L caminaba delante de Light casi arrastrándolo, sorpresivamente Light no se quejó en ningún momento, estaba demasiado concentrado en sus asuntos como para estar dándose cuenta que lo llevaban cual llavero. De igual manera, L no se daba por enterado que por primera vez en su vida tenía un llavero, con la diferencia que este llavero era de tamaño familiar.
El silencio entre ellos era desquiciante y ensordecedor. Las palabras sencillamente se habían disuelto en sus gargantas, estaban demasiado inmersos en sus pensamientos como para pronunciar algo coherente. Sus mentes estaban enfocadas en una sola cosa: la situación que se había presentado en la cocina hace poco… pero eso no era lo que realmente los tenía absortos, el solo recordar lo que cada uno de ellos (por separado) quiso hacer con los labios de su contraparte era… inaceptable.
El simple recuerdo de ese pensamiento los tenía girando en un pozo sin fondo, hilvanando explicaciones, haciendo conjeturas, pretendiendo hacerse creer a ellos mismos que lo que sintieron hace un momento fue un simple momento de debilidad que a cualquier humano le puede suceder… eso era… así de simple… a cualquier humano le puede suceder, el punto es que ellos no eran cualquier humano sino un par de genios quienes “aparentemente” podían ser perfectamente capaces de controlar sus impulsos pero… ¿Por qué hace un momento querían ser presa fácil de la tentación? No, no, no, no, y un millón de veces más NO.
-¿Cómo es posible que YO, Yagami Light, haya siquiera pensado en conocer a fondo los labios de la persona que asegura que soy Kira, además de ser el freak más freak que conozco? Tengo que ser razonable… es completamente normal que piense así de ese par de jugosos labios…ujum… – se aclaró la garganta al darse cuenta de lo que acababa de pensar, justo en ese momento L de igual manera se aclaraba la garganta, pero ninguno de los dos se percató de este curioso hecho ya que ambos seguían tejiendo sus conclusiones – …ese par de labios, ya que estaban lo suficientemente cerca de mí como para yo obviar el hecho de que eran los labios de Ryuuzaki y no los de Misa, por otra parte estoy lo suficientemente cansado como para confundir las cosas con facilidad. Eso es, eso fue todo lo que pasó, yo en realidad no deseé los dulces labios de Ryuuzaki, los confundí con los de Misa porque estoy extenuado por la falta de descanso en toda la noche, en conclusión: la falta de descanso es la verdadera culpable de querer perderme en los labios de Ryuuzaki.
-¿Cómo es posible que YO, Elle Lawliet, haya perdido el 100% del uso de mis facultades mentales y haya pensado que los labios de Yagami-kun son tan dulces y suculentos como mis pasteles de fresa? Uhmm… – pensaba L mientras caminaba e introducía su pulgar a su boca – Es totalmente comprensible que ese tipo de pensamientos crucen mi mente cuando otra persona se encuentra sobre mí, bañado en helado y sin electricidad en el suelo de la cocina. Tengo que ser razonable… Tuve esos pensamientos porque el helado estaba presente… claro eso es, por eso fue, como el helado se desperdigó por el lugar y tenía apetito se aunaron esas ideas en mi cerebro y me hicieron pensar en los carnosos y apetitosos labios de Yaga…ujum… – se aclaró la garganta al darse cuenta de lo que acababa de pensar –…en los labios de Yagami-kun. Es imposible que yo este deseando probar el néctar de esos labios cuando Yagami-kun es el principal y único sospechoso de ser Kira, estoy 4% seguro de eso y 6% seguro que yo no pensé en tales cosas intencionalmente sino que fue debido a otro factor, en conclusión: la falta de glucosa fue la culpable de hacerme querer comer los labios de Yagami-kun.
