El rubio escritor se encontraba frente a su laptop intentando terminar su dichosa novela, la cual había dejado suspendida un tiempo por su reciente matrimonio y su luna de miel…
Recordaba esto ultimo y le hervía la sangre pues del mes que estuvieron en Escocia solo una vez había tenido relaciones con su pequeño.
Causa de ello, solo una y muy molesta a su parecer “Yuji”…
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Acariciaba con mucha devoción la suave piel expuesta hasta esos momentos pues mientras besaba esa dulce boca quitaba las prendas que el chico traía...
-Eiri- pronuncio el cantante en un suspiro ahogado ante la delicadeza con la que era tratado y al mismo tiempo con una excitación no conocida anteriormente.
Quito lentamente la parte de arriba de aquel pijama que portaba, se le veía hermoso pues era blanco y resaltaba la belleza natural del chico.
“Mi ángel… no he sido yo quien ha hecho de tu primera experiencia la mejor, pero ese idiota que nombro mi hermano no robo tu pureza e inocencia… solo dámelas a mi”
Lamía aquel pecho algo bronceado y se extasiaba con los múltiples gemidos y suspiros que soltaba su esposo.
El blanco pantalón aun presente también estaba por desaparecer cuando el umbral fue abierto de golpe por un conocido castaño…
-SHU!!!!!!!!!!! ^o^ tía Elizabeth quiere despe… O.O- se quedo a media frase al ver la escena de un pequeño chico semidesnudo y sonrojado con su primo sobre de él y a punto de hacerle cositas “malas”.
El escritor bufo molesto por la interrupción mientras su pareja se cubría con las sabanas, sumamente avergonzado por lo que acababa de ocurrir.
-podrías dejar de babear y largarte!!!!!!!!!
- *¬* perdón… pero y ¿tía Elizabeth?
-dile que mañana podrá hablar con mi pequeño pero por ahora estamos ocupados-se paro y encamino a su primo (claro como él si seguía vestido XD)
-*-* ah y otra cosa…
-¿Qué quieres?-estaba tratando de ser paciente pero realmente estaba frustrado y lo que mas deseaba era estar nuevamente a solas con su chico.
-¿no quieren hacer un trío? ^o^
Lo único que recibió como respuesta fue un portazo que le hizo entender la indirecta (muy directa XD).
Coloco en esta ocasión el seguro en la puerta por cualquier otra circunstancia, mas al llegar a la cama se encontró en ese momento con una grata sorpresa.
Su pequeño se había quedado dormido, al parecer no estaba acostumbrado a tanto ajetreo, no se molesto por ello pues se veía sumamente lindo así.
-descansa Shu-beso la pequeña frente al cubrir por completo el joven cuerpo, se acomodo a su lado para disponerse a dormir.
No le desagradaba nada que su chico estuviera así, más sin embargo lo dejo con un pequeño problema, confusión.
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Después de eso no tuvo tampoco esa privacidad dado que su tía insistía en llevarlos a pasear y presentar a su adorado sobrino, junto a la persona que amaba, a todos sus conocidos.
Castigo muy cruel para el rubio.
Y cuando quería pasar una bella tarde juntos, su QUERIDO primo llegaba para acompañarlos.
Un total desastre su luna de miel dado que no hubo nada de la paz y tranquilidad que esperaba.
Se encontraba sólo en el departamento, pues hacia mas o menos una semana que regresaron, aunque los primeros días fueron terribles ya que el primo se les pego como lapa y se quedo a vivir con ellos esa pequeña temporada.
Poco de volver, el dichoso amigo de su esposo (no recuerda el nombre u.u) lo había secuestrado para ir a una disquera, ya que se entero del sueño de su esposo, el cual era ser un gran cantante.
Cosa que sorprendió mucho pues el pequeño se veía muy dedicado en sus estudios como para tener una idea de ese estilo.
Pero al final de cuentas entendía que era un chico lleno de sorpresas.
