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Abtra-erel, la joya de sangre por LaYoska

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Notas del capitulo:

Vamos a ver un poco el institnto de mamá gallina de Abriena jajaja

Al día siguiente Abriena caminaba por los campos acompañada de su guerrero y algunos otros guerreros, miraba a los hombres trabajando, los cuales se detenían y hacían reverencias, Nabeun le había llevado para que conociera un dulce de su pueblo, ya que sólo ahí crecían ese tipo de frutos, eran pequeños y rojos, algo ácidos, ero sin duda habían sido de su agrado, comía algunos de ellos con una sonrisa mientras iba tomado del brazo de su amante.

 

-¿es de su agrado, su alteza?- dijo el rubio, alerta al camino y a los movimientos que había en el campo, pero volteando a sonreírle suavemente

-claro, realmente lo es- dijo mirando después un lugar donde reunían los frutos y los estaban prensando, para hacer una pulpa, rio al ver a unos niños robarse un puñado de frutos mientras las mujeres que los preparaban no veían

-yo también hacía eso de niño, pero siempre terminaba castigado- dijo sonriendo, le llevó después a un taller, donde le mostró como preparaban una masa blanca y suave, en el mismo lugar la pulpa de los frutos era cocida y endulzada, para hacer una jalea, se rellenaban bolitas de masa con esa jalea, que era cocida al vapor, el aroma era delicioso y suave, las mujeres le ofrecieron a probar unas que ya estaban frías

-muchas gracias- dijo Abriena, tomando el panecillo, que era suave, lo miro primero, estaba adornado con una estrella que se hacía pintando la masa antes de cocerla- ¿qué significan los símbolos?- dijo intrigado, señalando los demás panes

-su gracia, las estrellas son de frutos rojos, dulces, los soles son sin dulce, las moras amarillas están en los que tienen una gota naranja, los de luna son de moras negras, especiado, es la favorita de los mayores y los que tienen una cuna son mucho más suaves, para niños pequeños- explicó la mujer mayor del grupo

-ya veo- dijo mirando los diseños, miró luego el que le habían ofrecido, probando un poco, la masa era firme, no tenía mucho sabor, pero cuando se alcanzaba la jalea ambas consistencias y sabores se unían de una manera maravillosa- que delicia- dijo fascinado, algo que causo orgullo a todos los presentes, era sabido que la Diosa era selectiva en su alimentación, no soportaba la carne, nunca la comía, así de sencillo, algunos vegetales tampoco, las frutas eran lo único que comía sin peros, por lo que esa exclamación y sonrisa eran todo un honor

-¿desea llevar una caja a palacio?- preguntó Nabeun

-¿qué tal tres surtidas?- dijo con una sonrisa, mientras tomaba otra que tenía menos dulce, encontrándola aún más rica, porque el sabor de la jalea era más natural

-por supuesto- dijo el guerrero, con un movimiento de cabeza los aldeanos empezaron a surtir tres cajas de madera circulares, donde se ponían los panecillos separados por papeles coloridos

-mencionaste algo sobre un sello de mercadeo- dijo Abriena mirando a su protector

-sí, es un certificado del rey para permitir alguna mercancía ser vendida en todo el país, además de un presupuesto como apoyo para poder lograrlo

-¿podemos dárselo a ellos?- en ese momento todo sonido y movimiento paro, ¿cómo? ¿Cómo un producto y pueblo pequeño podía obtener algo de tanto prestigio?

-ah- Nabeun parpadeo desconcertado- si usted lo desea, el Rey generalmente se lo daba a los tés de Aliar y los cortes de carne de Abreza

-mmm la carne me da asco- dijo sinceramente- y los tés no creo que se los diera por calidad, sino por los aduladores que eran- dijo decidido, Nabeun tuvo que contener la risa, al recordar lo poco que le habían agradado los presuntuosos dueños del negocio a su amado

-si usted desea, podemos dárselo- dijo, volteando a otro miembro de la caravana, que fue por la caja donde se guardaba el sello y certificado

-ooh, su alteza- exclamó la mujer dueña del taller, llorando- nos honra con este nombramiento, ¿cómo podremos agradecerle?

