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Afinidades electivas por zandaleesol

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Titulo          : “Afinidades Electivas” 

Personajes   : Harry Potter/Draco Malfoy 

Disclaimer   : Los personajes no me pertenecen sólo fantaseo con ellos. 

Capítulo       : Principio y Fin  

Para ser ya mediados de marzo y faltando sólo unos días para que comenzara el equinoccio de primavera el clima estaba resultando de lo  más inestable, algunos días el sol brillaba luminoso, otros los nubarrones presagiaban una lluvia que no se decidía a  llegar. Aquel clima tan inestable parecía ser  coincidente con su estado de animo, había días en que se sentía alegre y optimista, pero otros triste y temeroso. La gran celebración que se llevaría a cabo en su casa parecía ser el comienzo de un camino sin retorno para él, estaba seguro que su padre usaría esa ocasión para finalmente hacerle entrar en aquel círculo íntimo, en ese grupo que le seguía ciegamente, no había posibilidades de escapatoria a pesar de lo que le decía Harry. Sin embargo estaba decidido a hacer saber  a su padre esa misma noche que no compartía sus ideales y que por lo tanto no le seguiría, no le importaba si lo desheredaba, si lo amenazaba con dejarlo en la calle o enviarlo a la china, definitivamente él no renunciaría a realizar sus propios sueños, aunque tuviese que ocultarse en el fin del mundo para ser feliz con Harry lo haría.    

Pero antes de hablar con su padre le diría la verdad a su madre, no podía ella seguir ignorando el motivo por el cual él se negaba a seguir a Lucius, su madre no compartía esos  mismos  principios, ella no despreciaría a Harry por ser un mestizo, para ella sería suficiente saber que él lo amaba y que era totalmente correspondido.  Al día siguiente debía partir temprano, su familia había solicitado permiso al director para que él asistiera a la fiesta que se daba en la mansión Malfoy, toda la escuela comentaba el asunto,  sus compañeros de casa hablaban con entusiasmo del magno evento, mucho más que la que mostraba él mismo, no comprendía que era lo que los emocionaba tanto. Sólo los magos de sangre pura habían sido invitados, ningún mestizo ni muchos menos “sangre sucia” pisaría jamás su casa. Pero lo que más extrañeza le causaba era saber que Arthur Weasley asistiría a la fiesta, la rivalidad que tenía con su padre era más que evidente para todo el mundo, por eso no podía comprender aquello, era muy extraño.      

&&&&&    

Lucius Malfoy se había recostado sobre un ancho sofá de cuero negro. Arriba sobre el cielo del despacho sus ojos grises seguían distraídos los destellos dorados que se escapaban de la brillante lámpara que pendía del techo, luego su vista se paseaba como inventariando el valor de la riqueza acumulada ahí en un hacinamiento de muebles modernos sin otro estilo que el capricho del artífice, objetos de oro, porcelanas, planta, marfil. Sillas de diferentes formas y tamaños, dorados estantes de vidriera, cargados de antiguos objetos todos herencia de familia. Todo lo observaba con interés creciente, aquel salón contiguo a su despacho era su refugio favorito, sobre todo cuando Stefan estaba con él.    

-          Daría todo por conocer uno sólo de tus pensamientos “dijo el hombre que se apoyaba en el marco de la puerta    

Lucius bruscamente volvió el rostro al oír aquella voz, una sonrisa fue toda la respuesta que dio, Stefan cerró la puerta y se fue acercando con lentitud, luego bajó sus rodillas al suelo para quedar a la misma altura de Lucius, besó los labios del hombre rubio y se le quedó viendo con adoración    

-          Pienso en lo afortunado que soy… mira este lugar… nadie en el mundo mágico tiene más oro que yo, he conseguido todo lo que me he propuesto.   

Stefan sonrió    

-          Aún quedan muchas cosas que debes lograr “dijo acariciando el cabello rubio   

-          Sí… es cierto, pero hasta ahora no me quejo… tengo fortuna, un nombre poderoso… una buena esposa que me respeta… además me dio un heredero…   

-          Y me tienes a mí.   

