Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

10 oportunidades por jaguar_et_quetzal

[Reviews - 57]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Ah! Me complace la respuesta que ha tenido. Por ello he decidido actualizar ya, aunque en general, tengo la intención de hacerlo cada semana. 

Les agradezco sus post.

 

Escorpión bajaba del templo principal pensando en el planteamiento del Patriarca. Parecía una tontería pero……no, realmente era cosa seria, si verdaderamente tenía que olvidarse de su inspiración francesa. 

Milo: [No] –se dijo interna y firmemente- [cómo puedo dudar de mi éxito; en realidad es cosa fácil ya que Camus está enamorado de mí, pero……por qué esa necedad de rechazarme? ¬¬ ] . 

N/a: quizás porque sus acercamientos iban de conductas inoportunas, cual infante que molesta a otro para que le haga caso, a  insinuaciones perversas que a mas de una dama de sociedad británica haría sonrojar…………..o igual, Acuario se hacia el interesante. 

Milo: [nah, es cuestión de plantearlo bien, realmente simple] – aseveró con total confianza, él era Milo de Escorpión, no necesitaba de diez oportunidades, ni 5 ni 3, sólo una, se dijo y sonrió por ello.       

      Oportunidad No. 1   

 “Los chocolates proporcionan la felicidad”, eso había escuchado, ¡era un hecho científico! Y la verdad, no estaría mal tratar de cambiar, al menos por un momento, el sobrio e inexpresivo rostro que acostumbraba aquel frío –pero supremamente hermoso- francés.  

  “Dígalo con un detalle”, frase publicitaria que había visto en un paseo por el pueblo y que ahora no se le hacía tan mala idea. 

Milo: [simple y sencillo]- pensó convencido.   

 No era que el griego no quisiese esforzarse; él consideraba que no necesitaba de más, la situación sería un éxito por si misma. Además, en alguna ocasión había descubierto al Acuariano consumiendo algunos, aunque este lo había negado frente a cualquiera que lo mencionara.   

 Así que, con una pequeña pero costosa caja de chocolates se dispuso a ir en busca de su objetivo.   

¿Camus? Está en uno de los campos de entrenamiento –le había dado a conocer el caballero del signo de la cabra a lo cual había agradecido; pero… cosa curiosa, el español había aparecido muy oportunamente y presto a proporcionar la información, por lo cual se mostró ligeramente receloso de que hubiera sido un embuste hasta que efectivamente lo vio allí, cerca de un tronco forrado para practicar golpes.  

 Aspiro y exhaló mostrándose listo, formulando una sonrisa se acercó con paso seguro. 

Milo: Camus!..-le llamó.   

El francés secaba las gotas que resbalaban por su frente cuando volteó. Sus ropas y cabellos, húmedos por el sudor, se pegaban al cuerpo, marcando sus formas y enmarcando su rostro. Antares admiró esto abriendo un poco más sus ojos en deleite. Por fin llegó hasta aquel, tendiéndole la caja. 

Milo: toma.   

Acuario bajo su mirada a la caja, sin demostrar sorpresa o efecto alguno. 

Camus: ¿qué es eso?  

Milo: chocolates con licor!   

 El francés se dio la vuelta. 

Camus: no los quiero. 

Milo: ¿por qué? –cuestionó extrañado. 

Camus: no me gustan –respondió sencillamente ante la molestia del otro. 

Milo: no es cierto, si te gustan. 

Camus: no. 

Milo: que sí, yo te vi comerlos. 

Camus: mientes –dijo tranquilamente mientras recogía unas mancuernillas. 

Milo: no miento –frunciendo el ceño- y Saga también te vio, que dices a eso? 

Camus: miente –resolvió igual mientras caminaba más allá para recoger otro par. 

Milo: que no, caramba –decía con un tono ligeramente cada vez más exasperado mientras seguía al otro- te gustan aunque lo niegues… toma!    

 Escorpión se colocó frente al galo, extendiéndole de nuevo la caja, envuelta en terciopelo azul con un moño violaceo.   

A pesar de la hermosa y elegante presentación, Acuario volvió a observar despectivamente el regalo; por fin alzó su vista hacia el griego. 

Camus: cómete uno –ordeno tajante. 

Milo: eh? Acaso desconfías de mi? –pregunto ofendido. 

Camus: ….si.   

Antares torció sus labios, pero le demostraría que estaba equivocado, que se trataba de una cosa seria, así que jaló una de las cintas para deshacer el moño y abrió el paquete, tomó uno de los dulces y lo introdujo a su boca. 

Milo: vez? No tienen nada de malo –habló mientras lo masticaba, escupiendo con ello un poco del delicioso licor que había salido del interior del chocolate tras la primera mordida.   

