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El ángel y el Demonio por Helsic

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Notas del capitulo: Ese beso me devolvió el dulce sabor de la amarga esperanza, del amargo vació y quedé sin aliento tendida en la inmensidad de la nada, viendo como todo lo que me hacía feliz se me escurría como arena entre los dedos.
{Helsic aka Kensou no miko}


 

El Ángel y el Demonio
capitulo 38
~ Un momento de felicidad efímera ~

 

 

La tarde fue extraña. Fue como estar allí y a la vez no estar. Se besaron, bueno en realidad, fue LeeTeuk quien buscó sus labios y KangIn correspondió más por la costumbre y el impulso primario que por otra cosa. Se besaron en varias ocasiones y LeeTeuk estuvo hablando de muchas cosas (El último videojuego que se había pasado hacía unas semanas, el nuevo single de HOT que pensaba comprase al final de la semana, una anécdota sobre el colegio…), aunque el menor no le prestó mayor atención. Le dejó hablar como un loro, simplemente le observó en silencio, como un espectador de una película muy interesante. Hubo un punto, que realmente fue incómodo, porque LeeTeuk se percató de que llevaba mucho tiempo hablando y que el otro permanecía en silencio. ¿Lo estaría aburriendo? kangIn pudo ver esa pregunta en sus ojos. KangIn notó a LeeTeuk incómodo y un tanto nervioso por la manera en como movía las manos inquietamente de un lado a otro mientras hablaba. Y no supo que hacer, su cerebro parecía haberse sumergido en un embudo engrasado, no podía pensar con claridad y era mejor así, no quería cometer una locura.

 

LeeTeuk lo besó, fue un beso tímido y suave. Lleno de miedos y preguntas que KangIn no podía (ni quería) responder, entonces vio la desilusión en los ojos del mayor y lo único que pensó fue que quería salir corriendo de ese lugar. Alejarse de él para pensar.

 

¿Sólo para pensar? ¿Realmente quieres sólo alejarte o que salga de tu vida?

 

Entonces la puerta había sonado, era la madre de LeeTeuk con una nueva interrupción, esta vez se debía a que el señor Park había llegado del trabajo y quería conocer al amigo de su hijo que había venido a almorzar. KangIn saltó de la cama deseoso de poder salir de esa embarazosa situación y no vio la expresión de angustia que LeeTeuk tenía en su rostro a su espalda. En la sala, el señor Park se presentó y KangIn hizo lo mismo, el señor Park no era un hombre muy alto, pero se parecía increíblemente a su hijo, sobre todo en la nariz, KangIn lo miró con atención mientras hablaban y se imaginó que LeeTeuk se vería igual en unos 20 años.

 

Y la tarde llegó a su fin tan lentamente que para KangIn fue como una tortura. Cuando iban siendo más de las 7 de la noche (y luego de comer, porque la madre de LeeTeuk no los dejó ir sin comer) se encontraban de vuelta en el metro hacía el apartamento. Había mucha gente en el compartimiento por lo que no tuvieron chance de hablar para alivio de KangIn quien ni siquiera le dirigía una mirada a LeeTeuk. No quería mirarlo porque… sabía que si lo miraba, que si le hablaba, volvería a caer en el abismo y él quería mantenerse a flote, para pensar. Sólo para eso.

 

¿Sólo para pensar?

 

 

***

 

Cuando llegaron al edificio de apartamentos, vieron a Shindong, EunHyuk, SungMin y a DongHae en la entrada, parecía que también acababan de llegar de algún lugar. Shindong venía vestido con su uniforme de colegio y KangIn imaginó que no había ido al apartamento en todo el día. Todos tenían expresiones cansadas, Shindong inclusive parecía molesto.

 

- ¿Qué hacen por aquí? - Les preguntó LeeTeuk con una sonrisa - ¿En dónde estaban? -

 

- ¡Fuimos a dar una vuelta Hyung! - Explicó DongHae devolviéndole la sonrisa.

 

- Y nos perdimos por tu culpa - Lo interrumpió Shindong molesto.

 

- Pobre Dongsaeng, debes tener hambre - Dijo LeeTeuk y ShinDong lo miró con ojos brillantes e ilusionados. - Vamos a dentro, SungMin nos preparará algo rico ¿Verdad Minnie?-

 

- ¡Si! - Exclamó SungMin, quien amaba cocinar y quien además no podía resistirse a que le llamaran ‘Minnie’ sobre todo si era su encantador líder.