L comenzó a disminuir la velocidad de sus pasos y quedó un poco rezagado, Light siguió caminando delante del detective ensimismado en sus pensamientos. Sin percatarse de ello, llegaron a la habitación que ambos compartían pero no se detuvieron, por el contrario siguieron caminando. Sus mentes se encontraban en un universo paralelo y por ello no advirtieron que ya habían dejado atrás la habitación. L regresó de su profundo razonamiento y percibió que habían pasado su lugar de destino por lo que hizo retornar a Light de su igualmente agudo raciocinio…
- Yagami-kun
- …
- Yagami-kun – repitió L a la vez que detenía su andar –
- … – Light notó que el detective se había detenido porque sintió la cadena tensarse – Ryuuzaki ¿Por qué te detienes así tan abruptamente? Sabes perfectamente que tenemos que llegar pronto a la habitación a ducharnos porque estamos hechos un desastre y mientras más nos demoremos más te tardaras tú en tomar tu desayuno y yo en ir a descansar antes que amanezca y tengamos que trabajar en el caso Kira, además…
- Yagami-kun – lo interrumpió L – me detuve abruptamente por una razón poderosa.
- ¿Y cual es esa razón poderosa? – Inquirió Light – Cada vez que te detienes así sin avisar y la cadena se tensa el roce que hay entre ella y mi muñeca se incrementa y hace que se cree un moretón y…
- Yagami-kun – lo interrumpió nuevamente el detective – la habitación la dejamos atrás hace tres minutos aproximadamente, por esa razón me detuve sin avisar, para hacerte saber la situación pero como no respondías a mi llamado opté por detenerme. Asumí que al notar la tensión de la cadena te volverías y advertirías la habitación que dejamos atrás. Por otra parte Yagami-kun no creo que hayas notado que ya…
- ¿Y porque no me habías dicho antes que la habíamos pasado? – Lo interrumpió Light dejando entrever un poco de mal humor – se supone que ibas adelantes y estabas guiando, recuerda que aun yo no soy muy diestro en tu casa Ryuuzaki y estando encadenado mucho menos.
- Lo siento Yagami-kun, pero como te podrás dar cuenta yo quedé un poco rezagado y eras tu quien estaba delante de mí, por lo que yo no estaba guiando en absoluto.
Light no pronunció ninguna palabra, para su pesar L tenía razón y la ira que sentía por ello era muy grande. Se encaminaron nuevamente hacia la habitación. Una vez más el silencio reinó entre ellos mientras se dirigían de nueva cuenta a la habitación. Light se encontraba un poco molesto, ni él mismo sabia porque estaba molesto ni con quien estaba molesto.
- ¿Qué rayos me esta pasando? ¿Cómo fue eso que no me percaté que ya habíamos llegado a la habitación? Eso es por estar pensando en ese freak… no, yo no estaba pensando en ese freak yo estaba era analizando la situación que se presentó en la cocina, si, eso. Pero también ¿Por qué ando molesto… y con quien? ¿Estoy molesto con Ryuuzaki por no haberme avisado que se detendría o estoy molesto porque me sacó de mi exhaustivo análisis? Por otra parte… ¿Estoy molesto con Ryuuzaki por hacerme parecer un tonto o estoy molesto conmigo mismo por lo que el cansancio me estaba haciendo pensar? ¡Rayos! Esto de estar encadenado a Ryuuzaki no esta teniendo buena pinta después de todo, su sola presencia esta teniendo un efecto negativo en mí y si continua de esa manera hará que yo me ponga de mal humor y eso solo hará que sus sospechas de que soy Kira aumenten y eso no me conviene. No me conviene para nada. Pero tenerlo a él pegado a mí como a una sombra es… para mí es difícil concentrarme en algo cuando tengo un detective freak que jura que soy un asesino y no importa lo que yo haga seguirá pensando lo mismo. Estoy empezando a creer que Ryuuzaki quiere que yo sea Kira.
- Al parecer Yagami-kun se ha molestado. Esa no era mi intención en absoluto. Por lo menos en estos momentos no lo era. En realidad no creo que esté molesto conmigo ya que yo no tengo la culpa de lo que ocurrió hace un momento pero aun así pareciera que su ira está dirigida hacia mí.
