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Christmas Note por bergdora

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Capítulo 2- Nochebuena:

Elle Lawliet, alias L, se servía una quinta taza de café confitado con una docena de cubitos de azúcar glaseé.

Se sentía solo, deprimido, observando una y otra vez desde su ventana de lujo los adornos que comenzaban a ser expuestos por las calles, farolas y casas.

Las parejas de enamorados paseaban tranquilamente debajo del arco iris de luces y los niños miraban escaparates esperando con ilusión la Navidad.

- Navidad…- siseó el moreno, rozando con sus pálidas falanges el cristal que podría romperse con una mínima presión.

Sus navidades no habían sido de lo más divertidas y variadas, solía pasarlas junto a Watari, al menos esos últimos 7 años, desde su mayoría de edad.

En Wammy´s House eran diferentes…

Si era verdad que no tenían el calor verdadero de una familia, si, pero junto al resto de niños y profesores al menos lo sobrellevaban.

Además que, la navidad en los países de creencias cristianas se vivía más intensamente que allí, en Japón, lugar donde celebraban la fiesta pero sin significados religiosos de por medio.

Se sentó entonces en su sofá preferido, abrió una caja de pastel recién hecho que le había traído Watari y comenzó a degustarlo placidamente.

 El caso Kira, Light Yagami, su amistad con él…amistad… amistad…

Se puso algo rojo a la vez que manchaba su nariz con merengue.

Comenzó a investigar en su ordenador portátil, las creencias niponas sobre la noche de navidad, sorprendiéndose por el hecho de que los mismos se confesaban su amor en aquella mágica noche.

Leyó leyendas y cuentos seguidamente, como la leyenda de los doce animales del zodiaco chino, que a pesar de no ser japonesa era una leyenda que los niños se sabían de memoria.

- Amor…- siseó de nuevo, apagando la pequeña pantalla plana- que cansado que estoy…

Se estiró como un gato apaleado, frotó sus ojos y con el pensamiento de la marcha de Light aquella tarde abrazado a Misa, decidió irse a la cama.

Total estaba solo.

Cuando se sentó en la orilla de la misma, vacía desde el día en que retiro las cadenas que lo apresaban a Light, su teléfono móvil sonó.

Observó la pantalla, donde el nombre de Light se reflejaba… el moreno se pasó el pulgar por los labios, emocionado por que el chico de reflejos dorados lo llamara a aquellas horas de la noche.

Esperó a que sonara el último toque de llamada, (- Que espere- se dijo) y pulsó al botón de descolgar llamada.

- Aquí Ryuzaki, ¿Quién es?- preguntó, aunque sabía claramente de quien se trataba.

- Hola, Ryuzaki- Light se encontraba sentado en su escritorio, con un Ryuk molesto detrás de él, pues le habían arrebatado la videoconsola.- soy Yagami.

- ¡OH! Vaya, ¿Qué tal? ¿Tienes algo importante que decirme a altas horas de las noche?- preguntó, mientras hurgaba en una  bombonera próxima- ¿Noticias de Kira tal vez?

- No, no es eso- rió un poco el joven (- Más quisieras… - se dijo en su fuero interno)- verás… ¿Haces algo de importancia estás navidades?- le preguntó claramente.

El moreno detective quedó en trance por unos minutos, sus enormes ojos abiertos de par en par y brillando por una creciente ilusión.

- ¿Yo?- quiso no parecer emocionado- Bueno… Watari siempre me trae grandes cajas de dulces por Navidad, así que supongo que…- balbuceó un poco- tengo una cita pendiente con ellos.

- Ah…claro- sonreía el castaño, adoraba aquella manera de hablar de L, ¡¿Pero que..?! ¡Que adorar y que ocho cuartos!- pues, ¿Qué te parece devorar esos dulces en compañía de mi familia, Misa y mi compañía propia? Watari también estaría invitado, por supuesto.

Se hizo el silencio.

- ….

- ¿Ryuzaki?- preguntó Light entonces, preocupado. (- ¿Tanto le afecta una invitación a este tío?- se preguntó sorprendido.)