Concentrado como siempre, con una cerveza al lado y con la inspiración un poco lejana, estaba dispuesto a escribir cuando el timbre de la puerta sonó anunciando una visita…
Quería ignorarlo pero era tan molesto el tintineo, que mejor se levanto para ver quien destruía la poca inspiración que le quedaba.
Abrió y se encontró con no muy grata sorpresa…
-Hola mi amor-soltó la pelirroja mientras se colgaba del cuello del escritor-te extrañe mucho, perdona que no fuera a tu “boda” pero hubiera aventado a ese niño para estar en su lugar- soltó haciendo énfasis de burla a la palabra boda.
-Sherian podrías tener un poco mas de dignidad y soltarme-pronuncio indiferente y apartando bruscamente a la mujer- si al menos te consideras un poco dama, hazme caso y márchate.
-¿me ves hacerlo?-inquirió- por ti dejaría de serlo todo, vales mas de lo que imaginas para mi, cielo… date cuenta que soy tuya.
Se exaspero con esa actitud tan patética por parte de la mujer, por lo cual la invito a tomar algo, claro con la idea de echarla después… más la otra tenia un plan ya formulado.
-¿deseas algo de tomar?- murmuro sin quitar ese tono irritado.
- un café hecho por ti seria magnifico- sonrío coqueta.
Fue a la cocina a prepararlo y a su regreso, esa chica sin duda lo sorprendió.
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En las instalaciones de NG Record`s un chico pelirosa de casi cuatro meses de embarazo, se encontraba tomando agua sentado en una silla de un elegante estudio de producción.
-¿estas bien Shu?- preguntaba su amigo aun lado de este-por tu condición tal vez no deberías esforzarte tanto.
-¿eh? No te preocupes estoy bien además- se toco su poco su crecido estomago- es un niño fuerte y… le gusta cantar tanto como a mi!!!!!!!!- contesto eufórico
-jejeje y ¿como sabes eso?-indago con una gota en la cabeza.
-por que será como yo-afirmo el chico imaginándose lo lindo que seria su bebe.
-pero hay posibilidades de que salga al padre y…- se callo al notar un deje de tristeza en su amigo y se dio cuenta de la grave falta que cometió al decir aquello-y-yo lo s-siento no q-quise.
-seria muy hermoso si se pareciera a él- susurro mirando la nada e imaginando a cierto escritor- definitivamente seria muy hermoso un hijo suyo…
El guitarrista no entendió en absoluto lo que estaba pensando su amigo, acaso ¿amaba al tipo que lo dejo embarazado?
-Have to work more; I encourage boys- (tienen que trabajar más, ánimo chicos)- hablo cierto americano abriendo de golpe la puerta- no olviden que tendrán un concierto muy pronto.
-si, tenemos que impresionar al presidente de NG cuando regrese de New York con el cantante Ryuichi Sakuma- menciono con cansancio, pues por culpa de sus ensayos extras no había logrado tener un acercamiento mas intimo con su esposo.
-exacto así que a ensayar-comento a puntando al chico con su fiel mágnum y este solo se hizo un paso atrás chocando con su amigo.
-vamos Hiro sal de tus pensamientos y ensayemos- le grito al ver que no había reaccionado.
-claro, perdón andaba distraído- tomo su guitarra y se preparo para comenzar.
El rubio noto la extraña actitud de su pareja y se propuso saber que tenia cuando regresaran a su apartamento.
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En una pequeña casa alejada del bullicio de la ciudad, se puede apreciar una persona que no esta en nada de acuerdo con la relación del escritor y el chico de ojos amatistas.
-¿Cómo que no han podido deshacerse de ese chiquillo?- estaba por demás furioso de la incompetencia de sus hombres.
-lo entendemos señor, pero en todos nuestros intentos hemos tenido algún inconveniente que lo salva-se excusaba aquel hombre al otro lado de la línea- creemos que alguien le protege.
-¿alguien?-repitió con curiosidad.
