-Vamos Sasuke si a mi me entró a ti también! Prometo hacerlo más suave esta vez!Sakura no pudo aguantar más lo que oía y de una patada tumbó la puerta haciéndola caer al suelo.
-NARUTO ! QUE LE HACES A SASUKE-KUN!- gritó la Haruno.
Sus ojos se dilataron al ver la escena: Naruto estaba sobre Sasuke, los dos completamente desnudos por así decirlo. Estaban tirados en el piso, al parecer el rubio estaba ejerciendo un tipo de presión sobre el Uchiha quien obviamente no podía moverse al estar acorralado por el cuerpo del jinchuuriki. Los dos se sorprendieron de ver a Sai y a una Sakura muy conmocionada.
-Q…que…qué es lo que pasa aquí?!- dijo Sakura sin modelar la voz. Sus ojos no daban creencia a lo que veía.- Naruto? Sasuke-kun?
-Sakura-chan! Que sorpresa verte aquí!- habló Naruto quien volvía a su estado normal.La pelirrosa se acercó a grandes zancos y tomó por el cuello del abrigo al rubio encarándolo frente a frente.- Naruto…! Qué le hacías a Sasuke-kun!- dijo con una voz y una mirada asesinas.
-Suéltalo Sakura.- Sasuke se levantaba.
-Sasuke-kun…- Sakura soltó a un Naruto muy confundido.
-El dobe estaba tratando de ponerme una ropa suya de unos años atrás que obviamente no me quedaría pero cómo es una baka no comprende.- empezó a hablar Sasuke, pero al ver que la pelirrosa aún le miraba de forma extraña, agregó – Yo me negaba y entonces empezamos a forcejear porque él me la quería poner a la fuerza y así fue cómo él terminó encima mío.- finalizó Sasuke.
-Sasuke baka! Yo sólo trataba de ayudarte!- gritó Naruto ya parado. Sakura lo miró de forma asesina de nuevo pero pudo notar que Naruto tenía en la mano un polo. Éste se alejó de ella algo temeroso. Sakura-chan me da mucho miedo ahora. Sin querer se chocó con Sai, quien había estado tan sólo presenciando la escena.
-Naruto-kun, sabía que la tenías pequeña pero no sabía que te gustaba exhibirla.- habló Sai con su típica sonrisa.
Naruto inmediatamente recordó que estaba en bóxers pero de todas formas cogió una almohada y se tapó como pudo.-Que hablas Sai!!Todavía delante de Sakura-chan!
-Naruto ya deja de gritar.- habló una Sakura más calmada. Fijó su vista en el Uchiha quién realmente estaba muy incómodo por la situación dado que él también tan sólo traía unos bóxer negros (ay Dios mío, imagínenselo!!! XD *risas*) mientras que el de su compañero era blanco.
-Sasuke-kun…- dudó antes de preguntar.- cómo es entonces que los dos terminaron casi desnudos?- habló por fin.
-Porque mientras veníamos, el dobe se quedó mirando un letrero y se tropezó, cayendo en un charco de lodo.- esto último lo dijo tratando de aguantar la risa.- llegamos y cómo el dobe no tenía ropa limpia se quedó así.
-Baka! Sólo me distraje un momento!- gritó Naruto.- Además no he tenido tiempo para lavar por las misiones!.
-Naruto, eres malo mintiendo.- dijo Sakura con voz resignada. Recobró su normalidad y recordó por qué estaban allí. –Naruto, Sasuke-kun. Vístanse pronto, Tsunade-sama nos llama.
-Tsunade no baachan?- dijo Naruto algo extrañado.
-Es Tsunade-sama, Naruto. No sé el por qué, pero deberíamos de haber estado ahí ya, así que vístete pronto.
-Sakura, podrías darnos permiso para cambiarnos.- intervino Sasuke con su monótona voz.
-Ah?...hai Sasuke-kun!- dijo Sakura comprendiendo la situación.
Ella y Sai salieron de la habitación. Minutos después aparecieron Sasuke y Naruto con las mismas ropas de la tarde que habían sido lavadas y a esas horas ya habían secado. Luego decidieron emprender el camino hacia la oficina de la Hokage.
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En otra zona de la aldea, iban corriendo una chica joven de dos moños y un hombre vestido de verde. Los dos se dirigían a la mansión Hyuga.