-          Sí… te tengo a ti ¿que más podría desear?   

-          ¿Qué Arthur Weasley muera para que deje de ser un problema? “preguntó Stefan  

Lucius sonrió    

-          Eso ya está arreglado… dentro de unas horas pasará a la historia… y yo seré el próximo Ministro “dijo Lucius   

-          Así es mi amor… tú eres el único que merece ese puesto… pero aún me preocupa que al ocurrir el hecho de la muerte en tu casa… esta noche durante la fiesta… te puedan culpar a ti.   

-          Ya he previsto eso… en caso de que sea descubierto… confesará sin ningún problema, a ese pequeño delincuente no le importa ir a Azkabán con tal de que yo le asegure el futuro a su familia.   

-          ¿Cumplirás todo lo que le prometiste… que luego de ser Ministro le facilitarás la huida de Azkabán.   

-          Por supuesto yo siempre cumplo mi palabra… además ya me conoces… por muy insignificante que sea un mago siempre es recomendable tener un aliado agradecido que uno resentido.   Stefan no pudo reprimir una carcajada, esa filosofía de Lucius le resultaba maravillosa    

-          Es justamente esa inteligencia la que tanto admiro y que te ha llevado a la cúspide.   

-          Por supuesto querido… hasta las ratas… son útiles en algún momento de la vida.  

-          ¿Y yo?... qué soy para ti… también soy de aquellos que sólo te son útiles “preguntó Stefan 

-          No digas tonterías “dijo Lucius molesto “tú eres a quien amo… disfruto del poder, de mi fortuna porque tú estás aquí para compartirla conmigo   

-          Lo sé… lo sé… y yo te amo igual… sólo vivo para ayudarte a realizar tus sueños que son los míos.   

-          Esta noche cuando Arthur Weasley deje de ser un problema… celebraremos… te quiero en mi cama esta noche.   

-          ¿Qué?... quieres que me quede aquí… pero y Narcisa…   

-          No te preocupes por ella no se dará cuenta y si lo hace poco me importa… eres lo más importante en mi vida Stefan, te amo… te juro que esta noche la recordarás por siempre.   

Estas palabras de Lucius lograron provocaron que el corazón de Stefan latiera con fuerza, el que el hombre rubio le pidiera compartir su lecho ahí en su propia casa era una prueba de lo que él era para Lucius, el amor verdadero y daba las gracias por ese amor que era y sería siempre el único de su vida.   

-          Sí esta noche será la mejor de mi vida “dijo el hombre de ojos azules sonriendo “y hablando de otra cosa ya has conversado con Draco    

-          Aún no… lo recogí en Hogsmeade este mediodía, naturalmente Narcisa insistió en acompañarme… hay tiempo… hablaré con Draco mañana… mañana el mundo mágico será un lugar diferente… además desde las vacaciones de Navidad él ya sabe de mis proyectos y el lugar que le corresponde por ser mi heredero.   

-          ¿Narcisa no será un problema?   

-          Claro que no… ella sabe 1ue en lo que se refiere a Draco sólo yo puedo tomar decisiones.   

-          Me alegro que así sea… será mejor que me vaya… debes prepararte para esta noche…   

-          ¿Llegarás temprano?   

-          Estaré por aquí antes de las ocho.   

-          Te espero entonces “dijo Lucius sonriéndole con ternura    

El hombre de ojos azules se inclinó para besar al rubio, luego se incorporó con rapidez y con una última sonrisa salió de la sala, dejando a Lucius recostado en el sofá tal cual estaba al llegar.   