 Acuario se hizo a un lado para evitar ser salpicado. 

Camus: come otro- le dijo con un tono más relajado. 

Milo: mmm….bueno, no están nada mal –obedeció nuevamente, después de todo el sabor suave y delicado del cacao se combinaba con el cálido e intenso sabor del licor de café formando un exquisito bocado- y ahora, si los vas a aceptar? –preguntó esperanzado una vez terminada la golosina.    

 Acuario simplemente se dio media vuelta. 

Camus: no. 

Milos: que!!? Y ahora por qué no?  

El francés se encogió de hombros, respondiendo en tono de obviedad. 

Camus: no me gustan las cosas manoseadas.  

 Escorpión se quedó de piedra, ¿cómo podía decir eso? 

Milo: pero si fuiste tu quien dijo que los comiera!!!  

  El onceavo caballero ya no contestó, se alejaba serenamente ignorando al otro, quien se quedó unos momentos analizando lo sucedido.   ¿Qué había sido aquello? Donde había quedado el dichoso, sencillo y seguro plan?.....el plan….el plan……debía entregarle el regalo y después de ello hacerle la propuesta de ser pareja, el francés debía aceptar el presente y al benefactor sin dudarlo ¿qué pasó entonces? Seguía con la caja –ahora abierta- en la mano, un paladar endulzado y un rostro desconcertado, parado solitariamente en medio de un campo de entrenamiento…….  

2+2=4……Escorpión solo + caja de chocolates derritiéndose – Acuario = fracaso….no había que ser muy inteligentes.  

  Antares dirigió su vista a su actual compañero: el paquete de chocolates, que bajo el inclemente sol de Grecia su contenido estaba adoptando figuras amorfas, las cuales  combinaban con su expresión abatida. Pero encima de unos cuantos se hallaban 2 pequeños cuadros de papel que minutos antes no estaban ahí.   

Curioso, el griego tomó el par de notas. La primera rezaba:                              

                           PRIMERA OPORTUNIDAD   

La segunda, con un texto más largo, decía:                        

             Este es un aviso de que tu primera oportunidad ha sido utilizada y un indicativo de que todas serán vigiladas para evitar trampas. En lo sucesivo sólo aparecerá la anotación anterior.    

Así pues, la cosa era realmente seria; ya no podía dejar las cosas a la ligera!!             

               Oportunidad No. 2   

Rosas, le gustaba el olor de las rosas, a pesar de que el otro lo negaba, Escorpión sabía que el Caballero de Acuario gustaba de usar agua de rosas como colonia; en una de sus múltiples visitas no bienvenidas, el griego había logrado ver una botella en la cómoda de la habitación del francés antes de que fuera echado del templo con un par de empellones y un poco amoroso “FUERA”; ahora conocía también qué era ese tenue aroma tan agradable que Acuario despedía, apenas lo suficiente para no ser confundido con la enferma fijación de Piscis.   Además, a todos los parisinos les agradan las rosas, no? Y estaba claro que enviarle un simple perfume, por muy caro que fuese, quedaba como un detalle cualquiera, no..debía ser algo más espectacular. De ahí que pidiese ayuda al ser más ad hoc para la tarea. 

Afrodita: uff!! –resopló en señal de cansancio- ya está, terminé con tu encargo y déjame decirte me llevó un buen tiempo, espero valga la pena- decía un poco fatigado mientras terminaba de entrar a su templo. 

Milo: ah ya verás que si!!    

El Escorpión le había esperado en el Templo de Piscis mientras bebía un jugo de frutas. Se le veía de buen humor, esta idea le parecía mucho mejor que la anterior, al pedirle al santo de Piscis que llenara la habitación principal de la casa de Acuario con rosas; a pesar de que el Pisciano se resistió de primera instancia a podar su jardín por una idea tan descabellada, pero en fin, las órdenes del Patriarca eran ley. 

Milo: agradezco tu ayuda y ahora sólo esperaré un poco más, Camus estaba por subir a su templo, no?

 Afrodita: fiuu! Casi me lo encuentro! Suerte que terminé lo más pronto posible y subí a gran velocidad aquí, por tu culpa ahora estoy todo sudoroso… horror! –expresaba mientras se jalaba con la punta de los dedos su ropaje en gesto de asco. 

Milo: bueno, bueno, está de más. Vamos, bebe un poco de jugo para refrescarte. 

Afrodita: que amable, considerando que es MI jugo.  

Pasados unos 10 minutos el Escorpión se levanta de su asiento, bastante motivado y con una gran sonrisa en su rostro. 

