Había estado en la cocina preparándose algo de chocolate, sí bien no pasaba de sus cervezas aquella bebida le traía vagos recuerdos de su madre, tomo un considerable trago pues después de aquella charla con su hermano y futuro cuñado, no quería más que relajarse…
Antes de eso noto al pequeño pelirosa cansado por lo cual se fue él a la cocina premeditando que este se iría a su habitación.
Miro nuevamente el poco contenido en su taza y sorbió lo último de aquel espeso y humeante líquido.
-será mejor hablar con el mocoso de lo que paso hoy- comento dejando el recipiente aun lado y caminando hasta su habitación
Miro todo oscuro y recordaba como se sentía antes de que ese niño llegara… aun mas frió de lo que se percibía en aquel momento ¿Cómo seria cuando el pequeño se fuera de su vida?, seria tal vez como al principio, mujeres entrando y saliendo, un frió insoportable en la noche y un silencio sepulcral en la mañana.
-¿podré acostumbrarme a estar solo nuevamente?- pensó curioso- pero que tonterías pienso, antes de que ese baka llegara yo viví así muy tranquilo- se dijo así mismo- claro que puedo vivir solo de nuevo
Sin mas abrió despacio la puerta de su habitación pensando que tal vez este ya estaba dormido y su visión capto una imagen algo extraña, el pequeño estaba en la ventana con un ¿gato? prosiguió observando y noto como el pequeño animal se iba, dejando al pequeño con una cara algo triste cuestión que le desagrado.
Oyó débiles murmullos del pequeño, que se había recostado después de cerrar la ventana.
-te perdono Yuki, pero ¿podrás perdonarme tu por arruinar tu vida?... ¿me perdonaras?
Algo extraño le pasaba, sintió un escalofrió en su piel y un deseo irrefrenable por abrazar al pequeño respondiendo su duda, pero aun no se convencía de que podía querer a ese pequeño a costa de todo, él ya no podía sentir amor por nadie.
Solo se estaban ayudando mutuamente, ningún sentimiento los unía por lo cual cerró la puerta y susurro.
-no puedo, el no me pertenece y…-no termino la frase pues se dio cuenta que acababa de soltar una lagrima ante tal pensamiento, la limpio de manera discreta y se perdió por el pasillo dejando aquella frase solo a los muros- yo tampoco.
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Caminaban por las oscuras calles de Tokio y el pequeño peliverde seguía observando a su acompañante
-¿Qué ocurre tatsuha?- comento en su forma adulta el dueño del conejo rosa- estas así desde que nos fuimos de la casa de tu hermano
-nada Ryu- dijo suspirando pesadamente- solo la noticia me cayo como balde de agua fría
-¿y eso?- miro mas curioso al pelinegro- tu nunca te pones así por pequeñeces como esa- hizo un paréntesis y miro mas la expresión de lejanía del mayor- pensé que te daría gusto por tu hermano
-…- seguía pensando en lo que había ocurrido que ni atención puso en lo último que dijo el pequeño
Miro como este no le contesto y por obvias razones supuso que no le había prestado atención, por lo cual de un arrebato se puso delante de él obstruyendo su paso- sabes que- dijo furico- me harta esta situación, me preocupo para que me ignores y ya me canse de seguir esto, me voy solo- dio la vuelta y camino a prisa
El pelinegro por su parte apenas capto esas palabras se dio cuenta de que su niño se iba pero no hizo nada por detenerlo, sabia que eso terminaría mal y no quería mentirle mas al chico pues realmente estaban pasando muchas cosas por su mente… ¿debía decirle la verdad a Ryu? ¿Debía callar? ¿Aceptaría perder al hijo que esperaba Shu de él? Y la mejor de todas ¿aceptaría que su hermano se hiciera llamar el padre de su hijo?
