NO SIN TI
CAPITULO 1: PRIMEROS ROCES
Harry avanzó a prisa por uno de los ya oscuros pasillos, quedaba realmente poco tiempo para el toque de queda, y por eso no se cruzó con nadie por el camino, giró y pudo ver un aula que, él sabía, estaba en desuso, entró y sin observar alrededor la selló con magia, se apoyo en la puerta y se dejó caer hasta el piso, abrazó sus rodillas y tomó varias bocanadas de aire, escuchando atento por si escuchaba los pasos de su perseguidora a través del pasillo.
Solo silencio, no se escuchaba ningún ruido, dio un suspiro de alivio, al parecer si la había perdido, ojala la chica no lo estuviera esperando en la puerta de Gryffindor. Cho lo había acorralado en uno de los pasillos y se había lanzado sobre él, diciéndole lo mucho que le gustaba y lo quería, lo cual le resultó por demás incomodo, además que le daba la sensación de que estaba haciendo algo incorrecto, él sabía que no le gustaba Cho, o ninguna otra chica mas, estaba casi seguro que le gustaban los chicos, es mas, había empezado a notar algunas cosas en algunos sitios en los que estaba seguro un amigo no miraría, pero aun seguía siendo un casi por que aun no había probado nada con ninguno como para estar al 100 seguro, pero bueno, al menos estaba seguro que las mujeres no iban con él, Cho se había encargado de confirmárselo.
El ruido de una puerta abriéndose lo hizo sobresaltar, delante suyo, cruzando todo el salón de clases hasta el otro extremo Draco había entrado, casi de la misma manera que lo había hecho él minutos antes y ahora sellaba la puerta auxiliar que Harry no había siquiera notado.
Draco se giró para estudiar su refugio cuando su gris mirada dio con Harry parado al otro extremo del aula, con la varita en alto y mirándolo sorprendido.
—Potter…— dijo arrastrando las palabras.
—Malfoy…— respondió Harry avanzando un par de pasos, sin soltar la varita — ¿Que haces aquí?—
Draco le dedicó una sonrisa burlona —En serio, Potter, ¿preguntas por que crees que te contestaré?—
Harry frunció el ceño, maldiciéndose internamente, era obvio que no contestaría, ni siquiera debía haber preguntado, buscó alrededor con la mirada y se acercó a una de las viejas carpetas llenas de polvo, usó su varita para limpiarla con un hechizo y se dejó caer en ella, sintiéndose cada vez mas incomodo por la mirada que le daba Draco, aunque trató de no darlo a entender.
—¿Es que no te iras?— le preguntó Draco, mirándolo con gesto de fastidio y cruzándose de brazos.
—Yo llegué primero, así que supongo que el que se va eres tu— dijo Harry cruzándose de brazos de brazos también, en actitud de terquedad..
—No quiero irme— respondió Draco fríamente, era genial, ahora el imbécil de Potter no se quería ir, y él tampoco podía salir, no tenía deseos de discutir con Pansy en ese momento, además, no le daría el gusto, ¡claro que no!
—Tampoco yo— dijo Harry
Durante varios minutos nadie dijo nada, Harry observó como Draco lo imitaba y se sentaba en una de las sillas frente a él, se cruzaba de brazos y se le quedaba mirando fijamente —Ya en serio, Malfoy, no deberías estar aquí, es toque de queda, deberías estar en tu sala común—
—Yo soy prefecto, puedo estar fuera del toque de queda, no puedo decir lo mismo de ti— le dijo Draco molesto mientras enseñaba su insignia, la cual estaba enganchada al lado izquierdo de su túnica, la que estaba sobre una silla descuidadamente.
—Mira…— empezó a decir Harry pero el ruido de alguien golpeando una de las puertas los hizo sobresaltarse, ambos se pusieron en pie, una voz chillona llamó:
—Draco, se que estas allí, abre la maldita puerta, me debes una gran explicación— dijo la voz de una chica.
—Mierda— murmuró Draco a la vez que se giraba a Harry y se llevaba los dedos a la boca, indicándole silencio.
Harry lo miró sorprendido y no pudo evitar que una sonrisa se dibujara en su rostro, ¡Malfoy también huía de una chica!
Draco le devolvió una mirada asesina, era el colmo, lo último que le faltaba para completar su terrible y horrible día, que Potter se burlará de él.
—Draco… abre esa puerta, estas completamente equivocado si crees que voy a caer en una mentira tan estúpida como esa—
Harry levantó una ceja interrogante hacia Malfoy, ¿que clase de mentira tan estúpida podía haber dicho como para tener a Pansy “Oh soy la delicadeza en persona” tan cabreada?