- … Yo- este había tardado en asimilar tal información, radiaba en dicha- Claro, será un honor- siseó lo más calmado posible.

- Bien- Ryuk gemía como un niño detrás de él, tendría que colgar si no quería meterse en problemas- te esperamos el 24 de Diciembre a las 20:00 horas, ¿te parece bien?

- Perfecto- el detective, dichoso, daba votes encima de la cama- ahí estaré, Light- kun.

Ambos colgaron al mismo tiempo.

Light quedó en silencio entonces, observando el auricular por el que hace unos segundos había escuchado su voz… la voz del detective más extraño pero a la vez más fascinante del mundo.

L, su L….- de nuevo volvió a enfrentarse a su mismo.

¡¿MI L?!ARGHHH!.Golpeó la cama con frenesí.

Por otra parte…

Ryuzaki, echo un flan, se había quedado callado con el teléfono apoyado en su pecho…

- Navidad… con Light, con su familia…- se repetía, no podía creérselo y tendría que repetírselo día y noche hasta el acontecimiento- jeh-  a fin de cuentas no pasaría las navidades solo, gracias al caso Kira no podría ir a ver a Mello y Near, al menos podría estar con Light….-aunque estará la pava esa…- carraspeó un poco al pensar en Misa-Misa.

Watari entró entonces a su alcoba, antes picando repetidamente a la puerta, claro.

- Elle…- fue hacia él- ¿pasa algo?- preguntó el hombre, sentándose a su lado.

Hacía tiempo que no veía a su protegido de aquella manera, con semblante feliz, como la de un niño pequeño.

El ojinegro dio un profundo abrazo al anciano, casi rompiéndole los huesos de la espalda.

- Watari…- sonrisa profunda- esta navidad, ¡no estaremos solos!

………………………………………………..

24 de Diciembre,

La casa de los Yagami se había vuelto un torbellino sin control.

Sachiko y Soichiro, el cual había pedido fiesta a Ryuzaki, que con muy buen humor se la había coincidido, se pasaron el día haciendo las compras navideñas.

Sayu, junto a Light, que también se había quedado en casa (Kira necesita unas vacaciones, hombre- le dijo el castaño a Ryuk aquella mañana) ayudaba a su hermana a decorar la casa con tesón.

Elle se había pasado todo el día enfrente de un espejo de su habitación.

Sacando una docena de camisetas blancas y otra docena de vaqueros idénticos a los suyos, se pasó la mano a la boca.

Watari, fue a la habitación con él para ayudarlo a escoger un atuendo adecuado para la ocasión.

- No se que ponerme…- se mostraba preocupado y pensativo.

El hombre carraspeó.

- Ya había pensado en eso, Ryuzaki- le dijo este, amablemente-  ten- sacó una bolsa negra que tenía escondida detrás de su espalda.

El joven la abrió a gran velocidad, mientras que una sonrisa se dibujaba en su cara al comprobar el interior de la misma…

…………………….

19: 45, Noche de Navidad…

- ¡Mamá, ya empieza a cantar Hideky Ryuga! ¡Kya!- Sayu,  que estaba poniendo la mesa, se puso a saltar al ver que comenzaba el especial musical navideño de su cantante favorito.

Sachiko, que se había maquillado y arreglado el cabello en dos elegantes moños, asomó la cabeza por el rellano de la cocina.

- ¡OH hija! Dale a grabar que aún estoy ocupada- se la notaba medio histérica- Misa, Ryuzaki y el Sr Watari tienen que estar a punto de llegar.

Ryuk, estaba en la otra punta del salón, observando como todos daban vueltas por la casa…

Que si uno echándose colonia (Light, en este caso…), otro atándose correctamente la corbata (el padre de Light) y la madre de ellos, atareada en la cocina entre vapores y olores.

Si Ryuk no hubiera sido advertido seriamente por Light, el shinigami habría devorado el banquete.

El timbre sonó en aquellos momentos, eran las 19:50 horas.

- ¡Ya voy yo! – un Light muy bien vestido de negro y repentinado corrió hacia la puerta.

- ¡Corre hermanito, que tu novia te espera! Ja, ja- reía Sayu, mientras pegaba la nariz al televisor.