 

Así pues, en medio de la empalagosa escena se dirigieron al apartamento, mientras subían las escaleras, EunHyuk y DongHae comenzaron a contar emocionados todo lo que habían hecho en la tarde y el motivo por el cual se habían perdido. Entonces pronto estuvieron frente a la puerta del apartamento grande. LeeTeuk abrió la puerta con sus llaves y cuando entraron, la escena resultó tan desconcertante como cómica.

 

Heechul estaba montado sobre una silla dispuesta sobre una mesa para alcanzar el techo de la sala, pero parecía estar a punto de perder el equilibrio porque se movía hacia los lados con los brazos extendidos, Yesung venía saliendo del baño desnudo (lo que no era novedad) y cuando vio a todos en la puerta se devolvió corriendo y a su paso casi le tumba una enorme plasta de color marrón con fresas que traía Hangeng en sus manos. Hageng soltó un grito al ver a todos en la puerta y esto provocó que Heechul se cayera aparatosamente al suelo haciendo un gran estruendo y la decoración que había estado intentando poner en el techo se vino abajo, trayendo consigo pedacitos de yeso pegados a las bombas y al papel de colores.

 

- Bueno pues… ¡sorpresa! - Gritó LeeTeuk con una sonrisa nerviosa.

 

- ¡Sorpresa!, ¡sorpresa! - Gritó Hangeng dando saltitos con la plasta deforme que debido al contexto, todos pudieron relacionar de que se trataba de un pastel.

 

- ¡Sorpresa! - Gritó Yesung desde el baño y luego lo vieron salir (aún desnudo a acepción porque esta vez traía un gorrito de cumpleaños, tapándole únicamente lo necesario) corriendo hacía su habitación.

 

- Mierda!, ¡me parti una nalga! - Se quejó Heechul levantándose con dificultad y fue inevitable que todos estallaran en risas. LeeTeuk se acercó para ayudarle.

 

- ¡Heechul! Dijiste que todo estaría listo a las 7 - Le reclamó LeeTeuk ayudándole a poner de pie y mirando con desilusión el terrible desorden en el que se había convertido la sala al caerse toda la decoración al suelo.

 

- ¿Por qué no me llamaste? Podías haberme llamado al móvil ¿Qué te costaba? ¡si hubieras llamado te habría dicho que aún no estaba listo! - Le contesto Heechul comenzando a sulfurarse rápidamente.

 

- ¡Te llamé! - Se defendió LeeTeuk - Te llamé y nunca me contestaste… además no podía estar llamándote cada 5 minutos ¡Sería demasiado sospechoso! -

 

- Torta aun no bonita… pero comestible - Dijo entonces Hangeng quien tenía el cabello blanco por la harina, un delantal blanco lleno de pegotes de huevo y algo café que todos esperaban fuera chocolate, interrumpiendo la discusión y dejando la ‘plasta’ sobre la mesa - Feliz día de graduación Youngwoon-shii, ShinDong-shii - Exclamó y escucharon a Yesung gritar desde la habitación.

 

- ¡WIII WOOO! - Gritó y salió aplaudiendo vestido (para alivio de todos) de su cuarto - Woo… feliz día… ¿Pero acaso estamos en un funeral? - Preguntó al llegar a la sala.

 

- Si… pues eso… que mierda ¡no podemos ni organizar una fiesta sorpresa - Exclamó Heechul mal humorado.

 

Pero ShinDong rompió a llorar de manera inesperada y luego se lanzó a los brazos de LeeTeuk quien lo miraba perplejo y no dejaba de decir “¡Gracias Hyungs!”. Luego abrazó a Hangeng y su uniforme se manchó con chocolate, luego abrazó a Yesung quien le devolvió el abrazo con emoción y por último abrazó a Heechul quien gritó “¡MI NALGA!” y ShinDong tuvo que contenerse de apretarlo fuertemente en un abrazo de oso.

 

KangIn quien momentáneamente había olvidado su rabia hacía LeeTeuk se acercó a cada uno de los presentes y los abrazó también y les dio las gracias. Su abrazo con LeeTeuk fue rápido y frío, pero el abrazo que le dedicó a Hangeng fue muy mucho más emotivo, de alguna manera el hecho de que el Chino se hubiese tomado la molestia de hacer el pastel le había conmovido bastante.