-solo mantenga el Palacio de la ciudad abastecido de estos – dijo tomando otro panecillo, con una sonrisa que le pareció realmente relajada y dulce a Nabeun, los aldeanos rieron un poco, asombrados pero felices de ver esa dulce faceta de su Diosa

-oh, lo haremos con gusto- dijo la mujer, sellando con manos temblorosas las cajas, emocionada, de que después de décadas de tradición, al fin el sello real estuviera en esas cajas, eso no sólo les daría más trabajo, sino que también permitiría a otros conocer su mercancía como una de las de mayor calidad, que fuera además, elegida por la Diosa y no el Rey, hacía aquel evento más sublime- vayan con cuidado- dijo la mujer al despedirlos

-mmmh picante- dijo cuando probó el panecillo especiado

-si ese me gusta bastante- dijo Nabeun, recibiendo un bocado del mismo, sonriendo al ver cómo pesar del peculiar sabor eso Abriena seguía comiéndolo

-tenías razón, me gustaron mucho, además de que se nota el arduo trabajo- dijo con una sonrisa, en eso vio a una niña de nueve años que llevaba un carrito arrastrando con una mano y con la otra tomando la mano de una niña más pequeña, de unos cuatro años, ambas parecían abatidas

-parece que no vendieron mucho eh?- dijo Nabeun a las pequeñas que le saludaron con una sonrisa y algunas reverencias, más aún a Abriena, la más pequeña hasta había tirado su muñequita de trapo por saludarle

-no, no vendimos- dijo la mayor- no tendremos mucho para cenar hoy

-¿y sus padres?- dijo Abiriena ladeando el rostro

-ammm- la mayor se mostró algo renuente, pero la más pequeña habló

-mamá murió y papá solo bebe licor- dijo con un dedito en su boca, aunque se escondió detrás de su hermana al ver a la Diosa entornar sus ojos

-oh, ¿él se queda bebiendo y las manda a ustedes a trabajar?- murmullos de asombro se extendieron por el campo cuando el sol desapareció, siendo cubierto por pesadas nubes-creí que deje establecido eso ¿no?- dijo mirando a Nabeun aún molesto

-los padres deberán de proveer a sus hijos hasta edad adulta, que nada les falte, ni alimento, ni techo, ni educación, ni diversión

-porque jugar será su obligación- dijo Abriena- dije que los niños debían ayudar a sus padres- dijo bajando a la altura de las niñas al ponerse de cuclillas- no que debían mantenerlos ustedes a ellos, esa no es su obligación hasta que sus padres sean ancianos y no puedan valerse por si mismos, en ese momento, es cuando podrán regresar los cuidados, con respeto y amor- mencionó- no es justo que estén pasando por esto- dijo tomándoles sus manitas, que notó curtidas por un trabajo que no les correspondía, las nubes se oscurecieron aún más- que traigan la carreta- dijo a los guerreros que les acompañaban, al instante tres se dirigieron al lugar donde habían dejado los dos carruajes, Abriena volvió a ver a las niñas, Nabeun no supo cómo, pero las niñas le contaron todo a su Diosa, la muerte de su madre, después de una pelea con su padre, había salido a conseguir algo de comer porque desde entonces el hombre prefería el licor al trabajo, las niñas nunca volvieron a saber de su madre, hasta que aldeanos la encontraron en el río días después, después de eso había dejado definitivamente de trabajar, bebiendo todo lo que podía al vender las joyas y pertenencias de su difunta esposa, dejando que sus hijas se ocuparan de comida, limpieza y trabajo, Abriena vio las pequeñas vasijas de cerámica en el carrito, era obvio que sus manitas no podían trabajar correctamente el torno y que por eso no tenían bordes parejos, razón por la que no vendían mucho, la mayor se consideraba inútil por no poder llevar comida a su casa, el corazón de Nabeun se contrajo en dolor y rencor, pero sabía que esas no eran del todo sus emociones, de algún modo supo que era cómo su amado se sentía en esos momentos

-la carreta está aquí- dijo, acariciándole la espalda para buscar relajarlo un poco, Abriena asintió y sin más subió a las niñas a su carruaje especial

-llévennos a su casa- les dijo al momento de subirlas- indíquenle al cochero, quiero hablar con su padre- dijo en un tono tranquilo, pero Nabeun sabía que ese hombre debía temer por su vida en esos momentos, le ayudó a la Diosa a subir al carruaje con las niñas y él fue al frente, a través de la ventanilla del carruaje la mayor se asomaba a dar direcciones, el guerrero sonrió al ver la cara de espanto del conductor cuando la niña se asomó de nuevo, usando uno de los costosos velos de Abriena en la cabeza