Draco bufó y dio un par de pasos alejándose inconcientemente de la puerta por la que Pansy gritaba.
—Esa es la excusa más antigua del mundo y no caeré en ella—
Harry miró alternativamente hacia la puerta de donde provenían los gritos y luego a Draco que lucía cada vez más gris y por la mirada que tenía, cada vez más furioso. Harry pensó que lo mas recomendable en ese caso sería ir a encarar a la chica y explicarle de que iba la situación, aunque claro, él no tenía la menor idea de lo que estaba pasando y no había que olvidar el hecho de que él también estaba escapando de una chica, se recordó mentalmente.
—Si crees que te librarás de mi, para meterte con una cualquiera estás muy equivocado…— se escuchó el ruido de una patada contra la puerta y luego un chillido de fastidio, seguro que Pansy se había lastimado el pie al patear con fuerza la puerta —Eres un grandísimo idiota, prepotente y egocéntrico….—
Draco dio una mirada mas hacia la puerta y luego hacia Harry, calibrando sus opciones, Pansy estaba cabreada, cabreada era poco, él la conocía desde hace muchos años y sabía como funcionaba su mente, salir ahora representaba unas cuantas horas de gritos histéricos, lágrimas e incluso una que otra maldición, dejarla gritar significaría dejarla desfogar toda su ira por un rato mas, luego se cansaría y se iría a la cama, y mañana sería todo mas fácil, siempre era así, pero el fallo estaba en el idiota de Potter que estaba allí, de pie, delante de él mordiéndose los labios para no reír, escuchando todo lo que la chica decía, y era obvio que luego lo utilizaría de alguna manera para molestarlo, y no podía siquiera reclamarle nada por que hacer ruido implicaría delatar su ubicación a Pansy, pero que mierda de día que estaba teniendo realmente, pensó una vez mas antes de detener sus pasos y mirar hacia Potter una vez mas, con una mirada fría y cruel, que, según Draco quería transmitir algo así como di algo y morirás.
Por varios minutos mas la chica estuvo gritando el nombre de Draco, e insultándolo, Harry no había escuchado tantos insultos juntos en tan poco tiempo, y eso que tenía experiencia con eso de andar insultándose, si no que se lo pregunten al rubio que tenía delante, puso un poco mas de atención en Draco, su mirada estaba furiosa, y su rostro había dejado el gris inicial para sonrojarse cada vez mas, conforme los insultos de Pansy iban subiendo de tono, pero Harry, que ya le conocía cada uno de esos gestos, sabía que no era de vergüenza por lo que la chica decía, era de ira, ira pura, pobre de Pansy, si seguía molestando de esa manera seguro que entera no acababa la noche, sin embargo a Harry no podía dejar de asombrarle que Draco ni se moviera, ni tratara de detenerla.
—¿Que las chicas no te gustan?— gritó ella mientras golpeaba con ambas manos la puerta —Me lo dirás después de todas las veces que te pesqué con otras, no creas que he olvidado a esa Italiana de tres por cuatro con la que te enredaste antes de empezar el curso—
Draco sentía como sus brazos temblaban por el deseo de ir a mandar callar a la chica, lo último que necesitaba era que Potter se enterara de sus cosas privadas, y allí estaba la idiota de Pansy, su prometida dicho sea de paso, gritando como loca, se maldijo una vez mas por pensar que tal vez Pansy tendría la madurez necesaria para entender su rompimiento. Además estaba el tema de Potter, ¿habría forma de evitar que anduviera molestando por allí durante lo que quedaba del año con el temita este? Lo miró de reojo un par de veces mas, sus ojos verdes miraban cada vez mas abiertos y sorprendidos hacia la puerta, Draco estaba casi, casi seguro que aquella expresión no era de burla.
Para Harry los gritos de la chica llegaron a un punto de intolerancia tal que le daba miradas a Draco que querían decir: “o la matas tú, o la mato yo”. Seguía preguntándose la razón por la cual Malfoy no la callaba, es decir todos conocían el carácter que Malfoy se manejaba, pero el rubio le había dicho que no hiciera bulla, la chica no sabía si alguien realmente estaría en el aula, tal vez pronto se cansa y se va a gritarle a otra puerta, pero los gritos… ¿Merlín de donde saca tanta energía para gritar así? De pronto a Harry se le ocurrió una idea, es más se sintió medio estúpido por no haberla pensando antes, levantó la varita, pero Draco saltó sobre él, tan rápido que no le dio tiempo a reaccionar, haciéndolo caer hacia atrás.
