Capítulo cuatro: Gasp
En un comienzo no lo vi claro…, ahora que ya ha pasado algún tiempo es cuando comienzo a ver los grilletes invisibles rodeando mis pies. Estoy condenado a una cadena perpetua y si bien en un comienzo el dolor era soportable ahora no era tan así. Tenía que salir a los ensayos, presentaciones y mi cuerpo no me acompañaba, peor aun, todos notaban que cada día que pasaba iba enflaqueciendo… Las fuerzas ya no me dan, quiero continuar pero este dolor es tan agonizante que me no me deja respirar. Quiero desaparecer.
El joven presionaba fuertemente los bordes del inodoro donde por quinta vez en toda la mañana volvía a vomitar, de nada servía que tratara de cuidarse y comer alimentos sanos si siempre acababan de la misma forma “a estas alturas todos han de pensar que soy un maldito bulímico”. Salió del cubículo para ver reflejado su rostro en el espejo; las marcas de cansancio bajo sus ojos, sus labios rotos de tanto devolver la comida.
Me falta hablar con sólo dos personas…, hay una en particular con la que deseo hablar más que con ninguna otra pero nunca se da la oportunidad de hacerlo, siempre está con alguien más.
-así que aquí estabas, te he estado buscando
-ah…, lo siento, me sentía mal
-deberías de quedarte en casa si no te sientes bien del todo
“Te estaremos esperando”
-no –movió la cabeza negando– aunque me sienta mal debo trabajar lo mismo que el resto de ustedes y el staff, me será más difícil pero no por ello imposible
-si es lo que piensas, ya estas lo bastante mayor como para saber lo que te conviene y lo que no
-como sea, dime, ¿qué quieres Tora-san?
-vengo a buscarte y te pones de mal humor
-bueno me vas a- esta bien, esta bien, lo siento estoy un poco susceptible estos días
-más bien toda la semana y la pasada también
-¡ES! Es sólo que… ya no importa, olvídalo y dime ¿qué es lo que pasa?
-nos necesitan para hacer un comentario, Barks
-¿Barks? Esos comentarios siempre son muy largos
-no te preocupes, sólo seremos tú y yo así que no será tan extenso
-¿y los demás?
-trabajando, ¿qué más? Ja, ja, ja, ja, ja
-ah… lo olvidaba
-trata de arreglarte con algo de maquillaje, te ves pésimo y no queremos que nadie fuera de nosotros se de cuenta ¿no? –el joven sonrió tiernamente ante la preocupación del otro a pesar de la mala reacción que tuvo con él en un comienzo, esto le hizo sentir también un poco apenado
-Gracias Tora-san…
Pidiendo un poco de maquillaje corrigió las imperfecciones en su rostro, al menos las más visibles, total, siempre podría salirse con la suya diciendo alguna que otra payasada sobre su aspecto.
Caminaba por los pasillos para llegar a la sala donde se haría el comentario encontrándose por el camino con el vocal de su banda
-ah, hola ¿cómo has estado? vas al comentario de Barks con Tora-san ¿no?
-pues sí ¿y tú?
-yo voy a tomarme un descanso
-café
-ja, ja, ja, ja, ja, ja algo así, pero no pienso ir hasta después, tomaré algo rápido, no puedo salir de la compañía quedan muchas cosas por organizar
-más programas televisados –dijo alzando una ceja con sonrisa fingida
-ja, ja, ja, ja, ja, ja, bueno son cosas a las que tenemos que acostumbrarnos, después de todo tenemos ya la gira encima –rió amablemente frente al gesto del otro
-aprovechando la ocasión ¿no vas al comentario de Barks con nosotros? Seguro que les encantaría tenerte allí
-no, prefiero que no, digo, si lo que quieres es que el comentario acabe pronto lo mejor es que no vaya ja, ja, ja, ja, ja
-tienes razón, me voy ya – habló llendose en dirección contraría a la del vocal
-por cierto, te debo un café
-¿un café? –lo miro entre sorprendido y confuso– ¿qué café me debes?
-el del otro día ¿recuerdas…?
El castaño se paralizó, no entendía nada y no recordaba tal suceso, más aun se sentía angustiado al ver el rostro del joven más alto frente a él con preocupación en la mirada; no quiso complicar las cosas y mucho menos decirle que había olvidado quién sabía qué cosa, quizás fue algo de hace mucho tiempo, quizás mentía y nunca le había invitado nada “no…, el rostro de Shou-kun no es el de alguien que miente mas aun es pésimo actuando. No lo recuerdo, no recuerdo nada y por si fuera poco a penas recuerdo haber hablado con él en este último tiempo”
-ah… ¡Sí! Aun me debes ese café ja, ja, ja, ja, ja… ¡cierto! Ese día que fuimos a esa cafetería nueva
-pero si fue en el Sta-
-a-a-ahora voy a lo de Barks, hablamos luego, ¿si Shou-kun? –Se fue a paso rápido antes de recibir cualquier indicio de respuesta, sin mirar atrás en ningún momento. Por otro lado el más confundido de las acciones del menor era Shou
-no fue en ninguna cafetería nueva…, sólo en Starbucks, es a la única que voy por un poco de café…
-¡Hasta que por fin llegas!
