Sentado en el alféizar de una amplia ventana -ubicada al costado izquierdo del Templo- Antares descansaba en el área de sus aposentos privados. El aire salado pero a la vez refrescante que llegaba de las playas y subía por el peñasco mecía suavemente sus cabellos. Miraba el horizonte sin enfocar nada en particular pues su atención se encontraba en realidad sumida entre sus pensamientos.
De esta manera lo encontró el caballero del León al entrar en la habitación.
Aioria: vaya semblante! Al parecer, el fracaso de la cena te ha dejado mucho que pensar.
Milo: mm……..-expresó confirmando sus palabras.
Aioria: y entonces?.......-indagó curioso mientras tomaba lugar en una rústica pero bien cuidada silla de madera que estaba cerca.
Milo: …………Aioria…¿qué podría sorprenderte? –cuestionó a su vez sin cambiar de posición ni gesto.
Aioria: eh? –la pregunta desconcertó un poco al Leónido así que la pensó un momento- mmm……….me sorprendería………….que Camus aceptara ser tu novio.
Escorpión le dirigió su mejor expresión de hosquedad notándose que para nada le había caído el chistecito.
Aioria: de acuerdo, también te has quedado sin sentido del humor. Pero es que…somos Santos de Athena, qué podría llegar a impactarnos, a nosotros que tenemos habilidades sobrehumanas y hemos conocido dioses en persona?
Milo: pero, supongamos, si un día en tu plato de cereal con forma de letras…
Aioria: hey! quedamos que eso es secreto y no es tema que se trate –se apresuró a recordar y advertirle el griego más joven.
Milo: si ya, no te preocupes, pero tan sólo formulemos la suposición de que en tu plato el cereal, por un momento, formara una palabra o una frase, no te asombrarías?
Aioria: bueno si, supongo que sí, considerando que la probabilidad por azar es muy remota y siempre que no esté siendo controlada por alguien a través de sus poderes.
Milo: ah! pero aún sabiendo que fue así, cierta impresión quedaría en ti.
Aioria: lo admito.
Milo: y si fuera a una escala exponencialmente mayor la emoción también lo sería, no es así?
Aioria: uh? ¿cereales gigantes?
Milo: no! [¿cómo que cereales gigantes?] –Escorpión frunció el seño para después agitar su cabeza, como gesto de desechar la idea- hablo de otro tipo de objetos o medios que permitieran algo más grande.
Aioria: ah ya, claro si…….es cierto, también convengo en eso.
Milo: perfecto! Porque ya sé la forma de hacerlo. __________
Oportunidad No.5
Milo: hola pequeño Kiki, se encuentra tu maestro? –saludó amablemente el Escorpión en la entrada del primer Templo al discípulo ariano.
Kiki: ah, buenas tardes caballero de Escorpión; no, lamento decirle que mi maestro salió y no sé en que momento volverá ya que no se halla en misión.
Milo: a no? –preguntó curioso.
Kiki: no, tenía algo que hacer pero…no me dijo de que se trataba.
Milo: mmm…ya veo –expresó un poco decepcionado, lo cual fue percibido por el vivaracho lemuriano.
Kiki: le sucede algo caballero de Escorpión? ¿requería algo de mi maestro? –cuestionó educadamente el pequeño, aunque en realidad gran parte de la intención era satisfacer su naturaleza inquisitiva.
Milo: mmmm…no…-dudó un poco en contestar-…..bueno si…..necesitaba de sus habilidades telekinéticas.
Kiki: para qué?
Milo: para desplazar algo.
Kiki: para qué?
Y ahí estaba la razón por la cual se había resistido a responder, Antares sabía que ese joven tenía la capacidad de trastornar a las personas; era verdaderamente increíble la cantidad de explicaciones que podían salir de un solo suceso o fenómeno, tras una cantidad igualmente grande y empecinada de “para que’s” o “por que’s”
Milo: …..aaa………para…..ser feliz…..-soltó escuetamente.
Kiki: ……………..por qué?
Escorpión rodó sus ojos.
Milo: porque todo mundo quiere ser feliz –sentenció tratando de cortar la racha- y bueno en todo caso me retiro pues finalmente no se encuentra tu maestro.
Kiki: yo podría ayudarle –sugirió el pequeño- o quizá el caballero de Cáncer.