Draco no sabía que se suponía que pensaba hacer Harry, pero la desconfianza que se tenían el uno en el otro lo hizo saltar, todo su cuerpo quedó encima del de Harry, el cual había levantado los brazos para alejarlo de la varita, y allí estaba él, sobre Harry con los brazos extendidos sobre la cabeza, tratando de quitarle la varita.
Harry primero se vio asombrado y algo molesto por el ataque que acababa de sufrir, pero segundos después fue conciente de aquel cuerpo, moviéndose encima suyo de una manera tal que empezaba a hacerlo sentir ciertos calambres debajo de su abdomen, que estaba seguro, no eran buenos en un momento como ese, no pudo evitar el sonrojo que adorno sus mejillas y a duras penas pudo murmurar —Malfoy… quítate—
—No— respondió en un susurro Draco —¿Que pretendes…?—
Harry sentía el aliento de Draco muy cerca de su rostro, y encontró aquello demasiado perturbador, las señales de alarma empezaron a sonar en su cabeza, tomó aire antes de susurrar —Insonoro… hay un hechizo… para insonorizar la habitación… —
—Oh…— respondió Draco, sintiéndose medio estúpido por haber saltado sobre Harry y tenerlo sujeto bajo su propio peso, aunque claro, conociendo el historial de ambos nadie lo podía juzgar por saltar sobre el moreno. Lentamente soltó las manos del moreno y las puso sobre el piso para incorporarse, pero el polvo del piso hizo que resbalara y volvió a caer sobre Harry, el cual emitió un pequeño gemido de dolor, solo en ese momento, cuando Draco agachó el rostro para ver a Harry fue conciente de que todo su cuerpo estaba en contacto sobre el moreno, el cual estaba sonrojado.
—Me aplastas— le murmuró Harry cerca del oído, y Draco sintió un escalofrío recorriéndole toda la espalda, aquello no podía ser una buena señal, se dijo, levantó un poco su cabeza hasta quedar frente a Harry, a escasos centímetros de él, pero no se movió, las manos de Harry se agarraron de sus hombros, no sabía si para empujarlo o para sostenerlo.
Harry sentía aquella cercanía de manera diferente a la que había sentido poco antes con Cho, o las que había sentido peleado con alguien antes, era totalmente diferente y extraño, se descubrió a si mismo mirando los labios rosados del rubio, de pronto le parecieron mucho mas apetecibles, se preguntó a que sabrían, y si Draco sentía lo mismo, puesto que tampoco se había movido un solo milímetro. Inconcientemente pasó su lengua sobre sus labios, como saboreándolos, mientras no perdía de vista los ojos grises de Draco.
Draco estaba ya dispuesto a ponerse de pie, aquello no podía ser bueno, para nada bueno, pero en cuanto Harry pasó la lengua sobre esos labios sonrojados, de aquella manera que le pareció tan sexy, tan invitadora, no pudo resistirse y cuando se dio cuenta sus labios estaban ya sobre los del moreno, fue solo un roce, un reconocimiento, sintió la mano de Harry sobre su nuca, jalándolo, invitándolo a mas, y no se hizo de rogar, sus labios se posaron mas firmemente sobre los del moreno y lo empezó a besar, mordió con algo de fuerza el labio inferior, degustando aquel nuevo sabor, que se le hacia agradable, Harry emitió un pequeño gemido y Draco introdujo su lengua dentro de la boca explorando, pronto la lengua de Harry se unió a la suya y una lucha entre ambas se desató, cada una tratando de mantener el control sobre la otra.
Harry descubrió el sabor de los besos de Draco como algo fascinante, algo que podría saborear por siempre, podría hasta ponerlo en el TOP de la lista de sus favores favoritos, pronto su mano libre soltó la varita y empezó a acariciar la espalda del rubio mientras sus lenguas batallaban, entonces Draco empujó sus caderas un poco mas contra las del moreno y Harry gimió mas fuerte ante el contacto, tirando la cabeza hacia atrás, la voz de la chica fuera de la habitación los hizo girar hacia la puerta se miraron un par de segundos y Harry abandonó la caricia de la espalda para buscar a tientas la varita, apuntó hacia la nada —Silencius— murmuró suavemente.
— ¿Ya no nos escucha?— preguntó Draco acercándose nuevamente sobre los labios de Harry. Su tono de voz, al parecer de Harry había cambiado, ahora no arrastraba las palabras ni lo hacía de manera petulante, seguía siendo su voz, pero se escuchaba mejor.