-ah, lo siento, me entretuve por el camino ja, ja, ja, ja –rápidamente se sentó junto al más alto para dar comienzo al comentario
Tres, dos, uno… ¡GRABANDO!
¡Sí, aquí Alice Nine-desu~!
Aquí vamos otra vez, siempre la misma plática vacía, las mismas estupideces de siempre; hablamos sobre lo que será la gira del próximo mes para que todos estén atentos y puedan adquirir sus entradas a tiempo, comentamos los temas del último disco y… eso es todo, al menos los Fans quedan felices de saber que estamos trabajando arduamente y nosotros contentos de saber que nos apoyarán en un futuro…
-fue relativamente corto el comentario, ¿no es así?
-ufff~ pensé que sería más largo, ¡comenzaba a angustiarme! Ja, ja, ja, ja, ja
-ja, ja, ja, ja, ja ahora quedamos con unos minutos libres antes del ensayo
-gran alivio~
-ja, ja, ja, ja, ja
Ambos se dirigieron a una máquina distribuidora para comer “algo” antes de los ensayos. Cada quien optó por algo ya fuera una bebida o un jugo, se sentaron en una de las mesas para al menos hablar unos minutos; algo que el Castaño esperaba con impaciencia.
-Tora-san
-¿si?
-Leí en una revista sobre nosotros
-¿ah sí? ¿y qué decían? –dijo el pelinegro inclinando la lata para beber del contenido de esta
-hablaban de la vigencia de Alice Nine y sobre las cosas que podrían pasar durante la gira, entonces recordé lo de la gira pasada donde cancelamos algunas paradas por tu enfermedad –el mayor dejó la lata sobre la mesa fuertemente dando a entender que no era mucho su encanto por la susodicha entrevista
-no deberías leer revistas basura como esa, sabes que siempre van a tratar de hacernos quedar mal
-sí, lo sé, pero… comencé a pensar sobre si realmente todo saldrá bien
-por eso te digo que no leas estupideces como esa, además lo que me pasó es algo del pasado, algo que no volverá a ocurrir
-sobre eso… –el menor bajó la cabeza mientras se hundía poco a poco en el respaldo de su asiento. Tora se le quedó viendo sin decir ni media palabra, esperando a que el otro terminara de hablar– ¿qué se siente…? –su labio inferior comenzó a temblar y el mismo también sentía escalofríos en todo el cuerpo– ¿qué se siente que te digan que puedes…?
-¿morir?
-ah… –sentía que no tenía la fuerza suficiente como para responder así que sólo asintió con la cabeza
-bueno~ –suspiró con alivio– no pensé que fuera eso lo que quisieras preguntarme
-lo siento…
-no importa, como dije antes ya pasó –volvió a tomar algo de refresco ya más tranquilo– hm… creo que si no hubiera tenido la ayuda de nadie, me refiero al apoyo de ustedes y de muchas otras personas…, tal ves me habría venido abajo pero…
-estuvimos ahí para animarte
-ja, ja, ja, ja, ja aunque no creí realmente que fuera a morir, es decir, estar dentro de una banda y hacer música ha sido siempre lo que he querido y pensé que no… que sería injusto si realmente llegaba a morir
-supongo que entiend-
-pero…
-¿pero?
-pero tuve en mente que si desfallecía en escenario era lo mejor, porque la última cosa en mi mente sería es gran público, mis compañeros de banda y por sobre todo –el castaño sólo escuchaba, impresionado por la gran fuerza que demostraba el guitarrista al hablar sobre la muerte, la compañera que ahora le acompañaba, sentada a su lado, orzando sus hombros cada vez más fuerte– lo último que sentiría entre mis dedos serían las cuerdas de mi guitarra
-je, je, je que profundo…–dijo el otro un tanto apenado de escuchar los más puros sentimientos del guitarrista sentado a su lado– supongo que no vale la pena que te pregunte qué harías si alguno de nosotros falta ¿no?
-si es por muerte, ¿a eso te refieres?
-ehm… sí
-no sería posible de reemplazar, quedaría el espacio vacío de la persona que falte, por eso…
-Alice Nine acabaría…, ¿no es así?
-tu mismo lo has dicho –sentenció el más alto volteando la vista hacía uno de los lados.
El joven castaño se levantó deprisa apoyando ambas manos sobre la mesa dejando su refresco a medio beber
-Tora-san voy al baño, dile a los demás que regreso enseguida
-¿ah? ¡Pero!
El castaño ya no podía más, el nudo en su garganta se había acrecentado durante los minutos que habló con el alto de cabello negro y una vez estuvo fuera de la vista del mayor echó a correr con todas sus fuerzas hasta meterse en uno de los baños. Se cercioró de que no hubiese nadie en ninguno de los cubículos y cerró la puerta principal. Estando dentro, no habiendo ningún ruido, sin que nadie pudiera verle, sin que nadie supiera lo que estaba pasando…, se quebró…
No puedo. A diferencia de Tora-san yo no puedo, no puedo simplemente aceptar que no veré más esto, que no veré nunca más a nadie, que estaré solo. Tengo miedo. Si tan sólo el dolor no fuera tan fuerte, si tan sólo pudiera decirles a todos que estoy por morir, si tan sólo…
Cayó al suelo de rodillas golpeando el suelo con las manos y llorando a más no poder. Un grito desgarrador brotó de sus labios, impotente de tanto dolor…