Finalmente llegaron a la habitación y lograron entrar. Era una habitación grande, se divisaban dos amplios ventanales al entrar, semi cubiertos por una exquisita cortina de color marfil. En el centro del dormitorio se hallaba una cama de gran tamaño, con sabanas y almohadas de color blanco, era lo suficientemente grande como para que ambos pudieran descansar en la misma sin sufrir insuficiencia de espacio. A cada lado de la cama se encontraban dos pequeñas mesas de noche, sobre una de ellas se encontraba un reloj despertador digital, una gruesa enciclopedia y una computadora portátil, la otra mesa de noche tenía casi lo mismo que esta: una computadora portátil, un reloj despertador digital y una gruesa enciclopedia, lo que la diferenciaba de la otra era que sobre esta siempre se hallaba una taza de té, la que estaba en ese momento se encontraba vacía.
Al frente de la cama estaba situado un sofá. A la izquierda de los ventanales se encontraba el closet. Estaba dividido en dos: un lado para Light y el otro para el detective. La habitación era muy cómoda e inmaculadamente teñida de color blanco y marfil, de eso Light no tenía ninguna queja, tenía algo de recelo solo con la compañía que tenia. Pero nada podía hacer, después de todo el mismo estuvo de acuerdo en todo el asunto de encadenarse 24/7, ahora no podía retractarse porque si lo hacia Ryuuzaki pensaría que tiene algo que ocultar y sus sospechas en contra de él aumentarían considerablemente.
Los jóvenes se dirigieron primero directo al closet para buscar la ropa que se pondrían al salir de la ducha. Ryuuzaki observó que Light sacaba de una de las gavetas del closet una de sus pijamas pero no hizo comentario alguno. Light notó que Ryuuzaki sacaba una camisa blanca desgastada y unos jeans, su vestuario habitual, pero tampoco hizo comentario alguno. Cada uno de ellos tenía en su mano libre y semi-limpia la ropa que se pondrían por lo que se dirigieron hacia la derecha donde se hallaba el baño privado de la habitación.
El cuarto de baño era de tamaño mediano pero cómodo. Tenía su respectivo gabinete de artículos personales en la pared y un espejo mediano, una solitaria planta de bambú era el adorno que acompañaba al color blanco. En la esquina estaba situada la tina que a su vez tenía ducha, una cortina transparente la hacía ver como fuera de este mundo. Quien se bañase allí tendría la comodidad y la creencia de estar en otro lugar debido a la comodidad. Al llegar a la puerta del baño Light se detuvo en seco.
- ¿Qué sucede Yagami-kun?
- ¿Vas a seguirme a la ducha también?
- Yagami-kun por si no lo has notado estoy vigilándote las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Por lo tanto eso incluye estar presente en TODO momento contigo – dijo el detective viendo fijamente el rostro del universitario y colocándose el pulgar en su boca, haciendo que el universitario se sonrojara un poco – lo siento si te incomoda pero tu comprenderás que eres el sospechoso número uno de ser Kira.
- No solo soy el sospechoso número uno, soy el único sospechoso Ryuuzaki y si me incomoda que estés conmigo inclusive en la ducha y déjame decirte que si había notado el pequeño detalle de que me estas investigando las 24 horas del día los 7 días de la semana. Si no fuese por las esposas que tenemos en nuestras muñecas ni por tu presencia jamás me hubiese percatado de ese hecho – apuntó Light dejando ver claramente la ironía en cada palabra que utilizó al final –
- Pero ¿Por qué te incomoda Yagami-kun? – preguntó el detective haciendo caso omiso a la clara ironía que le había dicho el joven de cabellos castaños. Eso era lo que a Light le molestaba más de Ryuuzaki, él pocas veces contestaba las provocaciones que Light le hacía y eso lo llenaba de ira, pero no se podía dejar llevar por ella o perdería todo.