Escorpión elevó una ceja y se llevó la mano al mentón meditándolo un momento. Ir donde un tipo arisco y pedirle el favor o confiar en las habilidades aún inestables y soportar la tanda de preguntas del aspirante a caballero que tenía enfrente.
Milo: ….de acuerdo…..iré a ver a MM –dijo ante la desilusión del aprendiz.
20 minutos después.
Milo: de acuerdo Kiki, te diré lo que necesito –dijo con un poco de pesadumbre, ubicado otra vez ante la puerta posterior de Aries.
Kiki: ah? acaso el caballero de Cáncer tampoco se encuentra?
Milo: si pero…….-volteó un poco hacia arriba mientras su gesto se convertía en uno de irritación.
Flash Back
MM: ya, ya entendí, y si puedo hacerlo –indicó con hastío el italiano- y que quieres que diga el mensaje?
Escorpio le extendió un papel con la frase.
MM: ………..jum…..mn…ts….ss….ja…ja ja……ja, ja, ja, ja, ja –comenzó a carcajear después de leer la pregunta escrita (esos primeros sonidos habían correspondido a su falso intento por contener la risa).
Milo: qué tiene de gracioso? –preguntó malhumorado.
MM: ja, ja, ja, ja, ja,…es que, ja, ja, ja, ja….
Milo: ah……olvídalo!!! –exclamó mientras le arrebataba el papel para retirarse en dirección descendente.
Fin de Flash Back
Milo: …..mejor no……puedes ayudarme tú?
Kiki: por supuesto! –respondió entusiasmado.
.
.
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Milo: bien, has comprendido lo que hay que hacer?
Kiki: si, atraer nubes, darles forma y crear una pregunta con ellas.
Milo: exacto! Toma, esta es la frase.
El joven lemuriano la leyó.
Kiki: y cómo sabe que el caballero de Acuario lo leerá.
Milo: porque a esta hora generalmente sale a tomar té en la parte trasera de su Templo.
Kiki: y por qué en griego y no en francés?
Milo: porque sé muy poco francés.
Kiki: y por qué no le pidió ayuda?
Milo: cómo le voy a pedir ayuda en algo que está dirigido para él?
Kiki: y por qué con las nubes?
Milo: porque se verá impactante.
Kiki: y para qué quiere que se vea impactante?
Antares aspiró hondo mientras contaba mentalmente hasta cien en números primos y se preguntaba si no era posible aplicar su técnica de Restricción sobre las cuerdas vocales del chico.
Milo: Kiki…….podrías…podríamos….centrarnos en el mensaje?
Kiki: claro.
El joven aprendiz cerró sus ojos y se concentró. Los puntos de su frente –característica inequívoca de los lemurianos- comenzaron a brillar ligeramente y frondosas nubes comenzaron a gestarse bajo un cielo antes límpido.
Poco a poco se reunió la cantidad suficiente de nubosidades tras lo cual el pequeño aspirante levantó sus manos para moldear con el movimiento de sus dedos aquellas condensaciones.
Antares observaba complacido el proceso.
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Acuario reposaba tranquilamente sentado ante una mesa de jardín, la cual se había procurado meses atrás con una petición al Patriarca, quien había aceptado bajo la condición de que el mismo caballero la construyera; con unos días de trabajo manual había logrado armar la mesa y un par de sillas, dándose incluso el lujo de tallarle un acabado de borlas y guirnaldas de estilo Rococó.
Estaba a punto de llevarse la humeante taza de té negro a sus labios cuando notó una agitación en el cielo que llamo su atención.
Camus: [¿se está nublando? Que extraño….]
Los grandes algodones comenzaron a alargarse y partirse a la vez que asumían formas particulares.
Camus: [esas nubes no son normales, ni tampoco la manera como se generaron]
Una primera palabra se conformó en la hilera.
Acuario dejó a un lado la taza de porcelana, tras una segunda palabra.
¿Quieres ser @@@
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Milo: perfecto, perfecto!
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Aldebarán: y por eso yo creo que es necesario……uh? Qué es eso?
Aioros: cuál?
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Aioria: woa!! Así que a esto se refería!
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Afrodita: mm? Quie-res…ser…mi…- leía el caballero de Piscis en el cielo dejando un momento de regar sus bellas y mortales rosas.
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Milo: muy bien Kiki!! Vas muy bien!!
