Era una hermosa mañana pues se filtraba un resplandeciente rayo de sol por la ventana de aquella habitación.
Hacia solo unas horas ese hermoso chico de cabellos rosados había ingresado en ella para limpiarla un poco, dado que su esposo salio con su editora para hacer algunos ajustes de su nueva obra, sino ya le hubiera gritado que saliera de su estudio.
Si bien eso era cierto, también sabía que este había cambiado pues la mayor parte del tiempo le trataba muy bien y sobre todo en las noches cuando ambos compartían momentos muy íntimos.
Se sentía en un cuento de hadas y por nada quería dejarlo.
-espero a Eiri no le moleste que entrara sin su permiso, pero no quiero que me vea como una carga ¿no crees?- comento sonriendo hacia la criatura negra que estaba hecha ovillo en la cómoda silla del escritor.
El menor solo continuo con lo suyo para terminar antes de que el otro llegara, comenzó por el escritorio, alguno muebles a su alrededor hasta finalmente dar con aquel inmenso librero.
-uf, tardare mucho en limpiar esto- hablo para si- tiene demasiados libros.
Se subió a una silla y saco uno de los escritos ahí acomodados, lo reviso unos minutos para luego sonreír.
-Este lo vi en mi clase el semestre pasado, hice un ensayo sobre él y me fascinó- menciono al tiempo que limpiaba cuidadosamente la portada con un paño, lo devolvió a su lugar y continúo con su tarea.
Paso unos minutos repitiendo el proceso, pensando en el gran parecido en gustos sobre libros que compartía con su escritor, lo cual le hizo feliz enormemente aunque sabia que era una tontería.
-¿Qué es esto?-se cuestiono al sacar un pequeño cuaderno de forma francesa en color azul marino- parece que no lo ha ocupado en mucho tiempo- lo miro por encima y se veía algo desgastado y un poco sucio, mas que el resto.
Lo tomo con cuidado y tenia la curiosidad por ver que tenia escrito, pero al mismo tiempo sabía que debía ser respetuoso con las cosas que no le pertenecían.
-Wahh que difícil-grito exasperado- quiero ver lo que dice pero y si Eiri se enoja ¿Qué hare?- se cuestionaba bajándose del mueble para analizarlo mas fácilmente y en aquel movimiento un pequeño trozo de papel quedo pendiendo del cuaderno- ¿Qué es esto?-hablo sujetándolo para ver lo que ahí estaba escrito.
“Hoy se acabo la novela”
-¿Qué significara esto?- miro curioso la “frase”- no creo que le moleste si lo abro para poner esto en su sitio.
Dicho esto con sumo cuidado de ser descubierto, algo absurdo dado que estaba solo, ojeo rápidamente el contenido que ahí había.
*****
-Te prometo que regresare- mencione tratando de animarla.
Hoy podría ser un día especial y triste, pero el hecho de que se realice un cambio me emociona.
Extrañare a mis padres pero también ya no soporto que me miren tan extraño, me duele…
*****
-es un… diario- menciono en un susurro- es la historia de mi Eiri- paso unas cuantas hojas mas.
*****
-también tenía deseos de conocerte primo- sonrió de una forma tan linda que por un momento pensé:
-he conocido tal vez, a la persona más amable del mundo… Yuki Kitazawa…
*****
-Kitazawa- sus manos se volvieron un poco temblorosas y de un solo movimiento cerro aquello, tenia curiosidad… en verdad quería saber más de la vida de su esposo, pero de esa manera no era lo correcto- ¿y si el jamás me lo dice? Ha hecho mucho por mí como para que yo haga esto…
…yo, tengo que saberlo.
*****
-Hola Eiri- me saludo como normalmente lo hace- ¿Cómo has estado hoy?- poso su mano en mi cabeza acariciándola suavemente, al tiempo que me sonreía de esa manera que me provoca nerviosismo y me hace sonrojar.
-b-bien sensei- le contesto con voz temblorosa- “que torpe soy”- observa a mi madre tras de mí y la saluda mientras yo trato de tranquilizarme pues creo que mi corazón saldrá de mi pecho.
-Hoy iremos a un museo- me comenta ya camino al dichoso lugar “todo pasa tan rápido a su lado” pienso en lo hermoso que es, siempre tan amable conmigo, pocas veces que le puedo ver aqui en casa… mi primo político y mi novio.
-me parece bien aunque- dudo un poco antes de proseguir- hay algunas cosas que no entendí de la clase de ayer.
-Hum- me miro como no creyendo lo que le había dicho, siempre temo se moleste conmigo o se decepcioné, mas sin embargo- entonces te lo explicare de nuevo cuando regresemos.
¡¡¡No puedo creerlo!!! Me acaba de abrazar y enfrente de tanta gente, estoy rojo puedo sentir aquel calorcito agolparse en mis mejillas.
