Capítulo tres: Alone
Recuerdo que luego del ensayo de ayer me sentía tan mal que no pude ir con los otros a comer…, me excusé diciendo que alguien vendría a casa. En estos momentos no sé qué decir para no tener que ir al ensayo matutino…
Ahora estoy en casa, solo, recostado sobre la cama viendo el cielo de mi departamento sin decidirme por quien será el próximo en la encuesta. Mi estómago pide sus alimentos diarios pero siento que si me muevo de la posición en la que estoy me atormentarán nuevamente estos horribles dolores de cabeza… así como ayer, cuando hablé con Shou-kun…
“tú que siempre te preocupas tanto por tus fans deberías de saberlo también”
“soy especial, pero no más especial que todos ustedes”
Si lo pienso… no creo que esté enterado realmente de lo que pasa, bueno, cualquiera con dos dedos de frente se daría cuenta de que no es nada natural hacer ese tipo de preguntas de la noche a la mañana…, Shou-kun no es estúpido, pero no creo que se aventurara a pensar en que realmente moriré. Cuando vuelva a preguntar a los otros por el tema seré más cuidadoso si lo que quiero es dejar de dañar a las personas que aprecio.
Comienza a vibrar el teléfono sobre la mesa junto a su cama, duda unos momentos en si contestar a la llamada y tener que soportar, posteriormente, los dolores de cabeza y las nauseas. Estira el brazo tratando de no mover mucho su cabeza y a la vez dar con el teléfono móvil
-¿Diga?
-¿ah? ¡Ah! ¡Buenos días!
-Nao-san, ¿qué sucede?
-eso es lo que yo me pregunto, no has llegado
-ah… es que me duele mucho la cabeza je, je, je, creo que me ha dado gripe
- y eso
-¿eso qué?
-ah, no, es que estaba eligiendo algunas cosas; sí, eso es todo, muchas gracias
-¿cosas?¿qué clase de cosas?
-verás, sabíamos que no irías hoy a los ensayos de la mañana así que con antelación les cancelamos
-¿sabíamos?¿y cómo es que sabían todos?
-muy fácil, ayer no quisiste comer con nosotros, “realmente raro” pensé a eso se sumó lo que nos comentó Shou-kun
-¿qué, qué les comentó? –sintió un nudo en la garganta de tan sólo pensar en lo que pudo decirles el castaño, trato de disimularlo en la voz
-dijo que después de que fueron por un café te sentiste mal de la cabeza
-ah…–respiró tranquilo
-dijo que probablemente estarías con gripe o algo así
“a, ja, ja, ja, ja por favor, eso suena ridículo de una gripe nadie muere y es a lo único que debemos tener miedo, después de todo tenemos buena salud”
-claro, una gripe, sí –sonrió tristemente para sí mismo
-esto está muy pesado, dios bendiga el manos libres ja, ja, ja, ja, ja~~
-antes esquivaste mi pregunta, ¿qué es lo que escogiste? ¿qué clase de cosas son?
-te lo digo cuando me abras la puerta, estoy fuera
-¡¿qué estás dónde?! –se levantó tan repentinamente de la cama quedando sentado y boquiabierto que no tuvo ninguna consecuencia de dolores de cabeza
-A-FU-E-RAAA~~~ ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja~~~
-pero… –de pronto se cortó la comunicación y escuchó golpes en la puerta
-que estoy afuera~ abreeeee~~~
Allí estaba él, con el manos libres en uno de sus oídos, aquel bolso negro brillante lleno de sabrá dios qué tantas cosas colgando de su hombro; traía en su mano derecha el paquete de algo semejante a un postre y del otro lado traía una bolsa llena de suvenires. Siempre ese rostro lleno de felicidad a lo Winnie pooh con el que se identificaba plenamente y esos lentes de marco grueso que casi caían por sobre su nariz…
-toma estas son cosas que te traje, los enfermos necesitan y deben comer bien –sentenció el batero dejándole los suvenires y el postre –uuuuh~~~~ estuvo muy pesado, debería haber esperado a estar fuera para llamarte, pero no podía esperar ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja –dijo mientras relajaba los músculos de sus brazos
-esta bien que trajeras esto para que coma pero… –observó por encima el postre– no crees que algo como esto no es sano para alguien enfermo como yo ja, ja, ja, ja, ja, ja-
-¿y quién dijo que el postre era para ti? –le arrebató el tan anhelado objeto acaramelado de las manos– es para mi, claro. Sólo te dije que lo sostuvieras, lo que es para ti es lo que viene dentro de la bolsa
-¿dentro de la bolsa?
-así es –el otro echo un vistazo dentro de la bolsa
-ah… eh… pero esto está…
-sea lo que sea que vayas a decir, espera –hizo una seña de disculpas con la mano– voy al inodoro y regreso
Lo vio irse tras unas puertas dejando sobre una silla el bolso negro tan provocativo que usaba. No era que fuera su casa pero de alguna forma extraña siempre daba con el baño “maldita costumbre esa de que cada vez que sale lo primero que hace es meterse al baño ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja”. Dejó la bolsa de suvenires sobre la mesa de la cocina y comenzó a sacar los productos de su interior asombrándose del tipo de cosas que venían dentro “qué demo-“
-ya estoy aquí~~~
-eso es lo que veo –dijo sin prestar mucha atención
-ah!, cierto, eso no te lo puedes comer así, hay que prepararlo –le decía mientras le quitaba de las manos una patata
-claro, me parecía extraño que me pudiera comer una patata cruda… –reaccionó un poco frente a la situación viéndole de reojo– Nao-san…
-¿Qué?