—No, ya no— dijo Harry antes de volver a besar a Draco, mientras sus manos retomaban la labor de acariciar la espalda del rubio.
Draco decidió que lo mejor era no pensar acerca de lo que estaba sucediendo —ya lo pensaré mas tarde, tal vez mañana— se dijo mientras sentía las manos de Harry recorriéndole la espalda y su lengua se enredaba con la del moreno.
Harry separó mas las piernas y Draco se acomodó entre ellas, cuando ambas pelvis rozaron un nuevo gemido abandonó la boca de ambos.
Draco empezó entonces un suave vaivén con sus caderas, mientras sus labios abandonaban la boca de Harry y viajaban hasta su cuello.
—¡Oh Merlín!— gimió Harry, avergonzándose al segundo después de que las palabras escaparan de sus labios, ¿desde cuando Draco era tan jodidamente sexy y caliente como para ponerlo así?
Draco sonrió por las sensaciones que estaba causando y volvió al mismo punto que había provocado aquel gemido, mordió un poco mas fuerte mientras sus caderas se seguían empujando contra las de Harry.
—Mmm…— gimió Harry mordiéndose los labios para evitar que alguna palabra mas saliera de sus labios, una de sus manos había descendido por la espalda y con cierta timidez acaricio suavemente una de las nalgas, Draco dio un respingo acompañado de un extraño ruido que a Harry le pareció bastante excitante, animado por ello presionó mas fuerte
—Joder, Potter…— gimió Draco dejando de morder —no… no hagas eso…—
— ¿Esto?— murmuró entrecortadamente Harry presionando con mas fuerza su mano contra la nalga de Draco.
—Oh…— gimió Draco mas fuerte —Eso me pone… - dijo entrecortadamente, se separó un poco del cuerpo de Harry, el cual lo miró unos segundos confuso antes de ver las pálidas manos del rubio desabotonándole la camisa, no perdió mucho mas tiempo observando y empezó a imitar a Draco.
Draco miró con cierta curiosidad el pecho desnudo de Harry, su cuerpo era delgado, pero tenía los músculos marcados, suavemente empezó a acariciarle el pecho.
El tacto de aquellos dedos sobre su pecho, pellizcando sus tetillas fue suficiente para que Harry se arqueara, juntando inconcientemente mas su ya muy despierta erección contra la pierna del rubio.
Draco sonrió complacido, de pronto el arrancar gemidos de Harry le resultaba algo muy excitante y fascinante, sus labios pronto empezaron a besar y morder el pecho del moreno, haciendo un lento camino hacia abajo.
Harry, debajo de Draco gemía y se retorcía de placer, aquello le estaba gustando, y bastante, sus manos continuaron acariciando la piel, debajo de la camisa, se sentía tibia, bastante suave, sus manos llegaron a los hombros y tiró la camisa hacia abajo.
Draco sintió aquellas manos temblorosas sobre el, acariciándole la espalda, y le encantaba, realmente le encantaba… —espera— le dijo una voz en su cabeza, —eso no está bien, es decir, es Potter— pero el deseo y la excitación que sentía en ese momento era mayor a su propia razón —Ya pensaré luego en eso— se dijo refundiendo aquellos remordimientos en algún lugar lejano de él, como hacía cada vez que se veía en una situación difícil, las manos de Harry tratando de sacarle la camisa lo hicieron detenerse, se separó un poco del cuerpo del moreno, y sin dejar de mirarlo a los ojos se terminó de sacar la camisa. Luego se acercó nuevamente hasta los labios de Harry e hizo ademán de besarlo, pero no lo hizo, cuando Harry levantó un poco mas el rostro para alcanzarlo le murmuró: —La camisa, Potter, sácatela…—
Harry sintió el aliento del rubio acariciándole los labios, y su piel se erizó por completo, no necesitó que Draco se lo repitiera, se levantó solo un poco y terminó de sacarse la camisa, y la tiró a un lado, Draco le sonrió, y le sacó las gafas también, dejándolas a un lado, sobre el piso y lo empujó hacia el piso nuevamente, Harry sintió el frío piso en su espalda, los labios de Draco sobre su cuello le hacían estremecerse, pero el frío del piso realmente estaba fastidiándolo, y así se lo hizo saber al rubio —Esta frío…— le murmuró
Draco detuvo sus besos y lo miró interrogante
—El… el piso está frío— le repitió Harry entrecortadamente, sintiéndose ligeramente ridículo por la queja.