Llegaron y el mayor preguntó por Neji. A los pocos segundos apareció el tensai de los Hyuga con una expresión de extrañeza al ver a su maestro y a su compañera a esas horas de la noche.
-Gai-sensei, qué sucede?- preguntó el ojiblanco.
-Neji, Hokage-sama nos requiere en su oficina.- contestó su maestro.
-Hokage-sama? Hay alguna misión de improvisto?
-No es esencialmente una misión. Verás, como ya sabes que el kazekage de Suna va a venir, Tsunade-sama tiene que organizar todo para recibirlo y necesita de nuestra colaboración.
-Entonces andando.- dijo Neji para no perder más tiempo.
Pero antes de que el trío partiera, aparecieron Lee y Kiba.
-Lee!- dijo Gai
-Gai-sensei! Veo que llegué a tiempo.- contestó el aludido.
-A tiempo para qué?- preguntó su maestro.
-Para irnos todos juntos, incluyendo a Hinata- intervino el joven Inuzuka.
-Hinata-sama? Qué tiene que ver en esto?- habló el Hyuga.
-Tsunade-sama me ordenó reunir a los que estuvieran disponibles y Kiba me dijo que Hinata y él lo estaban.- le respondió Lee.
-Hey! Hinata! Sal!- empezó a gritar el Inuzuka esperando que la heredera de los Hyuga apareciera.
De pronto sintió que alguien le tapaba la boca para evitar que siguiera gritando. Trató de ver quien era y vio a Neji quien sostenía su mano contra su boca.
-No grites!- le dijo el Hyuga.- Hinata-sama seguramente está descansando en estos momentos así que no la molestes. Vayamos sólo nosotros.- terminó de decir el ojiblanco, soltando finalmente al Inuzuka.
-Hinata debe estar todavía despierta, yo lo sé.- alcanzó a decirle Kiba.
- No hay necesidad de molestar a Hinata-sama y si necesitan a más personas yo haré doble trabajo.- habló Neji. –Vamos.
-Yo no me muevo hasta que salga Hinata!- empezó a elevar la voz Kiba.
- Si no te mueves por tu propia cuenta, tendré que hacerlo yo!- Neji empezaba a elevar la voz también.
Los dos se pusieron en posición de combate, listos para pelear, cuando…
-Neji-niisan, qué pasa? Tu voz se escucha hasta adentro.- salió una Hinata algo preocupada por los gritos.- Kiba-kun? Qué haces aquí?- dijo al ver a su compañero.Los dos jóvenes rápidamente volvieron a su posición normal para evitar que la joven kunoichi se preocupara aún más.
-Naash! Hinata…- habló Kiba en su tono de siempre.- Vinimos a reclutarte.
-A reclutarme?- Hinata lo miró algo extrañada.
-Hokage-sama nos espera, si tenéis alguna duda, ella se las aclarará en su oficina.- Esto lo dijo Gai tratando de actuar normal e ir lo más pronto posible dónde Tsunade.
-Bien dicho Gai-sensei! Debemos irnos ya!- habló Lee
- Hinata-sama, si desea usted se puede quedar, no hay necesidad de que vaya- Neji se dirigía a su prima.
-Neji-niisan…- lo miró Hinata.- yo deseo ir, quiero apoyar a los demás.- dijo una Hinata con voz segura.
-Así se habla Hinata!- Kiba se le acercó acariciándole con su mano su cabello de una forma dulce.
-Kiba-kun…- Hinata se estaba empezando a ruborizar.
Neji no miraba con buenos ojos ese acto de confianza del Inuzuka para con su prima. Iba a hablar cuando de pronto Tenten lo interrumpió.
-Neji ya déjalo. Recuerda que debemos ir donde Hokage-sama.- una tenten que había permanecido callada hasta esos momentos.
-Yosh! Tenten tiene razón. Se supone que soy el encargado de llevarlos a todos ustedes así que ahora si nos vamos!- volvió a hablar Lee, adueñándose de la atención de todos.
Finalmente el grupo partió hacia donde la Hokage.
Después de haber recorrido el camino hacia la oficina de Tsunade, el grupo finalmente logró llegar. Gai y Lee se colocaron delante y éste último tocó la puerta. Tsunade les pidió que entraran desde dentro de su oficina, el grupo lo hizo y como era de esperarse Lee vio que Sakura ya había llegado con su equipo pero también pudo notar la presencia de alguien más.