- Calla…- le ordenó este, repentinándose bien y colocándose la chaqueta, decidido abrió la puerta y…

- ¡LIGHT!- El tsunami Misa se encargó de despeinar y arrugar la ropa del aplicado Yagami, que quedó pálido al verla.

Sayu comenzó a reír estrepitosamente, Ryuk también pero no se le escuchó.

- ¡misa misa ya está aquí! – le dio un sonoro beso, manchándolo de carmín rojo pasión.

El joven trató por todos los medios quitarse tan molesta mancha de encima, (aunque no sabía quien era más mancha, el carmín o aquella plasta humana) antes de que llegara el invitado el cual él consideraba invitado.

- Hola, Misa- saludó Soichiro, dándole dos besos a la novia de su hijo.

- ¡Hola suegro! ¡Felices fiestas! – le respondió el beso, la chica iba exuberante, de rojo pasión, con un gran escote… hasta el hombre quedó azorado ante su presencia.

Sachiko salió de la cocina, con un mantel sobre el vestido de gala y un cucharón en mano.

- Hola Misa, felices fiestas- saludó la madre de Light.

- Hola suegra- repitió los besitos, iba manchando de carmín a todo el mundo.

Tras saludar finalmente a Sayu, que quería llevar a Misa al sofá para ver a Hideky Ryuga cantando, Sachiko llamó a su marido y a Sayu.

- Querido, hija, venid a ayudarme a la cocina, dejemos a la parejita ordenando la mesa- ordenó sonriente.

(- ¿Parejita?- se enfurruñó Light, observó a Ryuk que reía mientras tocaba los adornos del techo- Más bien un trío mal avenido…)

- Gracias por dejarme a solas con mi amado Light - Misa daba saltitos, mientras se agarraba al brazo de su amado.

(- Igual de espontánea que siempre- meditó el castaño)

Misa lo tenía muy bien agarrado, la luz se reflejaba en sus ojos, azules como el mar.

- La primera navidad juntos- sonreía la chica- ¿no te parece romántico?- modo brillitos on.

- Si, muchísimo- sonrió este, mientras una sonora gotaza caía por su sien perfilada.

Pero la sonrisa de Amane se tornó algo más sensual, reflejando una picardía escondida… rozó su hombro con deleite, sus uñas largas y pintadas de negro rozaban la cara tela.

- En esta noche, es tradición que los enamorados se confiesen su amor…- siseó esta, acercando el manchurrón rojo que tenía por labios a la barbilla de este- pero como nosotros ya nos hemos confesado nuestro amor, solo nos queda consumarlo, jiji- rozó con sus pechos el torso cuadrado de su novio- ¿Qué te parece?

Y cuando iba a besarlo, Light estaba a punto de sacar su libreta  y Ryuk iba a aplaudir, sonó el timbre de nuevo.

- ¡Voy yo! – fue Sayu, quien corriendo fue a abrir desde la cocina.

Misa, a desgana, se tuvo que separar de su amado… Light dio las gracias al destino de no tener que asesinar a nadie aquella noche “de paz y de amor”.

La puerta se abrió emitiendo un chirrido y el joven Kira, pudo apreciar con su fino oído, como su hermana emitía un sonoro: “OH”.

Light se encaminó hacia el umbral, con un nudo en su garganta casi asfixiándolo, el corazón latiendo a mil por hora…

Para cuando al llegar, (seguido de cierta mosca, claro) encontrar como iluminado cruzando la puerta de su casa a… una criatura enviada por Dios.

¿Era un Ángel?  No, simplemente era Ryuzaki, con un pantalón y una camisa blanca pura moldeando su cuerpecillo, el desordenado cabello bien peinado y húmedo y con una botella de ¿alcohol? depositada bajo su brazo.

Era seguido de  Watari, que lucía esmoquin negro y llevaba en las manos una gran bandeja tapada con papel.

La mirada del detective se cruzó con la del asesino en masa, L y Light, juntos en el rellano de su hogar, bajo una lluvia de colores y luces.