—Oh, — murmuró Draco, mirando alrededor, jaló su propia túnica, que aun estaba sobre una de las sillas, Harry se sentó para dejar que el rubio pusiera la túnica en el piso, y se volvió a recostar —¿Mejor…?— le preguntó el rubio, pensando que desde cuando le interesaba la comodidad de Potter, o de cualquier otro, pero al igual que los demás pensamientos decidió alejarlo de su mente.
—Si… mejor— respondió Harry con una media sonrisa, Draco lo volvió a besar, y una de sus manos viajó hasta la entrepierna del moreno, rozándola suavemente sobre el pantalón.
—¡Malfoy!!— gimió Harry tirando la cabeza hacia atrás,
Draco sonrió, y sus manos abrieron el botón del pantalón y comenzaron a bajar el cierre.
—¡Oh… Merlín!— gimió Harry, arqueándose, cuando sintió un par de dedos recorriendo toda la extensión de su pene debajo del bóxer.
—¿Quieres que te toque?— preguntó Draco bastante agitado, pero aun así con una voz que a Harry le pareció incitante.
—Malfoy… — gimió bajito Harry, los dedos de Draco bajaron un poco el elástico del bóxer, dejando solo ver la punta del ya muy excitado miembro, la rozó suavemente, presionado con su dedo pulgar en la hendidura, Harry se arqueó nuevamente, levantando las caderas, tratando de conseguir mayor contacto.
—¿Quieres…?—
—Si… Si… por favor… Si— casi gritó Harry con desesperación, pero no tuvo tiempo para avergonzarse de sus suplicas, pues los dedos de Malfoy se habían metido por completo dentro de sus bóxer y acariciaban de arriba a abajo su pene, inconcientemente levantaba mas las caderas, tratando de imponer un ritmo mas acelerado.
—mmm… ahh… así... — gimió entrecortadamente Harry.
Escuchar a Harry gemir de aquella manera era demasiado excitante, dio un par de caricias mas antes de sacar las manos del bóxer, —No… no pares… — le pidió Harry.
-—Espera…— le dijo Draco alejándose de él, con bastante prisa se sacó los zapatos, las medias y el pantalón, ante la mirada aun confusa, pero bastante anhelante y cargada de deseo de Harry.
Harry pudo ver al rubio, casi desnudo, luciendo solo unos bóxer de color negro, que contrastaban con su pálida piel, apreció su formado cuerpo, definitivamente, Draco estaba muy, pero muy bueno, el movimiento de sus zapatos siendo sacados lo hizo notar que el rubio pretendía que el también se quitara lo que le quedaba de ropa, algo mas azorado terminó de sacarse los pantalones, y los pateó lejos, al igual que las medias.
Draco sonrió, apreciando el cuerpo del moreno, se terminó de sacar sus propios bóxer, se arrodilló entre sus piernas y acarició nuevamente la erección de Harry antes de bajarle por completo los bóxer y hacerlos volar por algún lado del aula.
Harry se dejó caer hacia atrás, aun demasiado excitado por las caricias de Draco, cerró los ojos mientras sentía como su ultima prenda era prácticamente arrancada de su cuerpo, -Un momento…- se dijo, —Malfoy quería…, él quería… ¡Eso!— pero Harry no había hecho nunca aquello, —Oh no…— su mente empezó a maquinar a prisa una forma de detener todo aquello, pero la lengua de Draco acariciando su miembro de aquella manera lo hizo olvidar toda coherencia, con una mano se agarró de la túnica que le servía de piso, y con la otra empezó a acariciar el cabello del rubio, el cual apretó, seguro mas de la cuenta cuando Draco finalmente se metió todo aquello en su boca.
Tener a Potter jadeando de esa manera era algo realmente estimulante, succionó mas fuerte aun, mientras sentía como todos los músculos de Potter se tensaban, con los dientes dio un par de mordidas, muy suaves, y Potter emitió un sonido agudo, una de sus manos empezaron a acariciar los testículos del moreno, mientras dejaba que un poco de saliva cayera de su boca, lamentó no cargar con él el frasquito de lubricante, pero bueno, no era momento de pararse a pensar en aquello. Humedeció uno de sus dedos y lo deslizó hasta la entrada del moreno, y acarició por unos momentos la suave piel de alrededor, luego intentó introducir un dedo, en cuanto lo hizo el cuerpo del moreno se tensó, y sus caderas hicieron un movimiento tratando de alejarlo
—No… espera…— dijo entrecortadamente Harry al sentir lo que Draco quería hacer, simplemente se había aterrado, nunca había hecho algo así, y de alguna manera, que su primera vez sea en una polvorienta aula no le agradó para nada.