-no pude ser mas idiota- comento al viento miro nuevamente el camino por el que se había ido su prometido y fue en su busca aun sin saber que era lo mejor que podía hacer
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El día hacia unas horas había hecho acto de presencia y en el dormitorio del escritor más famoso de Japón un pequeño realizaba una cómplice llamada
-si, perdón por no llamarte- comentaba algo nervioso el pequeño- es que pasaron cosas y pues lo olvide
-¿como pudiste olvidarte de mi?- comentaba un exasperado pelirrojo al otro lado de la línea- ¿Qué no somos amigos? Me tuviste muy preocupado Shu
-lo se y lo lamento mucho Hiro- suspiro profundamente, sabia cuanto lo apreciaban sus amigos- pero no te preocupes estoy muy bien
-¿seguro? ¿Dónde estas? ¿Has comido? ¿Dormiste bien?-decía en un tono muy preocupado
-claro que si mama- dijo divertido el menor
-déjate de bromas y dime donde estas
-bueno es que es muy largo de contar- dijo resignado, no sabia como tomaría toda la situación su amigo-mmm ¿te parece si te llamo luego y te digo cuando y donde nos vemos?
-ok estaré pendiente, cuídate mucho por favor
-de acuerdo, saludos a K- comento antes de colgar
-¿saludando a los amigos?- dijo el rubio posado en el marco de la puerta
-waaa…-se asusto al oír la voz del rubio-eh… ah… yo…- no sabia que decir al ser descubierto pero con el escándalo de Hiro obvio se dio cuenta- lo siento debí pedirle permiso joven Eiri, en verdad perdone- murmuro bajando la mirada a las sabanas las cuales estrujaban sus manos aun con algo de fuerza y una débil sonrojo en las mejillas
Se peino un poco su desordenado cabello con los dedos para disimular pues mirar a ese tierno niño en su cama, con aquella expresión de vergüenza como si hubiera hecho una travesura de alguna manera lo provocaba a besarlo y abrazarlo con total delicadeza o quizás algunas cosas mas; aun si sus deseos eran grandes no lo hizo.
-no te disculpes- comento acercándose a su cama- puedes hacer lo que quieras, recuerda esta casa es como tuya ahora- miro al pequeño pues ya estaban muy cerca y le tomo el mentón levantando sus rostro y mirando esos ojos hermosos e inocentes- como también mía y todo lo que hay dentro- hizo una pausa, acaricio la cara del pequeño con su mano libre- incluyéndote a ti
Se ruborizo al escuchar aquellas dulces palabras y apreciar esa dorada mirada puesta en la suya, sintiendo un mar de nervios pues eso solo hacia que su cariño a ese hombre aumentara
-en…ese…caso- decía tímidamente- tu también eres mío- comento mientras se sonrojaba mas
Eiri miro aquella inocente respuesta como algo de alivio a su corazón- solo tuyo- le susurro antes de besar al pequeño dulcemente y sintiendo una extraña sensación ante aquella palabra “tuyo”.
Este por su parte solo se dejo llevar ante aquella dulce caricia en sus labios y respondió aunque algo torpe con ese nuevo sentimiento que nació en él “Amor”
Eiri sintió la diferencia en ese beso, algo en ese chiquillo cambio y lo hacia mas irresistible, mas tentador, mas… mas deseable, perdiendo el escaso control que tenia empujo al chico para que se recostara nuevamente y comenzó por besar su cuello donde shu solo dejo escapar un tenue suspiro que insito al mayor a continuar.
Las manos del niño rodearon el cuello del mayor quien ascendió nuevamente para besar con cariño el pequeño donde este solo correspondió enredando sus dedos en el cabello dorado del escritor, desbordando miles de sensaciones nuevas.
En aquel beso un destello paso por su mente recordando la situación en que ambos estaban, sin mas se separo del pequeño dejándolo acostado y confundido por el repentino cambio que tuvo.
-lo lamento me deje llevar- comento acomodándose sus ropas y sus pensamientos aun presentes “el no me pertenece”
-descuide lo entiendo- pronuncio con su rostro cubierto por su cabello y una débil voz que denotaba tristeza “no soy digno de su amor” “menos con el bebe que espero y que no es de él” esto ultimo saco una lagrima de sus hermosos ojos violetas
-no era mi intención ofenderte- el escritor noto aquella lagrima y pensó que se debía a lo ocurrido momentos antes- no volveré a tocarte, olvide por un momento nuestro acuerdo.