&&&&&   

Draco se encontraba recostado en su cama, el momento de enfrentar a su padre había llegado, finalmente se había armado de valor para decirle a Lucius que no contara con él porque no se haría participe jamás de los proyectos que había trazado sin preguntarle siquiera.    La noche anterior se había encontrado con Harry y le había jurado que no se dejaría amedrentar por su padre, dijera lo que dijera Lucius él no volvería atrás en la decisión que había tomado, amaba a Harry por encima de todo y no estaba dispuesto a renunciara a ese amor. Mientras pensaba en ello asía con fuerza el colgante que Harry le había dado en Navidad, un sol y una luna entrelazadas, Harry tenía uno igual, sonrió al recordar que ambos tuvieron la misma idea, él sin saberlo también al ver el colgante en la tienda había pensado que era perfecto para Harry, jamás se los quitaban, en más de una ocasión los colgantes gemelos se habían enredado cuando hacían el amor en aquel refugió secreto, una prueba más para Draco de que su destino estaba atado al de Harry.   

-          Aquello debe ser muy especial “dijo de pronto la voz de Narcisa    

Draco se sobresaltó por un segundo, luego dirigió su vista hacia la puerta donde permanecía su madre sonriéndole con ternura.   

-          Madre… no te oí llegar.   Narcisa se adentró cerrando la puerta y estrechó la distancia que la separaba de la cama de Draco, el chico se incorporó un poco    

-          ¿Puedo verlo? “preguntó fijando su vista en el colgante    

Draco abrió un ojal de su camisa para que la joya quedara expuesta a la vista de su madre.   

-          Un sol y una luna… entrelazadas… es muy hermoso… y creo que por el fervor con que lo sostenías debe ser un obsequio de alguien especial.   

-          Lo es madre… me lo dieron en Navidad… fue un regalo de… la persona que amo.   Narcisa miró sorprendida a su hijo.   

-          Yo también regalé uno igual “continuó Draco “fue una asombrosa coincidencia… los dos tuvimos la misma idea   

-          Tus ojos me dicen que esa persona es muy importante. 

-          Es mi vida madre… él es mi vida “dijo el chico rubio con lentitud sin dejar de espiar atentamente las pupilas de su madre   

-          Es un chico “dijo Narcisa “hijo… ¿ese chico te hace feliz?   

-          No te puedes imaginar cuanto… lo amo madre… como jamás a amaré a nadie en mi vida.   

-          Draco me hace feliz saber que amas tanto y que eres correspondido de la misma forma.   

-          Yo sabía que tú me comprenderías… pero mi padre…él…   

-          Te aseguro que a Lucius no le importará que ames a un chico “dijo Narcisa segura    

Draco desvió la mirada.   

-          El problema madre es que él… no es un sangre pura… es decir será un problema para mi padre porque a mi no me importa en lo absoluto.   

-          No es sangre pura…   

-          No madre él es un mestizo.   

-          Mestizo… oh hijo eso será mucho más que un problema para tu padre… no permitirá de ningún modo que estés con ese chico.   

-          Eso no es lo peor.   

-          ¿No?... Draco me asustas qué sucede…   

-          Madre… desde que ingresé a Hogwarts él y yo hemos sido amigos, pero nadie lo sabe… todos creen que nos odiamos.   

-          ¿Qué se odian?... pero por qué… no entiendo…   

-          Lo comprenderás cuando sepas su nombre.   

-          ¿Quién es Draco?   

-          Es Harry… Harry Potter.    

Narcisa se llevó ambas manos a la boca en un gesto que evidenciaba su asombro   

-          Madre… quizá te decepciono… pero… yo…   

-          Draco… estás diciendo que amas a Harry Potter… aquel chico que derrotó al Señor Tenebroso… siendo sólo un bebé…   

-          Madre… yo sé que es una locura pero…   Narcisa se puso de pie y comenzó a dar vueltas por la habitación    

-          Draco… yo siempre supuse que odiabas a ese chico… tus amigos siempre lo han afirmado.   

-          No… no es así… sólo hemos fingido… lo cierto es que desde que nos topamos en el expreso somos amigos.   

-          Draco… tú peleaste con ese chico en tu primer día en el expreso… eso es lo que yo siempre supe… todo el mundo sabe que te dejó con la mano tendida cuando le ofreciste tu amistad.   