—¿Que?- preguntó Draco algo confuso antes de volver a besar a Harry en los labios mientras una mano trataba de retomar el camino anterior, pero las manos de Harry sobre su pecho lo detuvieron.
—No hagas eso…— Harry respiraba entrecortadamente
—¿Por que?— preguntó Draco, la confusión inicial se estaba volviendo ya frustración.
—Es que yo… no quiero hacerlo… yo…— trató de explicar Harry, pero Draco lo interrumpió.
—¡Genial!...— dijo de mal humor Draco mientras se separaba del cuerpo de Harry y miraba alrededor para ver donde había caído su ropa.
Harry logró agarrar uno de sus brazos para detenerlo mientras se sentaba —Espera no te vayas—
—¿Pero que mierda te pasa Potter?— gritó Draco tratando de soltarse del agarre —Si esta es tu idea de una broma…— Draco jaló con mas fuerza la mano de Harry para soltarse —Calentarnos así para luego…—
—No, no es una broma…es que esto es demasiado rápido…— murmuró bajando la vista, se sentía realmente avergonzado, tal vez Draco tenía razón, había dejado que llegaran hasta allí para luego tirarse para atrás. No era muy justo con el rubio después de todo, soltó su agarre del brazo del rubio.
Draco lo miró un par de segundos, por alguna razón la forma como bajó la mirada, el sonrojo en sus mejillas, su mano aun sujetándole, todo el conjunto le pareció diferente, incluso le pareció ¿Tierno?, y él sabía que no era de los que se enternecían, además, solo había una razón para que Potter lo hubiera detenido, y se le hacía demasiado improbable, aunque no podía negar que tenía mucha curiosidad en corroborarlo: ¿Sería que acaso nunca antes hubiera hecho algo así?, dio un suspiro tratando de calmarse, y se arrodilló delante del moreno, con una mano lo hizo levantar el rostro, —Potter, nunca… es decir… nunca, con nadie?— preguntó casi en un susurro.
Harry solo negó en silencio, sabía que estaba demasiado sonrojado, era demasiado vergonzoso admitir eso ante cualquiera, peor aun frente a Malfoy, el que se dedicaba a molestarlo día si y día también desde hace seis años, quiso agachar la cabeza, pero la mano del rubio lo sujetaba firmemente, así que resignado esperó la burla que sabía Draco haría de eso, aunque esta nunca llegó.
—Ven aquí…— le dijo Draco a la vez que volvía a besarlo de una manera mas lenta, tratando de hacer que se relaje. Le sorprendía que Potter aun fuera virgen, es decir, tenía a casi toda la escuela suspirando por él, menos a él que no había notado lo bien que se veía el chico últimamente.
Harry correspondió al beso, medio sorprendido por la burla que nunca llegó o por que Malfoy lo estuviera besando de una manera tan diferente, pronto el beso fue ganando pasión y las sensaciones de excitación volvieron a él, no supo exactamente en que momento estaba ya nuevamente acostado, con Draco sobre él, sus pieles tocándose, adhiriéndose por el sudor, los gemidos escaparon de sus labios cuando la lengua de Draco recorrió todo su cuello y mordió ligeramente en la clavícula.
Draco bajó lentamente su mano hasta llegar a la erección del moreno, la tomó y empezó a subir y bajar suavemente, sintió como Harry temblaba debajo de él,
—Malfoy… no….— murmuró Harry pensando que el rubio tal vez había tomado aquello como una invitación para llegar mas allá y temiendo alguna represalia por parte de Draco.
—Shh… no voy a hacer nada de eso… si no quieres— dijo mientras su lengua recorría el oído del moreno, luego sopló sintiendo como la piel de Harry se erizaba, sonrió complacido del efecto antes de continuar murmurando —Pero creo que tu y yo tenemos un pequeño problema que resolver…—
Harry sintió como Draco hacía un movimiento extraño con su cadera y pronto la sensación de una dureza contra su erección lo hizo gemir, miró hacia abajo y vio que Draco había colocado ambas erecciones juntas, una sobre otra, y ahora empujaba sus caderas con fuerza, haciendo que ambas se froten.
Draco empujaba sus caderas contra las de Harry, marcando un ritmo rápido, habían llegado ya demasiado lejos como para irse sin terminar lo que habían empezado, estaba demasiado excitado como para intentar llegar hasta el baño de su habitación, además, el cuerpo de Potter le estaba resultando por demás encantador.