- Buenas noches, Light kun- hizo una reverencia el hombre de ojos negros- feliz navidad.

Light parecía casi atolondrado, estaba tan… único, brillante, hermoso…

Ryuk tuvo la tentación de cerrarle la boca desencajada con una de sus zarpas.

Ryuzaki elevó un poco la ceja, cohibido ante la atenta mirada de todos.

Sobretodo por la de Misa, que su escote ocupaba más que su mismo ceño. (Pechugas de plástico…)

- Fe- feliz navidad, Ryuzaki- hizo un ademán Light, cohibido por su asombro ante L- Feliz navidad Watari, pasad- dijo el anfitrión.

 L y Watari pasaron, aunque indecisos, tras Light y Sayu dirección al comedor.

El detective pasó por el lado de Misa, que seguía con la boca abierta por el impacto, sonrió.

- Amane, Feliz Navidad.

- ¿¿- Misa seguía en estado de shock, Ryuzaki sonrió complacido.

¿Acaso aquella tonta se pensaba que por llevar las tetas al aire libre iba a llamar más la atención que nadie en aquella cena?

Cuando llegaron al comedor, Soichiro le frotó la mano a su “jefe”, totalmente complacido por su presencia y algo sorprendido también al verlo tan elegante y arreglado.

Sachiko salió de la cocina, ya sin mantel y tras un olor exquisito, los saludó a ambos.

Se sintió muy complacida ante el vino que le entregó Ryuzaki, vino Español de más de quince años, y el segurísimo pastel, que llevaría Watari bajo su yugo.

- Bienvenidos, Bienvenidos- la mujer se mostraba radiante- Feliz navidad, podéis coger asiento ya, estáis en vuestra casa.

Light se acerco a Ryuzaki, mostrándole un asiento libre para él.

El moreno se sentó con gusto, algo sonrojado.

Light se sentó a su lado y Misa, como era normal en ella, ocupó el otro asiento.

La mesa era cuadrada, pero al abrirla se tornaba rectangular por lo cual en una parte quedaron sentados  L, Light y Misa, en la esquina al lado de L, Watari y en la otra parte de la mesa se sentaron el resto de Yagamis.

Ryuk flotaba por encima de la mesa, poniendo de los nervios a Light.

¿Y si L se percataba de su presencia?

Observó el rostro risueño y no tan pálido como de costumbre del moreno, no, no creía que en Navidad L estuviera en posición de ataque, esperando encontrar una pista en el plato que fuera a comer.

Sachiko empezó a servir en los platos de cada uno un plato especial casero de su abuela, compuesto de pollo y verduras fritas.

Soichiro sacó de la despensa una botella de sake, otra de agua y otra de zumo, para Sayu.

Sirvió en las copas de cada uno, mientras su mujer rellenaba plato a plato de cada invitado.

- Por nosotros- levantó la copa, todos lo imitaron- por unas felices navidades.

- Chín, chín- chocaron las copas, haciendo un ruido seco de cristal dañado.

- ¡¡ por el amor!!- chilló casi Misa, agarrando del brazo a Light.

- Por la justicia- recitó Ryuzaki, contemplado de manera casi autómata a su compañero de al lado.

- Si, por la justicia- volvió a brindar el castaño, dando un largo sorbo seguidamente.

(- Me equivocaba, incluso en Navidad tiene las neuronas bien preparadas…)

Entonces, se percató Light, de que el moreno iba sentado como una persona normal y corriente.

Se sintió complacido por ello, estaba seguro de que el detective apreciaba el estar con él y su familia y quería estar a la altura de las circunstancias.

Ju,

Eso podría utilizarlo a su favor, ya que él mismo le confesó que no estar sentado de su manera habitual le retiraba  un 40 de capacidad de deducción.

Tras el brindis comenzaron a comer, la música de Hideky Ryuga se escuchaba ante las risas y tintineos de cubiertos y platos.

- Está muy bueno, señora Yagami- dijo Elle tras probar un poco de su plato- tiene un sabor dulce a pesar de ser un plato salado y elaborado- siseó.

Sachiko se sintió complacida.

- OH, gracias muchacho, me alegro de que te guste.