-          Si es verdad… el me rechazó en el primer momento, peleamos por ello, pero yo tuve la culpa de aquello… luego nos encontramos otra vez a solas… y yo quise disculparme y él me aceptó… desde ese minuto fuimos amigos… pero le hicimos creer a todos que nos odiábamos… hasta ahora todos lo creen.   

-          ¿Has sido amigo de Harry desde tu primer curso?   

-          Sí madre…   

-          Por Merlín… hace sólo unos días tu padre hablaba de ese mestizo que había derrotado al Señor Tenebroso.   

-          Madre no lo llames así.   

-          Lo siento hijo… no fue con la intención de ofender… sólo recordaba lo que dijo Lucius de él… tú sabes que yo no comparto las ideas de tu padre.    

-          Madre… entonces no estás enojada.   

-          Claro que no hijo… ese chico te quiere tanto como tú a él… y te hace feliz. 

-          Oh madre gracias… yo sabía que tu comprenderías “dijo el chico rubio dejando la cama para abrazar a su madre    

-          Hijo supongo que sabes que esto no será fácil.   

-          Si madre lo sé… todos los días pienso en ello… mi padre me habló de sus proyectos en los vacaciones de Navidad… yo siempre estuve resignado a seguirlo… cuando no sabía que Harry me amaba, pero ahora no puedo madre… Harry me dijo que si yo seguía a mi padre estaríamos en lados opuestos.   

-          Y tiene razón hijo… es lógico que no desee verte involucrado en las cosas  de Lucius… después de todo para nadie es un secreto ya que en algún momento siguió a ese Señor Tenebroso… el mismo que asesinó a los padres de Harry y que casi acaba con él.   

-          Madre no voy a mentirte… tengo miedo… miedo de lo que será capaz de hacer mi padre cuando le diga que no participaré en sus asuntos… querrá saber el motivo y…   

-          No le dirás nada… jamás debe enterarse de lo que sientes por Harry.   

-          Madre que voy hacer “dijo el chico rubio abrazando a Narcisa    

-          No temas hijo… yo estoy aquí… nunca he estado de acuerdo en que tu padre te involucre en sus ideas descabelladas… confía en mí… nada ni nadie te va a separar de Harry… lo prometo.   

&&&&&   

En el salón principal de la mansión Malfoy profusamente iluminado se distribuían los invitados a la fiesta, el murmullo discreto de las conversaciones con ese ruido sordo de colmena en actividad llenaba todos los espacios.   Narcisa como buena anfitriona que era, se paseaba de un lugar a otro entre los invitados, animándolos, la mayoría de los asistentes eran importantes personajes del Ministerio, muy amigos de su esposo y otros no tanto, pero todos los asistentes tenían un denominador común, todos sangre pura, casi todos parientes en algún grado.   

La llegada de Arthur Weasley y su esposa Molly vino a poner algo tenso el ambiente distendido que había reinado hasta el momento, todos esperaban entre expectantes y curiosos el momento en que Arthur Weasley y Lucius Malfoy debían saludarse, todos sabían de la antipatía mutua que se profesaban y sobretodo de las posiciones completamente antagónicas que tenían.   Narcisa se apoderó del brazo de su esposo para ir a saludar al matrimonio Weasley, a pesar de no ser amigas intimas sentían simpatía la una por la otra a pesar de la rivalidad de sus esposos.   

-          Molly querida… estás preciosa esta noche “dijo Narcisa besándola en cada mejilla   

-          No tanto como tú Narcisa, gracias por la invitación.    

Un breve silencio siguió al saludo de las mujeres, sus esposos intercambiaron una mirada que mostraba claramente su calidad de rivales que sólo se toleraban, pero que aquello podía cambiar en cualquier minuto.    

-          Arthur… es un honor tenerte en mi casa “dijo Lucius inclinando la cabeza pero sin ninguna intención de estrecharse la mano   A su turno Arthur actuó del mismo modo. 