-Aun no confirmamos quien es, solo sabemos que han saboteado todos nuestros planes y aquellos “accidentes” que el niño pelirosa ha sufrido por nuestra causa, pero sin provocarle daño alguno.
-si es solo una justificación suya lo pagaran, además quiero que me den el nombre de esa persona, si aseguran que la hay- suspiro con cansancio- no pensé que esa plaga fuera difícil de eliminar.
-hay algo mas que no le habíamos comentado por no estar seguros de ello- hizo una pausa y al no recibir respuesta prosiguió- el chico esta embarazado.
-¿Qué has dicho?- se exalto ante la noticia que le daba aquel hombre- eso no es posible.
-pero lo es, hemos seguido al escritor y al chico, han asistido al menos dos veces a un doctor. Al principio pensamos que podría estas enfermo alguno de los dos pero en la investigación que hicimos sobre la cita, corroboramos que era para el menor.
-puede que este enfermo- soltó de forma seca y fría, no soportaba pensar que ese “niño” tuviera un hijo de lo que era suyo, pues Eiri era su propiedad.
-si fuera así no habría necesidad de consultar a un ginecobstetra.
El silencio se hizo presente aunado a la ira y odio de aquella persona que decía amar, mientras aquel sujeto solo temía por su trabajo dado el temperamento que podía tener su jefe.
-no se como lo hagan pero quiero que maten al chico y a la abominación que espera ¿entendido?
-si, entendido señor-corto la llamada.
-solo queda un poco para que ese niño deje a mi Eiri-murmuraba el castaño- pronto la familia estará de nuevo reunida- mas en ese momento fue sacado de sus pensamientos por unos pequeños golpes dados a la puerta de su despacho- adelante.
Un pequeño de no más de cuatro o cinco años ingreso con una dulce mirada azul y una inocente sonrisa.
-papá quiero jugar contigo-pronuncio al tiempo que mostraba un par de cochecitos en sus manos.
-de acuerdo Riku hoy jugare contigo pero solo un rato ¿entendido?-se arrodillo ante el pequeño, sonriéndole de forma paternal y acariciando la pequeña cabecita, por el momento solo se tragaría su enojo, pero no siempre seria así.
-siiiiii!!!!!!!
-“solo espera un poco y tendremos a mamá de regreso hijo”-pensó.
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Llegaba temprano a casa después de escaparse de su manager con la ayuda de su amigo Hiro, no quería ni imaginar como se estaban entreteniendo en un ensayo privado…
Se sonrojo violentamente y sus hormonas despertaron, quería “eso” pero aun era demasiado mojigato como para pedirlo.
Amaba al escritor y este lo sabia, mas sin embargo no le había dicho nada por lo cual dudaba ser correspondido, de ser así no podría volver a sentir de esa manera a su esposo cuando aun no sabia si realmente le podía llamar suyo.
Al entrar escucho unos pequeños ruidos de la habitación que llamaron su atención, dejo sus cosas en la entrada mientras se quitaba los zapatos… encontró a su gatito en la canastita que le pusieron en la sala, acaricio al pequeño animal dormido.
Se fue a la alcoba pensando que tal vez su escritor seguía con su novela y con curiosidad de saber de donde procedía aquel barullo.
Abrió la puerta sin mayor cuidado y se sorprendió por aquello.
Su esposo estaba en la cama con aquella mujer que conoció cuando se quedo por primera vez ahí, esta se encontraba en ropa interior, en cuanto al rubio solo le miraba fijamente… sin emoción, sin nada.
-entiendo-susurro con una mirada fría- me voy.
Sonrió el ambarino tras el menor cerrara la puerta para continuar con la chica.
-o ¿te levantas de una vez? O ¿te saco como estas?- aquella sonrisa producto de ver al niño por fin de regreso, desapareció para dar paso a la molesta mirada- no me interesa si te estas muriendo.