Kiki: gracias Milo-sama, la verdad es que he estado practicando mucho y…-el joven aprendiz, que había abierto los ojos y vuelto hacia el Santo para responder, se interrumpió cuando una pequeña criatura se atravesó en su campo de visión- ….ah! mire Milo-sama, una mariposa negra! Es muy raro verlas de día y dicen que son de buena suerte!!
El pequeño lemuriano trató de agarrar al prominente insecto agitando un par de veces sus brazos en el proceso.
Milo: Kiki, concéntrate!! –expresó exasperado en caballero de Escorpión.
Kiki: A si!! Es que es bueno atraparlas, pero ya termino.
Con una sola mano trató de continuar, pero lo cierto es que la técnica ya no estaba resultando tan afortunada.
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Camus: quieres ser mi…..
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Aldebarán: …pesa?
Aioros: ..pasa?
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Aioria: …pasta?
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Afrodita: …par….
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Camus: ….payaso?.....
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Camus, Aldebarán, Aioros, Aioria, Afrodita: …..C-a-m-u-s!!?
Leyeron sorprendidos, cada uno de ellos con diferente grado de extrañeza por el bizarro mensaje celeste.
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Milo: Kiki! Qué se supone que dice ahí? No puedes soltar ese lúgubre animal?
Kiki: pero Milo-sama, atrapar uno es de buena suerte………..o era mala suerte? –se cuestionó un poco contrariado.
Milo: suelta esa cosa y avócate a la tarea, Kiki por favor –le exigió mientras hacia el último intento de controlar su irritación.
MM: vaya, que buen trabajo, tuviste mucha razón en pedir la ayuda de este enano –ironizó el caballero de Cáncer mientras se acercaba.
Milo: cállate, en vez de ayudarme tú sólo comenzaste a reír como tonto.
MM: y que querías, con semejante pregunta cursi, ja, pero ya no te molestes, para que veas mi “buena voluntad” te haré el favor de componer el fallo de este chiquillo.
El aprendiz de Aries, que ya había soltado al mitificado espécimen por temor a contraer una maldición milenaria, se defendió con expresión indignada de la afrenta.
Kiki: no soy ningún chiquillo! Y puedo arreglarlo, además…….no se ve tan mal.
MM: a ver quítate –le dice empujándolo a un lado.
Kiki: no, yo puedo, de verdad.
Entre que uno lo hacía y no el primero, otra frase mucho más pequeña y nítida apareció
QUINTA OPORTUNIDAD
Milo: qué!? Pero por qué si él……..
Escorpio rodeo la casa de Acuario (puesto que todo ese tiempo habían estado en una breve planicie cerca del onceavo templo) para llegar a un área verde que hacia la suerte de jardín o patio donde, sabía con seguridad, se encontraba el caballero de Hielo.
Milo: Camus!.....-enunció su nombre al momento de hallarlo.
Acuario volteó a verle con cara de pocos amigos (aún menos cordial que la habitual) .
Camus: payaso? Cómo que tu payaso? –le espetó.
Milo: payaso? –repitió extrañado. Acuario echó una rápida mirada al cielo que Escorpión siguió para entender a qué se refería- ah! no, no, no, ahí no dice ‘payaso’, ahí dice……bueno no sé que diga, pero a lo que se refería era….
Acuario, por cuarta ocasión, no le permitió al octavo Santo la oportunidad de explicar tan desastroso final.
Camus: más te vale que tus bromitas se las gastes a otro, Escorpión; ya no pienso tolerar una más.
Milo: pero es que no es ninguna broma..
Camus: advertido estás –fue lo último que dijo antes de retirarse. Milo: pero….-trató de contraponer, pero ya en un volumen muy bajo que sólo él pudo escuchar.
El cuarto caballero le alcanzó.
MM: oh que pena! –satirizó Cáncer- creo que ya no hay forma de resolverlo, pero que se le va a hacer Milo, aunque mira que estar así por alguien es muy patétic…..
Afrodita: Máscara Mortal de Cáncer!! –llamó en tono amenazador y mirada sombría, avanzando decidido hacia los 2 caballeros, ante la pálida faz del italiano quien tragó en seco al ver el estado en que se acercaba el peliceleste- así que esas tenemos!!
MM: de que hablas? –preguntó nervioso.