Harry pensó que podría morir de placer en ese momento, aquello era demasiado intenso, se sujetó a la espalda del rubio apretando mas aun su cuerpo al de Draco, empezó a empujar también, ambos cuerpos se adaptaron fácilmente, pronto lo único que se escuchaba eran gemidos
Draco apretó mas los hombros de Harry, sintiéndose ya cerca del final, empujó con más fuerza —Si… así… Ohjoder!!—
—Ahh...— gruñó Harry tirando la cabeza hacia atrás —Malfoy… voy a… me…—
—Si… hazlo….— gimió Draco antes de esconder su cabeza en el hueco entre la cabeza y el hombro de Harry sintiendo ya todo su cuerpo temblar, dio un pequeño grito ahogado dejándose invadir por los espasmos que el orgasmo le ocasionaban.
—Oh…!l Oh Dios…!! — gimió Harry mientras sentía una oleada de placer recorriéndole desde los dedos de los pies hasta la cabeza, sus manos soltaron ligeramente el agarre de la espalda del rubio, sintiéndose de pronto demasiado relajado y cansado como para pensar siquiera en moverse. Apenas si fue conciente del tibio líquido que cubrió su pecho, o del cuerpo de Draco jadeando sobre él.
Después de unos segundos, Draco se dejó caer a un lado, respirando entrecortadamente, su cuerpo rozaba con el cuerpo caliente y jadeante de Harry. No se movió de allí, pese a la dureza y frialdad del piso se sentía demasiado cómodo para siquiera abrir los ojos.
—Esto… ha sido raro— murmuró Harry sintiéndose demasiado tonto para decir algo mas que aquello.
—Si… lo sé…— contestó Draco mientras empezaba a tomar conciencia de la situación, se había acostado con Harry Potter, el jodido niño que vivió y que encarceló a su padre, eso no podía ser solo raro, era terrible, sobre todo por que le había gustado —Mierda y requetemierda— se dijo mentalmente Draco antes de ponerse de pie, lo mas seguro era salir de allí y alejarse lo mas posible de todo aquello.
Harry vio como Draco empezaba a vestirse rápidamente, y no pudo evitar sentir un pinchazo de desilusión, de pronto se sintió utilizado y luego abandonado, y peor aun, por un mortífago, o ¿casi mortífago?, su mirada se dirigió sin su permiso hasta el brazo izquierdo de Draco, estaba limpio no tenía la marca, aquello de alguna manera lo alivió.
—¿No crees que es un poco tarde para verificar si soy un mortífago?— le preguntó algo enfadado Draco, que se había percatado de donde se había detenido la mirada de Harry.
—No creí que lo fueras… — respondió rápidamente Harry poniéndose de pie, y empezando a vestirse, le dio la espalda para ocultar su rostro, para que Draco no viera que se había sonrojado por haber sido descubierto observando.
—Como digas…— murmuró Draco mientras se acomodaba la capa, le dio una mirada evaluadora a Harry, se veía realmente muy bien, sus músculos estaban marcados, no era tan flaco o débil como pensó que era, tenía un cuerpo realmente apetecible, y para ser honestos nunca lo había mirado con atención, o por lo menos no de aquella manera.
Harry terminó de acomodar su ropa y se dio cuenta que Draco le estaba mirando de manera demasiado descarada, aquello solo logró sonrojarlo mas. —Bien… no creo que… es decir….— dio un suspiro, se sentía demasiado estúpido —Mejor nos vamos— resolvió finalmente mientras levantaba su varita para quitar los hechizos de seguridad del aula.
Draco vio a Harry avanzar hacia la salida y en un impulso lo tomó del brazo y lo hizo girar — ¿Supongo que no le dirás a nadie de esto no?—
Harry sintió el tirón y la mirada de Draco clavada en él, por un entupido momento pensó que le pediría que se quedara, que hablaran, pero no fue así —Claro que no, ¿me has visto cara de cotorra chismosa?— le respondió Harry algo ofendido.
—Coto… que?— preguntó confuso Draco.
—Cotorra… es un ave que…— hizo un gesto con la mano, quitándole importancia al asunto al ver la mirada perdida de Draco — ¡ah olvídalo!, no se lo diré a nadie— le aseguró mientras salía al fin del aula.
Pocos minutos después y en dirección opuesta el rubio también salió hacia su dormitorio en las mazmorras.