-Ah Lee, veo que ya llegaste.- habló una Tsunade algo cansada por la espera.
-Hokage-sama, me disculpo por la tardanza. Aquí traigo a mi equipo y también a Kiba Inuzuka y Hinata Hyuga.- le contestó Lee.
-Muy bien Lee. Bueno, tendré que explicar todo de nuevo. Aunque en realidad el que lo va a hacer es Shikamaru quien es el encargado de todo lo que tiene que ver con la organización para la llegada del Kazekage.- dijo Tsunade mirando al Nara. - Shikamaru es el que tiene una mente más aguda por eso le otorgué el mando de esta ‘misión’.
-Tsk…mendokusai.- dijo el Nara.
-Shikamaru vuelve a explicar todo de nuevo.- le dijo Tsunade, ignorando su comentario.
-Si dattebayo!!No entendí bien la parte que nos correspondía a nosotros!- habló un Naruto, entrometiéndose.
-Tú nunca entiendes nada dobe.- le dijo Sasuke. Pero antes que Naruto le contestase, Shikamaru empezó a hablar.
- Naruto presta atención porque no lo volveré a repetir.- comenzó. – Kakashi sensei ha ido de escolta para traer al Kazakage para que se reúna con Tsunade-sama, así que es probable que estén llegando dentro de dos días como máximo. El kazekage va a venir con su hermana y su otro hermano se va a quedar en Suna tomando su mando por unos días. Lo que necesito que hagan entonces, es que realicen una revisión general de las afueras de Konoha para evitar que hallan incidentes, de ésto se encargarán Naruto, Sasuke, Hinata y Kiba, entendido?- dirigió la mirada al equipo aludido.
-Hai!- todos los del equipo contestaron.
-Bien, lo otro es la seguridad interna de Konoha, es decir una revisión dentro de la aldea, para esto cuento con Sakura,Sai,Neji y Tenten.
-Hai!- contestaron.
El Nara se dirigió a Lee.
-Lee, como ya sabes, tú serás quien le enseñe los alrededores al Kazekage pero además, serás su escolta personal.- le dijo Shikamaru.
El ojos redondos sabía de su primera labor por lo que no puso una cara de sorpresa como lo hizo cuando Tsunade se lo dijo la primera vez. Simplemente asintió. Aún así su compañero Hyuga lo miraba de reojo.
-Mientras que yo seré la escolta de la hermana del Kazekage,- finalizó.
Al decir esto volteó hacia donde Tsunade y vio que esta le miraba con una sonrisa por lo último que dijo, así que el Nara decidió dirigir su vista ligeramente al costado. Era más que obvio que la rubia sabía que había algo entre él y Temari.
Tsunade dejó de sonreír y se dirigió a todos los que estaban ahí.
-Ya saben todos sus labores, así que comienzan a partir de mañana. El equipo de escolta debe de estarse preparando porque su misión va a ser permanente hasta que el Kazekage regrese a su aldea. Bueno, vayan!- ordenó Tsunade.
Todos se retiraron de la oficina quedando Gai y Tsunade.
-Gai, necesito que envíes un equipo ANBU al siguiente sitio.- habló la rubia seriamente.
-Como ordene Hokage-sama.- contestó Gai de una forma seria.
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Mientras tanto, en la aldea de la Arena, cierto pelirrojo yacía sentado en una silla mirando por la ventana de la habitación donde se encontraba. Estaba perdido en sus pensamientos contemplando el cielo. De pronto tocaron a la puerta y pudo ver que por ésta entraba su hermana mayor.
-Gaara, sigues acá todavía?- le dijo Temari al verle.
-Sabes que yo no duermo.- habló Gaara mirando todavía el cielo oscuro.
-Lo sé Gaara pero deberías ir por lo menos a relajarte un poco, es probable que dentro de unas horas aparezca el ninja enviado de Konoha y sabes que vamos a tener que recorrer un largo camino.- dijo su hermana tratando de convencer al jinchuuriki.
Gaara permaneció en silencio unos segundos cuando por fin habló.
-Crees que en Konoha se puedan ver las estrellas?- lo dijo en un tono de voz casi inaudible.