-          Lucius… gracias por tu amable invitación… no la esperaba “dijo Arthur secamente   

-          Molly… encantado de verte “dijo Lucius sonriendo cínicamente    

-          Gracias Lucius “contestó Molly al tiempo que se dibujaba en su rostro una sonrisa de etiqueta    

-          ¿Cómo están tus hijos Molly… todos bien? “preguntó Narcisa    Al oír que Narcisa preguntaba por sus hijos el rostro de Molly se relajó y se dulcificó.   

-          Ya te imaginarás… todos con sus vidas… poco se acuerdan de su madre… sólo mi pequeña Ginny es la más apegada a mí “dijo Molly dando un suspiro   

-          Draco me comentó que es una chica hermosa… ya tendrá novio “dijo Narcisa   

-          Aún no “intervino Arthur en la conversación sonriente y luego mirando a Lucius “pero ella y Harry Potter son muy apegados… para Molly y para mí sería una felicidad que se casaran algún día   

-          Harry Potter… claro… “el niño que vivió”…   

-          Lo queremos muchísimo “dijo Molly “es un chico maravilloso con un corazón de oro    

Narcisa como madre que era ante todo y sabiendo ya de que su hijo amaba a ese chico y aunque ella no lo conocía personalmente ya lo consideraba como alguien prohibido para cualquiera que no fuera su hijo. 

-          Ah sí… creo que alguna vez escuché a Draco y a sus amigos hablar de esa amistad, Ginny es una chica hermosa según dicen los chicos y tiene muchos pretendientes.   

-          Inclusive mi hijo podría ser uno de ellos… si piensa que tu hija es hermosa… tal vez existían posibilidades Arthur “dijo Lucius sonriente    

Arthur sólo de imaginar a su pequeña llevando el apellido Malfoy le provocaba escozor    

-          Ginny es muy joven aún… ya tendrá tiempo de elegir libremente a la persona apropiada “dijo Arthur    

Lucius sintió una punzada de rabia, si Arthur Weasley fuese un mago bien puesto se sentiría más que honrado de que él le hablase de la posibilidad de emparentar, pero claro era un amante de los mestizos y los muggles que podía esperarse.   

-          Arthur… tú y Molly siéntanse  como en su casa… estamos en un fiesta… debemos divertirnos “dijo Narcisa como para zanjar el asunto   

Algunos de los invitados se acercaron a saludar a futuro Ministro, como el lugar estaba lleno de familias que eran tanto partidarias como detractoras de los Weasley, el ambiente estaba algo dividido, pero la llegada de los whisky de fuego y otras bebidas alcohólicas ayudaron a relajar a los invitados y pasada una hora ya todos charlaban de la forma más amena. Narcisa compartía con su grupo de amigas pero en todo momento estuvo pendiente de que Molly se sintiera acogida, en realidad de paseaba por todo el salón vigilando que todo estuviese en orden, que el servicio fuese oportuno y de excelencia, lo único que la distraía de vez en cuando era el ver a su hijo junto a sus amigos fingiendo que se divertía tanto como ellos, pero ella sabía que el chico rubio hubiese dado su vida por estar en aquel momento muy lejos de la mansión, muy lejos de Lucius.    

Lucius conversaba alternativamente con todos sus invitados, sin embargo a pesar de eso no se apartaba ni un instante del lado de Stefan, para todos quienes le observaban se veía relajado y más feliz que nunca, pero Stefan que sabía lo que debía suceder esa noche notaba la preocupación que cruzaba los ojos del rubio cada vez que sus miradas se encontraban.   

-          Lucius… si estás preocupado… si temes que las cosas no salgan bien… podemos olvidarlo… no quiero que te expongas “dijo Stefan mirándolo seriamente    

-          No estoy preocupado… sólo ansioso… hay algunos Aurores del Ministerio… y son claros adeptos de Weasley.    

