FLASH BACK
-No te molestes en gritar, Pinako y la mocosa esa no están en su casa, y Alphonse está dormido...No despertará en un largo rato.-veía a aquel hombre reírse, mientras estaba sobre él, sentado en su vientre. Edward no podía moverse, tenía las manos juntas y atadas sobre su cabeza. Comenzó a llorar.
-Por favor...déjame...-patalleó para quitárselo de encima, pero sólo consiguió que lo abofeteara.
-Haces mucho ruido, será mejor que te controles. No querrás que tu hermano pase por esto también ¿o si?-tomó su rostro con una mano y lo obligó a verlo.
-¡No! ¡No le hagas daño a Al!-imploró llorando el rubio.
-Si te portas bien, no tendré la necesidad de hacerlo.-Edward cerró los ojos.
FIN FLASH BACK
-¡VETE!-le gritaba a Mustang.
Pinako, Winry y Al salieron a ver qué pasaba. Edward había gritado, y no era cualquier grito. Era un grito de terror. Pinako sabía que algo malo pasaba.
-¡Edward!...¿quién es usted?-preguntó al ver al profesor frente a Ed, parado en la puerta.
Edward parecía ido, veía aterrado a Mustang, pero no reaccionaba. Pinako no tuvo más remedio que darle una bofetada.
Pronto reaccionó el rubio, encontrándose con la cara voleada hacia su derecha. Sobó con su mano la parte afectada, y volteó a ver a Pinako. Se levantó.
-Tranquilo Edward, no es él...¿Quién es usted?...-Mustang por fin pudo contestarle, pues su impresión no lo había dejado hacerlo
-Yo...Yo soy el profesor Roy Mustang. He venido a ver a Edward, porque seré su tutor de matemáticas.- dice más calmado. Pinako asiente.
-Lo lamento...es sólo que...-Ed mira hacia el suelo.
-He oído mucho de usted. Pase, le explicaré ciertas cosas.-caminan hacia la sala. Winry y Al van donde Ed, que continúa cabizbajo.
-Hermano, vamos al jardín. Te sentirás mejor.-los tres salieron hacia el jardín trasero, un pequeño paraíso en aquella caótica casa.
Mientras Edward se relajaba, Pinako explicó al profesor las razones por las que Ed actuaba así.
-Edward y Alphonse viven conmigo desde hace 4 años. Antes vivían con su madre. Le explicaré algunas cosas para que comprenda todo. Ed y Al nacieron aquí. Su madre era Trisha Elric, y su padre, Hohenheim de la Luz. Su padre los abandonó cuando Ed tenía 1 año o más, y Al acababa de nacer. Trisha se vio obligada a irse de aquí para buscar un mejor futuro para ellos. Vivieron un tiempo en Ciudad Central, donde Trisha conoció a un hombre, con el que se casó más por compromiso que por amor, pues le había ayudado cuando más lo necesitaba. Regresaron a vivir a Risembool.- El profesor la miró extrañado
-Hohenheim de la Luz...ese nombre me es familiar.-aquello lo dijo más para sí mismo que para Pinako.
-Él era profesor en la Universidad más prestigiosa de Central. Venía cada 15 días a ver a sus hijos y a Trisha. Nunca supimios por qué se fue. Trisha se casó con aquel hombre. Edward odiaba a su padre, y se acostumbró a su nuevo padre. Alphonse nunca conoció a Hohenheim, creció creyendo que su padre era en realidad ese sujeto. Hace 6 años murió Trisha, y Ed y Al se quedaron a vivir con su padrastro un año más, hasta que sucedió algo que dejó a Edward marcado.-miró al profesor, como preguntándose si era necesario contarle el resto. Suspiró.
Tomó su pipa y la encendió. Continuó con el relato.
-Ese hombre se llama George Princeton. Es un hombre muy poderoso... Él mismo lo dijo. Se casó con Trisha porque estaba obsesionado con Edward, desde que lo había conocido en aquel hospital.- recordó el momento en el que George le dijo que se iría lejos.
FLASH BACK
-¿Qué quieres decir con que te vas? ¿Pretendes dejar solos a esos dos?-Pinako estaba molesta con George
-Tendré que pedirte que los cuides un rato. Volveré por ellos después. Ahora tengo un asunto que resolver.- Era un hombre joven, de no más de 35 años. Tenía cabello negro, hasta los hombros, ojos negros. Una sonrisa encantadora. Por fuera era un encanto, pero por dentro, era malvado, despiadado, cínico.
Estaba hablando con Pinako, justo después de haber dejado a Ed en aquella cama, sufriendo.
-Toma...-le da un sobre. -Debo irme...-se aleja, sube a un auto negro, que lo esperaba en frente de la casa.
Pinako lo observa irse. Abre el sobre y comienza a leer.
"Tal vez un día regrese por ellos, son mis hijos después de todo, y puedo hacer con ellos lo que yo quiera. Cuída mucho a Edward, tal vez lo esté pasando mal, pero cuando vuelva, espero que podamos continuar siendo una feliz familia.
No me siento bien respecto a lo de Trisha, ella era demasiado para mí. Es decir, ella era muy buena, pero después de todo, no era ella a quién amaba. Era a su hijo Edward el que me interesaba, y aún me interesa. Esa es la razón que me movió.
No te molestes en buscarme Pinako. Sólo quería decirte lo que pasaba antes de irme.
Recuerda que volveré por mis hijos.
George
Pinako corrió hacia la casa de Edward, dejando tirada la carta que acababa de leer.
Este hombre era un verdadero psicópata, y no tenía ni el menor remordimiento por haber hecho lo que hizo, menos verguenza en decirlo así.
Encontró a Edward, llorando, aún atado a la cama. Lo cubrió con una sábana y lo esató.
FIN FLASHBACK
Recordaba con dolor aquel momento. Pinako se sentía impotente aún, y culpable por haberlo dejado ir.
Mustang miró sorprendido a Pinako, pues le había relatado algo horrible. ¿Cómo podía ser que ese hombre siguiera libre?
Ambos fueron al jardín trasero, después de unas palabras intercambiadas al respecto.
-Edward, yo te ayudaré...- miró fijamente al chico que yacía en el pasto, acostado, mirando hacia la nada. -Te ayudaré en lo que pueda...No volverás a pasar por lo mismo.-Y sin querer, ya estaba dentro de la vida de Edward.
CONTINUARÁ...