Los meses habían pasado uno tras otro tan rápido que no habían sido capaces de asimilar todo lo vivido. Deidara e Itachi seguían juntos, pasando el máximo de su tiempo con el otro, disfrutando aquellos momento en donde no importaba que tan oscura pueda ser tu vida porque juntos radiaba.
Las misiones en Akatsuki seguían fuertemente vigentes, la muerte de Sasori, Hidan y Kakuzu habían traído consigo la alerta de los demás miembros a ponerse serios, que un error podía ser fatal. Además la entrada de Tobi había alterada el ambiente de la organización, en especial en los ánimos tanto de Deidara como de Itachi
Para nadie era desconocida la enemistad de Deidara hacia Tobi. Pero de Itachi, nadie conocía muy a fondo, ni siquiera el mismismo Deidara que llevaba meses con él. La entrada de Tobi a Akatsuki le había alterado, la intromisión directa de Madara en el lugar le ponía tenso y se sentía más presionado y limitado que antes de su llegada.
-Itachi ¿Te pasa algo? – La voz del rubio logro sacarlo de su ensoñación. Deidara le miraba preocupado esperando respuesta, no era normal en el andar distraído. Itachi se sentó en la cama ante la mirada del rubio de pie frente a él. Itachi cerró los ojos y soltó un suspiro
-Estoy bien – Contestó el Uchiha mientras tomaba una de las manos del rubio acercándolo a él y sentándolo en sus piernas. Deidara aun le miraba preocupado, conocía bastante bien el lado emocional de Itachi y sabia perfectamente que algo le estaba ocurriendo
-¿Por qué no me quieres decir que te pasa? – Susurro Deidara colocando su cabeza sobre el hombro del pelinegro. Itachi sonrió de lado, no podía engañar tan fácilmente a Deidara, el conocía muy bien sus reacciones y el estar distraído no era normal. Itachi hizo que Deidara levántese la mirada y le miro a los ojos
-No te preocupes, estoy bien – Comento Itachi mirándole tiernamente. Deidara sonríe mientras cerraba los ojos. No podía negarse a esa mirada, aunque el quisiera saber que le agobiaba a Itachi, si el le decía que estaba bien, le creía. Itachi le beso suavemente mientras una de sus manos bajo su camiseta buscaba aquellas marcas que le encantaba acariciar
-¿Por qué siempre haces eso?
-¿Por qué siempre preguntas eso?
-¿Por qué siempre me contesta con preguntas?
-¿Por qué no te callas? – Culmino Itachi mientras le beso fugazmente. Le tomo de la cintura y lo recostó en la cama. Deidara solo soltó una pequeña risa y correspondió a cada caricia del Uchiha.
-Se que te pasa algo Itachi, pero si no me quieres decir, lo entiendo – Susurro Deidara mientras Itachi se ganaba a un lado del rubio mientras acariciaban mechón de su cabello. Itachi miro al techo y soltó un suspiro.
-No es nada grave, no te preocupes – Comentó Itachi queriendo culminar ya con aquel tema. Si le contaba la verdad a Deidara, Madara sabría de inmediato lo que ocurría y no quería meter en más problemas al rubio. Era mejor dejar las cosas así…
-Esta bien – Susurro Deidara acomodándose en el pecho del Uchiha. Itachi se abrazo aun más al rubio y cerro los ojos. El solo quería disfrutar esa paz, esa paz que solo con el conseguía
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“Te conozco, se que te pasa algo, pero la idea de que esto sea tu problema me deja cohibido ¿Cómo es posible que esto te preocupe? Pero no importa, yo me encargare de deshacerme de los estorbo”Deidara junto a Tobi, luchando con lo que el rubio creía ser su dilema. Ataque tras ataque, Deidara intentaba matar al joven delante suyo, Sasuke Uchiha. Para nadie era desconocido la enemistada de los hermanos, y mucho menos la deseada venganza del menor, y Deidara creía que deshaciéndose de el lograría vivir en paz, sin saber que el problema estaba aun mas cerca de lo que creía…
Los ataques aumentaron, y la dificultada y peligrosidad de ellos también. Deidara se sentía desesperado, si no acaba pronto con ello, moriría. No podía permitir eso, no podía permitir perder a Itachi y mucho menos a manos de su hermano menor.