- Es normal que le guste- frunció el ceño Misa- que se comía con avidez sus verduras- solo come porquerías- alzó el ceño con altanería.

A Light le entraron unas profundas ganas de matarla.

- Puede ser- afirmó Ryuzaki mirándola, sonrió- como siempre Misa Misa, hace unos comentarios muy inteligentes.

Soichiro carraspeó, sabiendo de primera mano que Ryuzaki y Misa no se llevaban precisamente bien, Light sintió gustó por la inteligente respuesta de su… de Ryuzaki, ejem, ejem.

- Siempre da gusto comer una comida casera “made in Japan”, señora, felicidades- hizo un ademán con la cabeza Watari.

A ese paso, Sachiko iba a ponerse colorada, decidió levantarse a traer el segundo plato.

- ¿entonces te gusta? – le preguntó Light a L.

Ambos se miraron, no habían coincidido muchas palabras de momento por aquella noche… y era normal, estaban reunidos y encima escoltados por cierta rubia con mirada asesina y dispuesta a saltar a la yugular.

 Si supiera de aquellos ronroneos y cosquillas que ambos sentían en sus entrañas cada vez que sus miradas se encontraban…

- Mucho, Light-kun, hacía mucho tiempo que no me encontraba con tantas personas, en un ambiente tan…- agachó un poco el semblante, sonriente- cálido.

(- Cálido…- el también se sentía así, en un ambiente cálido, sus mejillas  se tornaban ardientes)

Sachiko se acercó a la mesa de nuevo con un estupendo y apetitoso pato a la soja picante.

Sayu se relamía nada más recibir su porción.

- ¿Sabéis que?- llamó la atención la chiquilla, antes de devorar su porción- Hoy me ha mandado un mensaje un chico de mi clase – contó orgullosa.

Todos comían.

- ¿Ah si? – le preguntó su padre.- ¿y que quería?

- Decía que estaba enamorado de mí – sonrió la muchacha- Como es el día en que las parejas se confiesan su amor…

Light casi se atraganta con un trozo de pato.

- ¡Eso es genial, Sayu! – la felicitó su madre.

- ¡Si, podréis ser novios! – se frotaba las manos Misa.

- Es que…- la chica parecía cohibida.

- ¿Qué pasa hija? – preguntó su padre.

La niña parecía preocupada.

- ¿Y si en realidad es una broma? Ese chico nunca me había hablado antes, podría ser mentira… no me creo que le guste…- el ambiente en la mesa se apagó un poco.

Elle observaba con los ojos muy abiertos a la hermana de Light.

- ¿Dices que nunca te miraba? ¿nunca te hablaba?- le preguntó amigablemente.

- No- jadeó esta, mirándolo fijamente.

- ¿No te has parado a pensar que ese chico sea muy tímido? Quizás haya encontrado algo de valor en este día de hoy por una simple tradición ¿no te parece?- deducía claramente.

Light se maravilló  de la forma en la que el moreno podía sacar un pensamiento positivo de uno negativo con tanta facilidad.

- ¿tú crees? – le preguntó, con los ojillos muy brillantes.

- Si- sonrió este, tocándole la mano – solo tienes que recordar sus gestos y sus acciones cada vez que tú has hablado ante él con un grupo de amigos o que cara ha puesto al pasar cerca suyo… son pequeños detalles, que uno debe saber apreciar- le explicó.

Sayu se puso muy contenta, y sacó el teléfono móvil para contestar a aquel chico de su clase que se le había declarado.

- Tienes un piquito de oro, Ryuzaki- se alegró Sachiko, estaba temerosa de que cualquier cosa pudiera estropear su fiesta.

- Para ella puede ser un mundo, pero una deducción así para mí es una insignificancia.

La cena prosiguió entre risas y buenos ratos.

Tras acabar el pato, el concierto de Hideky Ryuga también llego a su fin y fue substituido por un programa humorístico Occidental.

Era tan entretenido y tan rencofortable pasarse las horas muertas ahí, entre personas, comentando, riendo, comiendo y bebiendo, que Ryuzaki casi había perdido el control de la realidad.