-Qué?- preguntó Temari quién no había entendido bien lo que dijo su hermano.
Éste por fin se volteó pero miró directamente a los papeles que tenía en su carpeta y empezó a leerlos.
-Debo dejar todo en orden para que a Kankuro le sean más fáciles estos días mientras yo no esté.
-Ah no Gaara, tú te vas a descansar ya! Aunque no puedas dormir quiero que te relajes! Además yo me encargaré de estos papeles, ve tú a arreglar tus cosas.- Temari se le había acercado a hablarle.
Después del altercado con Konoha años atrás, Gaara había cambiado el trato frío e indiferente que tenía para con sus hermanos y ahora era ‘un poco’ más comprensivo aunque aún mantenía su silenciosa forma de ser pero su relación con sus hermanos era más unida y por ello, ellos no le tenían miedo y eran capaz de expresarse con más soltura delante de él.
Fue por esto por lo que Gaara al escuchar lo que le dijo su hermana no opuso resistencia alguna y decidió hacerle caso, levantándose de su silla y yéndose directo a su habitación. Ya allí se echó en su cama boca arriba mirando al techo, se aburrió de estar así por un tiempo y decidió salir por el balcón de su habitación a seguir contemplando la noche. Pudo notar que ya no había ni una luz encendida en la aldea y supuso que ya todos estaban durmiendo y una vez más deseó poder hacer lo mismo que ellos.
Se pasó la noche contemplando el cielo sin nada más que hacer hasta que amaneció, de pronto podía ver a las primeras personas madrugadoras saliendo de sus hogares, fue ahí cuando divisó que desde la entrada de la aldea venían unos ninjas acompañando a otro, que por su traje, obviamente no era de la aldea. Vio que se dirigían hacia el edificio donde él estaba así que decidió volver adentro de su habitación. Recién en ese momento se echó a la cama con la idea de descansar. Pasó como una media hora cuando por fin hubo quien llamase a su puerta. El pelirrojo se paró y se dirigió a abrirla.
-Gaara, ya llegó el ninja de Konoha, es Kakashi ‘El ninja copia’.Tienes todas tus cosas listas?- era su hermana quien hablaba.
El kazekage afirmó.
-Entonces voy a mandar a que las bajen. Vamos al comedor para que desayunes antes del largo viaje.- Dicho esto Gaara siguió a su hermana hasta el piso inferior, ahí estaba también Kakashi.
-Kazekage-sama, yo lo guiaré hasta Konoha- le habló a Gaara.
-Tú eres el maestro de Naruto.- dijo Gaara con su misma voz. - Cómo está él?
-Le recomiendo que lo vea usted mismo- le contestó Kakashi con una sonrisa.
Gaara sólo lo miró y se sentó.
Después de la comida y de cerciorarse que todo estaba en orden, Kakashi partió con Gaara y Temari y algunos ninjas más que iban de protección para Gaara.
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En Konoha ya había amanecido y la gente de la aldea realizaba sus mismas rutinas.En los bosques había un grupo que se había reunido desde muy temprano para revisar los bosques.
-Ahhhh...- un Naruto aún con sueño.- Esa vieja Tsunade nos hizo levantar muy temprano!- se quejaba el rubio.
-Naruto-kun….- Hinata lo miraba como siempre.
-Ya deja de quejarte Naruto que tenemos una misión que cumplir.- le hablaba Kiba.
-Naruto, eres el único que se queja.- intervino Sasuke.
-Pero…!- el rubio vio que no tenía ninguna excusa y se quedó callado.
-Entonces nos dividiremos los cuatro y regresaremos acá al anochecer, les parece?- volvió a hablar Sasuke.
Todos asintieron ante la propuesta y se dispersaron, estuvieron así toda la mañana, recorriendo los bosques, de pronto cayó la tarde.
Hinata estaba sentada en un árbol, descansando por el momento aunque seguía observando con su Byakugan, ésta técnica le había hecho más fácil la misión así que había podido observar gran parte del bosque y no detectó nada pero aún se mantenía alerta. Después de unos minutos de estar sentada decide pararse y bajar al. Empieza a caminar y con su técnica, sin querer, ve a Naruto. Va hasta donde estaba él, ya allí lo observa desde unos arbustos. Naruto se había quedado dormido en el pasto. Hinata sonríe para si al ver la escena y entonces se dio cuenta de que esta era la oportunidad para decirle a Naruto sus sentimientos, pero tenía que reunir el coraje. Pasaron unos momentos y entonces el rubio despierta, se levanta y se comienza a estirar pero siente una presencia cerca de él.
