lo lamentara por siempre ”dijo Randall con gesto decidido.


Draco miró al hombre sin comprender, pero la mirada de éste era tan intensa que Draco bajó la varita. Miró a Harry que aún en el piso respiraba con dificultad, sintió un latigazo en el corazón.


”Tienes razón… ese mestizo no vale el esfuerzo, enciérralo en la mazmorra ”dijo Draco dándole la espalda a Randall.


Sin embargo el hombre no se movió.


”Mi señor…

”Sácalo de aquí, no quiero volver a verlo jamás ”dijo Draco, luego pasó junto a Harry y se metió al baño cerrando la puerta de golpe.


Randall luego de unos segundos reaccionó y se acercó a Harry.


”Te advertí muchacho que tuvieras cuidado con lo que hacías, pero veo que no me hiciste caso ”dijo el hombre moviendo la cabeza en señal de negación.


Dentro del baño Draco puso un hechizo de silencio. Aún dominado por la ira se miró al espejo, las lágrimas le arrasaban los ojos, se dejó caer de rodillas al suelo y lloró por el muchacho mestizo como nunca había llorado por nadie.








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