La mujer abrió sus ojos para denotar a ese perfecto hombre que no demostraba alegría alguna con su presencia y en cambio con el cantante si.
-perdón Yuki, gracias por cuidarme amor- rozo la mano del escritor, en un vano intento de coquetería, y este solo se paro para salir de aquel cuarto.
-tienes 5 minutos para vestirte y marcharte- dio un portazo a su partida dejando a su “invitada” pasmada por tanta crueldad.
Mientras este buscaba al pequeño por los alrededores y lo ubico en la entrada colocándose de forma presurosa los zapatos, una vez hecho esto tomo la manija de la puerta para salir cuando una mano sostuvo la suya.
-…- no sabía como todo terminaba de esa manera, podía imaginar lo que por la mente del pequeño pasaba al apreciar en esos hermosos ojos acuosos por el dolor que le provoco quizás, más él no era una persona que explicara su comportamiento a alguien y sentía que no tenía por que- ¿te vas?
Fue lo único que logro pronunciar de manera fría al imaginar como perdería al cantante.
No logrando reprimir más las lágrimas se soltó del agarre sin responder, con las mismas intenciones de salir corriendo.
Se sentía traicionado, aunque entendía que no había razón ya que ellos solo “fingían” ser un feliz matrimonio.
-No te vayas Shu- dijo una tercera voz a sus espaldas, una que reconocía muy bien-mi primo es un bruto pero las cosas no son como las imaginas, por favor no te vayas ToT…- sostenía un recipiente con agua y parecía haber salido de la cocina.
-¿Yuji?-hablo el pequeño, un poco decepcionado que no fuera el rubio quien dijo aquellas palabras-¿q-que haces a-aquí?-hablo aun algo triste y sin parar de sollozar.
-Te contare…
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Regreso con el vaso de agua encontrando a la mujer inconciente en el piso, cuestión que no le importo mucho dada la vida que llevaba su ex amante.
Dejo en una pequeña mesa el recipiente para acercarse a su “visita” mas la puerta fue abierta precipitosamente.
-Hola primooooooooo!!!!!!!! ^o^, vine a visitarlos- mencionaba alegre y de repente noto a la chica en el piso- O.O no puedes ser… T^T Eiri jamás pensé que matarías a una mujer…. Como pudiste ToT
-…-
-No te preocupes n-n te ayudare a ocultar el cuerpo-hablaba ya después de montar su escena trágica- déjaselo todo a tu amado primo Yuji *-*
-No esta muerta- contesto señalando como la mujer aun respiraba y comenzaba a moverse un poco- parece que solo quedo inconsciente.
-u_u le quitas lo divertido a todo.
-deja de hablar tonterías y sácala a la calle-tomo rumbo a su estudio mas el recién llegado se lo impidió.
-no puedes hacer eso, sigue siendo una dama y, a Shu no le gustaría ver que eres un desalmado. ñ.ñ
Estaba dispuesto a protestar ante lo que eso tirado en el piso fuera una dama, mas el comentario de cómo lo podría ver su esposo le hizo recapacitar un poco.
-llévala a la habitación y cuando despierte córrela- dio un portazo audible y sin saber mas del asunto se quedo escribiendo.
Unos minutos más tarde regreso a su dormitorio por unos papeles sobre su buró y encontró algo no agradable.
-¿Qué DIABLOS HACES AQUI?-estaba irritado y grito para captar la atención del maniático.
Tenia una cara demasiado extraña, entre lujuriosa, pervertida, burlona, risueña, inocente, alegre e incluso diabólica. Una rara combinación.
-lo siento primo es que pensé que podía estar incomoda y tener calor *^*- la mujer solo traía la ropa interior, dado que el primo le había quitado lo demás- tenia fiebre y creí era lo mejor =P
-¿Por qué en mi habitación?- tenia una venita saltando en su frente.
-tu lo dijiste n.n
-por si no lo recuerdas aparte de aquí, esta la habitación de invitados e incluso antes que la nuestra, por ende debías meterla allá.