-es ahí- dijo la pequeña, señalando una casa, todas las casas de ahí eran sencillas, pero cálidas, esa estaba descuidada, al igual que los campos del terreno, no estaban bien trabajados debido a que las niñas no sabían cómo hacerlo, en la entrada se veían vasijas rotas, lo más cuidado eran las gallinas que corrían de un lado a otro en busca de comida y una cabra que pastaba cerca

-quédense en el carruaje- dijo Abriena al bajar con ayuda del guerrero- coman la fruta que quieran- dijo, las niñas felices se dirigieron a la canasta llena de frutas que siempre iba bien abastecida para la Diosa, la efusividad con la que recibieron la comida delató semanas, o tal vez meses de hambre

-¿desea que le acompañe?- preguntó el rubio con preocupación

-no- respondió ocultando su rostro con un velo- no quiero que me veas enojado- dijo, pero sus ojos brillaban de un modo que Nabeun después de haber enfrentado tantas batallas, sintió un escalofrío recorrer su espalda, algunos vecinos se asomaban, no sólo por el carruaje real que se había estacionado, sino porque las nubes oscuras les habían seguido y ahora se arremolinaban sobre la casa del hombre, Nabeun vio a su alteza entrar en la humilde morada, se mantuvo alerta y con una mano en su espada, de pronto, sintió como si el rencor lo llenara de nuevo, el odio y traición, respiró, tratando de calmarse, de calmar a Abriena, repitiendo en su mente que las niñas estaban ahí, que la muerte de su padre de poco les serviría y tal vez fue eso, lo que bajo la intensidad de esas emociones, saber que las niñas llorarían, después de lo que parecieron horas un adulto salió de la casa, tambaleándose y llorando fue al carruaje, arrodillándose a pedir perdón a sus hijas, Nabeun vio a la Diosa salir de la casa y las nubes deshacerse, parecía calmado una vez había dejado claras las cosas

-¿se encuentra bien?- dijo suavemente, poniendo su mano en el hombro de la Diosa

-si… gracias, te escuché- con una sonrisa levantó su rostro

-¿me escuchó?

-si, en mi mente, te escuche Nabeun, a través de nuestra conexión- tocando la joya de su frente, pareció relajarse aún más- pude haberlo matado, sin miramientos… tú me detuviste, gracias- con este último agradecimiento se acercó al carruaje, el arrepentido hombre se arrodillo, tocando el suelo con su frente para pedir clemencia, la Diosa le tocó el hombro, indicándole levantarse-sus hijas irán conmigo al templo, donde las sacerdotisas las cuidarán, ahí, recibirán alimento, educación y sólo podrá ir a verlas si comprueba su sobriedad y trabajo honesto, sólo hasta que pueda proveerles la vida que merecen podrán volver con usted

-pero…- el hombre bajó de nuevo la cabeza al ver los ojos dorados con molestia- sí, su Alteza, lo haré, le juro que cambiaré- luego vio a sus niñas- Isir, Eudora, prometo que seré un buen padre, vayan con la Diosa y sean buenas mis hijas- dijo besándoles sus manitas a las niñas que con lágrimas asintieron

< ¿Ellas desearan ir?>- pensó Nabeun, deseando poder decírselo a Abriena

< Si, hablé con ellas en el camino que esto ayudara a su padre a tener algo por lo que luchar, además ambas desean ser sacerdotisas del templo, la mayor podría comenzar su educación ahí>- escuchó la voz de Abriena contestarle del mismo modo, era como un dulce eco en su cabeza, no lo entendía, pero agradeció tener ese Don, para comunicarse con su amado.

 

Regresaron entonces a la ciudad, Nabeun cabalgaba a un lado del carruaje, escuchando algunas risas de las niñas y después una canción de cuna de parte de Abriena, abrió un poco las cortinas, viéndolo hincado, con los niñas envueltas en velos de colores a su lado, mientras él las arrullaba

 

“lo de darte un hijo es verdad”

 

La frase apareció en su cabeza al instante y pensó que no era una idea tan descabellada, Abriena se vería adorable con un bebé en brazos.

Notas finales:

pronto aparece un nuevo personaje, me dirán si les agrada o no jajaja

 

veré si subo el prox capi el viernes

 

bye bye niii


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