En aquellos momentos, Kira era historia para él… sus asesinatos, sus sospechas, ¿Qué más le daba en aquellos momentos que Kira fuese Light mientras lo tuviera al lado de él? A su lado, riendo juntos… comiendo plato con plato…sintiendo el fresco olor de su colonia recorriendo sus fosas nasales.

- ¡Vamos a abrir el vino que nos ha traído Ryuzaki! – se levantó de la mesa Yagami padre, algo mareado, pues ya habían acabado 3 botellas de sake.

Watari lo ayudó, para así traer vasos y Sachiko fue en busca del pastel a la cocina.

L se relamió los labios, Light se fijó en él, estaba algo sonrosado… había bebido bastante sake.

- El alcohol es puro azúcar y además, te comerás medio pastel de ese que has traído ¿me equivoco?- rió el castaño, con el pelo algo más enredado que al principio de la noche y con una copa de sake en la mano.

- No te equivocas Light, es probable que esta noche acabe algo mareado, jiji- rió tontamente.

Sayu bebía zumo despreocupadamente de coger una sonora borrachera, mientras que Misa, se estaba quedando dormida en el sofá, para beneficio de Light.

Sachiko llegó al comedor con un enorme pastel de merengue y crema, que recitaba “ ¡Felices Fiestas!

- Ryuzaki, tiene que haberte costado una fortuna…- se relamía de solo ver aquel enorme yunque de grasa, del cual merecía la pena pecar- ¡ Pesa muchísimo!

- Cinco kilos exactamente- sonrió este, mientras que los dos hombres llegaban con la botella de vino Rioja de 15 años de antigüedad.- para que nadie se quede sin catar.

Ryuk olisqueaba el vino que acababa de ser descorchado, se separó del tirón de la botella al notar el fuerte olor.

- ¡uff Light! ¡Te vas a morir si te bebes esto, te lo aseguro! – decía sabiamente  el shinigami.

Light sin embargo, no iba a hacer caso al Shinigami, se sirvió una copa totalmente llena, una para él y otro para L.

Cuando las cinco copas estuvieron llenas, cinco ya que Misa se había quedado dormida por el sake, brindaron de nuevo.

- ¡Por el amor!- Sachiko iba algo bebida.

- ¡Por la felicidad!- afirmó Light, y al decir la palabra no pudo evitar observar al detective con deleite.

- ¡Por que Kira se deje llevar por su corazoncito!- dijo entonces L, brindando y bebiendo de un sorbo todo el rojo vino.

Este se resbalaba por los labios del chico de piel pálida, Light al escuchar el nombre Kira, tuvo el deseo de golpearlo y de besarlo al mismo tiempo.

Atrevido, cautivador… inocente, único… así era L, en su línea hasta con dos botellas de alcohol destilando entre sus venas.

- Ja, ja – Soichiro andaba algo contento también- Si, que Kira se tome unas vacaciones hombre, o podría entregarse como regalo de navidad- reía el hombre.

- Eso, Eso- Watari lo acompañó en el deseo.

- ¡Ey, haber si nos va a matar a todos! – advirtió Sachiko, hipando.

- Ni que pudiera vernos, mamá- reía Light, disimulando ante una imagen suya con un gorrito de navidad y dando caramelos a los niños como acto de paz.

- Quien sabe…- reía Ryuzaki, el cual aquel vino le estaba subiendo a la cabeza en milésimas de segundo.

Y la verdad es que a él también le estaba pasando lo mismo… tras catar aquella delicia alcohólica, su cabeza daba más vueltas que de costumbre, parecía como desencajada y tenía muchas ganas de reírse por todo.

Incluso le entraban ganas de chillar a los cuatro vientos que era Kira y después, como si nada, que todos empezaran a reír como si el asunto fuera el más chistoso del mundo.

La botella se vació en un plis, dejando como efecto en los pobres consumidores, una borrachera del quince.

Sachiko, hiposa, tuvo que pedir a sus invitados que se quedaran a dormir a su casa aquella noche, ¡no!, estaba tan contenta que… ¡PIDIÓ QUE SE QUEDARAN HASTA AÑO NUEVO A SU CASA A DORMIR Y CELEBRAR CON SAKE Y VINO CADA NOCHE EN LA MESA!