- Porque somos hombres Ryuuzaki, y los hombres no se bañan juntos, es… extraño – dijo Light con un dejo de sonrojo y molestia en su cara –
- ¿Extraño? – inquirió el detective ladeando un poco su cabeza hacia la izquierda pero mirando al universitario fijamente, éste se sintió nervioso al sentir esa penetrante mirada sobre él – bueno tienes razón en que somos hombres pero no tendría que ser extraño, por el contrario debería ser normal ya que tenemos la misma fisonomía
- Tengamos o no tengamos la misma fisonomía para mi sigue siendo extraño y no permitiré que entres conmigo a la ducha – decía el joven universitario perdiendo un poco la paciencia – si quieres puedes esperar por mí afuera de la ducha pero no adentro… conmigo. Además no podré ducharme bien si estas allí vi… vi… viéndome – la sola idea de Ryuuzaki viéndolo mientras se duchaba le producía escalofríos por todo el cuerpo y hacía que tartamudeara – y tampoco podré quitarme la ropa si no nos desencadenas por un momento. Aunque sea en el momento de la ducha quiero y me merezco un poco de privacidad.
- Yagami-kun, la privacidad en esta casa es un asunto que es perfectamente discutible ya que como sabrás todas y cada una de las habitaciones tienen instaladas cámaras de seguridad, así que la privacidad aquí es algo más que efímero. Sin embargo, respeto tu opinión y la comparto también de que el momento de la ducha es algo íntimo pero debido a la investigación no puedo perderte de vista por tanto tiempo por lo que te propongo algo…
- Te escucho…
- Soltare las esposas para que puedas desvestirte con toda tranquilidad pero en cuanto estés sin ropa tendré que esposarnos nuevamente hasta el momento en que te tengas que colocar la camisa una vez más, lo que significa que te ducharás esposado a mí…
- Si lo entiendo, pero igual no propones nada acerca de que yo quiero ducharme solo, es decir, sin ti en el cuarto de baño
- En ese aspecto no puedo ser tan condescendiente ya que como te lo he explicado estas bajo sospecha y en medio de una investigación criminalista por lo que no puedo…
- Si, si, no puedes perderme de vista por mucho tiempo, eso ya lo se. Pero aun así yo quiero ducharme SOLO o por lo menos que TÚ no me veas mientras me ducho
- Pero Yagami-kun, igualmente lo podría ver después debido a las cámaras, no le veo la ciencia a tu petición
- Ryuuzaki eso que acabas de decir sonó muy… extraño, no lo vuelvas a repetir por favor. Tan solo imaginarme el hecho de que ves las grabaciones de cuando me estoy duchando me da asco. ¿asco? ¿En realidad es asco lo que siento al imaginarme eso? ¿Por qué en esta casa el calor aparece de la nada?
- Tienes razón Yagami-kun, sonó extraño mi comentario, gomen nasai. Pero ya que lo único que quieres es que yo no te vea mientras te duchas, bueno te propongo lo siguiente…
- Te escucho
- Además de soltar las esposas por un momento, también estaré de espaldas mientras te estés duchando, de ese modo no te sentirás incomodo al saber que te estoy observando – Light no lo percibió pero al decir esto el detective esbozó una picara sonrisa – ¿entonces, que te parece? ¿Aceptas la propuesta?
- Esta bien Ryuuzaki, acepto lo que propones. ¿Dónde esta la llave de las esposas?
- Aquí – decía el detective mientras sacaba una pequeña llave del bolsillo de su pantalón –
- ¿La llave estaba en tu pantalón?
- Claro, en otro sitio podría perderse o confundirse con otras cosas ¿Por qué?
- Por nada. Desencadénanos ya por favor
La cadena cayó pesadamente al suelo del cuarto de baño y Light por reflejo se sobó su muñeca contemplando al mismo tiempo el moretón que se le estaba formando. Light comenzó a desvestirse cuando notó que Ryuuzaki ya se había dado la vuelta, por fortuna el espejo no se encontraba frente de la bañera porque de lo contrario lo de darse la vuelta hubiese sido totalmente inútil. Al quedar totalmente desnudo tomó una toalla y se la ató a su cintura para así taparse sus partes íntimas.