Piscis señaló firmemente con su dedo acusador (el índice) hacia el cielo.
MM: pero, pero si yo no fui!!
Afrodita: no que va, habrá sido Milo o el efecto del calentamiento global –expresó sardónicamente- no mientas, tú tienes el poder para hacer ese tipo de cosas y tampoco creo que haya sido Mu; ah! pero te vuelves a acercar a mí –le advirtió antes de irse (curioso fenómeno que todo mundo hace y a más de uno le ha tocado arreglar) .
MM: pero Afrodita, te juro que yo no….bla, bla, bla…
Milo: se lo merece –dijo para sí mientras los veía alejarse.
Kiki: aa…Milo-sama? –preguntó un poco temeroso el aprendiz de Aries que acababa de llegar un tanto abatido.
Milo: qué quieres Kiki?
Kiki: pues….traté de componerlo, pero creo que después todo si me falta un poco más de entrenamiento –dijo apenado.
Milo: uh? Por qué?
Por toda repuesta una gota cayó en su nariz, seguida de otra y otra más, hasta que una cortina de agua cubrió el Santuario y varios kilómetros en derredor.
Kiki: Milo-sama?
Milo: si….Kiki?
Kiki: para qué quería preguntarle eso a Camus-sama?
Milo: ………….
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Durante 3 días con sus 3 noches acaeció una tormenta que no parecía tener fin o mengua y recordó a los días en que el mundo estuvo amenazado por el terrible y ambicioso Poseidón; pero lo cierto –y más preocupante aún- es que se trataba solamente de cierto caballero y sus poco afortunadas ideas.
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Oportunidad No. 6
Escalones mojados, fachadas goteantes, charcos por aquí y por allá, pero ánimos renovados, fue el panorama que podía apreciarse esa preciosa mañana en que por fin había salido el sol y los nubarrones se habían disuelto.
Milo: listos? Como lo ensayamos!
Aioria: ensayamos? Me suena a manada.
Aldebarán: ensayamos? –indagó el brasileño volteando a ver a su amigo pelilila quien sólo sonrío amablemente elevando sus hombros en condescendencia.
Milo: como sea –manoteando un poco para quitar importancia al asunto- al tiempo, uno, dos, tres.
Los caballeros de Leo, Tauro y Aries se encontraban frente a la entrada del onceavo Templo; sostenían en sus manos la partitura de una romántica canción francesa muy famosa en el país de origen.
Los ojos atentos a la letra y sus voces configurando un singular trío: la fina voz del lemuriano contrastando claramente con el grave y profundo tono del brasileño, seguidos sin éxito por la inconsistente entonación del leónido griego quien casi literalmente mordía las palabras en pronunciaciones poco claras y desafinaciones al por mayor.
Escorpión medio sonreía, igual podía ser un intento forzado por mantener el ánimo positivo o de pena…..estaban asesinando el bueno gusto y las bellas artes.
Otros 4 caballeros eran espectadores de la peculiar escena. Parados unos cuantos escalones más abajo, habían venido desde sus casas a dar apoyo a la situación……….no, la verdad es que se trataba de un espectáculo que no estaban dispuestos a perderse.
Leo había comenzado a poner una cara de inmenso fastidio, advertía las aberraciones que le salían por notas y el barboteo que transfiguraba los versos en un lenguaje ininteligible; sin contar con el grupo de fantoches cómodamente instalados unos metros atrás, que seguramente tendrían para reírse de él en varias semanas. Menos mal que no les había pedido que cantaran la Marsellesa!! O que cantaran vestidos con botargas de corazones [imposible, sencillamente imposible] e incluso le había obligado a desechar la idea de traer centinelas para que tocaran con conjunto. Volteó hacia sus dos compañeros con la esperanza de compartir penas pero….ambos se encontraban muy a gusto leyendo –cantando- su partitura!!, haciendo su mejor esfuerzo; y esto le hizo sentir peor, cómo podían estar tan alegres haciendo semejante ridiculez? Simplemente porque no lo hacían tan mal (por separado, porque en conjunto se escuchaba una cosa realmente rara) y por su carácter tan amable no sentían problema alguno. Aioria: [si no fuera porque es mi amigo…]
Y entre maldiciones internas y gorgoteos estremecedores (pues parecían bofetadas al idioma francés) continuó cantando.