- Sayu…- Soichiro era el que estaba mejor de todos los “borrachos”- dormirás con Misa, en tu habitación hay una cama plegable- intentaba contener la risa ante su hija, que en el fondo se estaba divirtiendo de lo lindo al ver a su familia ebria.

- Vale- agarró a Misa por un brazo, ambas eran de la misma estatura y la ayudó a llevarla a su habitación.

- Watari san- reía como una demente la madre de Light- puede usted dormir en una pequeña habitación de invitados que tenemos.

Watari hizo una sonada reverencia, la madre de Sayu y Light se reía con estrépito.

- Y vosotros dos- los señaló con el dedo, el dedo no se mantenía recto por cierto- dormiréis juntos en la habitación de Light ¿eh Light?- la mujer balbuceaba, siendo arrastrada por su marido escaleras arriba.

- Eso, que no creo que tengáis problemas- Yagami padre se reía, mientras se perdía en la oscuridad.

Light y Elle quedaron solos en el comedor, se miraron y empezaron a reírse con estrépito.

El castaño apagó el televisor y agarrando a su compañero del hombro, ambos se apoyaron entre ellos para poder subir decentemente escalón por escalón.

Ryuk los seguía, divertido.

El contacto de sus cuerpos, el calor que proporcionaba la borrachera, risas y lágrimas de la risa…

Así estaban ellos ahora, en la habitación, cerrando la puerta con pestillo y abriendo las ventanas completamente en pleno invierno.

- Pfff- reía Elle, observándolo sacar un colchón con somier de debajo de su cama- Nos vamos a helar.

- Que más da- reía Yagami, el cosquilleo que taladraba su mente apoderándose de él- ¡Es navidad!

- ¡Eso, Navidad!- se lanzó de cabeza sobre el colchón que Light acababa de sacar.

- ¡EH CAPULLO! – se quejó risueño- que tenemos que poner las sábanas primero.

- OH si…- el detective se levantó entonces, con cierta dificultad.

Light sacó unas sábanas blancas de una de las cajoneras de su cuarto, siendo ayudado por Elle, hicieron la cama juntos.

Cada uno agarraba un trozo de sábana, se miraban, se reían y la colocaban bien.

Cuando esta estaba echa, Ryuzaki, sin pudor alguno se sacó la ropa, quedándose en calzoncillos ante Light (que sintió más calor del que tenía hasta el momento) y ante la ventana abierta.

- ¿Me prestas un pijama por favor? No quiero dormir en bo-bolas jajaja- reía tambaleándose.

Light sonrió, preso de la risa y el calor que sentía y que lo aturdía, sacó un pijama para él y otro para su invitado.

- Es un pijama de verano, pero menos da una piedra ¿no?- vaciló, desde luego que era de verano, eran unos simples tirantes y unas calzonas de color crema.

- OH… con esto pasaré una calor…- ironizó el moreno, poniéndoselo en un plas.

Light se puso su pijama, dándose la vuelta, observando a su vez con el rabillo del ojo como Ryuzaki se estiraba en la cama y se quedaba mirando el techo con la mirada perdida.

El verdadero Kira observó el techo, con un sofocón perdurable y la mirada fija en un manchurrón que debía de ser Ryuk.

¿Para que preocuparse? Ryuaki no podría verlo aunque quisiera…

Se estiró también en la cama, apagó la luz y dejó encendida una pequeña lamparita al lado del escritorio.

Ryuzaki seguía riendo por lo bajito, estaba claro que era al que más le había afectado el alcohol de todos los que habían estado allí abajo, excepto Misa.

-¡Navidad, Navidad lalalalala!- cantaba feliz moviendo las manos.

-¡Calla!- le propinó un golpe con el cojín en la cabeza a L.-¡Que vamos a despertar a todos!

Observó como el chico  se retorcía entre las sábanas, rozando cada milímetro de su piel con la suave tela.