- Ryuuzaki ya puedes colocar las esposas, aunque a mi pesar, pero ya puedes hacerlo.
El detective se volvió y muy delicadamente volvió a colocar las esposas en la muñeca del joven Yagami. Lo hacia con sumo cuidado porque había notado que ya comenzaban a aparecer moretones tanto en la muñeca del universitario como en la propia. Lentamente sus manos se fueron cerrando en torno a esa delicada muñeca cercenándole a la mitad la libertad de movimiento.
Light se sentía morir, ¿Por qué rayos tenia que estar tocándolo así? Solo tenia que poner unas estupidas esposas y eso era todo, no era necesario ser tan exquisitamente cuidadoso. Pensaba el universitario, nuevamente sintió una onda de calor por su cuerpo, estaba comenzando a pensar que alguien estaba jugando con la calefacción del lugar, un nombre se le vino a la mente… Matsuda… nuevamente sintió esos largos y pálidos dedos rozar su piel mientras finiquitaba su labor con las esposas, sacudió su cabeza cuando un pensamiento extraño le volvía a inundar su cerebro necesito descansar, ya estoy confundiendo a Misa otra vez.
- Listo Yagami-kun, ahora si te puedes duchar yo en cambio me volveré para tu tranquilidad
- ¿ah? Ah, Si, gracias Ryuuzaki
L no se encontraba tan lejos de la tina, la cadena no lo permitía pero estaba lo suficientemente alejado como para que Light se pudiera duchar relativamente tranquilo. Light lo veía de reojo mientras sentía como las gotas de agua recorrían su cuerpo lentamente, se sentía muy bien, dejó que el agua se llevara todas sus preocupaciones y pensamientos, sentía que un peso muy grande se le estaba yendo de su cuerpo, se estaba relajando. Tomó el jabón y comenzó a limpiar todo el helado que aun se encontraba en él. El jabón acarició todos los rincones de su cuerpo, lenta y profundamente.
Al saberse libre de cualquier rastro de helado dejó que el agua cayera sobre su cara, sus ojos cerrados frente a la ducha y de espaldas a Ryuuzaki se sentía en paz con el mundo y el mundo con él solo por estar en ese momento descansando un poco de todo lo que le había pasado a lo largo de la noche y de la madrugada. Las gotas de agua resbalando por su bien formado cuerpo hicieron que su mente se quedara absolutamente en blanco.
Un par de manos se pegaron a las suyas haciéndolo voltear rápidamente. Lo último que pudo ver fue la cara de Ryuuzaki que se acercaba a él y sintió que éste lo besaba apasionadamente. Cerró sus ojos para disfrutar más del beso. Poco a poco la intensidad de los besos fue subiendo, la ropa de Ryuuzaki estaba empapada pero eso no le impidió a Light quitársela poco a poco, primero su camisa muy lentamente sin dejar de besarlo solo hasta que tuvo que hacerlo para poder quitarle la camisa por completo y luego lentamente y sin dejar de besarlo quitarle sus jeans. Ryuuzaki entre tanto iba dejando marcas de propiedad por el cuello de Light, los jadeos de Light lo excitaban mucho más. Fue dejando un camino de besos por el pecho del universitario que el agua se intentaba llevar.
Light sentía desfallecer, estaba muy excitado pero Ryuuzaki aun no le proveía atención a su miembro ya erecto, lo estaba desesperando con sus besos en el pecho y caricias en su espalda, una de sus manos jugaba con su mojado cabello y la otra acompañaba a las gotas de agua por la espalda. Esa misma mano viajo a su pecho y fue bajando hacia el miembro de Light, el universitario no podía con tanta excitación. Sintió como la mano de Ryuuzaki llegó a su miembro y comenzó a acariciarlo muy lentamente. Se dejó escuchar un jadeo de su parte pero en ese momento…