-Quién anda ahí?!- grita.
La Hyuga sale de entre los arbustos.
-Hinata?
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Dentro de la aldea, el otro equipo realizaba también su misión desde antes que los aldeanos se hubiesen levantado. Se habían dividido en parejas y como era de esperarse Sakura fue con Sai y Neji con Tenten. Cada pareja recorrería la mitad de la aldea que les correspondía.
Sai y Sakura caminaban, aunque aún les faltaba recorrer otro trozo más de la aldea, pero decidieron descansar por el momento. Entraron a un restaurante que había por sus alrededores y se sentaron.
-Sakura-san, qué vas a pedir?- cuando no le decía frentuda, Sai llamaba de esa forma a Sakura.
-Frutas cortadas en helado- le dijo - tú Sai?
-Me parece que lo mismo.- le contestó.
Una mesera vestida de una forma algo sexy se acercó a la mesa, Sai le dijo lo que deseaban comer y ésta lo apuntó. Antes de retirarse, la mesera le sonrió de una manera coqueta a Sai y le guiñó el ojo también.
-Creo que le gustas a la mesera.- dijo una Sakura sonriente.
-No es el tipo de chica que me guste.- Sai sólo la miró.
-Bueno.- terminó Sakura.
Hubo un momento de silencio en el que Sakura miraba la decoración del lugar donde estaban y se percató que Sai le había quedado mirando. Voltea a verlo y él seguía con su mirada fija en ella.
-Ocurre algo Sai?- pregunta la Haruno.
-Es sólo que…- el moreno se quedó callado.
-Ah?
-… hoy te ves más fea que nunca.- finalizó.
-Ah.- Sakura simplemente ignoró su comentario.- Crees que Neji y Tenten hayan acabado ya?
-No lo creo, Neji es de los que revisan dos veces, pero aún así deben estar todavía en la primera revisión.
-Sí, tienes razón.-
Al instante llegó su pedido, después de comerlo ambos salieron y siguieron recorriendo Konoha.
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-Hinata?- un Naruto recién despierto.
-Naruto-kun…- la Hyuga temblaba de nervios.
-Estás bien?- el rubio se le acercó y le colocó una mano en la frente para ver su temperatura.
-Naruto-kun…y-yo…yo…- Hinata estaba dudando de qué decir en ese momento.
-Pues parece que no tienes fiebre, pero estás muy roja – el rubio seguía hablando. -Hinata, estás segura que te encuentras bien? Creo que sería mejor que…
-NARUTO-KUN TÚ ME GUSTAS MUCHO!- la ojiblanca no pudo reprimir más sus sentimientos pero sentía que una gran carga dentro de ella había sido liberada aunque ahora estaba preocupada por cuál sería la reacción del Uzumaki.
-Hinata…- Naruto le miraba de una forma tierna pero a la vez de un modo distinto.
La Hyuga trató en ese momento de irse pero el rubio se lo impidió, abrazándola. Ella no sabía como sentirse en esos momentos.
-Hinata…- el jinchuuriki empezó a hablar.- tú eres una chica muy especial y además una de mis amigas a la cual aprecio mucho. Me siento feliz de que me quieras de ese modo y me hubiera gustado corresponder tus sentimientos porque para mí son muy valiosos.- Naruto la abrazó con más fuerza.- Tú me has apoyado y has creído en mi siempre, no sabes como eso me ha ayudado en varias ocasiones. Pero yo no puedo decir que te quiero del mismo modo que tú a mi, porque el cariño que yo siento por ti es un cariño de amigos.
Hinata no pudo aguantar más y las lágrimas empezaron a caer de sus ojos, eran como unas joyas perladas que contrastaban con la luz del atardecer que se ceñía sobre ellos. Pero a la vez que lloraba se sentía reconfortada por el abrazo que le daba Naruto.
-Hinata, eres tierna y delicada como una rosa pero también muy fuerte, estoy seguro que no soy el único que ha visto esas cualidades en ti y sé que alguien más lo hará y te entregará el amor que yo no pude darte.