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Ahora sobre su cama, cubierto con unas suaves mantas, con los cortinas cerradas, la realidad completa había llegado a su mente, aquella que no había querido ver antes, acababa de tener sexo con el jodido niño que vivió y que además se encargó de hacer que su padre estuviera en prisión, la situación no era algo en lo que podía pensar a la mañana siguiente, era una traición, a su padre, a su familia, a la causa que ellos defendían, y que por obligación él tenía que defender. Jadeó sintiéndose demasiado culpable. Con manos temblorosas se cubrió la cara evitando que el sollozo que amenazaba con escapar hiciera demasiado ruido.
Draco empezó a temblar, ahora estaba en serios problemas, el señor oscuro podría ver en su mente este episodio, por mas que su tía le hubiera enseñado oclumancia, aquello no servia para evitar el poder del señor oscuro, ya su padre se lo había advertido, vería aquello y lo mataría, no, primero lo torturaría, si, lo torturaría durante mucho tiempo, con mucho dolor, y él sabía que no era valiente para soportar mucho dolor, así que se humillaría pidiendo la muerte, luego habría mas dolor, hasta que, con algo de suerte, lo mataría, no habría ya nadie que pudiera salvar a su padre, ni a su madre, había defraudado a sus padres, su cuerpo se fue encogiendo, mientras sentía como el peso de la culpabilidad era mayor a cada instante, las lágrimas empezaron a caer sobre la almohada, mientras en su mente aun resonaban las palabras que el mismo señor oscuro le diera aquel verano antes de volver a Hogwarts:
-Pronto tendré una misión para ti, joven Malfoy, y de ello dependerá la libertad de tu padre, debes limpiar el nombre de tu familia- el solo recordarlo le dio mas frío. Lo había echado todo a perder, y por un polvo, bueno, casi polvo, pero ese no era el punto, lo único bueno era que aun aquello no sucedía, que el señor oscuro aun no le había pedido ir a verlo, y rogaba por que pasara mucho mas tiempo antes que sucediera. Tal vez, Potter lo vencía antes de que él le pidiera algo, si, eso era posible… Se agarró a esa idea sabiendo que no se haría realidad y así se quedo dormido, pensando en Harry, venciendo al señor oscuro y salvándolo indirectamente de la muerte.
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—Demonios— pensó Harry confuso y aun incapaz de creer lo que había sucedido, había tenido alguna especie de sexo con un hombre, para empeorarlo mas aun, Malfoy, su enemigo y un casi mortífago, cerró los ojos y recordó aquella aula vacía, ¿tendría ella acaso un hechizo o algo que hubiera provocado que todo aquello hubiera pasado?, por que él antes de esa noche nunca había siquiera mirado a Draco con otros ojos que no fueran los de odio y desprecio, y estaba seguro que para el rubio sería igual, ahora que lo había visto de cerca no podía negar que si le gustaba, su cuerpo de cerca olía delicioso, y su cabello era mas suave de lo que el jamás había pensado. —Para ser la primera vez que piensas en un hombre de esa manera lo estas haciendo demasiado bien— se reprochó.
—Su padre esta en Azkaban… por tu culpa o al menos es lo que Malfoy te reclamó a final del curso pasado ¿no? y ¿si todo aquello fuera una broma, una venganza…?— la duda lo empezó a asaltar, —Malfoy había tenido suficiente tiempo y forma de forzarme a ir mas allá si lo hubiera querido— defendió Harry. No, su mirada mostraba asombro, miedo, incluso arrepentimiento al final, pero no malicia, y Harry conocía la mirada de malicia del rubio, la había visto muchas veces en cada una de las distintas peleas que habían tenido y aquella mirada no había aparecido esta noche.
Además, él no es un mortífago, y eso era algo bueno, tal vez lo podía convencer de no convertirse en uno de ellos, eso sería bueno, aunque Malfoy le había dicho que no le mencionara aquello a nadie mas, ¿significaba que no quería que se volviera a repetir? ¿Acaso él quería que se repitiera?
Harry no pudo detener la cantidad de imágenes en su cabeza, en un papel ya no tan pasivo ni inocente, el hacer gemir al rubio debajo de él, gritando su nombre… vamos que nunca había siquiera mas que dado un par de besos a Cho el año pasado, y ahora, de pronto, se abre todo un mundo de opciones y posibilidades tras la experiencia de esa noche.
¿Con que cara podría mirar a Malfoy al día siguiente, acaso el rubio actuaría diferente con él ahora? ¿Se lo diría a alguien mas? No, podía estar seguro que no, después de todo había sido el mismo Draco el que le había pedido discreción.
Su mente estaba hecho un gran enredo divagó entre los recuerdos y las dudas durante mucho tiempo mas antes de finalmente dormirse cansado.
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