 

EunHyuk se unió a las lágrimas de ShinDong y todos creyeron que era un chico muy sensible, cuando en realidad estaba entrando en una de sus pataletas (Al más puro estilo de DongHae) porque él quería una fiesta sorpresa así también. Media hora después, la decoración estaba puesta en el techo de nuevo, el pastel continuaba igual de espantoso y Yesung le había subido todo el volumen a la música. Estuvieron hablando tonterías, ShinDong contó emocionado como había sido la ceremonia de graduación de su colegio y luego habían pasado a partir el pastel. Efectivamente aunque era horrible, el sabor estaba exquisito y nadie dejó ni una sola miga sobre los platos. Hangeng se había cambiado de ropa, aunque aún tenía un poco de harina por detrás de las orejas. Un rato más tarde Yesung hizo un brindis pero no tenía nada preparado para decir, así que por momentos todos se quedaban desconcertados sin entender muy bien la metáfora sobre el juego Online que últimamente no paraba de jugar y la importancia de graduación en la vida.

 

SungMin le hizo el reclamo a Hangeng de no haberle permitido ayudarle con la torta, pero Heechul explicó que todo había sido planeado entre ellos 4, es decir, LeeTeuk, Yesung, Hangeng y él mismo. Ningún Dongsaeng sabía, aunque a última hora DongHae se había enterado por accidente.

 

- Me perdí a propósito - Explicó DongHae inflando el pecho con orgullo. Pero SungMin y EunHyuk no lo miraron agradecidos, por el contrario, parecía que querían saltar sobre su cuello y partírselo en dos.

 

- ¡Bueno! ¡Ahora viene la mejor parte! - Exclamó Yesung con entusiasmo - ¡Los regalos! -

 

- ¿También nos compraron regalos? -Exclamó ShinDong con los ojos a punto de derramar lágrimas de nuevo.

 

Hangeng trajo dos paquetes rectangulares cubiertos por hermosos papeles de colores llenos de visos y moños. Le entregó uno a KangIn otro a ShinDong, cuando estaban a punto de abrirlos, LeeTeuk se los quitó y los intercambió. Hangeng había confundido los nombres escritos en Koreano en las tarjetas.

 

KangIn tomó el suyo y despedazó el papel en cuestión de segundos. Adentro había una bolsa de almacén de ropa, la abrió y encontró una preciosa camiseta negra con un estampado en inglés (que no entendió pero se veía ‘cool’ ) con formas abstractas en color rojo y blanco. ShinDong abrió el suyo y sacó una gorra amarilla de Pokemon. Los ojos de ShinDong se iluminaron y temblaron a punto de soltar lágrimas otra vez mientras se ponía la gorra de Pokenon (traía un Snorlax en la parte del frente).

 

- ¡Está genial! - Exclamó KangIn quitándose el saco (teniendo cuidado de que la agenda no se cayera) luego se desabotonó la camiseta del colegio para probarse su regalo.

 

- Sigo insistiendo que la camiseta rosada de terciopelo de tigre era mucho más genial - Comentó Heechul con expresión indignada mientras KangIn terminaba de quitarse la camiseta.

 

- Yo escogió esa  - Exclamó Hangeng feliz - Yo escogió esa para Youngwoon-shii -

 

- ¡Gracias! Me encanta - Comentó KangIn metiendo las manos para ponérsela.

 

- ¿Qué te pasó en el cuello Hyung? ¿Te picó un animal? - Preguntó DongHae con curiosidad.

 

- ¿Un animal…? - En el momento KangIn no entendió la pregunta de DongHae, pues lo había olvidado por completo, pero segundos después la imagen de LeeTeuk mordiéndole el cuello apasionadamente mientras se corría con fuerza dentro de él llegó a su mente haciendo que sus mejillas se pusieran inmediatamente de un rojo intenso. Heechul alzó una ceja con esa expresión sospechosa que siempre ponía cuando iba a contar un chisme o cuando se iba a burlar de alguien.

 

- ¿Te mordió tu novia? - Comentó nada más y nada menos que LeeTeuk y todos soltaron una carcajada (menos Hangeng que se rió unos minutos después).

 

KangIn se puso su nueva camiseta frunciendo el ceño molesto y abochornado por el comentario del líder. Y fue como si eso desatara de nuevo sus demonios interiores, porque la felicidad efímera que le había brindado la fiesta sorpresa, se desvaneció al instante para que los sentimientos de rabia y desilusión previos volvieran a él con más fuerza que antes.

 

- No lo se - Dijo refunfuñando KangIn.