“ACUERDO” esa palabra como le dolía
-sabe que- se limpio la cristalina gota que broto de sus ojos y miro directamente al mayor- me harta esa palabra- se notaba su enojo pero mas su soledad - no vuelva a decirlo… no sabe como duele no saberse querido en este mundo- se levanto bruscamente mirando directo al sorprendido Eiri que ocultaba su expresión tras aquel muro de frialdad que construyo años atrás- no sabe como me duele ser dejado por todos y mas, estar con alguien por un compromiso
-yo no quise- trato de comentar el rubio mas el otro se lo impidió
-usted no quiere nada- dejo caer mas lagrimas- al menos no de mi- se limpio nuevamente sus rostro húmedo por el llanto- pero yo si
Esto solo desubico mas al mayor, no sabia que le daba entender el pequeño y menos por que reaccionaba tan efusivamente y con enojo (yo lo mato por insensible ¬_¬)
-yo quiero, yo quiero- no sabia sin continuar aquello- que me quieras por algo mas que una simple promesa o un acuerdo- concluyo- por algo mas que una obligación, quiero que me quieras por ser Shuichi Shindou- bajo temeroso la mirada y esperando una reacción por parte de su interlocutor
Era una sorpresa aquello pues no pensaba que el pequeño se sintiera así, pero tenia razones, todos lo veían despectivamente y con odio aunque él no había hecho nada (saben a quienes me refiero -.-), se sintió feliz de saberse querido por un niño pero no estaba bien.
-sabes mocoso- dijo acercándose al mencionado- no puedo quererte por ser Shuichi Shindou- comento notando como este levantaba su rostro algo dolido por lo que dijo- por que dentro de tres días…- se detuvo y rodeo con sus brazos la cintura del menor- te voy a querer como Shuichi de Uesugi- en ese momento beso a un sorprendido Shu el cual lloro nuevamente pero feliz de que al menos si eso era un sueño se sabia querido.
-no llores mas, estaré contigo como algo mas que solo un compromiso- aun no podía llamar aquello amor pero realmente quería mucho al pequeño en sus brazos- algún día- dijo mirando al pequeño que escucho aquello y solo sonrió- será mejor que nos cambiemos recuerda hay mucho que comprar
Ambos se separaron con una sonrisa que por ende mostraba más el menor…
Tomaron un ligero desayuno, bueno uno no tan ligero para el pelirosa dadas sus condiciones pero si con mucho entusiasmo.
Se levantaron y después de lavar los trastos estaban listos para salir
-que emoción no había salido desde hacia tiempo y fue con Hiro ese día me compro un helado, pero como era el mió mas rico que el suyo me lo quiso quitar y yo no me deje para después…- comentaba el menor
-por que no guardas silencio y nos vamos- comento en tono divertido el rubio- veo que ya se te pasaron los nervios
Volvió a ponerse colorado y sus manos empezaron a jugar entre sí- eh… si, ya estoy mejor- nuevamente el nerviosismo hacia acto de presencia.
Cerro la puerta de su apartamento beso rápidamente los labios del menor, lo apego a su cuerpo y le susurro- parece que me equivoque- se separo tomando la mano del pequeño y partieron al ascensor, si bien Yuki jamás había tratado a una persona tan amablemente como al pequeño, pensaba que siempre había una primera vez.