-wow lo se, pero pensé que ahí se instalo Shu después que me fui- se acerco a su primo para codearle y picotearlo- Por qué no me dijiste que dormías con él ¿eh? *¬*
Irritado por todo solo suspiro- bien ve por agua para bajarle la fiebre, veré si reacciona.
-Oh *-* que noble eres, te preocupas por los demás- comento emocionado y conmovido.
-no, simplemente ya no tarda el baka y no quiero que ni tu ni esa cosa estén presentes.
-huy van hacer cositas malas y no me invitan T-T- después de esquivar un libro se fue en busca del recipiente con agua, pero con muchas imágenes XXX de su primo y el menor.
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-eso fue lo que sucedió nwn, así que no te vayas por el hecho de que mi primo no se sepa expresar y decir que te ama u.u
-Deja de decir disparates y encárgate de lo otro- seguía con la misma expresión que daba miedo- esto no te incumbe.
-pero…
-Yuki amor, yo…- la mujer estaba en el marco de la puerta, desalineada por ponerse la ropa aprisa al escuchar al primo hablar y el hecho de que su rival entrara en escena- agradezco lo que hiciste por mi.
-pero si fui yo ó.ò - rezongo Yuji- ù.ú malagradecida
Se acerco para abrazarlo y restregarse en él, su plan inicial era el de coquetearle al rubio hasta que hicieran el amor y el pequeño esposo se diera cuenta que Yuki le había sido infiel; nunca pensó que podría sentirse mal y fracasaría.
-te dije claramente que te largaras- giro para ir a su estudio, sin importarle la chica- llévala Yuji, en cuanto a ti Shuichi- el mencionado solo agacho la cabeza en signo de vergüenza por la desconfianza que había demostrado- has lo que quieras.
Cerró con un portazo con el cual todos reaccionaron. -ni creas que esto se acaba aquí mocoso, él es mío y te lo quitare- se puso sus zapatillas y abrió la puerta.
- u_u por que nadie se pelea por mi- hablaba bajito el primo- bien pues entonces yo la llevo.
-no te necesito- salio sin más.
-aun así me marcho, seguro Eiri tiene algo importante que hacer como para correrme… suerte Shu ;) – salio procurando ser lo mas silencioso posible a diferencia de Sherian.
Una vez solo, pensó en lo que había sucedido y en su error al tachar de infiel al escritor aun cuando ni siquiera le debía explicaciones.
-es obvio que si lo amo sienta este dolor al verlo con alguien mas pero… ¿no debería tratar de demostrarle que lo daría todo por el en vez de dudar?-pensaba -mmm no se como, pero encontrare la manera de gustarle a Eiri.
*********
Se metió a tratar de escribir aunque su inspiración fuera escasa y su frustración aumentara después de las visitas. Todo le salía mal en definitiva.
Lo único que esperaba era una agradable cena con su pareja y tal vez después de eso algo de “amor” si, amor. Acepto el hecho de que se había enamorado de un niño que a penas conocía y que era correspondido.
Sabia que no conseguiría nada ahí, simplemente no tenia ni ideas ni nada que le sirviera, dudaba si el pequeño se había marchado o no, pero que mas daba el se lo dijo ¿no? Que hiciera lo que quisiera.
Y si le abandono es por que ¿realmente no le ama?
Para que pensar si puedes beber y olvidar todo, te relajas con unas cinco o seis cervezas como mínimo.
Recorrió todo el pasillo que daba desde su estudio hasta la cocina para sorprenderse con el cantante que estaba justo delante de él, dando una hermosa vista de su trasero dado que se encontraba de espaladas.
-¿Qué haces shu?-hablo aun embelesado, parecía que el chico quería una taza pero no la alcanzaba (-^- se parece a mi).