La heredera de los Hyuga se separó suavemente de Naruto y trató de secarse las lágrimas. Naruto le levantó el mentón para que lo mirase directamente a los ojos.
-Te juro que si alguien te hace de llorar de la forma en que lo estás haciendo ahora, yo seré el primero en darle su merecido.-Naruto ahora sonreía.
-Naruto-kun…arigatou.- dijo Hinata aún con los ojos llorosos pero esbozando una suave sonrisa, luego se soltó totalmente de Naruto y decidió irse de ese lugar.
La ojiblanca primero caminó, después comenzó a correr más y más rápido. Aunque las palabras del rubio habían sido algo reconfortantes se sentía aún muy triste porque sus sentimientos no fueron correspondidos. Corrió hasta donde sus piernas le dieron y, por el cansancio, cayó al gras quedándose completamente dormida.
Kiba la había estado siguiendo, se acercó y la llevó cargada hasta donde un árbol y la recostó sobre éste.
Pasaron horas hasta que finalmente la Hyuga despertara, al abrir sus ojos lo primero que vio fue el cielo oscuro.
-Dónde estoy?- empezaba a levantarse.
-Hinata, ya te encuentras bien?- preguntó Kiba quién apareció detrás de ella.
-Kiba-kun!- la peliazul se asustó un poco.
-Hinata, te encontré dormida y decidí esperar hasta que despertaras.- el Inuzuka siguió hablando.
De pronto Hinata volvió a recordar lo que había pasado en la tarde y su expresión se tornó triste.
-Hinata?- Kiba se le acercó para verla.
-Kiba-kun,dijiste que podía contar contigo para lo que sea no es cierto?.- hablaba con la cabeza agachada.
-Si Hinata, para lo que sea…- dijo muy firme el Inuzuka pero sus palabras fueron cortadas. La Hyuga se apoyó contra su pecho como buscando refugio entre sus brazos y comenzó a llorar de nuevo. Kiba atinó a abrazarla solamente y a acariciar sus cabellos.
-Yo…le dije a Naruto-kun lo que sentía …- la kunoichi comenzó a hablar.- él me abrazó y me dijo que me quería como una amiga y me reconfortó pero aún así no puedo evitar sentirme triste…Kiba seguía acariciándola y escuchando cada palabra que salía de los labios de la ojiblanca, deseando poder hacer lo que sea para aliviar su dolor.
-Quiero dejar de sentirme así porque sé que si sigo de este modo, Naruto-kun también va a preocuparse y a sentirse mal y yo no quiero eso.- Hinata dejó de hablar.
-Yo sé cómo se siente el no ser correspondido por la persona que quieres.- era Kiba quien hablaba ahora. Hinata levantó su vista para encontrarse con los ojos del Inuzuka. - Es un dolor punzante que está en tu corazón pero que sólo puede ser curado por el tiempo o por la misma persona que se ama.
-Kiba-kun…- Hinata aún lucía triste.- Tú has querido a alguien que no te ha correspondido?- preguntó.
-Yo quiero a alguien que quiere a alguien más.- le dijo Kiba con una mirada apagada y nostálgica.
Se quedaron mirando sin despegar los ojos uno del otro, era como si el tiempo se hubiese detenido sólo para ellos dos, el momento se hacía eterno.
-Hinata, la persona a quien yo quiero eres tú.- volvió a hablar el Inuzuka.
La Hyuga quedó helada por las palabras de su compañero, era ella ese alguien por el que Kiba estaba sufriendo? No lo pudo creer pero después se dio cuenta que no sabía que hacer en esos momentos.
-Soy un egoísta porque sé que es injusto para ti que te diga esto en un momento así, pero te vi cuando le confesaste tu amor a Naruto y eso me dio el coraje necesario para que yo te lo diga a ti ahora. Aunque no sabes el dolor que sentí al escuchar cada palabra tuya saliendo de tus labios al decirle que te gustaba.- Kiba pausó un momento. -Pero luego vi tu rostro tal como me lo estás mostrando ahora, lleno de pena y desee ser Naruto para poder evitar tu dolor.
Cómo seguían juntos pero mirándose uno al otro, sintieron el latir de cada uno que aceleraba y sus respiraciones empezaban a entrecortarse un poco.