-eres muy dulce mi pequeño- susurro en mi oído causándome un escalofrío- y aun hay mucho por enseñarte- toma mi mano y la besa dulcemente.
El mundo se volvió inexistente y el aire no llegaba a mis pulmones, habíamos mantenido esta relación en secreto pues mis padres no lo aceptarían ya que él es mucho mayor que yo.
¡Es una injusticia y una tontería!
Por eso me sorprende que el haga algo como esto en público, pero estoy acostumbrado ya que en América pasábamos todo el tiempo abrazados, sobre todo en invierno… sé que es cursi y absurdo para un chico pero realmente el me llena de muchas emociones que no encuentro mejor manera de expresarlas.
Por eso diré que deseo volver allá lo más pronto posible… para sentirlo tan cerca de mí.
*****
Al leer aquello sintió una infinita tristeza… vaya que las cosas cambiaban, no soportaba esas frases y decidió mirar hacia otras páginas.
*****
-y la pesadilla continúa- es lo único que puedo decirle a Tatsuha que me mira aun sin entender la situación.
-¿Cuándo volverá mamá?- lo pregunta nuevamente- quiero verla.
Es un niño aun y temo lo que le pueda pasar igual que a Mika, no sé qué hacer ya que he tenido tantas ganas de terminar esta pesadilla pero se lo prometí, que haría todo porque fuéramos felices.
También quiero ver a Yuki pues desde la muerte de mi madre regreso a New York- justo cuando más te necesito- mencione para llorar desconsoladamente.
Madre no volverá y eso es obvio, pero y yo que sigo aquí respirando, viviendo, aceptando como el mayor que soy la responsabilidad ¿Qué hare? Solo tengo dieciséis, no tengo aun la madurez necesaria.
-hermano tengo sueño-se recargo en mi regazo mientras cerraba sus ojos.
-mamá ayúdame por favor y haz que mi Yuki vuelva pronto para decirme que hacer-pensaba al tiempo que me recargaba en aquel incomodo asiento de hospital.
-buenas noches hermano- menciono antes de quedarse dormido por completo.
-Esta noche no creo soñar, sino tener la más terrible pesadilla… el volver a despertar mañana…
*****
Dos gotas saladas cayeron ante aquellas letras escritas, era cruel leer eso y sufría mucho, tal vez años desde entonces pasaron, pero aun así un dolor como ese a un pequeño adolescente no se le puede pasar por mucho que crezca y madure.
Lo peor es que apenas estaba comenzando.
Limpio tanto su rostro como el cuadernillo y prosiguió.
*****
-yo la mate pero nadie le creería a un niño como tu- susurro con esa desagradable voz, mas lo repugnante eran aquellas palabras.
-¿tu?- fue lo único que se me ocurrió decir.
-exacto- se regocijo al repetírmelo, mientras la ira se implantaba en mi corazón y mis puños eran apretados tan fuertemente que los nudillos estaban perdiendo color.
-¿Por qué?- indague con un tono de voz suplicante y sobre todo frustrado- ¿Por qué lo hiciste? Te exijo saberlo- grite colérico- ella era la persona más amable y buena en este mundo ¿Por qué?
-por eso mismo Eiri, ella debió ser mi esposa- hablo sonriendo tan falsamente que tuve ganas de golpearlo pero desgraciadamente tiene razón, aun soy un menor de edad y llevo las de perder.
-eran primos, ¡¡¡Eso no era posible!!!
-lo era- dijo muy convencido en sus palabras- ella me amaba, de eso estoy seguro- veía esa mirada y me recordaba a mi Yuki ¿Por qué tenia que ser su padre la persona que mas odio en el mundo?- tu padre… tu maldito padre fue quien me la quito, se fue alejando de mi para estar con el, empezó a confiarle mas cosas que a mi y finalmente me lo dijo.
Por un momento se detuvo para respirar hondamente, al parecer le desquiciaba recordar algo que jamás fue.
-… que se había enamorado de él y que se lo iba a confesar. Trate de impedirlo pero me fue imposible, por lo cual él acepto, lógicamente pues tu madre era perfecta- hablaba y yo no hacía nada más que escuchar con horror- así fue como formaron su dichosa familia y yo esperaba desaparecerlo, solo a tu padre.
Mi madre había muerto en un accidente automovilístico… en el auto de mi padre, ese día ella decidió usarlo dado que le pidió al chofer que a mí me llevara en su auto al zoológico, pero en realidad quería que el me distrajera mientras iba a comprar el regalo para mi cumpleaños.
*****
-Esto que esta escrito parece tan irreal, como una simple historia más que surgiera de la inspiración del afamado escritor de novelas románticas “Eiri Yuki”- se decía observando a su alrededor y percatándose que su esposo no apareciera.