-sabes cocinar ¿verdad?
-ah!...ah… no, pensé que tu si sabías, ya sabes, siempre como fuera
-pensé que sabiendo que estaría enfermo no me harías hacer nada y estaría todo preparado para que no me moviera de mi cama
-entonces ¿qué quieres? –el joven dejó caer la patata por sobre su hombro y se fue en dirección a su cuarto
-cualquier cosa, me voy a la cama, me ha empezado el dolor de cabeza nuevamente
-te parece si te hago ramen
-¿ramen? –se detuvo unos momentos en su caminar
-instantáneo –todas sus esperanzas se fueron al oírle decir “instantáneo”
-bah~ supongo que es lo mejor que puedo conseguir de ti ¿no Akiba-lider? Ja, ja, ja, ja, ja
-¡¡BASTARDO!! –le grito lanzándole una patata la que le llegó en la espalda, lo que le ahuyentó a irse más pronto o más bien corriendo a su cama– más que sólo he venido a ayudarte y te burlas de mi, desgraciado ja, ja, ja, ja, ja, ja –aun siendo amedrentado por el baterista y sus patatas se atrevió a asomar la cabeza por la puerta de su cuarto
-¡Nao-san estás loco! ¡¡Ja, ja, ja, ja, ja, ja!!
Pasados unos 15 minutos se dejó ver el joven de anteojos en el cuarto del otro con una bandeja y la comida humeante y recién “preparada”; comieron entre risas y bromas pesadas y aunque parecía ser un momento propicio para disfrutar el condenado lo único que pudo sentir era un vacío que se acrecentaba con las horas, la sensación de ahogo en su pecho al saber que nada de esto volvería a repetirse era algo que le angustiaba más que sólo la muerte.
-Juguemos un poco con la XBOX360
-hm…, está bien, ¡juguemos!
Alrededor de 6 fueron las partidas que jugaron en las que el pelinegro baterista ganó una más que el otro, este último ya cansado y derrotado se recostó sobre su cama dejando a Nao jugar solo
-es genial que cuando muere tu personaje puedas presionar “RESET” y volver a comenzar de donde te habías quedado, ¿no Nao-san?
-cierto, sino sería como el fin del personaje para siempre, aunque si no guardas la partida en la memoria es lo mismo que perder toda la vida del personaje
-como si muriera de verdad ¿no?
-si, como mi mascota virtual
-ja, ja, ja, ja, ja, cierto, pero eso fue por falta de comida
-ja, ja, ja, ja pero eso no quita que fuera triste, además de sentirme fracasado por no cuidarle bien
-si le das tanta importancia a una mascota virtual me pregunto cómo sería si se tratara de una persona real, hm…, de la banda por ejemplo
-alguien de la banda…–susurro mientras continuaba moviendo los controles entre sus manos sin perder ni el hilo de la plática ni el hilo del juego– tendría que vivir el momento, pero seguro sería triste, después de todo es alguien de la banda que cree, soy el líder
- oh~ cierto, lo había olvidado~~
-ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, no sería el único en sentirme mal así que…, no mostraría mis sentimientos del todo, lo admito soy algo aniñado y me gusta ese papel, al menos podría evadir un poco de culpa
-¿culpa? –repitió el joven acostado en la cama quien en esa perspectiva sólo veía la espalda del batero sentado a los pies de la cama frente a la TV.
-ja, ja, ja, ja… después de todo si dejo que alguien muera realmente, significará que no hice todo lo que estuviera a mi alcance para ayudarlo a vivir
-pero si alguien se muere de una enfermedad no es tu culpa, es algo inevitable, al menos así lo siento yo
-…pero siempre pudimos haber hecho algo para alargar su vida –la pantalla de la televisión se volvió oscura, “GAME OVER”– siempre hay más que sólo blanco o negro, existe un gris –dijo finalmente antes de volver a empezar el juego
-¿no vas a usar el RESET?
-no, después de todo podría ganar más puntos si juego de una forma distinta a la primera vez ja, ja, ja, ja, debemos aprender a ser útiles
-me parece una buena estrategia a seguir ja, ja, ja, ja, ja, ja lo recordaré la próxima vez que juegue…
Lo que restó de tarde volvimos a las mismas tonterías y payasadas de siempre hasta que Nao-san recibió una llamada y se fue a su casa…
-me voy a casa
-ah, toma, olvidas tu postre
-ja, ja, ja, ja, ja, déjalo, después de todo si se me ha olvidado es porque nunca fue para mi
-entonces me lo quedo– sonrió
-por supuesto, quédatelo. Estoy muy gordo y tú en cambio cada vez pierdes más peso
-mañana volveré a los ensayos –Nao sonrió cálido y apoyó su mano levemente en el hombro del otro
-Te estaremos esperando
Lo vi irse, a estas alturas ya no sabía si quería continuar oyendo los sentimientos de muerte de mis compañeros y amigos, definitivamente…, me siento muerto en vida…