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-Esto si que es insólito- comentaba un rubio de ojos verdes que observo como la pareja salía del apartamento para después perderse en los ascensores- no puede ser, ¿en verdad son pareja?- dudaba aun- si ese hijo resulta ser realmente de Eiri todo se ira a la basura…
Un hombre que lo acompañaba se acerco hasta él
- dicen que se fueron en el coche del escritor Eiri, señor
-entiendo, será mejor seguirlos pues va a ser divertido si por accidente el niño pierde a ese bebe que espera- comento con una amable y cruel sonrisa
-pero señor ¿ese niño esta embarazado?- comento algo incrédulo por que ese joven que vio parecía un niño aun- no me diga que el joven Eiri ahora busca tan jóvenes…
-al parecer si pero no importa, yo los ayudare a no tener tan grande responsabilidad –se fue rumbo a la salida no tenia caso seguir ahí cuando no estaba ninguno de los dos para hacerles esa “visita” que tenia planeada- seguirlos y ver como va todo, por ahora será imposible hacer algo estando ambos juntos pero si se presenta oportunidad actúen
-como ordene
Ambos hombres se perdieron, tomando rumbos diferentes pero con la misma idea en mente “desaparecer al bebe”
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Al fin habían decidido a que centro comercial ir pues el cohibido Shu no quería que Eiri gastara mucho en él
-bien ahora veamos que hace falta- dijo el rubio caminando a paso decidido mientras el menor andaba tras de él observando curioso aquel gran lugar- ¿por donde quieres empezar?- dijo mirando sobre su hombro provocando un choque ente el niño y él, al no percatarse de que este andaba curioseando en lugar de ver por donde caminaba
-lo siento jejeje estaba viendo- comento con una sonrisa- mmm no se, decida usted ya que es el que me trajo y yo no puedo ser descortés obligándolo a ir donde yo quiero
-vaya que te educaron muy estrictamente al parecer- comento inclinándose para ver mejor al menor- primero me dejas de hablar de usted y luego decidimos donde ir ¿te parece?
Lo pensó unos momentos pues le costaba en ocasiones hablar informal con quienes no eran sus amigos- pero usted es mayor y yo le debo respeto
-¿me llamas anciano?- comento con una venita saliendo de su frente y tratando de tranquilizarse prosiguió- además solo se le habla así a los desconocidos y por si no te das cuenta- se acerco peligrosamente al menor- ya no somos tan desconocidos
-tal vez… tienes razón- lo miro y fue él quien decidió tomar los labios del escritor en un dulce beso que no duro mucho- comencemos Eiri
Ambos se incorporaron y esta vez tomados de la mano siguieron viendo las tiendas hasta que una les llamo la atención y decidieron entrar
-tal vez debería buscar trabajo- comento el pequeño
-…- solo escuchaba mas no entendía a que venia esa idea ahora -no es justo que solo tu pagues las cosas, hay que ser equitativos- hizo una pausa y miro a Eiri- además debo comprarme una cama, no es justo que tu andes en el sofá
El mayor abrazo al pequeño- si ese es el problema no te preocupes desde hoy dormiremos juntos
Sintió derretirse ante tal idea pero tampoco era que le desagradara.
Al notar el inmustismo del pequeño lo soltó…… para continuar con sus cosas y es que olvido que andaban en publico y una chica los miraba algo emocionada… le hartaba ser el centro de atracción.
Compraron víveres, algunas cosas de limpieza y por insistencia del rubio también compraron ropa para Shu…incluso la de la boda (les diré como es, el día que pase XD)
Pasaron para ver una tienda donde había invitaciones para la boda, Eiri entro como si nada pero Shu estaba hecho un mar de nervios.
-se les ofrece algo jóvenes- comento un señor algo grande- ¿quieren las invitaciones para su boda?
-si-comento secamente Eiri- podría mostrarnos algunas que contengan rosas
-¿rosas?-dijo curioso el señor
-así es- tomo de la cintura a Shu- quiero que sean tan bonitas como mi prometido- el mencionado se ruborizo
-con gusto señor- dijo sonriéndoles tiernamente pues se veían una hermosa pareja (no pregunten aquí es común que se casen tanto hombres como mujeres -.- por eso tampoco Mika y Tohma se sorprendieron de que Shu fuera hombre y embarazado n_n)
-deja de cohibirte- le susurro- deberías colaborar mas en los preparativos
-lo siento es que ando nervioso- miro dulcemente al mayor
-aquí les traigo algunas aunque a mi parecer ninguna es tan bonita como el joven- nuevamente Shu se puso tenso pero la mano de Eiri aun aferrada a su cintura le hizo relajarse un poco- me gustan esas pero ¿no tiene en otro color?
-¿Cómo cual le gustaría joven?- dijo amablemente el señor
-lila- puso una gran sonrisa
-por supuesto deje se las muestro- y volvió a meterse en el almacén que tenia ahí
-son bonitas y tienen muchas rosas- comento viendo las que ahí tenia en un color azul cielo
-muy bonitas-comento el rubio viendo aquella sencilla flor que tenia sus razones para ser apreciada por él.