*****
-… por que indirectamente por mi culpa tu madre esta muerta- esa simple oración congelo mi alma y detuvo mi corazón- ¿Quién crees que “arreglo” aquel auto?
Las palabras salían con fluidez de esos finos labios que acostumbraban dejarme sin aliento y nuevamente lo estaban consiguiendo aunque de una manera diferente.
-no tendrías motivo para hacer algo así- murmure sin creerlo- eres la mejor persona que he conocido.
-Hasta ese momento no habría disfrutado tan grande sentimiento- sonrió de forma ladina y surcaba una expresión de infinito placer- ¿sabes lo que se siente?
Mi expresión no cambio, acaso no entendía que el dolor no causa placer ¿no es humano?
-corre el rumor de que su sangre se esparció con velocidad, la falta de aire y la inconsciencia fueron los causantes de que no sufriera- mis nervios se alteraron quería hacer algo ¿impotencia? No, sabía que eso no era lo que me detenía de intentar matarle- pero aun así, fue duro para ti verla en aquel lugar ¿no?
-ella aun pedía por que fuéramos felices y aun si sentía dolor te puedo asegurar que no sufrió- comente tratando de no darle mayor gusto y placer.
-eso no importa, ahora no te puede proteger… no eres feliz, ¿Qué mas podría desear? Son por lo único que ella aguanto tanto a tu padre.
-ella le amaba.
-¿eso piensas?- se burlaba de mi y de que estuviera confundido- si se caso con el no fue más por apariencia. ¿Cómo soportar a alguien tan estricto? Tu lo viviste, ¿acaso la vida de monje es un dulce?- se marcho, dejándome con dudas, dejándome con odio pero sobre todo…
-ya no existe persona que nos pueda separar…
*****
Mi mirada se centro nuevamente a la habitación, no eran hermosos recuerdos los que contaba aquel cuadernillo ¿Por qué seguir leyendo?
-y pensar que sería una buena novela.
Escucho el ruido de la puerta al abrirse y sintió miedo de ser descubierto por su pareja, volteo y con algo de nerviosismo dirigió su mirada a la susodicha encontrándose con…
-Kaline- suspiro aliviado al ver la bola de pelos irse de su cómodo puesto, seguramente ahora en busca de alimento.
*****
-¡¡¡¡BASTA!!!!-grite con miedo al sentir sus manos recorrer mi cuerpo sobre la ropa- Yuki por favor… de-detente- volví a murmurar mientras se desasía de su propia vestimenta.
-vamos mi pequeño- susurro lascivamente-no es esto lo que habías esperado desde que aceptaste ser mi pareja.
Hacía meses que le evitaba pensando que tal vez de esa manera las cosas se resolverían, después de haber matado a su padre y que él me confesará haber matado a mi madre yo no sabía cómo enfrentarlo.
Parece que no le importaba en lo más mínimo la muerte de su progenitor e intento que siguiéramos como si nada hubiera pasado.
-agh para-a -rogué al momento que mordía despiadadamente mi cuello y apartaba mi camisa, quedando esta en algún punto de la habitación.
Y ahora me tenía atado a una cama a punto de hacer aquello que yo creía seria por sincero amor, que estúpido…
-gime para mi Eiri, solo se mío- su mano tocaba mi miembro sobre el pantalón y la ropa interior- que lindo eres- lamio una de las lagrimas que deje salir.
-la pasaremos muy bien, hoy empieza nuestro futuro juntos amor…
*****
-creo que nuevamente experimento esa sensación de hacer algo sin amor, tal vez mi primera vez no fue la mejor y ni siquiera con una persona que amara, pero ahora lo es… y espero eso nunca acabe- se puso de pie aun sujetando la libreta- es hora de que esto acabe- paso las hojas hasta la última.
*****
Hoy me encuentro con Yuji y Tatsuha, hasta ahora recordé el haberte traído conmigo… irónico ya que has compartido mis momentos de dolor.
-Vamos Eiri tenemos que recoger a las damas- me sonríe desde la puerta mi primo y luego se retira para dejar que termine con esto.
Tres días han pasado desde que llegue y después del primero no me volvieron a preguntar lo que paso, solo me aceptaron formando parte de su vida, mujeres, licor y fiestas.
Sé que no soy el mismo, jamás lo volveré a ser… hoy se cumple un año desde que mi familia quedo destrozada y hay cosas que no me atreví a contarte.
La muerte del padre de Kitazawa y el que mi propio padre ahora este en un manicomio, pero creo que ya no es necesario.
“Feliz cumpleaños número 17”
Sólo una última cosa te quiero decir y como te lo mencione momentos antes con Yuji…
*****
Entonces coloco aquel trozo de papel con la frase que aun rondaba en su cabeza.
“hoy se acabo la novela”
Se subió a la silla para dejar en su lugar aquel objeto tan preciado como odiado por saber algo tan importante.