Se sobresalto por la voz a sus espaldas pero volteo para ver al mayor y sonreír- perdón, no quise interrumpir y vine a prepararte un café para que te relajaras…
Ahí estaba la respuesta que quería, una personita que a pesar de ser tratada de la manera mas fría e incluso indiferente, permanecía a su lado y trataba de hacerle feliz con mínimas cosas.
-gracias- se acerco al chico y lo aprisiono contra la estantería- pero tengo ganas de algo mas que café- insinuó acariciando la morena mejilla.
-¿pastel?-comento inocente- no creo haya sobrado pues me lo acabe ayer- estaba deprimido por ello pues se le volvió a antojar.
-no-susurro al tiempo que se pegaba más al chico consiguiendo un sonrojo de este cuando sintió la excitación de su esposo acumulada en cierta zona de su cuerpo.
-y-yo Eiri… deberías terminar tu traba… mhmnm- lo interrumpió con un apasionado beso, no quería prestar atención a nada que no fuera su pareja.
Ciertamente había pasado demasiado tiempo desde la última vez que tuvo sexo, y claro con su esposo.
El mujeriego que durante tanto tiempo llevaba a una o dos mujeres a la cama en una sola noche, se perdió al no querer probar otra piel.
-solo quiero saborear tu dulce piel y oír aquella voz que solo entonas para mi.
El mayor estaba sobre el chico besando ahora su delicioso cuello, observando de reojo esos bellos orbes amatista y sus mejillas sonrosadas, dándole la apariencia de un completo ángel a ojos del rubio.
Shu se sentía muy ansioso, desbordante de deseo por aquel hombre, mas siempre pensaba si era correcto sentir aquello… entregar en ese acto no solo su cuerpo sino también su alma y que el otro no lo notara.
Esas ideas también habían frenado los constantes intentos del mayor por tener un acercamiento por demás apasionado. Pero en ese momento sus manos inquietas y distantes a sus dudas decidieron posarse alrededor del cuello del escritor el cual volvió aquel tranquilo beso en uno más desesperado y hambriento.
Libero de su exquisita prisión al otro tan solo para guiarlo fuera de aquel lugar que podría llamar “incomodo” para lo que planeaba hacer.
Todo esto sin dejar de degustar la boca ajena, tal parecía que Shu se estaba acostumbrando a quedarse sin aire debido a su ardiente esposo.
Se situaron nuevamente en la sala en uno de los sillones, el mayor sobre el cantante. El cual deslizo una de sus hábiles manos entre su cuerpo y el del menor para provocarlo con sutiles caricias sobre sus ropas.
-etto… ahh e-eiri no debería-as mmhn continuar- sus ojos fuertemente cerrados y su cuerpo clamando por mas placer contradiciendo sus palabras.
-te gusta- sentencio el ambarino- y esta vez no habrá algo que nos interrumpa.
Noches deseando ese hermoso cuerpo, su miembro clamando por probar esa deliciosa entrada nuevamente, desde que se acostó con el pequeño una fuerte adicción de hacerlo suyo hasta el cansancio se apodero de él.
Quito las estorbosas prendas que cubrían la piel bronceada, para pasar sus manos en todo el pecho ya descubierto y expuesto.
Desde el cuello hasta los pezones hizo el recorrido, lamiendo y marcando con una que otra mordida esa tersa piel, jugo un poco en esa zona para alargar la tortura del pelirosa y de él mismo.
-¿Por qué no tomarlo de una vez? ¿Por qué no repetirlo toda la noche hasta el cansancio?
Eran preguntas que obviamente no tenían sentido si planeaba hacerlo… bajo hasta el vientre de su pareja para detenerse abruptamente en aquella área.
Ya era algo notorio el embarazo, pues se encontraba un poco abultado, miraba con curiosidad pues en su vida imagino tener sexo con un hombre embarazado y sobre todo de su propio hermano.
El menor al sentir como este se detenía, se apoyo en sus codos para poder observar a su pareja, cuando se percato de lo que hacia el miedo le invadió.