Más abajo.
MM: a qué atribuyes el hecho de que estemos presenciando esto?
Shura: Mmm…..-lo medita un breve momento-…tiempo libre, mucho tiempo libre.
MM: demasiado.
Shura: por cierto, ya te perdonó tu ‘querida Rosita’? –preguntó con una sonrisa maliciosa en sus labios.
MM: oh, cállate –respondió arisco.
Kanon: yo creo que ha entrado en la fase de desesperación – opinó haciendo referencia a Escorpión, después de reír por lo bajo ante la pregunta del español y la respuesta del otro.
El gemelo mayor asintió en respaldo.
Saga: Milo, qué se supone que es esto?
Escorpión se volvió con expresión entusiasta en su rostro.
Milo: Serenata! –afirmó de manera decisiva.
Kanon: eh? Serenata?
Shura: si, cuando le cantas a alguien a la puerta de su casa –respondió denotando su basta cultura al respecto.
Milo: exacto! Una excelente idea de parte del señor José López..o Pérez…o Jiménez…bueno, como sea, el caso es que es una estrategia muy eficaz.
MM: a si? Y por qué no le cantaste tu mismo?
Milo: aa….porque, me dijo que es más ostentoso usar un trío…aunque no sepan tocar guitarra.
Saga: te dijo quien? Cuál señor Pérez?
Kanon: mmm….creo que uno de los cubanos que vino por equivocación.
Saga: acaso no los han regresado a su país natal?
Kanon: no, al parecer se quedaron a construir las nuevas cabañas y a restaurar el coliseo, salieron muy buenos para el trabajo manual.
Por fin terminó la canción y con ello vino el descanso para los oídos generales. Escorpión se acercó un momento a su camarada con aspecto recriminatorio.
Milo: no sabes nada de francés, verdad?
Aioria: lo notaste? ¬¬
Antares suspiró, de cualquier forma la serenata había terminado, ahora sólo restaba esperar que Acuario se dignara a aparecer en el marco de su puerta, cosa que le puso muy nervioso.
10……20….30 segundos….1 minuto….2……4………..el tiempo transcurría lento y se percibía más largo de lo que realmente era; el trío se miraba entre si de manera preocupada, observaban al Escorpión y después al frente. Antares mantenía su atención hacia la entrada, sus manos comenzaban a estrujarse entre si y a sudar un poco. Incluso, por alguna extraña razón, el grupo de “observadores auto-incluidos” se mantenía en un solemne silencio.
Por fin apareció el francés, con su semblante neutro, posee elegante y rígida; estaba claro que había escuchado la romanza pero no parecía haber tenido efecto alguno en él. Avanzó hasta el improvisado coro quedando frente a un expectante caballero de Leo para depositar en su mano dos papeles ligeramente arrugados, posteriormente dio media vuelta y ascendió nuevamente a su Templo.
Aioria: ah? –expresó con extrañeza volteando hacia la mano que sostenía las hojas.
Milo: Camus!! –llamó para detenerle antes de que volviera al interior de su casa- sólo quiero preguntarte si…
Camus: no me interesa –le cortó sin dejar de subir.
Milo: eh? Pero, pero, oye! Al menos di algo más, mira el esfuerzo hecho..
Acuario detuvo sus pasos en el marco de su entrada.
Camus: gracias……Mu, Aldebarán –expresó sin voltear la mirada, poco antes de perderse en el interior.
Milo: Mu…..Aldebarán…..-repitió en murmullo- …Mu?.......Aldebarán?.....-de nuevo en un tono más audible- …….Mu!?......Aldebarán!? – pronunció esta vez en un tono colérico a lo cual los aludidos sólo le miraron con pena.- Camuus!!...estas terminando con mi paciencia –manifestó entre dientes.
El lemuriano avanzó de manera cauta hasta el griego entregándole con un poco de aflicción la pequeña nota:
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SEXTA OPORTUNIDAD ________________________
Escorpión suspiro pesadamente mientras la tomaba para guardarla en su bolsillo, hacia rato que ya no necesitaba leerlas. Asintió en agradecimiento a Aries, para después dirigir su vista al castaño.
Milo: y bueno….qué te dio?
Aioria le extendió las hojas con rostro malhumorado y ofendido, permitiendo apreciar las propagandas de cursos escolares de francés y canto……