-          Por eso lo digo…   

-          No… esta todo listo… las barreras mágicas de la Mansión fueron levantadas, para que llegasen los invitados sin contratiempos… en una noche como esta con todo el mundo distraído… cualquiera puede entrar a la mansión sin ser visto… el delincuente ese ya está ocultó en mi despacho… dejará algunos rastros de su presencia… luego saldrá y se paseará por el comedor donde está dispuesto todo para la cena… los elfos saben que no pueden tocar aquella botella de vino… el veneno que le pusiste es uno de los más mortales… sólo vivirá unos segundos… y después de eso será historia ese imbecil de Weasley.   

-          Sí alguien por error tomara de ese vino…    

-          El único que lo probará será Weasley… le ordené a Dobby que sólo sirviera una copa… la de Arthur… luego debe deshacerse de la botella.    

-          Bien… hasta que esto no termine… estaré con los nervios destrozados.   

-          Tranquilo amor… más tarde te ayudaré a relajarte “dijo Lucius con voz sensual    

Stefan sonrió complacido anhelando que todo aquello pasará pronto y poder estar en los brazos del hombre que tanto amaba. Todos los invitados se pusieron en movimiento, la cena estaba servida anunciaba la dueña de casa, todos se dirigieron de a dos al gran comedor, Draco observaba todo aquello con desagrado, nunca había visto tanta gente reunida en su casa para una cena, miró su reloj con aire distraído aquella era la hora en la que se reunía con Harry, daría cualquier cosa por no estar en esa cena sino con el chico que amaba. Pero por otra parte mientras mas pronto terminará aquello fiesta sin sentido, más pronto debería tener aquella conversación pendiente con su padre, el siguiente día sería un día demasiado difícil para él y para su madre.    

Narcisa que conocía bien a Lucius, veía en él señales de evidente complicidad con Stefan y algo de nerviosismo en este último al momento de que los invitados tomaban  sus lugares a lo largo de la mesa, Arthur quedó sentado a la derecha de Lucius, junto a él Stefan y frente a ellos Narcisa y Molly, sin duda les habían dado un lugar privilegiado en la mesa, los demás invitados fueron sentados indistintamente, Draco quedó casi al final de la mesa junto a su  amigo Blaise.   

La cena comenzó sin contratiempos, las conversaciones bajas al principio comenzaron a subir de tono, el ambiente se relajó totalmente, las risas y conversaciones animadas afloraron, no parecían existir rivalidades ni desencuentros entre el gran número de personas que disfrutaban de la espléndida cena que la acaudalada familia Malfoy ofrecía a los más importantes personajes del mundo mágico.    

Cuando llegó el momento del brindis, Lucius miró una vez más de manera cómplice a Stefan, las copas vacías fueron llenadas nuevamente, Lucius pidió un instante de silencio, todos le miraron expectantes, luego de mirar benévolamente a todos alzó su copa para brindar por el futuro nuevo Ministro.    

-          Por Arthur Weasley… que estoy seguro llevará a cabo una magnífica labor desde su importante puesto… sólo espero que traiga prosperidad y bienestar a nuestro mundo “dijo Lucius mirando sonriente a Arthur    

Arthur le devolvió la sonrisa y luego de alzar su copa y mirar al resto de los invitados, bebió con lentitud mientras Molly le miraba sonriente, todos los demás le imitaron, Stefan le miró fijamente, pero un segundo después una copa que caía con gran estrépito le hizo volver la vista hacia Lucius, éste se había puesto pálido, luego su rostro pasaba rápidamente al color amoratado, sus ojos salían de las órbitas, cayó sobre la silla, unos cuantos gritos de horror se escucharon en el comedor, todo se volvió un caos en segundos, Stefan fue el primero en tomarlo, ya lo había comprendido las copas habían sido cambiadas, el veneno que debía matar a Arthur estaba en la copa de Lucius y éste lo había comprendido, aferró fuertemente la mano de Stefan, para dejar caer luego una última mirada antes de que sus ojos se cerraran para siempre, el silencio era mortal, todos se encontraban sobrecogidos por el horror de la catástrofe inesperada, Lucius Malfoy yacía muerto sobre la silla, mientras Stefan McBride aferraba su cuerpo con fuerza como si de aquella manera pudiera retenerlo junto a él.  


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