-tal vez se sienta ofendido, nadie puede querer o amar a un chico embarazado de otro y peor aun de su propio hermano. Seguro es lo que piensa y se marchara- lagrimas amenazaban por salir al sentir un rechazo aun no expresado por el otro.
Trato de incorporarse para colocar nuevamente sus prendas en su sitio, intentando no causar “repulsión” a su pareja.
El mayor saliendo de sus cavilaciones, se percato de lo que el chico trataba de hacer y le sujeto sus muñecas con una mano para tenderlo nuevamente en el sofá.
Sin ninguna palabra de por medio, comenzó a besar esa zona con amor… si, tal vez no era su hijo, no fue el primero en poseer ese hermoso cuerpo, pero ahora el era único dueño del cantante y eso compensaba todo lo demás.
Además ese bebe no tenia la culpa de la tontería que hizo su hermano, y quien dice que el no puede tener mas hijos con el chico de cabellos rosas.
Una sonrisa nació en sus labios ante tal pensamiento, una familia era lo que quizás le había hecho falta todo este tiempo y la persona correcta al fin apareció en su vida.
-vamos a acabar de una vez- susurro sensual- no aguanto mas mi pequeño.
Se separo lo suficiente para desabotonar su pantalón, realmente necesitaba poseerlo ya.
Pero por unos momentos se aparto del chico, para dirigirse a su habitación. El chico se extraño por el comportamiento del otro mas seguía ahí esperando a que regresara.
Escuchaba a su amado recorrer la habitación, luego alejarse a la recamara; el ruido de algunos muebles y después los pasos del ambarino nuevamente hacia donde el se encontraba.
Dejo en la mesa de centro una botella de lubricante- no quería que tu amiguito nos viera haciendo el amor- le susurro ya sobre este nuevamente.
-¿amiguito?- pregunto- ¿Cuál ami…nhmmn?- se quedo a media frase al reprimir un gemido al sentir las expertas manos de su seme en su parte mas intima.
Continuo acariciando al chico tratando de quitar el pantalón que este traía puesto, al menos hasta ese momento.
Metió su mano bajo el bóxer, para sentir el miembro completamente erecto del otro, lo cual le satisfacía. Quito la ultima prenda para apreciar aquel cuerpo después de tanto tiempo.
No parecía haber cambiado en nada y sin embargo le resultaba aun más apetecible que la última vez.
-ah, eiri- soltó en suspiro al sentir nuevamente el calor del escritor, las palabras de deseo que este le profesaba y aquellas acciones que inconscientemente le hacían dichoso por saberse amado o al menos imaginar que era así.
Ya no traía nada puesto, aprovechaba cada segundo y cada suspiro para saciar al cantante y así mismo, con tan solo rozar sus cuerpos o tan solo cruzar sus miradas.
Unto tres de sus dedos con algo de lubricante al igual que la entrada del chico para comenzar a prepararlo.
-mnh… d-duele- se quejaba un poco al sentir los movimientos desesperados en su interior, mas no tenia intenciones de detener a su consorte.
Besaba el apetitoso cuello y acariciaba el torso, mas pasados unos minutos se percato de los involuntarios gemidos del chico, dando a denotar el placer que ahora le producía la invasión lo cual le indico que estaba mas que listo.
Saco sus dedos provocando una pequeña protesta del menor, mas pronto lo recompensaría, por lo cual se posiciono entre sus piernas para tener un mejor acceso.
Su miembro completamente erecto fue dirigido a la pequeña entrada con la cual se rozo unos segundos sacando algunos gemidos ahogados por la ansiedad de unirse en uno solo.
Entro con una sola embestida, dado que no podía esperar más…
-ahghhg- soltó un pequeño alarido mientras las lágrimas agolpaban en sus ojos, sentía dolor mas no era insoportable por lo cual opto por no decir nada y apretar fuertemente uno de los cojines a espera de los movimientos del otro.
Se sintió un poco mal al ver aquella expresión de dolor en su esposo, mas no hizo nada mas que esperar a que se acostumbrara.