Milo: bien, es hora de ir, mm….veamos…Afrodita, por favor dame una rosa más. 

Afrodita: mm?    

Piscis se le quedó mirando muy extrañadamente, como si no entendiera la petición o más bien no comprendía…. 

Afrodita: y para qué la quieres? 

 Milo: nh? Cómo que para qué la quiero? 

Afrodita: pues si, o que, ¿te piensas paralizar a ti mismo? 

Milo: paralizar!? –repitió/preguntó con sorpresa- Afrodita…..qué hiciste –cuestionó ahora con un poco de preocupación por la respuesta. 

Afrodita: pues lo que me pediste, llené el centro de su Templo con mis rosas….deletéreas, aahh…tan hermosas y peligrosas –respondió con orgullo- eso es lo que querías, no? 

Milo: t..tus..rosas..envenenadas!!? eso quiere decir que ahora!!....  

Afrodita: debe estar por ahí, tirado, completamente inmóvil, únicamente con sus órganos vitales en funcionamiento; por cierto que yo te recomiendo tomar otro camino hacia tu templo hasta que se haya dispersado la fragancia. 

Milo: pero QUÉ!!   

Ántares se abalanzó hacia el otro Santo tomándolo de sus ropas para sacudirlo, al tiempo que le espetaba alterado. 

Milo: PERO CÓMO SE TE OCURRIÓ SEMEJANTE TONTERÍA, ESTAS MAL DE LA CABEZA?, CÓMO TE PIENSAS QUE LO QUIERO ENVENENAR!!! 

Afrodita: Aaa!!! Pues conociéndote pensé que esa era tu idea, igual podía ser otra de tus bromitas que le juegas, o una de tus ideas depravadas, no seé… –respondía con esfuerzo el ser tironeado tan salvajemente. 

Milo: Grr..-ahora lo zarandeaba por el cuello- óyeme!!, pero que clase de enfermo crees que soy!!! yo no llego a tanto!!! y ahora qué voy a hacer!!!!??

 Afrodita: @_@ …….pues……ve y pídele una disculpa…..de cualquier forma el efecto se pasará en unas horas…….   

Escorpión lo soltó, aunque se veía alterado, su rostro asumía un gesto mayor de preocupación. 

Milo: es cierto, debo aclararlo antes de que piense otra cosa.   

Dicho esto dio media vuelta para salir del Templo con dirección al onceavo. Piscis se sobaba su delicado cuello mientras susurraba con molestia. 

Afrodita: bruto…....  

 Antares bajo los escalones de tres en tres llegando en poco tiempo, se le mostraba tenso; desde la entrada aún puco percibir los restos del mortífero aroma que se habían dispersado gracias a las corrientes de aire. Las primeras rosas se asomaban en hermosos ramos colocados alrededor del arco. Entró con cautela, sabía que el otro estaría molesto, supremamente molesto, así que llamó con voz vacilante. 

Milo: Camus?....   

 Por toda respuesta la temperatura comenzó a descender vertiginosamente, las delicadas flores empezaron a retraer sus pétalos ahora opacos en señal de estar marchitando; los pasos del octavo caballero se fueron haciendo más lentos, su aliento salía como bocanadas de vapor. 

Milo: Camus?.....yo…sé que debes estar enojado, pero no fue a propósito…   

 El Cosmos de Acuario se expandió violentamente, el piso y las paredes se congelaron, las flores asemejaron cuadros de naturaleza muerta cristalizada y los pies del griego se estaban entumeciendo; donde quiera que estuviera, el caballero de Acuario debía estar encolerizado y así lo había expresado (dado que ni siquiera podía articular palabra) a través de su Cosmo en un tajante: LARGO!!   

 Escorpión dudó en continuar, aunque sabía que debía hacer lo posible por arreglar las cosas (además era una oportunidad más, desperdiciada!!) , su propia seguridad estaba en juego.   

 Por fin, una tercera oleada de ráfagas de aire gélido que llevaba consigo cristales de hielo cortantes (¡¡Ejecución Aurora!! ) despertó el instinto de conservación del atribulado griego, saliendo lo más rápido que le era posible con medio cuerpo insensibilizado….  

Mientras una nota le esperaba en la entrada de su Templo.

Notas finales:

Como verán (y habrán correctamente supuesto desde antes) Milo no la tiene fácil, pero tiene algo a favor: tenacidad.

Como también podrán darse cuenta, las situaciones no tienen nada de increíbles y novedosas, están más o menos basadas en cosas simples y cotidianas (aunque, claro, no se consiguen ese tipo de rosas en la esquina).

En fin, nos veremos en una semana.

Gracias por leer.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).