A cada instante se sorprendía más y más de los ataques del pelinegro y sus ataques se inutilizaban más. Se estaba desesperando, se estaba exasperando. Debía acabar y ya, aunque le costara algo mas que la vida.
Cerro los ojos y visualizo a Itachi, aunque quisiera llorar como un crió no podía, todo lo que el había decidido hacer era por el. Apretó los puños, no había vuelta atrás, estaba decidido.
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-Deidara ha muerto, se autodestruyo – Comento Zetsu apareciendo en uno de los tenebrosos puntos de reunión de Akatsuki. Itachi quedo helado.
Cerro los ojos tratando de mantener la composturas, los demás seguían comentando pero el no oía absolutamente nada, solo “Deidara” era lo que ocupaba su mente. Se corazón estaba hecho trizas, había perdido lo único que lo salvaba, lo único que deseaba, lo único por lo que vivía. Bajo un poco la cabeza para tapar sus labios en el traje de Akatsuki, se mordió el labio fuertemente para no sollozar.
-Itachi, salgamos ya – Murmuro Kisame lanzándole un kunai que logro despabilar al Uchiha. Itachi asintió sin mirarle y salieron de la cueva. La lluvia envolvía la atmósfera lúgubre del pelinegro que no sabia que pensar
“¿Por qué hiciste eso? ¿Por qué me abandonaste justo ahora? Tal vez nosotros… tal vez nosotros tan solo teníamos un camino que seguir, y es seguro que el de la felicidad no era ¿No crees Deidara?”Itachi miraba al cielo gris que se le presentaba, sin importarle en absoluto empaparse. Kisame mantuvo su distancia resguardándose bajo unos requeríos para evitar la lluvia.
Kisame solo observaba al ninja exiliado un poco sorprendido, el rumor de que Itachi y Deidara fueran mucho mas que compañeros Akatsuki era firmemente comentado dentro de los miembros, pero Kisame nunca lo creyó posible, pero ahora veía una imagen de Itachi que tal vez nunca deseo ver.
-Mira, no se que estarás pensando ahora mismo y sabiendo que eres tan desapiadado es raro decir esto… pero pareces que estuvieras llorando – Comento Kisame disimulando su enorme sorpresa. Uno nunca termina de conocer a la gente
-La tormenta ha pasado, sigamos – Murmuro Itachi ignorando las palabras del ninja de la niebla. Que mas daba ahora si Kisame o quien sea se daba cuenta que tenia una debilidad, ahora no había marcha atrás. Solo podía seguir a su destino…
“Solo me queda un camino por seguir…”-----
Itachi había tomado una decisión, y esa era seguir su destino. Y allí estaba frente a frente al que llamaba hermano menor, Sasuke. Itachi sabía perfectamente que el había sido al causa de la muerte del rubio, pero aun así, no tenia ningún resentimiento a su hermano “¿Quién soy yo para juzgar…?” Empezaron a pelear con uno tras otro sermón.
“…y matar dos pájaros de un tiro ¿no es perfecto?”Itachi sentía como su cuerpo se debilitaba a cada instante, ese era su destino, lo sabia y lo aceptaba. Quería que Sasuke viviera y se deshiciera de la basura, que siguiera su vida ¿Y él? Ya no la tenía…
“…porque yo solo quería un tu y un yo ¿Pero quien soy yo para tener lo deseado? Solo un asesino, solo un desgraciado enamorado. Porque yo solo quería estar contigo, porque yo no sabia que era el querer y el ser querido, por soy un imbécil a dejarte ir. Se que, si muero aquí y ahora, no estaré en el mismo lugar en el que tu esta, pero yo te quiero, te deseo, te amo y deseo estar allí donde estas, y seguir en tu corazón como tu sigues en el mío…yo tan solo… yo tan solo… quiero estar allí… yo tan solo… deseo aunque sea, verte una vez mas sonreír para mi… Deidara.” FIN