-al parecer la curiosidad fue más grande que yo- menciono al tiempo que se bajaba-todo por culpa de ese baka- sonrió de forma sincera al recordar lo que había sucedido.
Salió de aquella habitación y dirigió sus pasos a la alcoba donde seguro estaría su querido esposo durmiendo.
Tenía algo que agradecerle…
---------- Flash Back ----------
Llego a casa un poco cansado después de haber pasado horas discutiendo con su editora sobre como seria la presentación de su nuevo libro.
Dado que esta nueva obra la consideraba muy importante y quería que fuera perfecta.
Entro sin mayor complicación y no encontró a nadie en el recibidor, ni siquiera en la pequeña sala, siguió hasta la cocina y finalmente hasta la habitación que compartía con su pareja, no sin antes notar que todo lucia impecablemente limpio.
-Shuichi ¿estás aquí?- murmuro con su fría expresión notando a su pareja dormida sobre la cama y abrazando una de las almohadas.
-mnm – se removió aun entre sueños- Eiri.
-sigues tan torpe- se sentó en el borde para posar su mano en la espalda del menor y acariciarla dulcemente.
-llegaste- hablo aun adormilado pero sonriendo por ver a la persona que amaba y sentir esas caricias llenas de afecto- pensé que demorarías mas y me quede dormido-se frotaba los ojos con el dorso de su mano.
-mmm- se quito la corbata y desabrocho los primeros botones de su camisa ya que comúnmente iba a esas reuniones vestido de la manera más formal posible, se puso de pie permitiendo que el otro también se incorporara.
-¿Cómo te fue?-indago curioso.
- ¿limpiaste la casa?-pregunto sin mucho interés, desviando ciertamente el tema y saliendo de la alcoba para ir por su bebida “vital”
-bueno y-yo…-se paro para seguir a su pareja, aun con el pequeño trozo de hoja.
Camino por el pequeño corredor y noto la puerta de su estudio abierta, curioso se dirigió a este, nada más poner un pie se percato de que estaba como el resto de la casa, totalmente ordenado y con la mascota de su esposo reposando de lo lindo en su silla.
Shu siguió al rubio escritor y se dio cuenta de que la expresión del mayor se volvió un poco más seria.
-tocaste los libros que tenia aquí- mas que preguntar afirmo- ¿con que autoridad entraste en esta habitación?-cuestiono de la forma más fría posible y sin siquiera gritar, aunque el menor lo hubiera preferido a esa insensible mirada.
-q-quería ayudarte-e un poco con la c-casa y por eso-o -te dije desde que llegaste aquí que no podías entrar-estaba furioso, ese lugar lo consideraba como algo demasiado personal, muy íntimo… su mundo.
-lo siento mucho- tenía ganas de llorar pero sabía que eso empeoraría el asunto por lo cual simplemente se contenía- además tome esto y quería devolverlo pero no pude…
Extendió el trozo de hoja que desprendió anteriormente del “diario”
Se puso pálido al recordar de donde provenía dicho papel y más al imaginar que aquel pequeño lo hubiera leído…
-TU COMO TE ATREV…- fue interrumpido por la infantil voz que ya sonaba algo quebrada a causa del llanto retenido.
-no sabía dónde iba y por eso lo guarde, perdóname-prosiguió con ello para calmar aunque sea un poco a su pareja- no quería leer lo que escribiste sin tu permiso, por eso espere para entregártelo.
-¿tú no lo leíste?- pronuncio incrédulo.
-al limpiar un poco se cayo de un cuaderno-se explico- por eso lo guarde- lo coloco en una de las manos del mayor para cerrar fuertemente los ojos en espera de un fuerte reclamo.
-¿eres inhumano acaso?- se cuestiono mentalmente el escritor, no había posibilidad que no le hubiera dado curiosidad ver algo que tanto ansiaba saber.
Desde que comenzaron a vivir juntos el menor le insistía en contarse sus cosas para conocerse mejor, y vaya que era bueno para eso pues no paraba de hablar cuando empezaba, pero en su momento tuvo la oportunidad para saberlo y al parecer la rechazo.
Tomo un brazo del menor para atraerlo a su cuerpo y abrazarlo con sumo cariño… por primera vez en tanto tiempo Eiri Uesugi conocido como Yuki Eiri lloro ante otra persona que no fuera su difunta madre.
---------- End Flash Back ----------
Después de eso mando a su esposo de nuevo a su habitación pues le dijo que necesitaba un tiempo a solas.
Y así fue como leyó de nueva cuenta su historia, aquella que escribió durante años como su primera novela, su vida… su pesadilla.
Tal vez era hora de compartirla e insmiscuir al menor en su mundo pero en ese instante tenia asuntos más importantes por atender como…
Hacerle el amor a ese ángel que ya hacia bajo su cuerpo…