- Light Kun…- el chico miraba la oscuridad del techo, como ausente- ¿que piensas de la navidad? – preguntó.

Light, recuperándose en cierto modo del mareo que le había proporcionado la bebida, meditó la respuesta que debe dar.

- Una época familiar, de paz, de amor, de ilusiones, de propuestas…- balbuceaba, con la risa floja.

- Y para otros una época de dolor, frialdad, falsedad y mentira…- siseó el detective, riendo suspicaz.

- Tienes mucha razón- Light y L se acomodaron en la cama, sentados, hablando entre ellos.

- ¿Kira tiene navidad?- le preguntó, tambaleándose y riéndose con estrépito señalando con un dedo a Light.

- ¡DEJA A KIRA DE UNA PUTA VEZ!- y volvió a pegarle con el cojín.

De vez en cuando reían, se preguntaban cosas, y se contestaban como si de un test de personalidad y gustos se tratase.

- ¿Crees que Kira tendrá navidad?- le preguntó mofándose Ryuzaki, la mandíbula algo desencajada por culpa de las risas, sus neuronas trabajando con pesadez.

-  Que pesadito con Kira…- gruñó Light- Si yo fuera Kira es posible que me cogiera unas vacaciones, si señor- afirmó Light, pareciendo lo más natural posible dentro de su ebriedad.

- OH… si, es verdad, a fin de cuentas tu estás aquí conmigo y con una borrachera del quince…

- Ryuzaki…- la voz de alarma se había activado, tendría que ir con cuidado.

El moreno abrió mucho los ojos.

- ¿que? – encogió los hombros- todo el mundo necesita un descanso no.

La risa de Ryuk enfadó mucho más a Light, que en su estado podía pasar del humor, al enfado absoluto, de la ira, al deseo y mucho mucho más.

Agarró a Ryuzaki de los hombros desnudos y lo lanzó contra el colchón, pasándose encima de él.

- ¿No puedes dejar de acusarme ni siquiera en noche buena?- preguntó con irritación- ¡No me toques los huevos!

- ¿No quieres que te toque los huevos?¡QUE SOSO!- carcajeaba, mareado completamente.

Ambos se quedaron mirando, Ryuaki pudo observar la indignación en los enrojecidos ojos castaños…

Kira se desvanecía, se desvanecía en la humareda que recorría su cerebro… quería dejarle marchar.

- Está bien, dejemos a los huevos y a Kira en paz- sonrió- una pregunta más, Light.

El castaño aún no se había retirado de encima del moreno de ojos negros.

- ¿por que existe la homosexualidad?- cuestionó haciendo alucinar a Yagami.

Miradas perdidas, ausentes… miradas que en aquellos momentos se volvían a encontrar.

- Mmm…- el castaño se pasó una mano por el cabello, estaba sudando-  creo que… no tengo respuesta para eso…- por primera vez, Light Yagami había quedado con la mente en blanco.

Ryuzaki, L, Elle, se sonrojó externamente…acarició la mejilla ajena, delicada y pausadamente… observó aquellos labios entreabiertos y sensuales.

-La homosexualidad existe por que solo gracias a su existencia, puedo amarte- atajó al fin.- observó aquellos ojos castaños que lo estaban enloqueciendo.

Light quedó atónito, pasmado, entrecortado…un tumulto de sensaciones se arremolinaban por lo más profundo de su ser, de su cuerpo, de su corazón…

Y no pudo más, el cuerpo respondió por inercia propia, sin hacer caso a su mente, dejándose llevar por aquel ángel de ojos oscuros.

Lo besó apasionadamente, taladró sus labios con una pasión desmesurada, pasión que navegaba entre oleadas de calor febriles.

CONTINUARÁ….

Notas finales:

n/a: Hola a todos, ¿que tal? El fic no será excesivamente largo...según también el ritmo que vaya tomando.

De momento constará de unos 6 capítulos... más o menos, aquí tenéis el dos, bastante cargaditos y dentro de poco subiré el 3.

Muchísimas gracias a todos/as los que me habéis dejado review, os he contestado en el aptdo reviews.

 

besos, y espero que os guste^^

 bergdora-hermi20


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