 

- A mi me parece que es como una picadura de un animal - Comentó de nuevo DongHae.

 

KangIn intentó cambiar la conversación, pero la bromita sobre ‘el mordisco’ de su novia estuvo presente un par de horas más durante la noche.

 

Eran casi las 11 de la noche cuando KangIn se encontraba en el balcón del apartamento recibiendo la brisa fría de la noche, recostado en el barandal, observando la vasta perspectiva del Seúl nocturno con sus miles de lucecitas en las casas y edificios. Se quedó observando las ventanas de otros apartamentos en la lejanía, pensando en si aquellas personas serían felices y en como la felicidad era un concepto abstracto y efímero. En la mañana, cuando estaba parado frente al público recibiendo su diploma y luego de ver a su Hyung allí en su ceremonia, había sido el hombre más feliz del mundo. Luego cuando lo había besado y lo había aprisionado contra el armario mientras lo tocaba, haber hecho llegar a LeeTeuk entre sus dedos, todo eso sólo le había producido satisfacción y por supuesto algo que podía llamarse como felicidad. Era increíble que un par de horas después todo eso se hubiera desmoronado gracias a esa libreta. Esas dolorosas palabras que le aguijonearon el corazón, aquello había sido como un golpe físico. Dolía y era un dolor tan real que lo asustaba.

 

Recordó las épocas, meses atrás, cuando recién había conocido a LeeTeuk, también lo odiaba. Tampoco soportaba estar a su lado. ¿Pero acaso él había sido hipócrita con él? Por supuesto que no, desde un comienzo le mostró lo que sentía, se portó antipático y si algo no le parecía bien en las decisiones del líder se lo decía, discutía con él, porque no era hipócrita. No, el era transparente. Si no le gustaba lo decía. ¿Pero que recibía a cambio?.

 

Sonrisas.

 

Una hermosa sonrisa perfecta y transparente. LeeTeuk le trataba con empalagosa amabilidad y siempre encontraba una forma de tomar ventaja de él. ¿Estaba mintiendo? Claro que lo hacía, porque en su interior debería estar pensando esas mismas palabras que había escrito en su libreta. Debería estar deseando golpearlo como allí decía, lo odiaba. ¿Entonces porque continuaba empeñándose en tratarlo bien? ¿Acaso quería burlarse de sus sentimientos?

 

LeeTeuk nunca le había dicho nada sobre lo que sentía. Nunca habían hablado de eso, los besos y el sexo, había sido algo circunstancial, primero fruto del alcohol y luego fruto de la curiosidad…

 

¿Y luego fruto de que…?

 

¿De la hipocresía? ¿Alguno de esos besos habrían sido reales? Maldición, comenzaba a pensar como una niña. ¿Acaso no era mejor así? Desde un comienzo estuvo mal ¿verdad?, el hecho de que fueran hombres ya era un mal comienzo, él no era gay y si le gustaba LeeTeuk era porque, de alguna forma extraña, el mayor había logrado engatusarlo y engancharlo en su red. Una red de mentiras y de sonrisas falsas y el simplemente había caído como un idiota iluso. Quizás era mejor que nada de eso fuera cierto, es decir, que los besos y las caricias no tuvieran ningún significado, que hubiera sido sólo una casualidad de la vida (amarga casualidad) así sería más fácil aceptar la realidad. Si no había nada ‘verdadero’ terminar con todo resultaría más fácil.

 

- Una noche bastante fría ¿no? - La voz de LeeTeuk lo sorprendió tanto que por unos instantes el corazón se le detuvo con el susto. El líder había entrado en el balcón sin que él se diera cuenta y le había puesto una mano sobre le hombro. KangIn se giró indiferente y le dedicó una mirada distante y fría, pero no dijo más nada. LeeTeuk se recostó en la baranda también y se quedó mirando la panorámica.

 

- Cuando era pequeño - Comenzó a decir LeeTeuk como si le estuviera hablando a un árbol - Siempre apagaba la luz de mi cuarto y me ponía a observar la ciudad, me imaginaba que era como una ciudad de juguete como una enorme maqueta llena de casitas con sus lucecitas -

 

KangIn no dijo nada, continuó mirando el panorama en silencio, la rabia que sentía iba creciendo segundo a segundo como una marea desorbitarte que se acercaba peligrosamente a la playa.

 

- ¿Qué sientes por mi Hyung? - Dijo entonces KangIn. Sus palabras fueron tan directas que LeeTeuk se sorprendió y abrió mucho los ojos.