-aquí están joven-murmuro ya de regreso el anciano
-usted si es rápido- sonrió Shu observando las invitaciones y le parecieron mas hermosas en ese color- son muy hermosas
-perfecto es lo único que deseaba saber- al fin hablo él de ojos dorados- entonces que sean esas
-pero Eiri yo…
-nada de pero, esas son las que elegiste- dictamino pues de antemano sabia que tipo de protesta le daría su prometido
-bueno- capto la atención de ambos el dueño de la tienda- ¿cuantas van a querer?
Eiri lo medito y realmente no sabía pues debía hacer pública su boda, no tanto por la fama sino por que luego hacían escándalos a sus espaldas, tendría que invitar a los de su editorial más por compromiso que por otra cosa, para colmo los de su familia y algunos dizques amigos de la familia
-déme 500- dijo serio pensando que eran demasiadas pero que no podía hacer otra cosa dado que su prestigiosa familia poseía muchos lambiscones, no le importaban ellos pero sabia que no debía dejar caer el honor de su apellido- ¿tu no invitaras a nadie?- inquirió mirando al menor
-¿puedo?- dijo inocentemente causando una leve risa en el señor
-es nuestra boda y puedes invitar a quien quieras- comento el rubio
-pero yo no necesito tantas-dijo mientras miraba al señor- solo dos- comento sonriente
-no se preocupen enseguida se las traigo
-vaya que deben trabajar mucho para hacerlas- comentaba el pelirosa delineando el realce que tenia el papel
-seguro las hacen con tiempo de anticipación, eso es eficiencia- decía el rubio encendiendo un cigarro- te espero afuera- comento a lo que shu asintió
Miraba más curioso todo lo que ahí había, se sentía muy feliz pues realmente nunca había ido a una fiesta, solo a la que fue con Hiro pero no le traía gratos recuerdos.
Una anciana voz lo saco de sus pensamientos…
-vaya que es hombre es apuesto- deposito las invitaciones en una cajita y se la entrego al pelirrosa- usted es afortunado y muy joven para casarse, si me permite decírselo
-si, lo se- respondió el pequeño tomando la caja- pero no importa es la mejor decisión que he tomado- sonrió
-debe amar mucho a su prometido- acoto el señor
-eh… yo si y mucho- dijo el menor- pero seguro no sabe él cuanto- miro a Eiri fumar tranquilamente mientras la gente iba de un lado a otro
-estoy seguro de que lo sabe
Esto disloco al pequeño pues el sabia que Yuki lo quería pero pues realmente solo llegaba hasta ahí, nada de amor, eso era algo todavía mas grande e inalcanzable a su parecer
-muchas gracias- dijo una vez le hubo pagado con el dinero que el escritor le dio
-ya podemos irnos- comento un cansado rubio cuando salio el menor pues habían pasado horas desde que arribaron al centro comercial
-claro, tenemos la mayoría de las cosas- comento feliz
-vamonos entonces
Caminaron por el lugar pasando diferentes tiendas y luego el menor se detuvo en una…
-mira Eiri gatitos- comento viendo a través del cristal de una veterinaria- no son lindos
-para serte sincero no- dijo fríamente- se hace tarde mejor nos damos prisa- ahí se dio cuenta de que el pequeño amaba esos animales que a él no le disgustaban pero que tampoco eran de su adoración
-eres un malo- dijo con un puchero- no puedes decirles feos a unos hermosos gatos como esos
-como vez pude hacerlo- dijo sarcástico
-malo- volvió a cruzarse de brazos y seguir el escritor
Hicieron una segunda parada pues con una excusa de querer un helado el escritor se aparto del menor para ir a comprar algo que era muy importante, al terminar sus compras regreso con una sonrisa traviesa y de satisfacción
-¿te sientes bien?- cuestión el menor- nunca sonríes así
-no es nada baka- comento tomando unas cuantas bolsas con las cosas para la casa y que le dejo a Shu mientras hacia sus compras
- vamonos ya
Sin más que replicar decidieron salir del lugar
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-ese era un buen momento ¿Por qué no lo atacaron?- comento un hombre que seguía los movimientos de la pareja
-en medio de tanta gente seria un suicidio hacerlo- respondió otro
-tenemos tiempo pero no el suficiente como para andar con juegos- decía- hay que darnos prisa con esto
-lo sabemos, seguro van a la casa del escritor hay que seguirlos, hoy no podremos hacer nada
-bien entonces andando
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Arribaron a su destino bajando bolsas con miles de cosas… muchas para la boda y otras tantas para surtir la despensa, el menor se adelanto con unas cuantas bolsas mientras el rubio cerraba el auto y en eso algo llamo su atención
El pequeño gato que la noche anterior había estado con Shu bajaba por la ventana de su cuarto, tal pareciera que había ido a buscar al pelirosa y al no encontrarlo se marchaba
-tanto quieren lo animales a este mocoso- pensó, luego aprecio como el minino se escondía en una pequeña caja de cartón junto a los botes de basura- tampoco tiene hogar ¿eh?