-Kiba-kun perdóname.- Hinata volvió a hablar.
-No tienes nada que decir Hinata, eres tú quien debe perdonarme por haberte seguido cuando hablaste con Naruto y por decirte mis sentimientos en un momento más inoportuno y no poder aliviar el dolor que sientes en este instante.- Kiba la soltó y se separó de ella, dándole la espalda. Sentía que ya no podía volver a mirarla.
-No Kiba-kun, perdóname tú por…- antes de terminar fue interrumpida por el Inuzuka.
-Hinata, no es necesario que me lo digas, yo ya sé que quieres a Naruto así que por favor no digas nada más.-Kiba seguía parado.
-No iba a decir eso Kiba-kun porque sé que te lastimaría más.- le dijo Hinata.-Yo…yo…cuando me dijiste que me querías, dentro de mi sentí un tibio calor y a la vez me sentí feliz…- Hinata se estaba poniendo nerviosa de nuevo.
Kiba volteó a verla, por lo que Hinata siguió hablando.
-Yo te quiero pedir disculpas por no haberme dado cuenta de tus sentimientos, mucho antes. Sé que tú has sufrido más que yo y realmente lo lamento, si tan sólo pudiera…
Hinata fue callada por un beso de parte de su compañero, éste estaba lleno de amor y ternura.
La kunoichi no opuso ninguna resistencia y una lágrima se deslizó por su rostro, no de tristeza, sino de felicidad.
-Te digo que vayamos a buscarlos dattebayo!- Naruto le decía a Sasuke.
-Espera un poco más, de seguro se aparecen en cualquier momento.- hablaba calmadamente el pelinegro azulado.
-Y si encontraron a algún enemigo! Hinata puede estar en problemas.- el rubio estaba muy preocupado por la Hyuga porque pensaba que pudo haber sido secuestrada después de hablar con ella.- Sasuke yo me voy a buscar a Hinata, ve tú a ver a Kiba.
-Tsk…haces tanto rollo, allá vienen.
Naruto volteó hacia la dirección donde miraba Sasuke y los vio.
-Hinata!!!- gritó y alzó una mano para que lo viese.
-Naruto-kun!- Hinata corrió hasta alcanzarlo, seguido de ella iba Kiba.
-Por qué demoraron?- le preguntó Sasuke a Kiba.
-Sí dattebayo! Ya íbamos a ir a buscarlos!
-Kiba-kun me ayudó a salir de una trampa en la que había quedado atrapada.- habló Hinata.
-Eh? Ah sí, exactamente.- Kiba miró a Hinata unos segundos.
-Hinata, te encuentras bien? No te pasó nada?.- Naruto se acercó.
-Naruto-kun, daijobu.- una sonriente Hinata.
-Entonces, encontraron algo inusual?- Sasuke interrumpió.
-No pude percibir ningún olor diferente y por mi zona todo estaba en orden.- Kiba le contestó.
-Yo no encontré nada raro.- dijo Naruto.
-Mi Byakugan no detectó nada.- Hinata participó.
-Yo tampoco.- terminó Sasuke. Pero se sentía algo intranquilo porque el bosque estaba un poco más callado que de costumbre pero decidió confiar en los informes de sus compañeros, hasta en el del rubio.
-Bien, ya es tarde, yo iré a darle el reporte a la Hokage y ustedes ya pueden regresar.- Sasuke se dirigió a los tres.
Kiba se ofreció a acompañar a Hinata y Naruto regresó con Sasuke.
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La larga noche transcurrió, muy cerca de los bosques de Konoha, un grupo venía a paso ninja. Por el rostro de los ninjas, se notaba que no habían dormido.
-Ya falta poco para llegar.- habló Kakashi tratando de animarlos.
Todos lo miraron de forma asesina, el ninja copia tan sólo sonrió de forma nerviosa como lo hacía a veces.
A excepción de los otros ninjas, el único que no se veía afectado era el Kazekage, fue por él por quien decidieron no dormir y seguir con el mismo paso. A Gaara no le gustaba perder tiempo y pensó que en Konoha, los ninja podrían descansar.
Pronto empezó a amanecer y se pudieron divisar los muros de Konoha. El grupo paró en la entrada.
-Kazekage, ya llegamos.- Kakashi se dirigió a Gaara.