 

- ¿A que te refieres…? Yo… no digas tonterías tan repentinamente - Se quejó LeeTeuk notablemente nervioso - Pues que iba a sentir… eres mi amigo… - Parecía como si no pudiera hablar y KangIn sintió que su rabia aumentaba cada vez más y la marea inevitablemente llegaba hasta la playa.

 

- ¿Qué significado tenía esa canción ah? - Gritó esta vez saliéndose por completo de sus casillas - ¿Acaso querías burlarte de mi? - Agregó.

 

- ¿De que estás hablando? - Esta vez LeeTeuk tenía el rostro transformado por el pánico.

 

- ¡No tienes por que seguir fingiendo! - Volvió a gritar - Dímelo de una vez en la cara, deja de burlarte de mi -

 

- ¿¡De que demonios estás hablando!? - Exclamó LeeTeuk aumentando también el volumen de su voz.

 

- ¡De esto! - Chilló KangIn y se sacó la libreta del bolsillo trasero del pantalón. Los ojos de LeeTeuk se abrieron de par en par. - No te hagas el inocente JungSu, sabes muy bien lo que escribiste aquí! - Agregó cerrando los puños fuertemente. Los ojos de LeeTeuk se opacaron rápidamente y todo rastro de benevolencia desapareció de su rostro para ser ocupado por una sombra de rabia y odio.

 

- ¿Cómo te atreviste? - Murmuró LeeTeuk cerrando sus manos en puños.

 

- ¡Cómo te atreviste tu! - Se defendió KangIn ofendido pues esperaba una disculpa y no un reclamo. - ¿Es cierto todo lo que escribiste aquí? - Le preguntó más molesto aún. Por favor, que diga que no, que lo escribió en un arranque de rabia, que no sea cierto, que sea mentira, por favor…

 

- Por supuesto que si - Respondió fríamente LeeTeuk, de repente parecía como si fuera a tirársele encima y golpearle la cara. - Y veo que no estaba equivocado al pensar todo eso de ti… el idiota fui yo -

 

- ¿Qué…? - Iba a decir algo más pero las palabras ya no querían salir de su garganta, quería gritar incoherentemente como un loco, eso quería hacer KangIn.

 

- Creí que me había equivocado… pero no… por lo que veo sigues siendo ese mismo niño inmaduro que alguna vez conocí… nunca creí que serías capaz, Youngwoon… nunca… nunca creí que serías capaz de… -

 

- ¿De que? - Se quejó KangIn asustado. La rabia se iba para dar paso al miedo, al pánico. - ¿De descubrir la verdad? Es eso… ¿De descubrir que eres un mentiroso? - Su voz se quebró. Lo que faltaba ¡Que la voz se le quebrara!. LeeTeuk abrió la boca como para decir algo pero la volvió a cerrar, una sonrisa sardónica se posó en sus labios, una sonrisa que para nada le gustó a KangIn.

 

- Nunca creí que podrías dudar de mi… - Finalizó LeeTeuk - No se… como pude confiar en ti - Agregó mirando el suelo con rabia - No se como pudiste violar mi intimidad de esta manera… ¡Te odio! - Finalizó en un grito.

 

- ¡Pues yo también te odio! ¡Mentiroso! - Respondió rápidamente KangIn enfurecido y asustado, una extraña combinación que no había sentido hasta ahora. Entonces LeeTeuk se dio media vuelta y salió caminando rápidamente del balcón, estaba tan enojado que empujó a EunHyuk que traía unos vasos con lo que parecía era Cocacola y provocó que se las echara encima a SungMin. Ni siquiera pidió disculpas, sólo se metió en su habitación y la cerró con un fuerte portazo que hizo que todos se giraran sorprendidos.

 

Lentamente las miradas se giraron hacía KangIn quien seguía de pie en el balcón con el rostro colorado por la rabia, aún con la libreta en una de sus manos, apretándola con fuerza.

 

¡Felicitaciones KangIn!. Lo lograste, la única persona que de alguna forma llegó a conocerte, acaba de salir de tu vida.

 

 

Continuará

 


 

Notas finales:

Notas: Aishhh ya me tengo que ir T_T escribí esto a la carrera porq salgo de viaje y vuelvo el martes xD está sin revisar  ;O; este cap fue Humor y Angst! Una extraña combinación xD pero en fin D: gracias x leer!


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