Subió las escaleras para dejar las cosas luego con el pretexto de estacionar el carro en la cochera bajo y fue en busca de aquel animalito negro, lo encontró temblando de frío y hecho una bola- vamos lo haces por una buena causa- se dijo así mismo tomando la bola de pelos y metiéndolo en el auto- mas te vale no tener pulgas- le comento al gato y este empezó a ronronear mientras se pasaba por sus piernas- no fue nada
Después de meter el coche decidió encerrar al gato en el estacionamiento pues era el único lugar donde no entraba el menor.
Volvió a subir esta vez con algo de cansancio -al fin- dijo el rubio tirándose en su cómodo sofá- pensé que nunca terminaríamos
-te notas muy cansado Eiri- comento el pequeño saliendo de la cocina- toma espero te agrade no sabia como te gustaba y solo intuí- comenta el chico dándole una taza de café
-no tenias que hacerlo- comento tomando lo que el menor le ofrecía, dio un sorbo y comprobó que no estaba nada mal- te quedo muy bien
-gracias- dijo sonrojado- en casa mama me enseñaba a cocinar y papa siempre pedía un café después del trabajo
-comprendo- dejo la taza aun lado y tiro del brazo del pequeño que estaba al pie del sofá- pero ahora serán estas atenciones solo conmigo- beso los dulces labios del pequeño que respondieron instintivamente el contacto de los ajenos “este niño me hace perder uso de razón, deseo tenerlo, deseo que sea solo mío” pensaba el mayor que se coloco sobre este- creo que mejor me voy a dormir- comento teniendo un poco de autocontrol
-si, yo también- se paro y se fue a la habitación del mayor perdiéndose por el pasillo que daba a la recamara
-¿Por qué ahora tengo que actuar así? ¿Qué es lo que quiero?- pensaba el rubio aun sentado en el sofá, después de unos segundos en su rostro una maquiavélica sonrisa se dibujo- será muy entretenido- se paro y siguió aquel recorrido que el menor hizo
Entrando lo ubico en la ventana como buscando- ¿se te perdió algo?- dijo divertido cuando el menor volteo asustado
-no te oí llegar- comento separándose de la ventana y sentándose en la cama- ¿quieres algo?- comento nuevamente ya tranquilo
-no- fue la escueta respuesta que recibió para ver como este se iba quitando su camisa
-¿Qué…ee… hacess?-dijo el menor algo ruborizado
- te lo dije voy a dormir- comento muy absorto a las palabras del menor pues después se estaba quitando el cinturón de su pantalón- y no pienso quedarme con la ropa que use hoy para salir
-pero yo…- no sabia que decir, el escritor tenia el derecho a dormir ahí pero- me dormiré hoy en el sillón- comento pasando aun lado del escritor el cual de un ágil movimiento lo tomo de su muñeca halándolo hacia su pecho.
-¿Por qué? ¿Acaso no te gusta mi compañía?- susurro sensual- si es así mejor me voy yo
-eh… por supuesto que no, es solo que…-no sabia como actuar estaba por demás nervioso pero las ultimas palabras que le dijo lo dejaron en shock por no saber que significaban exactamente
-duerme conmigo….