Luego de un placentero momento de sueño, las campanas de la catedral irrumpieron la tranquilidad de Nagasu en un sonoro retumbar.
SAIGO: qué raro, no es ni medio día y ya están soando las campanas (comentó Saigo adormilada)
NAGASU: ja, muy problablemente ya encontraron el resto de nuestro desayuno.
SAIGO: ¿quieres ir a ver?
NAGASU: si, ¿por qué no?
ya estando en la playa principal frente a la catedral, una multitud se reunía a puertas de la iglesia, entre ellos se denotaba el padre de la chica a la que Nagasu mató, lloraba inconsolablemente, los policías de la gaurdia ya estaban también presentes trabando de buscar algún indicio del culpable de tan atroz crimen.
NAGASU: disculpe señora, ¿ya han encontrado quién es el culpable? (se dirigió a una mujer que obecerbaba desde atrás de la multitud) Esto ha sido nuevamente obra del caníval descuartizador, pero la guardia no ha podido dar con él (le respondió angustiada, a lo que Nagasu dejó salir una macabra sonrisa alejándose de ahí)
SAIGO: oye descuartizador, creo que deberíamos ya limpiar los lugares en los que comemos ¿no crees? (se le refirió escondida en laalforja)
NAGASU: ¿pero qué dices? este lugar es tan aburrido que le hace falta un pasatiempo, es divertido ver cómo tratan de atrapar al descuartizador caníval ¿no?
SAIGO: es un riesgo bastante grande
NAGASU: descuida Saigo, no lo es tanto. Ahora ya calláte, porque la damita a mi lado ya me vio hablando solo (dijo asustando a una jovencita que miraba extrañada a Nagasu hablando con su alforja) usted diculpe, no era mi intención escuchar su charla (se disculpó apenada) descuide señorita, no es algo que me moleste, pero debo irme ya, que esté bien (le dijo inclinandose ante ella y alzando su sombrero en seña de respeto, permitiendo que la joven mirara sus ojos, luego de eso Nagasu se perdió de la vista de esa joven dejándola como ida) pero qué apuesto caballero, yo... me he enamorado.
SAIGO: presumido.
NAGASU: ¿que? pero si es ella la que se ha enamorado de mí.
SAIGO: no deberías jugar con eso tan descuidadamente.
NAGASU: ¿con qué?
SAIGO: con el amor humano.
NAGASU: los humanos no son capaces de amar, y yo tampoco, es creo que lo único que tenemos en común, y eso me molesta bastante.
Un grito asombrado de la multitud detuvo el paso que se alejaba de Nagasu.
NAGASU: ¿ahora qué pasa? (dirigió su mirada hacia el sitio y vio cómo un elegante carruaje llegaba a la entrada de la catedral, la policiía de la guardia se formó ante la puerta de tal coche y uno de ellos abrió la puerta permitiendo salir a un elegante caballero que se dirigió donde el padre de la muerta joven.)
CABALLERO: primero que nada le doy mi pésame monsieur, ha sido una terrible pérdida para usted (se expresó compasivo ante el dolido padre) gracias, pero... ¿quien es usted? (le preguntó sollozo) soy Emerick, detective y oficial de la corte del rey de inglaterra, y estaré a cargo de la investigación de los asesinatos que arrastran a Londres.
SAIGO: ¿detective? valla, ahora si que se lo tomaron en serio ¿no? (le dijo la diablilla subiendo a su hombro, Nagasu miraba con furia a ese humano que se disponía a atraparlo)
NAGASU: ja, será divertido (dijo confiado; apenas esas palabras salieron de su boca y fue emboscado por un bruto y fuerte golpe que fue directo a su cabeza) ¿¡divertido!? (le reprochó enojada una la voz de la mujer que le golpeó) ¡¿Kaji?! ¿¿¡¡qué diablos haces aquí??!! (le preguntó sorprendido.
kAJI: mátale de una vez Nagasu, nos estás exponiendo a todos si él te llegase a descubrir.
NAGASU: si me llega a descubrir entonces lo mataré, no tienen idea de lo aburrido que es estar aquí, necesito con qué divertirme (le dijo poniendose de pie luego del recibido golpe)
SAIGO: Kaji, ¿qué haces tú aquí?
KAJI: hola Saigo, ¿cómo has estado? cuánto tiempo sin vernos ¿no?
NAGASU: ¡no cambies el tema! ¿qué haces aquí?
KAJI: tú sigues igual de descortez, deberías ya haberme invitado a tu casa, todavía que me tomo la molestia de vener a este asqueroso mundo sólo para verte, y tú me atacas con tus preguntas.
NAGASU: por lo menos no ataco con golpes como tú acostumbras.
KAJI: ay ya no te quejes, llévame a tu casa.
NAGASU: claro, sígueme. (Kaji seguía a Nagasu y a Saigo que iba sentada en su hombro, así llegaron hasta el cementerio.
KAJI: ¿eh? ¿vives aquí? (preguntó enrarizada el ver el cementerio)
NAGASU: a veces, cuando no vivo aquí, vivo en la copa de los árboles, o en las cuevas cerca del risco, como puedes ver tengo varias recdencias en esta ciudad (le dijo en un tono que se burlaba de la expresión de Kaji.
SAIGO: vivimos como reyes aquí e londres (dijo la diablilla bajo el mismo tono)
Los tres fueron al mausoleo donde habían dormido l noche anterior.
NAGASU: te presento al señor Cla-clau..dius Rosen..rosendaus segundo (le dijo leyendo el nombre inscrito en la cripta dentro del mausoleo.) es nuestro compañero de habitación, pero no te recomiendo que le hagas conversación ya que no es muy animado)
SAIGO: lamentamos que no tengamos qué ofrecerte, pero nos gusta la vida sencilla.
NAGASU: ahora si, ¿podrías decírme por qué te has degradado a venir a este mundo?
KIJA: ¿a caso necesito motivos?
NAGASU: si, no tienes nada qué estar haciendo aquí, y menos conmigo ¿qué diablos quieres?
KAJI: me pidieron que te pasara un mensaje
NAGASU: ¿ellos?
KAJI: qué intuición; dicen que dentro de dos semanas tienes que reportarte en el templo para tu juicio.
NAGASU: se adelantaron 4 lunas ¿por qué?
KAJI: yo qué sé solo hago lo que me ordenaron.
SAIGO: ¿irás?
NAGASU: no
KAJI: ¡¿qué?! Nagasu tienes que ir
NAGASU: no iré.
KAJI: se molestarán
NAGASU: pues que se molesten, después de todo ya no les quedan condenas para marcarme.
KAJI: ah tu reveldía te costará caro.
NAGASU: Kaji, por si no me has visto bien, ya lo estoy pagando.
KAJI: como quieras, yo ya hice lo que me pidieron, es cosa tuya si vas o no ( Kaji se dirigió a la puerta del mausoleo donde miró a Nagasu con sus rojos ojos, sin decir otra cosa, su moreno y esbelto cuerpo vestido con delgadas telas negras y un cabello oscuro que casi tocaba sus rodillas se cubrieron de fuego mismo que al consumirse hizo desaparecer a Kaji.
SAIGO: deberías tener en cuenta lo que Kaji te dijo.
NAGASU: ¿que cosa?
SAIGO: si bien a los dioses ya no les quedan condenas pra ti, su furia no deja de fluir, y es esa con la que te pueden seguir marcando.
NAGASU: por lo menos así puedo sentir dolor.