Su conciencia le reprendía el no haber sido delicado, cuestión algo extraña para ser él pues que mas daba el placer ajeno sino el que uno obtuviera, o alguna de sus ideas anteriormente justificadas en su mente por obtener algo de alguien.
Comenzó un vaivén por demás lento al tiempo que limpiaba con el dorso de su mano las cristalinas gotas que pararon al sentir aquella caricia.
Los orbes amatistas se abrieron y el agarre en aquella almohadilla se hizo más suave, al igual que aumentaban aquellos gemiditos.
Poso sus labios en los ajenos a modo de disculpa por la acción anterior y estos gustosos aceptaron.
El rubio escritor tal vez se estaba volviendo mas suave, mas gentil y dulce, pero tan solo con su pareja algo que aun en publico no podía admitir, solo el tiempo sabrá cuando eso podría ocurrir, mientras tanto esa muestra de amor era mas que suficiente para saber que realmente algún día sucedería.
-ahhh Eiri m-mas… mas r-rápido a.m. por favor- pedía el chico ya poseído por el deseo y el placer que recibía.
Aumento el ritmo al tiempo que acariciaba la hombría de su niño, lo cual le provocaba éxtasis al ver esa expresión de infinito placer en un ángel corrompido por un mundo algo maduro para su edad.
¿Cómo fue capaz el cielo de permitirse tan grande perdida? Era lo que cualquiera se podría cuestionar, mas si el diablo fuera aquel frío rubio, agradecería tan gran descuido.
-Mnhnm- gemidos ahogados era lo único que dejaba escuchar a su pareja, no expresaban el goce por el cual era carcomido en ese momento.
Salía y entraba con más rapidez, enloquciendoce con esa estrechez que podía llamarse inconcebible.
-AHHHHH!!!!- grito el menor al llegar al clímax sujetándose a la espalda del mayor- ahhh…. Y-yo…T-te amo… Eiri- termino por susurrar.
Este termino en el interior del chico al sentir la contracción de las paredes internas de la rosada entrada.
No recordaba haber tenido una mejor experiencia que esa, la estrechez aunada a esos sonidos producidos por la garganta de su niño eran únicos.
No se sorprendió ante esa palabras y se dio cuenta que era momento de cambiar, un futuro en el que al fin fuera feliz si en el pasado no fue así- t-también te amo Shu- pronuncio con un poco de dificultad al principio pero con gran seguridad, mas su pareja no lo escucho pues yacía dormido bajo el.
Salio con cuidado de su interior, para no despertar al chico y llevarlo hasta la habitación.
Lo tomo en brazos y se fue en dirección a esta, al entrar se topo con aquel animalito hecho ovillo en su canasta, sonrió de medio lado pensando que no se despertó por mas ruido que habían hecho en la sala.
Recostó a su pareja y la arropo mientras el se dirigió al baño a refrescarse un poco pues al siguiente día haría algo que quizás podría ser difícil.
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En una casa modesta y con una linda entrada decorada con un verdoso jardín un sujeto de traje café se postraba frente a la blanca puerta de madera que esta poseía.
Toco un par de veces y espero respuesta en el interior. Era algo tarde pero esperaba que no lo suficiente para ser inoportuno, escucho unos pasos acercarse y luego el cerrojo retirarse.
-Buenas tardes- saludo cortésmente al estar ante una mujer no muy grande, parecía ser la madre del hogar pues llevaba un mandil y una cuchara en mano.
-Buenas tardes- saludo la señora extrañada con tan fino caballero- ¿se le ofrece algo señor?
-si, siento venir a causarle molestias pero me podría decir si esta es la casa de la señorita Maiko Shindo.
-Es mi hija-contesto aun mas desconfiada- ¿para que la busca? -soy un amigo de ella, podría llamarla por favor- sonrió gentilmente, sin denotar su falsedad.
-¿En nombre de quien?
-Kitazawa, Kitazawa Yuki